Por Feliciano Ramos (*)
Es posible que hoy se abran los sobres de una licitación por 30 años del dragado del río Paraná, licitación totalmente plagada de irregularidades y con un direccionamiento a la empresa belga Jan de Nul como lo han denunciado las empresas competidoras, la empresa belga Dredging Internacional (Deme) y la holandesa Boskalis. Dichas empresas competidoras judicializaron sus denuncias porque es imposible competir si direccionan una licitación. En las provincias las distintas comunidades manifestaron y manifiestan su oposición a esta licitación de dragado que va a deteriorar tanto la vida de los argentinos y también han judicializado esta protesta por parte de la población organizada, que se va dando cuenta del desastre ambiental que puede terminar con el mismo río Paraná, del que 7 provincias beben su agua. Todo esto para que las terminales portuarias extranjeras y sus socios de la Bolsa de Comercio de Rosario carguen más las bodegas de los buques y les quede más margen de ganancias. Eso sí, el costo del dragado desde la década del 90 hasta hoy, y también en esta nueva e irregular licitación, siempre lo pagó y lo seguirá pagando el pueblo argentino, con sus impuestos y con el peaje, que ya no quedará más para el Estado sino para la “ganadora” de esta licitación, que se parece más a contratación directa que a licitación. Las ganancias son privadas, son extranjeras y los costos para que estas ganancias sean mayores los paga el pueblo con sus impuestos.
No importa que esté judicializada, no importa la población que teme por su río, este Estado ciego y sordo a su población solo es leal al poder económico extranjero. Un Estado donde la división de poderes brilla por su ausencia, donde las denuncias judiciales de las competidoras y las del pueblo no paran ni amparan nada ni a nadie, en un Poder Judicial totalmente dependiente. Un Congreso donde este tema de trascendencia nacional e internacional pasa totalmente inadvertido y no se trató ni se debatió nada, en un Poder Legislativo totalmente dependiente.
Así solito el pueblo organizado en grupos ambientales ha venido denunciando esta terrible licitación de destrucción del río Paraná y el Río de la Plata.
En una nota anterior calculé un mínimo de 150.000.000 de m3, pero para los nuevos buques de diseño seguramente se tendrá que ensanchar el canal, para evitar el “factor de bloqueo” que es el fenómeno de que, cuando navegas por un canal angosto con poca agua bajo el casco, se acelera el agua alrededor del buque y el mismo tiende a aumentar su calado (una explicación simplista para que la gente pueda entender). Por eso mismo si se tiene que ensanchar el canal y se agregan (como está contemplado en la viciada licitación) zonas de espera y/o fondeo, el material a sacar en esta temible licitación es un aproximado de 500.000.000 m3 que “refularán”, tirarán al río para que el río los acomode como pueda. Eso producirá un redragado de aproximadamente 300.000.000 m3 más porque parte del material dragado se ubicará río abajo en el mismo canal, además de un continuo dragado de mantenimiento, porque así como se multiplicaron desde los 90 hasta hoy los pasos críticos, de manera exponencial se volverán a multiplicar y será un verdadero problema sostener este dragado del río Paraná. Y qué decir del estrago que producirá el material dragado (barro-limo y/o arena) en los riachos que llevan agua a los humedales donde desovan algunas especies ictícolas; estos se secarán en la bajante, al quedar el lecho de los riachos más alto, tapados por el material de dragado (o sea secarán el humedal). Se multiplicarán los bancos de arena que luego serán islas, el delta del río Paraná se prolongará hasta el mismo Río de la Plata, los canales del Río de la Plata se taparán con el material de dragado del río Paraná, por lo que se tendrán que volver a dragar. Será un verdadero desastre este dragado y los responsables tienen nombre y apellido. Fuera del canal será difícil encontrar una profundidad natural en el río Paraná y será posible vararse en medio del río Paraná aún en un bote.
Otro daño colateral del dragado del caudaloso río Paraná es que el río, al ver aumentada su profundidad, acelerará aún más su “efecto desagote”, por lo que la ganancia de profundidad se “compensará” con las bajantes cada vez mas acentuadas y/o recurrentes por no poder contener el río, el caudal, o sea semejante gasto y su consecuente daño ambiental puede ser “neutralizado” por el mismo río, porque si bien somos zona de sacrificio para las multinacionales, debemos meditar en que la naturaleza nunca perdona y sus consecuencias serán impredecibles.
Estamos a tiempo de evitar este desastre ambiental, sus responsables deben saber que tendrán que cargar con la responsabilidad por el desastre ambiental de esta licitación que el mismo gobierno sabe que se producirá. Que nadie se haga el distraído cuando el agua del río Paraná, que es la mayor fuente de agua dulce de la República Argentina, está por ser nuevamente destrozada en aras de una mayor ganancia extranjera.
Es indispensable, urgente e importante que se declare nula de nulidad absoluta cualquier licitación por el dragado del río Paraná, y que se exprese la justicia con un recurso amplio de amparo a favor de la población de las 7 provincias, que beben, cocinan y se bañan con el agua del río Paraná. Repito, la mayor fuente de agua dulce de la Republica Argentina. Que el “distraído” Congreso despierte y en protección del pueblo detenga este daño que se cierne sobre las provincias, que se promueva un amplio estudio de impacto o daño ambiental, previo al dragado, llevado a cabo por las universidades nacionales de las 7 provincias ribereñas.
¡¡BASTA DE DAÑO AL RÍO PARANÁ!! ¡¡NO AL DRAGADO DE PROFUNDIZACIÓN!!
(*) Capitán Fluvial (Dragador) – miembro del Foro por la recuperación del río Paraná