El Estado Nacional Argentino admitió ante un requerimiento judicial que desde los años 90 hasta hoy, no se realizó ningún estudio de impacto ambiental previo al dragado del río Paraná por la empresa belga Jan de Nul. El daño ambiental ocasionado en el río Paraná fue cuantioso y espantoso en más de 30 años de dragado del río Paraná, donde solo se tuvo en cuenta la profundidad y las ganancias, y se hizo oídos sordos a los reclamos ambientales y protestas de la población. Nunca se habla del daño producido por un mal dragado, un mal tratamiento del mismo material dragado. Se ignora y/o minimiza el perjuicio que causa tirar al río todo el material dragado que aumenta sensiblemente la sedimentación natural del río, tomando en cuenta que un estudio de la Universidad Nacional de Rosario concluyó que en el lecho del río Paraná hay más glifosato que en un campo de soja. Tampoco se tienen en cuenta estudios recientes hechos por biólogos, que demostraron que el río Paraná tiene el nivel más alto de glifosato de Sudamérica. El río Paraná ha alcanzado un récord histórico de contaminación por glifosato, que lo convierte en el río con mayor contaminación de Sudamérica. Los biólogos autores de este informe explican cómo los residuos se acumulan en el barro del río liberando sustancias que afectan los organismos acuáticos y quienes viven en la cuenca; esto se refiere a animales y también a nosotros, las personas que tomamos agua del río Paraná, cocinamos con esta agua, nos duchamos con esta agua y hasta nos tomamos unos matecitos con esta agua del río Paraná, que está muy contaminada, que daña nuestra vida y nos enferma sin que nosotros reaccionemos.
Combos de venenos que consumimos con el agua del río Paraná:
Además, se detectaron restos de glifosato con atrazina, metolacloro, cipermetrina y otros agroquímicos que llegan desde los campos de soja.
Los estudios además revelaron una alta tasa de mortalidad y malformaciones en anfibios.
El sábalo es el pez con mayor contaminación por glifosato y otros pesticidas en el mundo.
No existe el Estado argentino protegiendo el río y su gente, porque no gobiernan para la gente que los vota, sino para el poder económico multinacional.
En esta explotación irracional del río Paraná se está destruyendo el río, no solo con un mal dragado de refulado que aumenta significativamente los sedimentos, sino también indirectamente con el cultivo intensivo de soja y el uso indiscriminado de los pesticidas como glifosato, que está enfermando y matando al río y su población.
Todo es un combo: el dragado de refulado aumentando de manera exponencial los sedimentos, y estos sedimentos contaminados con glifosato y con atrazina, metolacloro, cipermetrina y otros agroquímicos. Cae de maduro que el dragado va a favorecer la contaminación por hacer circular el material dragado del fondo contaminado con la corriente del agua.
Los argentinos pagamos con nuestros impuestos un dragado que nos destruye, nos enferma y nos empobrece.
Sí, los argentinos desde principios de la década del 90 hasta hoy venimos pagando con nuestros impuestos un dragado que nos enferma, nos destruye el río que consumimos. Y además, esta extranjerización del dragado y del comercio exterior está probado que sirve para fugar divisas, promover el contrabando de las exportaciones y alienta el comercio ilegal de drogas dentro y fuera del país. Y para rematar, está probado por más de 30 años que este sistema extranjero del comercio exterior enriquece a unos pocos y empobrece a la población argentina y al propio Estado, que no gana nada por mantener estos zánganos (con perdón de las abejas). La falta de divisas en un país netamente exportador es la prueba fehaciente de que este sistema extranjerizador del comercio exterior no funciona para los argentinos.
Con la nuestra se dragó por más de 30 años
El dragado del río Paraná cuesta a los argentinos aproximadamente 200 millones de dólares anuales, que podrían utilizarse para obras que beneficien a la población en general y no a ricos gringos exportadores. ¿Se imaginan cuánto nos costó este dragado en más de 30 años? Hagan la cuenta: 200 millones de dólares anuales por 35 años, y ese es un cálculo mínimo. Hagan la cuenta. Con la nuestra se dragó por más de 30 años.
Imagínense la cantidad de material a dragar en la licitación de 44 pies.
Dragar a un calado de 42 pies, eso quiere decir que se deberá dragar a una profundidad de 44 pies (siempre se toman 2 pies de seguridad). Hoy el dragado del río Paraná está a 36 pies de profundidad. La diferencia es de 8 pies que, pasados a metros, dan 2,44 metros. O sea, por cada metro cuadrado de dragado en el lecho de las provincias bañadas por el río Paraná se deben sacar 2,44 metros cúbicos de material del lecho, sea este barro, limo o arena. Si consideramos un ancho de canal de 100 metros, para dragar un metro de ancho de canal deberá extraerse 244 m³. Si un kilómetro son mil metros, para dragar un kilómetro a esa profundidad se sacarán 244.000 m³ por kilómetro dragado. Imagínense un m³. ¿Se imaginan 244.000 m³ para dragar un solo km de largo?
Ahora bien, desde el km 470 del río Paraná hasta la boya de bifurcación (que separa el río Paraná en Paraná Guazú y Paraná de las Palmas) hay 236 km. El río Paraná de las Palmas tiene aproximadamente 130 km, el río Paraná Guazú 69 km y el brazo del Paraná Bravo 27 km. En total, 462 km.
Si multiplicamos el total 462 km por la cantidad de 244.000 m³ por km dragado, nos daría como resultado la atrocidad de 112.728.000 metros cúbicos, y esto sin tener en cuenta el material de solera ni las zonas de dragado de fondeo o espera, que le agregarían más del 50 % de material dragado. ¿Dónde van a poner tanto material dragado y contaminado? Es un suicidio colectivo, un ecocidio, la licitación de dragado que este gobierno quiere imponer a los argentinos.
Los beneficios del río Paraná a la región y a la población
Provee agua dulce de calidad a los habitantes de las provincias ribereñas.
Regula la temperatura (especialmente las altas temperaturas).
Provee de humedad a la zona del litoral (vital para la vida, la siembra y la ganadería).
Junto a sus riachos, donde se reproducen las especies ictícolas, alimenta a la zona con una abundante pesca.
El río Paraná, con sus riachos y todo el humedal, funciona como un factor de atenuación del calentamiento global.
El complejo río Paraná e islas, con la humedad ambiente que provoca, es causante principal de la rica zona productiva agrícola-ganadera del litoral.
El río Paraná, con sus riachos, es un complejo con una biodiversidad abundante que proporciona a la zona del litoral un círculo virtuoso donde la abundancia es posible.
Los beneficios de este río a la población y a los que usufructúan el comercio exterior pueden dañarse o deteriorarse con una licitación de dragado que solo tiene en cuenta las ganancias monetarias, descuidando así las ganancias productivas que el río posibilita. La Bolsa de Comercio de Rosario, los productores agrícola-ganaderos y las terminales portuarias multinacionales son las grandes beneficiarias de este río y no lo cuidan: quieren dragar más profundo y más ancho. Deben cuidar de no matar a la gallina de los huevos de oro con su ambición. ¿Hasta cuándo el río aguantará?
¿Hasta cuándo el río aguantará?
El efecto “canaleta” del canal troncal en una licitación de dragado multiplicará la sedimentación, tapándolo todo. En la licitación para llevar el río Paraná a 44 pies sacarán como mínimo 112.728.000 metros cúbicos. Por esto se multiplicarán los pasos críticos del río. Imagínense que antes del dragado extranjero de Jan de Nul, desde Pto. San Martín hasta la salida al Río de la Plata, a principios de los 90 había solo 8 pasos críticos (pasos que se vuelven a tapar); hoy, después del dragado extranjero, se multiplicaron los pasos críticos a 49. Esto muestra a las claras que, con cada dragado de profundización, se multiplican exponencialmente los pasos críticos y el mismo río cada vez está más en estado crítico.
Ahora piense… reflexione… si con un dragado a 34/36 pies pasamos de 8 a 49 pasos críticos… ¿cuántos pasos críticos aumentaremos con un dragado a 44 pies si le vamos a tirar al río un mínimo de 112.728.000 m³ (ciento doce millones setecientos veintiocho mil metros cúbicos) de arena, limo y barro?
Pretenden convalidar una licitación de dragado llamando a una audiencia ambiental que, según dicen, es pública, veremos. Pero eso no cambia nada: con o sin audiencia, corresponde —hay una obligación— hacer un amplio estudio ambiental previo a cualquier licitación de dragado. Este estudio ambiental debe abarcar toda la zona del río que comprende la licitación y tiene que ser realizado por la universidad pública y nunca por empresas particulares. Porque, si no, el pueblo pagará, como siempre, el costo en dinero y el costo ambiental, que es en definitiva el costo en salud.
30-10-2025
Feliciano Ramos
Capitán Fluvial Dragador
Miembro del Foro por la Recuperación del Río Paraná
