Categorías
RÍO PARANÁ SOBERANÍA

El río que nos robaron

Por Feliciano Ramos (*)

Nunca se hicieron los estudios ambientales antes del dragado extranjero del río Paraná

Ante el requerimiento de la abogada Dra. Susana Beatriz Pérez Vexina,  la Secretaria de Ambiente de la Nación (ex Ministerio de Ambiente), contesta en una providencia que el propio Estado reconoce la ausencia total de un estudio de impacto ambiental  previo al dragado del río Paraná. Esto es no solo en el paso Las Hermanas frente a la localidad de Ramallo, donde se genera el amparo en cuestión, sino previo a todo el dragado de red troncal del río Paraná iniciado por la empresa Hidrovia SA a mediados de la década infame de los 90.

Por supuesto que eso venimos diciendo, desde hace 30 años que no hicieron ningún estudio ambiental, porque el Estado entregador de los 90 hasta la fecha, no protegió sus ríos ni a su pueblo. Porque para la coalición extranjera que ocupó nuestros puertos y nuestros ríos, con la ayuda inestimable de los traidores locales, somos una zona de sacrificio en aras del bien supremo de saquear todo lo que se pueda, generando para ellos enormes ganancias, sin tributar nada por supuesto.

El tema importante es que el Estado argentino reconoció ante la Justicia que jamás hizo ningún estudio de impacto ambiental en el río Paraná previo a la extranjerización del dragado. Desde la década de  los 90 hasta hoy, esto constituye un claro abandono del río Paraná y del Río de la Plata como de su población que bebe esa agua, abandono que solo favorece a las multinacionales extranjeras que nos saquean y poco y nada tributan por esto.

Revelan que el río Paraná tiene el nivel más alto de glifosato de Sudamérica

Una publicación revela que estudios presentados recientemente en el congreso de @saludsocioambiental de Rosario demostraron que el río Paraná ha alcanzado un record histórico de contaminación por glifosato, que lo convierten en el río con mayor contaminación de Sudamérica. Los biólogos autores de este informe, explican cómo los residuos se acumulan en el barro del río liberando sustancias que afectan a los organismos acuáticos y a quienes viven en la cuenca. Esto, traducido al lenguaje cotidiano, dice que afecta a los peces y demás especies acuáticas; y a quienes viven en la cuenca se refiere a animales y también a nosotros, las personas, que tomamos agua del río Paraná, cocinamos con esta agua, nos duchamos con esta agua y hasta nos tomamos unos matecitos con esta agua del Paraná muy contaminada que, así como a los demás animales, daña nuestra vida y nos enferma sin que nosotros reaccionemos.

Combos de venenos que consumimos con el agua del río Paraná. Además se detectaron restos de glifosato con atrazina, metolacloro, cipermetrina y otros agroquímicos que llegan desde los campos de soja.  

Los estudios revelaron además una alta tasa de mortalidad y malformaciones en anfibios.

No existe el Estado argentino protegiendo al río y su gente, porque no gobiernan para la gente que los vota sino para el poder económico multinacional.

En esta explotación irracional se está destruyendo al río Paraná, no solo con un mal dragado de refulado que aumenta significativamente los sedimentos, sino también indirectamente con el cultivo intensivo de soja y el uso indiscriminado de los pesticidas, como el glifosato, que están enfermando y matando al río y a su población.

El efecto “canaleta” del río Paraná y los riachos del humedal tapados

El desastre ambiental que provocaron y provocarán con este tipo de dragado no tiene memoria, solo el crítico estado actual del río Paraná lo anuncia. Pero no se crea el lector que las mejoras que se prometen son para la población argentina, no, a la población argentina le queda un territorio desmontado y un río arruinado por el sobre dragado,  donde predomina el efecto “canaleta”. Una profundidad que acelerará aún más el “desagote” del río,  acentuando las bajantes.

Desmontes y sobredragado, una sobre explotación colonial que nos llevará a la desertificación de estas tierras bendecidas con una abundante naturaleza.

Al dragar y tirar el material dragado en el mismo canal, por el dragado de refulado, como lo viene haciendo la dragadora extranjera desde los años 90 hasta hoy, se multiplica exponencialmente la sedimentación natural que el mismo río tiene, al sumarse a esta los sedimentos del mismo dragado. Esto produce por un lado la multiplicación de los pasos críticos (o zonas críticas donde se vuelve a tapar el canal), y hay que volver a dragar, produciendo nuevamente más sedimentación y esta más pasos o zonas críticas a la vez;  y por otro lado la multiplicación de bancos de arena, y además  los sedimentos exponencialmente multiplicados, se depositan en el lecho de los riachos que nutren el humedal tapando algunos en cada bajante del río. En las dos últimas bajantes la ciudad de Victoria (Entre Ríos) se quedó sin los riachos que la alimentan de agua dulce.

Por todo esto, si vemos los pasos críticos que tenía en el canal antes de los 90 eran de 5 o 6 desde Borghi hasta la salida. Luego, si tomamos una muestra en el año 2022 en ese mismo tramo, hay más de 18 pasos o zonas críticas.

Esto nos habla claramente de que si los lugares o zonas en el canal que son críticos (o se tapan) se multiplican, es que el mismo río está cada vez más en estado crítico.

El río tiende a taparse más y más, es como si reaccionara a la agresión de la profundización y quisiera volver al estado anterior.

¿Se imaginan cómo se multiplicarían las zonas críticas en el río Paraná si se llegara a licitar, como se pretende, un dragado de 36 a 44 pies? Se estaría cometiendo un nuevo crimen ambiental. Las zonas críticas pasarían a ser incontrolables, deberían ser dragadas permanentemente.

Por otro lado, si se llegara a profundizar de 36 a 44 pies el efecto “canaleta” se acentuaría, produciendo un aumento de la velocidad del río y un fenómeno de “desagote” por lo que se acentuarían las bajantes y ese trabajo de dragado se neutralizaría en parte.

Todo esto podría llegar a pasar, deberíamos saberlo con anticipación, si el Estado se ocupara de proteger a los argentinos y previo a cada dragado hiciera una exhaustiva y completa investigación ambiental. En el río hay corrientes al pelo del agua y también corrientes sumergidas que se ignoran si no hay estudios del río.

El Estado, como custodio del río y garante de la salud de la población, es en este país algo inexistente. Solo hay Estado para los negocios de multinacionales o millonarios locales.

“Se estatizaron los costos y se privatizaron las ganancias”

O mejor dicho se subsidiaron a las multinacionales extranjeras

“Desde su origen hasta la actualidad la concesión de la hidrovía Paraná Paraguay ha estado plagada de irregularidades. Su concesión no fue diferente a las que se realizaron en otras áreas durante la misma década, donde primó el criterio de favorecer a grupos económicos probados en desmedro de la sociedad en su conjunto, que debió hacerse cargo de los costos que aquellos no querían absorber: se privatizaron las ganancias y se estatizaron los costos”.

En este expediente, el 5275-D-2010, la Cámara de Diputados de la Nación Argentina es categórica en denunciar las irregularidades que desde el inicio tuvo la concesión de dragados del río Paraná a la empresa belga Jan de Nul y su socia local Emepa. Es importante que leamos todo atentamente en ese expediente, así podemos tener una idea de las barbaridades que se cometieron.

Vemos mal el subsidio a los pobres (planes sociales) pero ignoramos el subsidio a las ricas empresas extranjeras

“La concesión contempló, en un principio, aportes financieros del Estado Nacional por un valor de U$S 271.200.000. Posteriormente, por resolución del Ministerio (1993) de Economía, se adicionó a dicho aporte la suma de U$S 133.800.00, elevando el total de subsidio a U$S 405.000.000.

b) Modificaciones del pliego a los dos años de iniciada la concesión (1997)

A los dos años de iniciada la concesión se introdujeron importantes modificaciones en el marco contractual, todas ellas beneficiosas para el concesionario.

– Extensión del plazo de la concesión de 10 a 18 años (otorgada siete años antes de la finalización del período de concesión original, contradiciendo lo establecido en el pliego que indicaba renovaciones una vez finalizada la concesión en curso).

Continuación del monto del subsidio de 40.000.000 de pesos anuales. Sin que la empresa se haya comprometido a realizar inversiones de envergadura.

c) Modificación del pliego siete años después de iniciada la concesión (2002)

– Dolarización de los subsidios. Se infringió la Ley de Emergencia Económica 25.561, cuyo artículo 8 establece la pesificación de todos los contratos de obras y servicios públicos. Según AGN la decisión de transformar el monto de los subsidios de 40 millones de pesos anuales a 40 millones de dólares, junto con la dolarización de las tarifas, implicó que en términos del contrato original se lleguen a triplicar en pesos los ingresos que recibe el concesionario.

– Excepción del pago del IVA sobre el monto del subsidio que recibe la empresa HIDROVIA de parte del Estado.” (Expediente el 5275-D-2010)

Además, como siempre denuncié, se le prestaron gratuitamente a Jan de Nul y Emepa muelles, galpones, oficinas y buques draga, balizadores y demás embarcaciones auxiliares que cuentan como subsidio. 

No solo el dragado y balizamiento fue subsidiado sino que también a las terminales portuarias se les pagó por 30 años el dragado y balizamiento solo para que ellos puedan ganar más y más:  “Se estatizaron los costos y se privatizaron las ganancias”.

¿Por qué el pueblo argentino a través de sus impuestos debe pagar el dragado y las obras para que las terminales portuarias extranjeras puedan ganar más sin tributar nada?

El Estado pagó con nuestros impuestos el dragado y el balizamiento por más de 30 años a este comercio exterior argentino en manos de extranjeros, esa plata debería ir a obra para el pueblo argentino y no para empresas extranjeras.

No solo el dragado, las obras de vialidad también se hicieron para favorecer a las terminales portuarias extranjeras y no al pueblo argentino, por ejemplo: cuando en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez se instaló la terminal portuaria extranjera de Cargill, el  Estado argentino con los impuestos del pueblo le hizo la conexión vial desde la autopista Rosario-Buenos Aires hasta dicha terminal. Puentes, accesos y rutas hechas para bien de la multinacional extranjera, pagados con los impuestos de la gente, constituyen el peor de los subsidios, teniendo en cuenta que poco y nada aportan estos gringos por su actividad comercial al fisco. En más de 30 años estos gringos ganaron cientos de miles de millones de dólares mientras el Estado argentino y su pueblo se hundían en la pobreza cada vez más dolorosa e injusta, en un país tan rico.

En un país netamente exportador el Estado no tendría que tener carencia de divisas, es verdad, pero lamentablemente el comercio exterior ha sido robado, o mejor dicho regalado a los extranjeros y a sus socios locales.

La mayoría de las obras viales son servicios a las multinacionales y no a la población argentina. Eso constituye el peor de los subsidios, ya que la plata de los impuestos que el Estado gasta para las multinacionales falta para la población en servicios viales, escuelas, hospitales, cloacas, gas natural, agua potable, etc.

“Las principales irregularidades:

– La empresa no contaba con el patrimonio neto mínimo exigido en el pliego. Incumplimiento del Consorcio: EMEPA, la socia argentina, no contaba con el patrimonio neto mínimo exigido por el pliego,

– Falta de relevamiento de la vía navegable. En el pliego se establecía que el criterio para la aprobación de la propuesta técnica estaría basado en la calificación de dos rubros principales: un estudio hidrográfico con antigüedad menor a dos años a la fecha de licitación, y mediciones y datos propios para la verificación y/o hidrosedimentológicos. A pesar de que la empresa no realizó el relevamiento se le otorgó un puntaje superior al que le correspondía.” (Expediente el 5275-D-2010 de la Cámara de Diputados)

La coima verde

La  desregulaciones, privatizaciones, o más bien dicho “extranjerizaciones” de todo lo que antes hacía el Estado de la década del 90, desataron un verdadero festival nunca visto de coimas en dólares, cuyos beneficiarios fueron y siguen siendo políticos y funcionarios del poder. Solo así se explica cómo hasta hoy no se cambió la matriz menemista que empobrece al país y enriquece a políticos y funcionarios coimeros y,  sobre todo, a las empresas corruptoras concesionarias del Estado que muchas se enriquecieron gracias al propio Estado.   

Los ríos Paraná, Uruguay, Paraguay y Río de la Plata: sujetos de derecho

¿Los ríos pueden considerarse sujetos de derecho? Sí,  en el mundo son varios los ríos que fueron considerados sujetos de derecho.

El río más largo de Francia, el río Loira, fue declarado sujeto de derecho. Y no solo en Francia la protección de la naturaleza se expande. Estos son los ríos con protección legal especial: en Bangladesh el río Turag, en Nueva Zelanda el río Whanganui, en India los ríos Ganges y Yamuna, en Canadá el río Magpie, en Ecuador el río Vilcabamba, en Colombia el río Atrato.

En la República  Argentina,  el juez federal de Bell Ville, Sergio A. Pinto, condenó a los dueños de una curtiembre por contaminar el Arroyo Las Mojarras y el río Carcarañá. El Foro Ecologista  de Paraná y la Asociación Civil por la Justicia Ambiental  prepararon un amparo ambiental colectivo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina para que el delta del Paraná sea declarado sujeto de derecho.

El río Paraná debe comprenderse como un complejo sistema ambiental formado por el río Paraná propiamente dicho, los ríos donde se alimenta, los ríos, riachos, bañados y lagunas que nutren las islas y el humedal del mismo, las especies vegetales y animales que en este sorprendente sistema viven, se alimentan y se reproducen.

Debemos iniciar acciones conjuntamente todos para solicitar se declare el complejo río Paraná, sus ríos, riachos, lagunas, bañados, más las islas y el humedal que lo componen, junto con las especies vegetales y animales que en él habitan como “Sujetos de derecho”, porque proteger el río Paraná es proteger a los habitantes que en su zona viven. Hago extensivo esto también a los ríos Uruguay, Río de la Plata y Paraguay.

Desde la década del 90 hasta hoy nos han robado nuestro río, lo han extranjerizado y lo están destruyendo.  

Debemos proteger nuestros ríos ante tanta agresión, que el río Paraná sea el río con más contaminación de Sudamérica es un triste récord, producto del abandono del Estado y la indiferencia de la población.        

Sin estudios ambientales, con un río contaminado y en estado critico, con multinacionales extrayendo riquezas y dejando solo destrucción y pobreza,  con un Estado que los banca y los subsidia con la plata del pueblo, no hay futuro posible como nación. Debemos desandar el camino y volver a ser la gran nación que alguna vez fuimos

(*) Capitán Fluvial –  Miembro del Foro por la recuperación del Paraná

Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Verified by MonsterInsights