Categorías
DEBATES HISTORIA

Sobre paraguas, el té de las 5 de la tarde y una revolución que si fue.

Por Sergio Juan Coppoli (*)

¿Que fue la revolución de mayo?  ¿Una plaza con paraguas? Los paraguas existían pero solo para los ricos y, en la Buenos Aires revolucionaria, eran muy escasos. La mayoría usaba capotes encerados o ponchos y las mujeres, con lluvia, casi no salían. Una buena pregunta ¿Había mujeres en la plaza? Entre los cabildantes no, por supuesto. Se citaba a cabildo abierto a los vecinos, no a las vecinas. Puede ser que algunas estuvieran en la plaza; quizás Guadalupe Cuenca y algunas más dijeran presente; aquellas que, pistolones a la cintura, convencieron a Saavedra que las brevas estaban maduras.

Los presentes en la plaza gritaban “¡El pueblo quiere saber de qué se trata!” y  figura en las actas del cabildo. Otros gritos deben haber resonado en las recovas de la plaza pero no quedan bien palabrotas e insultos en las actas. La historia oficial nos muestra una lámina de Billiken y el relato de un hecho fortuito y sin violencia. Es un mecanismo ideológico para mostrar que en mayo de 1810 no pasó nada importante. Los revolucionarios formaron una junta de gobierno sin molestar a nadie, sin disparar un tiro, sin romper un plato. Eran  un pequeño grupo activo y espectadores que querían noticias.

Los hechos de mayo no habrían sido una revolución sino un simple cambio de gobierno y el 25 no pasó nada significativo. ¡Como si las revoluciones se hicieran en un día! Como si la revolución francesa hubiera sido solo el 14 de julio con la toma de la bastilla. Como si la revolución de independencia norteamericana, solo hubiera sido el motín del té, donde los colonos, rebelados contra los impuestos, arrojaron el té al mar en Boston. Como si la revolución rusa, solo hubiera sido solo la toma del palacio de invierno.

¡No pasó nada! Pero, “(…) la Revolución no sería un té servido a las cinco de la tarde”, le hace decir Andrés Rivera a Castelli, en su hermoso libro “La revolución es un sueño eterno”. No es un té servido a las 5 de la tarde ni la revolución ni una huelga ni una manifestación ni un corte de ruta o de calles. Los revolucionarios cortaron calles, no dejaron llegar al cabildo a los cabildantes realistas, hicieron pasar cabildantes que no lo eran, amenazaron con sables, pistolas y garrotes. Y si esto no alcanzaba, tocarían generala y acudirían las milicias y regimientos, con inmensa mayoría de criollos, pardos y morenos; el pueblo de Buenos Aires estaba en armas desde las invasiones inglesas. Los hispanos eran minoría y la correlación de fuerzas era abrumadora  en favor de los criollos.

No es nada fácil quitarse un rey de encima. Los reyes lo son por derecho divino, tienen mando y poderes y por disposición divina deben ser obedecidos, jurados de fidelidad. Las nuevas teorías sobre soberanía originada en el pueblo, solo las conocían los jefes revolucionarios. Por eso, después de la revolución, Moreno funda la “Gazeta de Buenos Aires” para difundir las ideas independentistas y revolucionarias, traduce y hace publicar el contrato social de Rosseau y Belgrano se preocupa por traducir la carta de despedida de Washington. Pero hay un largo tiempo de trabajo y pensamiento revolucionario, un largo período de formación del partido de la independencia, del partido revolucionario. Y hubo una larga historia de sufrimiento popular, generado por la colonia. A la lista de antecedentes revolucionarios en Europa y Norteamérica que habitualmente toma en cuenta la historia oficial, la revolución de independencia estadounidense, la revolución francesa y las nuevas ideas que surgen y se difunden, se debe agregar y tomar en cuenta en su enorme dimensión, la insurrección de Túpac Amaru, los levantamientos en el noroeste, las guerras calchaquíes y la revolución de los 7 jefes en Santa Fe  (mayo / junio de 1580), la resistencia de los pueblos del chaco y del sur americano, enfrentando la invasión, reducción a servidumbre y sus consecuencias de genocidio y miseria. Agreguemos los sufrimientos de miles y miles de africanos, traídos para el trabajo esclavo. Había un polvorín de odio bajo los pies de la monarquía española en toda América y, en particular,  en el virreinato del río de La Plata, futuras Provincias del Río de La Plata.

En general la noticia del nuevo gobierno fue recibida con júbilo por los pueblos y rechazada por los beneficiarios del sistema virreinal. En Cuyo fue muy bien recibida, en Catamarca también, en Salta fue bien recibida por una parte del cabildo y rechazada por otra. En Córdoba se generó la resistencia más seria. Santa Fe no era provincia pero tenía cabildo ya Santa Fe, la noticia del nuevo gobierno, llegó el 5 de junio. El teniente de gobernador, don Prudencio Gaztañaduy, lo puso a consideración del Cabildo Abierto que se reunió el día 9. La noticia de la Revolución de Mayo llegó a Rosario el 14 o 15 de junio y celebrada por el capitán Gregorio Cardoso con salvas de fusil de los milicianos del caserío. El cura Julián Navarro envió felicitaciones al presidente de la Junta.

La formación de la junta provisional el 25 de mayo, fue el inicio de un largo proceso de lucha por la independencia que duró 15 años, hasta Ayacucho y Tumusla. Y fue parte de la enorme gesta de independencia americana contra el colonialismo, incluida la única revolución de esclavos triunfante, la de Haití. Ya el  29 de mayo la Junta dispuso preparar para la guerra al ejército que iba a defender la patria naciente contra la reacción realista hispana. Todo apuntaba a la independencia. ¿Fue o no fue revolución la de mayo? ¿Qué elementos de continuidad y de ruptura introduce?

La historia oficial mostró solo el gobierno propio y la independencia política. En primer lugar, si, se logró declarar la independencia de España, sus reyes y sucesores y de toda dominación extranjera, tal como proclamara el Congreso de Tucumán. Esto se mantuvo, no sin contradicciones, hasta la Vuelta de Obligado y Angostura del Quebracho., en la victoriosa guerra del Paraná.

Pero la revolución destruye la sociedad monárquica absolutista y empieza a construir otra, republicana o monárquica constitucional y hay cambios importantes en una economía centrada en torno a la producción de plata (Potosí). Los sectores más privilegiados eran los del llamado interior, tanto es así, que las universidades estaban en Alto Perú y Córdoba. Cambian las clases dominantes: un sector subalterno de comerciantes de Buenos Aires y terratenientes de esta provincia y de las restantes, en feroz disputa, pasan a ser los dominantes y la economía pasa a ser agroexportadora y se va asociando a Inglaterra. Hasta lo más retrógrado y conservador, implicó cambio.

Dentro de los más avanzado: la sociedad dejó de ser de castas, de acuerdo al color de piel, había derechos y obligaciones diferentes. La sociedad siguió siendo racista pero ya no estaba fijado por ley. Los sectores más avanzados de la revolución, lucharon duramente por esto.

Recordemos que en nuestro país, gran parte de los habitantes eran de origen africano, traídos como esclavos. Para ellos también la revolución trajo cambios profundos. Ganaron su libertad con un altísimo costo: como soldados de infantería, transitaron leguas por el continente, regando su sangre en cientos de combates y batallas. Mi homenaje a ellos en María Remedios del Valle, la madre de la patria.

También irrumpen otros grupos marginales como los gauchos y los pueblos indígenas.

Un conjunto de disposiciones intentan reparar la situación de las comunidades originarias, tratando de atraer a esos pueblos a la causa revolucionaria.

En la petición con la que se formó el Primer Gobierno Patrio, hay dos lonkos o caciques. Más tarde, la Junta convocó a los oficiales indígenas de los cuerpos de pardos y morenos y Mariano Moreno leyó la Orden del Día, que disponía su  igualdad jurídica y los incorpora a los regimientos criollos. La proclama de Castelli en Tiahuanaco, el reglamento de Belgrano para los 30 pueblos misioneros, asegurando libertad, igualdad y tierra para los pueblos originarios y las disposiciones de Artigas, con el Reglamento de Tierras, son algunas de las principales medidas. El movimiento de Mayo tuvo consecuencias para los pueblos indígenas y algunos hechos sugieren que los principales revolucionarios, iniciaron un camino diferente al que más tarde   tomó la organización nacional.

 

(*) Sergio Coppoli. Psicólogo. Miembro de Foro por la recuperación del Paraná.

2 respuestas en “Sobre paraguas, el té de las 5 de la tarde y una revolución que si fue.”

Que enorme diferencia la historia que contas, llena de tramas y de caminos definidos, o incluso tenues sendas inaugurales comparada con la sobre simplificacion de una cadena de hechos lineales y simples.
Gracias por estimular mi curiosidad al descubrir cariñosamente mi ignorancia.

Responder a Diego g c Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Verified by MonsterInsights