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SOBERANÍA VIAS NAVEGABLES

Repudiamos totalmente el “regalo” y desalojo del predio de la DNVN Paraná

Por Feliciano Ramos (*)

El predio del Estado Nacional de la Dirección Nacional de Vías Navegables de la   ciudad de Paraná (Entre Ríos) ha sido “regalado” al municipio de esa ciudad.

En un principio, las autoridades de dicha ciudad mostraron su verdadero interés de  convertirlo en otro “Puerto Madero”… Ahora dicen que van a convertirlo en un “paseo”,  etc.

Poco importan los fines, lo que importa es el hecho.

El hecho es que esto fue votado y aprobado en el Congreso Nacional, con media sanción  en Diputados, sin tomar en cuenta que es un predio dedicado a la producción, al trabajo,  un predio donde hay trabajadores que concurren a sus oficinas, talleres y embarcaciones.  Y donde hay familias enteras que dependen de esos trabajadores.

Por eso yo pregunto: ¿cada diputado o senador tuvo en cuenta todo esto a la hora de  votar?

El hecho, bastante común lamentablemente en el poder político, de andar cediendo  “gratuitamente” predios de la nación (o sea del todo el pueblo argentino) a las ciudades  y ellas a privados, ha dado y seguirá dando olor nauseabundo, porque todos terminan en  construcciones inmobiliarias tipo “Puerto Madero”. Ningún trabajador, ni persona de  clase media, puede adquirir ni mantener esos pisos que valen millones en dólares.   Despojan a los trabajadores y sus familias de un predio “por y para los ricos”, y si no se  va a hacer ningún emprendimiento ¿por qué no dejarlo?, ¿por qué no reactivarlo?  ¡Claro!,  de eso no se ocupa el honorable Congreso.

¡Este es un hecho aberrante que repudiamos absolutamente! Lástima que sea el  Congreso el que despoje a sus trabajadores de su lugar, de su herramienta de trabajo.  Todos los argentinos y argentinas debemos seguir atentamente lo que se vota y decreta,    cuando estamos distraídos por el Mundial, como fue por ejemplo en el año 2020: ante  “la muerte de un ídolo + población distraída = Decreto 949”.

Debemos estar alertas de estas maniobras que enajenan una propiedad que es “de todos  los argentinos y argentinas”. Ellos no son dueños de esas propiedades ¡sino el pueblo!, y  el pueblo argentino no los votó para que “regalen” predios, sino para que protejan los  intereses de la nación, ¡que son los del pueblo!

Ya bastante perjudicial y sospechoso es dejar los predios, oficinas, galpones, muelles y  buques de la Dirección Nacional de Vías Navegables sin el más mínimo mantenimiento,  totalmente abandonados, como a sus propios trabajadores, por un lado, y por otro brindarles buques, muelles, galpones, y oficinas, “gratuitamente” a Jan de Nul y Emepa.  Además de “mantenerlos” a estos “privados, ocupas del Estado”, es el mismo Estado el  que les paga y les renueva, o hace nuevas concesiones. A esto no lo hace ningún país  serio.

Ninguna reactivación de la DNVN… ¡Todas son malas para sus trabajadores, lugares de  trabajo, y herramientas!

Ahora, el Congreso pierde su valioso tiempo en “desalojarlos”, luego de cumplir 124  años de existencia laboral en el mismo. Ya lo intentaron con el distrito Corrientes,   donde ¡oh casualidad!, la ciudad quería hacer un emprendimiento inmobiliario como  “Puerto Madero”. Solo la lucha de sus trabajadores, la firme oposición y pelea de ellos y  sus familias, lo impidieron.

Otra vez vuelven a la carga los que quieren destruir, aniquilar, desarmar el potencial  operativo que tiene el país. Lo hicieron con ELMA, Flota Fluvial del Estado, con  Ferrocarriles Argentinos, con Altos Hornos Zapla, toda la siderurgia nacional de acero y  aluminio, con la minería en YCF, etc. etc. Y lo quieren hacer con la Dirección Nacional  de Vías Navegables y con los astilleros como Río Santiago, etc. etc.

¡Todo el poder político en contra de unos trabajadores de la DNVN que trabajan y  sobreviven con el magro sueldo, el abandono y el olvido estatal! Ahora el Congreso les   saca su predio, su lugar de trabajo, su oficina, su galpón, su embarcación, que a duras  penas pueden sostener, muchas veces poniendo plata de sus propios bolsillos para  reparar algo o comprar una correa que se rompió. Porque el Estado, desde hace décadas,   ¡ni un litro de pintura les da para pintar su barco! Después los critican porque están  oxidados,  pero no fueron a la sala de máquinas ni al interior de los buques a ver si  adentro están oxidados…

Si hay buques abandonados es por falta de personal, porque para los escritorios de los  ministerios de Economía, Transporte, etc., ¡sobra gente! Pero para la parte operativa del  Estado, como la DNVN, escasea personal, y mucho. ¿Casualidad? ¡Nooooo! 

Por todas estas acciones a las que nos tiene acostumbrados la política, que más parecen  negociados espurios que decisiones políticas basadas en la conveniencia del pueblo  argentino, no oponemos rotundamente y ¡repudiamos públicamente y totalmente  este despojo!

Como no nos mueve solo la crítica, proponemos que en lugar de enajenar tierras y  herramientas productivas del Estado, aunque estén deliberadamente abandonadas, se  dediquen a legislar para el trabajo y el desarrollo productivo e industrial del país que  generaría mucho empleo, para bajar los niveles de droga y delincuencia en el país, para  iniciar una marina mercante fluvial y de ultramar, para reactivar la Dirección Nacional  de Vías Navegables, y el astillero Río Santiago.

Como ven, hay mucho que hacer por el bien del país. Porque para su mal ya se hizo  bastante. ¡Paren con el daño!

(*) Capitán Fluvial – Integrante del Foro por la Recuperación del Paraná   

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EDUCACIÓN SOBERANÍA

Escuela de Aprendices o Escuela Nacional Fluvial, una forma distinta de estudiar

Por Feliciano Ramos (Capitán Fluvial dragador) (*)

Terminados mis estudios primarios, y porque entré a la primaria con cinco años, me tocó ingresar a la Escuela de Aprendices Nº 2 Rosario a los doce años de edad.

En pocos días me fui dando cuenta de que esta era una escuela distinta a todas las escuelas secundarias. La construcción misma era distinta, y su estructura edilicia y su estructura educativa. Su construcción baja en bloques, hoy se llama construcción en seco.

Ubicada en 27 de Febrero y Avenida Belgrano, dentro del Puerto de Rosario, y en propiedades anexas a  la Dirección Nacional de Vías Navegables (DNVN), era una escuela que fue seguramente construida por los mismos trabajadores del Ministerio de Obras Publicas (MOP), hoy DNVN. Se notaba en su edificio y en los mismos muebles escolares: largos bancos de maderas y largos escritorios escolares donde podían cómodamente ubicarse tres alumnos.

Patio Escuela de Aprendices Nº 2 –  4to año Maquinas, año 1969, “mi curso”

¡Nada de camisas, ni chombas con el emblema del colegio, ni sacos! En esta escuela se concurría con camisa (celeste o blanca), corbata azul y pantalón vaquero (u otro cualquiera) pero encima siempre un mameluco gris, color que te acompañaría durante toda la vida laboral en la DNVN.

El principal motivo por el cual los alumnos ingresaban a esta escuela era el económico, porque en la Escuela de Aprendices Nº 2 te pagaban. Sí, cobrabas un sueldito, un sueldito que en mi caso me servía para el colectivo, material de estudio y alguna cosita más. No era mucho en valor monetario, pero era trascendente y apreciable para un estudiante de bajos recursos y vital para los de nulos recursos. Por eso la gran mayoría de los alumnos eran hijos de trabajadores de la DNVN o hijos de pobres, quienes sin esa posibilidad que les brindaba la escuela, probablemente no ingresarían a ningún establecimiento de estudios secundarios.

El horario se extendía desde las 7 hs de la mañana hasta las 17,30 hs de la tarde. Por este motivo, anexo a la escuela funcionaba un comedor gratuito donde se almorzaba muy bien, otro valor importantísimo para un estudiante de pocos recursos económicos. Los alumnos almorzábamos después de que se retiraban del inmenso comedor los trabajadores terrestres del MOP, hoy DNVN. Era hermoso ver la marea humana de trabajadores yendo apurados al comedor, que ocupaban toda la calle del puerto (como una manifestación de hoy).

La misión de la escuela era preparar alumnos en las especialidades de a bordo de tripulantes de Máquinas, de Cubierta, y en las especialidades técnicas terrestres como carpintería, herrería-calderería, calderas y motores, electricidad, confección de planos,  etc. En las especialidades de a bordo egresabas con el título de Conductor de máquinas navales de 500 caballos Indicados y de patrón menor en cubierta (hoy Conductores de máquinas navales y oficiales fluviales respectivamente).

Por lo general en horas de mañana cursabas las materias de estudio y a la tarde concurrías a los talleres de la propia escuela: carpintería en 1er año, herrería en 2do año, y los años superiores hacías la práctica en talleres y barcos de la DNVN.

Podría escribir mucho de la materias y la vida escolar, pero mucho más importante es relatar todo lo que representaba poder estudiar, prepararte tu futuro, un futuro laboral ya sea en los buques, talleres y oficinas técnicas de la hoy DNVN, o de la inmensa oferta laboral  que había en ese entonces, ya sea en ELMA, La Flota Fluvial del Estado, o en los buques tanques de YPF, etc.

No se le negaba el futuro al pobre. Recuerdo que un alumno, luego compañero en la DNVN, mencionó varias veces que gracias a la Escuela de Aprendices conoció el pan, nunca antes había comido pan y lo comió por primera vez en el comedor de la escuela. Con el testimonio de este compañero se resume y abarca todo, desde el ejemplo de estar todo el día en la escuela, estudiar, almorzar, trabajar, aprender y hacer gimnasia, sin tener tiempo para nada más que tu futura formación profesional, que era cierta y la percibías. Era un futuro laboral que hoy no lo tiene ningún estudiante de secundario ni  universitario. Las cosas buenas en el país se fueron destruyendo sistemáticamente y la Escuela de Aprendices Nº 2 no fue la excepción.

No solo había en Rosario escuela de aprendices, sino también en Paraná, Corrientes, Concepción del Uruguay, y en la ciudad de Buenos Aires, la que está hoy en manos de la Armada con el mismo nombre, la Escuela Nacional Fluvial. Ignoro si también en Bahía Blanca y Quequén había escuela de aprendices, presumo que sí, en cada distrito de la DNVN había una escuela de formación profesional.

No sé qué matrícula tenía el colegio, pero los cursos estaban llenos en los primeros años y luego se iban dividiendo en especialidades, haciéndose grupos mas chicos, como se aprecia en la foto de arriba, de mi curso 4to año Máquinas, y en la foto de más abajo de un curso en los primeros años.

Tengo los mejores recuerdos de ese humilde y gran establecimiento escolar, pero si hay algo que siempre tengo presente entre esos recuerdos, es la “máxima” escrita en el cartelito sobre la puerta por la que entrabas del patio de los recreos a las aulas, que en la primera foto de mi curso puede observarse. Y en ese cartel, que no podías dejar de ver al entrar al aula después de la formación para izar la bandera argentina y de los recreos, decía: “Serás lo que debes ser y si no, no serás nada”. Un gran mensaje para un joven aprendiz, pero también para toda una nación.

 

(*) Feliciano Ramos.  Capitán Fluvial. Ex Alumno Escuela de Aprendices Nº2 – Rosario. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná

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RIO PARANÁ SOBERANÍA

Llamando “Privatización” a “La Entrega”

Por Feliciano Ramos (Capitán Fluvial Dragador)

En un Portal Económico se lee “el Gobierno nacional dio un paso sustancial  en  su camino hacia la privatización del dragado de la hidrovía…”

¡Es tragicómico que desde la década del 90 estén llamando “privatización” a la  “extranjerización”!

Pregunto: ¿Por qué no empezamos a llamar las cosas por su nombre?

Si el gobierno a través de AGP (Administración General de Puertos) quiere  seguir entregando el dragado a las potencias ¿por qué no sincerarse con el  pueblo que lo votó? ¿Y por qué no gobernar para el pueblo que lo votó, y no  para las multinacionales y los intereses de las grandes potencias?

Se está preparando otra vez (y van…) una nueva embestida para lograr  abrocharnos a todos los argentinos y argentinas con un contrato de dragado   extranjero por diez o veinte años (multimillonario en dólares), donde el pueblo  argentino a través de sus impuestos (cada vez más caros) “pagaremos”. Es  curioso ver que si a este tipo de contratos los hicieran los políticos en su  economía privada, ya estarían fundidos hace rato, pero no, solo a la Argentina   la amarran con semejante gasto.

Ya hemos dicho una vez, que si el dragado extranjero se hace para las  multinacionales y para la corporación terrateniente agroexportadora ¿por qué  no lo pagan ellos?; ¿por qué debemos pagarlo todos los argentinos y  argentinas con nuestros impuestos?; ¿por qué no lo pagan las terminales  portuarias multinacionales que ganan miles de millones de dólares al año y que  pagan menos impuestos que un pequeño comercio de barrio?

El pueblo argentino, además de pagar esos contratos millonarios en dólares  por el dragado, sufre las consecuencias cada vez más nefastas de una política  extranjerizante y agroexportadora sin valor agregado, que imprime más  pobreza a todos los argentinos, especialmente a la clase trabajadora.

Se prepara la nueva trampa del dragado “extranjero” bajo el engaño de  “privatización”. Como si estuviéramos en los 90, como si la población no  estuviera  advertida de esa maniobra, como si en el país no estuviera creciendo  la semilla de la “soberanía”, como si el mundial fuera suficiente distracción para  no advertir una nueva entrega del río Paraná.

Ya los argentinos y argentinas sabemos que tenemos una flota estatal de  dragado y balizamiento, nuestra flota de la Dirección Nacional de Vías  Navegables, y que en lugar de gastar algunos pesos en mantenerla y repararla  prefieren gastar miles de cientos de millones de dólares en un dragado  extranjero. Mientras tanto promulgan leyes para regalar los predios de la nación,  de la D.N.V.N. (Distrito Paraná),  para un emprendimiento inmobiliario para  ricos, ninguneando a los trabajadores que cumplen servicio en ellos, como así  también a sus familias.

¿Cuándo dejará el Estado de negar su propia flota? ¿Cuándo comenzaremos  nosotros los argentinos a hacer las cosas? A dragar, a balizar,  a llevar  nuestras cargas por ríos y nuestras exportaciones por mar. ¿Cuándo  recuperaremos nuestros puertos? Es más, ¿cuándo recuperaremos la nación  que fuimos?  

¿No es extraño ver tanto apuro para gastar millones de dólares en el dragado  extranjero, pero no mover nada para hacer el canal de Magdalena ni tampoco  para reactivar la Dirección Nacional de Vías Navegables? Es que parece que  nos manejan los intereses ajenos al país.

En cuanto al peaje que el gobierno quiere imponer de Santa Fe a Confluencia,  debería imponer un peaje, permisos y controles para la navegación del río  Paraná ¡puramente argentina! Sea para los buques paraguayos como para los  de todas las nacionalidades.

Hay un tratado de navegación con Paraguay, por el cual Argentina le autoriza a  Paraguay a navegar el río Paraná y el Río de la Plata, donde Argentina  concede todo a Paraguay, que lo recibe todo sin dar nada a cambio. Dicho   tratado data de la dictadura y está firmado por ONGANIA y Costa Méndez el 23   de enero de 1967 – Ley 17.185, por lo tanto debería desconocerse. Si todos los  argentinos y argentinas supiéramos realmente cuántas leyes de las dictaduras  están vigentes  hoy…  ¡nos sorprenderíamos!

En 1967 la Argentina era otra, tenia una enorme “flota fluvial del Estado” y  “ELMA” era la 5ta flota mercante del mundo. Paraguay tenía una marina  mercante de aproximadamente diez buques. Las cosas han cambiado desde  ese entonces. Hoy Paraguay tiene la 3ra flota fluvial del mundo y nosotros no  tenemos flota mercante ni fluvial ni de ultramar.

Las decisiones del poder sumieron al país en lo que hoy somos: un país pobre,  saqueado, entregado. Pero nos queda la invaluable convicción y el patriotismo  de los argentinos y argentinas, que se manifiestan y peticionan ante un “poder  sordo”. Un pueblo al que se le hincha en su pecho el orgullo por la esperanza  de volver a ser argentinos soberanos, un pueblo que ama a su bandera y a sus  patriotas, y que está “peticionando ante las autoridades” tantas veces, que no   puede comprenderse cómo las éstas no escuchan su sagrado grito:  ¡SOBERANÍA! ¡SOBERANÍA! ¡SOBERANÍA! 

 

(*) Feliciano Ramos. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná.

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RIO PARANÁ

De la dependencia a la liberación. Por el sueño inconcluso de nuestros patriotas. “De la Bolsa… al Monumento…”

En estos tiempos en que la Argentina  viene siendo saqueada, desde el milenio pasado, por las empresas multinacionales de los países imperialistas, cuando algunos quieren cambiar de imperio y nos proponen cambiar de collar sin dejar de ser perro, es imprescindible la urgente derogación del decreto 949/2020 que nos deja atados al mismo collar imperialista, sin destino posible, siendo siempre el fiel perro de las multinacionales.

En estos tiempos donde la Soberanía parece una utopía, una ilusión, un anhelo que algunos patriotas militamos, en estos tiempos se está gestando un cambio.

Está creciendo el clamor por un país soberano, por eso es tiempo de que el poder en este país escuche y entienda que es necesario y urgente un cambio de rumbo para no caer en el abismo. Y ese cambio de rumbo, como ya dijimos y hoy decimos una vez más, debe venir por la recuperación de la soberanía del comercio exterior, y para recuperar la soberanía del comercio exterior es fundamental recuperar nuestros puertos y la marina mercante argentina.

La recuperación de una marina mercante nacional es urgente, y se debe comenzar por la única  flota que no pudieron hundir, la flota que no pudieron cerrar, pese a que lo intentaron, como sí lo hicieron con ELMA y La Flota Fluvial del Estado Argentino. Esta flota es la que todavía está a flote: es la flota de La Dirección Nacional de Vías Navegables (compuesta por 14 dragas, 5 balizadores, 15 remolcadores, 8 chatas ganguiles y alrededor de 20 embarcaciones auxiliares, además de muelles, oficinas, galpones  y demás instalaciones que usan gratuitamente Jan De Nul y EMEPA).

Patrimonio DNVN. Fuente: Infografía Foro por la Recuperación del Paraná

Por eso proclamamos, una vez más, que es urgente que se comience la recuperación de la flota mercante nacional con los buques de la flota que ya  tenemos, y así recuperaríamos nuestros ríos para un dragado argentino auténtico, y continuar con la construcción de buques mercantes marítimos y fluviales para poder cumplir con la reserva de carga, en un primer momento, y luego, llevando nuestras cargas a los puertos del mundo. Los primeros beneficiarios de todo esto son el pueblo trabajador de los astilleros estatales, como el Astillero Río Santiago, y los trabajadores de la marina mercante que vienen sufriendo desde hace décadas la falta de embarques y las desmedidas exigencias estatales para conservar su título y libreta de embarco. Vienen filtrándonos para que haya cada vez menos marinos, ya que marina mercante no hay.

Hoy los recursos están, y son el cobro de peajes por parte del Estado y el nuevo peaje a cobrar de Santa Fe al norte. Esos recursos se están cobrando gracias a la lucha por la soberanía, de lo contrario los seguiría cobrando Jan de Nul como lo hizo por varias décadas. Por eso proponemos y exigimos que se designen estos recursos a la recuperación de la flota de la DNVN y a la construcción de dragas y buques para una nueva marina mercante argentina, que es también la construcción de soberanía y de un nuevo país, donde el empleo se multiplicara como así también el bienestar y felicidad de todos los argentinos de bien.   

 

Feliciano Ramos. Capitán Fluvial Dragado. 48 años de servicio.

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