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MARINA MERCANTE RÍO PARANÁ SOBERANÍA

Las agroexportadoras van por todo

Fuente: www.revistalanzallamas.com.ar
Las empresas agroexportadoras, nucleadas en la Bolsa de Comercio de Rosario, que controlan nuestro comercio exterior y el proceso licitatorio de la vía troncal del río Paraná,  avanzan también en el intento de quedarse con el Belgrano Cargas y la Marina Mercante.

Históricamente el sector exportador de granos de la Argentina pugnó por tener, no solo el control del comercio exterior,  sino por incidir en el resto de los eslabones de la producción y comercialización agraria.

Este grupo concentrado de empresas (no son más de 12)  que casi en su totalidad está en manos de capitales extranjeros, tiene desde siempre un poder lobby gigantesco sobre los gobiernos provinciales y el gobierno nacional, lo que le ha permitido, prácticamente, diseñar muchos de los trazos de la infraestructura y de la inversión en obra pública en nuestro país.

A partir del control del ingreso de divisas y de su asociación con los grandes dueños de la tierra en Argentina, han ejercido sistemáticamente presión y, en algunos casos, enfrentamiento sobre los gobiernos que intentaron no seguir sus designios al pie de la letra. Controlan el dólar, y por ende el precio de nuestra moneda. 

Las deudas son de nosotros, los granos son ajenos.

El caso del gobernador de la provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, es paradigmático. El plan de obra pública que presentó apenas asumió está concentrado casi exclusivamente en mejorar la infraestructura a las agroexportadoras.

Lo presentó en la Bolsa de Comercio de Rosario bajo el nombre de “Plan de Obras para la Competitividad Logística del Complejo Agroexportador”, junto al presidente de la entidad Miguel Simioni, que por supuesto destacó la labor del gobernador.

Ampliación de rutas, “para que los granos lleguen mejor a los puertos”, como rezan los carteles en la traza de la autopista Rosario-Santa Fe donde se está construyendo un tercer carril. Accesos ferroviarios a los puertos, mejoramientos de las rutas internas, etc.

Como en la era Milei el financiamiento no es sencillo, el gobierno provincial endeudo a Santa Fe con el Banco de Desarrollo de América Latina en un crédito por 150 millones de dólares para la ejecución de obras viales estratégicas en la zona portuaria, a lo que hay que sumarle lo que la Provincia aportará:otros 37 millones de dólares.

Los 50 mil millones de pesos en los que Pullaro endeudó a la provincia, a un plazo de 36 meses, fueron en “coordinación” con la Bolsa de Comercio de Rosario. Y ahora el líder de la liga de gobernadores “Provincias Unidas” consiguió, de la Legislatura de Santa Fe, la venia para que la provincia tome nuevo financiamiento por 1.150 millones de dólares, una cifra inédita para Santa Fe.

Por si fuera poco, en el mismo período el gobierno provincial se jacta de haber despedido miles de empleados públicos, de haber puesto techo bajísimo a las paritarias docentes y estatales, y llegó en las últimas semanas en medio de la paritaria a decir que “si aumentamos mucho los salarios nos quedamos sin obra pública”

La provincia endeudada, los estatales con sueldos de miseria, pero las agroexportadoras van a mejorar sus ganancias a partir de las obras de infraestructura vial.

Por otro lado no es un dato menor, que la mayoría de estas  fueron planificadas hace años por los técnicos de La Bolsa (solo hace falta buscar esos planes en la web de la institución) y ahora encuentran (como con Perotti, el ex gobernador del PJ), un administrador que las lleve a cabo.

Los dueños del Paraná

No es ningún secreto que estas empresas, en su mayoría estadounidenses, pero también de capitales franceses y del estado chino, son las que planifican y controlan totalmente el nuevo pliego licitatorio de la administración del Paraná.

Desde hace tres décadas, menemismo mediante, el control y la administración del río Paraná quedó en manos privadas y extranjeras. De la mano de la empresa Belga Jan de Nul, el dragado y el cobro del peaje de los más de 5.000 buques que todos los años ingresan a cargar cereales, oleaginosas y  subproductos al gran Rosario, mantuvo al Estado alejado de cualquier posibilidad de ejercer soberanía sobre lo que entra y sale de nuestro país.

Este grupo de monopolios exportadores presiona para que eso se mantenga así, con el Estado argentino afuera, pero con más beneficios para el sector.

No es un secreto el control y la presión que ejercen. La presentación del primer pliego, que terminó fracasando, la hizo el jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Guillermo Francos, junto al director ejecutivo de la Bolsa de Comercio de Rosario, Javier Cervio; el presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales, Luis Zubizarreta; el vicepresidente de la Comisión de Transporte de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Locco; y el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), Gustavo Idígoras.

Luego de esa licitación fallida, cuestionada por estar direcccionada para que Jan De Nul sea la única posible oferente, se comenzó un nuevo proceso licitatorio en el que estas empresas dirigen las reuniones técnicas para poner las condiciones. Ya se realizaron en Buenos Aires, Rosario y Paraná, y entre otras cosas plantean el calado del Paraná a 44 pies (ahora está en 34), lo que es cuestionado por técnicos, ambientalistas y organizaciones soberanistas por la falta absoluta de sostenibilidad social y ambiental.

No solo es eso, también condiciones vinculadas al costo del peaje, los tramos que debe comprender el dragado (dejando afuera al tramo Timbúes-Santa Fe por ejemplo). Así, organizan la principal vía navegable, y palanca político económica argentina a su necesidad y beneficio. Presionan además para que no se desarrolle el proyecto del Canal Magdalena que le daría a la Argentina, no solo una salida al mar directa (hoy no la tenemos, estamos presos del Canal Punta Indio que pasa por Montevideo), sino la posibilidad de mejorar los costos de navegación.

Los trenes y los barcos

Ahora también pretenden el control del ferrocarril y de la marina mercante. Pocas veces habíamos asistido a un intento de control total tan desembozado y a una entrega tan abierta de las capacidades públicas sobre resortes clave de la economía como la infraestructura y el transporte, en la era Milei la entrega es con llave en mano. Las agroexportadoras están al acecho del anuncio del gobierno nacional para la licitación y privatización de los principales ramales ferroviarios de cargas. Pero el interés está centrado en uno, el que trae la producción desde el norte argentino a los puertos: el Belgrano Cargas.

Según aseguran esta mejora de la logística reducirá el costo del flete y promoverá el desarrollo agrícola de las regiones alejadas de los puertos Gustavo Idigoras, presidente de la Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina y del Consejo Agroindustrial Argentino (que reúne a las principales cámaras agroexportadoras), “el costo del flete en zonas de NOA, alejadas de los puertos, tiene una incidencia alta, es de entre el 10% y 15% del valor de la mercadería, y eso podría reducirse a la mitad con un sistema ferroviario eficiente”. Lo que no dice Idigoras es que conociendo la historia y la relación entre el sector exportador y los productores, esa mejora seguramente nunca llegará a la producción, como sucede en el sistema impositivo.

¿Quien asegura que no se produzca una cartelización de las empresas adjudicatarias, y que esa reducción en el costo del flete quede en sus manos? Nadie.

Varias son las empresas interesadas en quedarse con el control del Belgrano Cargas, las nacionales AGD y ACA (ambas asociadas con otras exportadoras extranjeras), la empresa del estado chino COFCO, las estadounidenses Cargill y Bunge, la francesa Dreyfus y la anglo suiza Viterra (que el año pasado se fusionó mundialmente con Bunge, lo que las transformó en la mayor exportadora de cereales y derivados de la Argentina)

Pero como sucede en la mayoría de las áreas, más allá de las licitaciones llevadas adelante “por el estado”, las exportadoras a través de la Bolsa de Comercio de Rosario son las que dirigen los trazos de nuestra infraestructura e incluso las condiciones de esas licitaciones.  Así lo explica Idigoras. “Hay una mesa de trabajo en la cual la Bolsa de Comercio de Rosario también está coordinando encuentros técnicos porque si los pliegos no tienen la posibilidad de desarrollar un plan de inversión y de gestión, seguramente ninguna de las empresas va a participar.  

Es tal el saqueo y la entrega que en Argentina los procesos son inéditos para el mundo, y por supuesto muy diferentes a los que suceden en los países centrales, tan admirados y referenciados por los liberales y los grandes empresarios.

Así como en la cuestión del Paraná se intenta adaptar un río interior a los barcos oceanicos a costa de destruir el ambiente y dañar a las comunidades, en lugar de adaptar los barcos al río con sistemas acorde como sucede en Estados Unidos o Europa, en el caso de la privatización del sistema ferroviario también el proceso es insólito No se va a privatizar solamente la operación y el material rodante sino también las vías. El Estado no va a tener control de absolutamente nada, ni de las vías.

Otra cuestión son los plazos de concesión que al igual que en la entrega del Paraná, serán de 30 a 40 años, hipotecando cualquier posibilidad de desarrollo soberano futuro.

Paralelamente se va consolidando un modelo que se fue instalando desde el primer impulso que el kirchnerismo dio a la reconstrucción del Belgrano Cargas. El material rodante, vagones y trenes, es totalmente importado desde China, nada se fabrica acá. Perdiendo toda posibilidad de reconstrucción de la industria ferroviaria, una industria que junto con la naval son claves para la creación de empleo genuino en nuestra historia.

Las empresas ACA y COFCO recibieron el mes pasado los primeros 90 vagones comprados a una empresa china. Y están gestionando otros 90, lo que también indica que tienen asegurado quedarse con el ramal, por eso avanzan en la inversión.

No es casual que el material rodante sea de China, y es que la inversión para la reconstrucción del Belgrano, destruido durante el menemismo, se hizo a base del endeudamiento estatal con el país oriental, que viene con condiciones de compras de material chino. Hasta de durmientes y vías podrían verse inundando el puerto de Rosario provenientes de la República Popular China. No nos dejan fabricar ni un tornillo. La historia de siempre, el Estado hace la inversión importante, queda endeudado y los monopolios se quedan con el resultado para su beneficio, como en la obra pública santafesina. Raro el antiestatismo de liberales y monopolios.

Finalmente hay que decir que no solo las agroexportadoras están al acecho del Belgrano Cargas sino que las mineras también quieren colarse en la compulsa. 

Como explica Idigoras “la punta de este sistema ferroviario está en los desarrollos mineros, particularmente en el caso del cobre, del oro y del litio. Desde nuestro lado estamos abiertos a trabajar con otra industria”

El modelo extractivo quiere consolidar el control total de cualquier palanca estratégica, sin participación alguna del Estado, que ya hizo lo que tenía que hacer, poner la parte gruesa de la inversión.

La Marina Mercante, también.

Finalmente no podemos dejar de mencionar lo que está sucediendo con otro de los aspectos estratégicos de la logística nacional: la marina mercante.

Con el decreto 340/25 el gobierno de Javier Milei daba la estocada final a nuestra Marina Mercante. Establecía entre otros cambios modificaciones de los esquemas tarifarios en favor de las grandes empresas, permisos de navegación bajo bandera extranjera (reservado hasta el momento para bandera nacional en el caso del cabotaje) y flexibilización de las condiciones laborales de las tripulaciones argentinas, que podían pasar a estar regidas por legislaciones como las de Paraguay con muchos menos derechos y salarios. Además intentaron eliminar el derecho a huelga en el sector. Luego de un fallo, la Justicia Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal frenó la aplicación del decreto, así como la Cámara Nacional del Trabajo declaró la invalidez constitucional de los arts. 2 y 3 del mismo decreto que limitaba los derechos de huelga.

Y el debate se trasladó al ámbito legislativo, donde las agroexportadoras, que también tienen intereses en la marina mercante, mostraron los dientes.

Según afirma LPO la multinacional francesa Dreyfus intentó evitar que la oposición derogara el decreto de Milei en la Cámara de Diputados, a través de la Cámara de Puertos Privados Comerciales, que preside el CEO de Dreyfus Argentina, Luis Zubizarreta. 

Pese al lobby el decreto fue rechazado en la cámara de diputados y ahora se traslada el debate a la cámara de senadores. “Dreyfus logró partir varios bloques opositores, pero no le alcanzó para evitar que Diputados votará la derogación del decreto de Milei”, asegura el portal de análisis político.

¿Porque Dreyfus tiene interés en que no se voltee este decreto?

Porque en Paraguay tiene su propia empresa de transporte fluvial “Lógico Paraguay”, y con las modificaciones podría “copar” el transporte fluvial argentino pero con la legislación laboral y tributaria paraguaya, mucho más beneficiosa para la empresa que la argentina. Pero no es solo el caso de la francesa, del total de 53 empresas inscriptas con el pabellón paraguayo, sólo 6 (seis) son realmente empresas de ese país.

El futuro en juego

Como bien asegura Luciano Orellano, autor del libro  Argentina Sangra por las Barrancas del Río Paraná: “los países muestran a través de sus trazos en el transporte si los utilizan para igualar o desigualar, para industrializar o desindustrializar y primarizar su economía, para la felicidad o la infelicidad de los pueblos. Si son libres o esclavos de los imperialismos y el latifundio terrateniente; clase hegemónica en América Latina”

El avance total de los monopolios exportadores extranjeros sobre el control de toda nuestra infraestructura y los trazos de nuestro transporte marítimo, fluvial y ferroviario son una hipoteca para el futuro de la Argentina y cortan de cuajo cualquier posibilidad de un modelo emancipador de desarrollo que posibilite una argentina libre y soberana con justicia social.

Las grandes empresas, puntas de lanza de los intereses de los imperialismos, saben que es ahora o nunca el momento para consolidar ese dominio total de la mano del gobierno entreguista de Milei. Y que de lograrlo tienen la llave de nuestras riquezas por muchos años.

La cuestión es si el pueblo argentino comprende lo mismo y se organiza para detenerlo y defender la posibilidad de un futuro soberano.

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MARINA MERCANTE SOBERANÍA

Defender la industria naval y la Marina Mercante es defender la soberanía, el trabajo argentino y el futuro de nuestra patria

Compartimos Gacetilla de Prensa del Frente de lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos

Este martes, 26 de Agosto, el Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos llevó adelante en La Plata una Mesa de Trabajo por la Soberanía Marítima, con la participación del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, dirigentes gremiales, trabajadores del sector y organizaciones del ámbito portuario y naval.

En el encuentro se presentó un documento contundente, donde se denuncia el abandono histórico de la Marina Mercante Nacional y de la industria naval argentina, producto de la falta de políticas de Estado y la entrega progresiva de la soberanía económica y logística.

“Cada barco que dejamos de construir en nuestros astilleros, cada buque argentino que dejamos hundirse en el olvido, es trabajo perdido, soberanía entregada y futuro hipotecado”, señala el texto.

Las organizaciones remarcaron que el 95% del comercio exterior argentino se transporta por vía marítima o fluvial, pero con escasa o nula participación de buques de bandera nacional. Esto significa que el país destina millones de dólares en fletes a empresas extranjeras, cuando podría generar empleo, desarrollo e ingresos en territorio propio.

En ese sentido el Capitán Mariano Moreno, secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, expresó que “la política tiene una deuda histórica con la Marina Mercante. Venimos de dar pelea por defender la soberanía de nuestras aguas, y ahora nos toca luchar por el futuro.”

“Luchamos para que, mañana, las y los jóvenes que elijan una profesión tengan la posibilidad de ser parte de una Marina Mercante nacional, de una industria naval recuperada; que puedan elegir ser portuarios, trabajadores de astilleros, dragadores, capitanes, marineros, pescadores o tripulantes en el río, en los lagos patagónicos o en el transporte de pasajeros”, sostuvo el Capitán.

Moreno también fue categórico al cuestionar el modelo impulsado por el actual gobierno nacional y recordó que “el proyecto que nos puso en la cara Milei propone la precarización, la apertura de las aguas nacionales, el avance de las banderas de conveniencia y la entrega total del sector marítimo, fluvial y pesquero a intereses extranjeros. No podemos esperar otra cosa de este modelo.”

“Hay una sola fuerza política en la Argentina que fue capaz, en la historia, de poner en marcha un proyecto nacional de Marina Mercante, con trabajo digno y soberanía. Hoy esa fuerza está representada en los ciudadanos, trabajadores, dirigentes y legisladores que con conciencia de clase y justicia social lucharon para anular de forma definitiva el DNU 340/25”, sentenció el dirigente.

El sector propuso un plan nacional de reconstrucción de la industria naval, con inversión, financiamiento y reactivación de los astilleros. Una ley de Marina Mercante efectiva, que garantice carga para la bandera nacional. La construcción de una flota mercante propia, como base de la soberanía logística y, sobre todo, trabajo digno y estable para miles de argentinos y argentinas que saben construir, reparar y operar embarcaciones.

“Cuando la industria naval y la Marina Mercante se fortalecen, el país crece. Cuando se las abandona, el país retrocede. Defenderlas es defender la soberanía, el trabajo argentino y el futuro de la patria”, concluyeron.

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MARINA MERCANTE SOBERANÍA

Bautizaron embarcación construida con mano de obra 100% nacional y que navega en aguas argentinas

“Todavía hay esperanza de recuperar la Marina Mercante”, señalaron desde gremio marítimo

En un acto que trasciende lo simbólico y se afirma como un gesto de soberanía, fue botada la nueva lancha de prácticos ZEYA LP, construida íntegramente en territorio nacional y con mano de obra argentina.

La incorporación del buque a la flota operativa del Grupo Servicios Marítimos representa una señal de compromiso con la industria naval nacional, la defensa del trabajo argentino y el fortalecimiento de la Marina Mercante.

El evento tuvo lugar en el astillero Unidelta, donde se desarrolló todo el proceso de construcción de la embarcación, bajo estándares de última generación. Con bandera argentina y tripulación nacional, la lancha ZEYA LP es considerada por el sector como un ejemplo concreto de que es posible construir y crecer en el país, aún en un contexto adverso.

En ese orden el Capitán Mariano Moreno destacó “la importancia de defender la soberanía de nuestras aguas y el rol estratégico de la industria naval argentina”.

El bautismo de una embarcación, “no es solo un acto ceremonial: es un momento que queda grabado para siempre en la vida del barco, de su dueño, de su padrino o madrina, y de quienes la tripularán. Pero también puede ser un hecho que trasciende lo simbólico y marca una posición frente al presente del país”, agregó el Secretario General del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo

Además Moreno indicó que, el bautismo del ZEYA LP “se convierte en un acto de reafirmación nacional, en medio de un contexto adverso para la industria, la logística y el trabajo argentino. Una acción concreta frente a una coyuntura donde la soberanía marítima y fluvial está amenazada por políticas de desregulación y desinversión”.

El Grupo Servicios Marítimos incorporó este 3 de julio a su flota operativa la lancha de prácticos ZEYA LP, una embarcación de última generación construida íntegramente en el astillero nacional Unidelta, con bandera argentina y tripulación argentina.

“El ZEYA LP no solo fue construido en el país, sino que navega bajo bandera nacional y con trabajadores argentinos. Eso es una apuesta concreta por la soberanía, el empleo nacional y el fortalecimiento de la marina mercante”, valoró el Secretario General del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo

“En momentos donde todo está puesto al servicio de la flexibilización más profunda y descabellada de la historia argentina, tener armadores que piensan en el país, en la industria naval argentina y sus trabajadores, en tripulantes argentinos, es motivo de un reconocimiento y esperanza para el Centro de Patrones”, apuntó el dirigente gremial

En ese orden Moreno destacó especialmente a Lanchas del Este S.A. y Pailebote S.A., quienes “apostaron a la unión estratégica y a la bandera celeste y blanca, demostrando que se puede producir, trabajar y crecer desde y en Argentina”, dijo

“La soberanía no se declama, se construye. Como cada pieza de esta embarcación, que desde hoy empieza a surcar las aguas argentinas con la bandera bien alta-. Eso es hacer patria. Como también lo hacemos los trabajadores cuando reclamamos que no se destruyan la marina mercante y la industria naval argentina”, concluyó el Capitán.

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MARINA MERCANTE SOBERANÍA

UN PAÍS DONDE: “Hay plata para desguazar, pero NO para reparar ni mantener”

Por Feliciano Ramos(*)

Una nota digital titula que la Administración General de Puertos licita el desguace de la Draga 259-C Mendoza, de propiedad del Estado argentino. O sea, de todo el pueblo argentino, porque nunca debemos dejar de tener presente que las propiedades del Estado son del pueblo.

Recuerdo tantos magníficos años como tripulante de esta poderosa draga, incluso durante su reparación general en Tandanor, para luego ser enviada a dragar a Mar del Plata. Es así, esta draga se envió a dragar el puerto de Mar del Plata reparada a nuevo. Motores y casco fueron recorridos y reparados o cambiados, así como cadenas y anclas de fondeos, también palas de timones, hélices y línea de ejes reparados totalmente. Además, el tren de dragado se hizo a nuevo (cabezales, flexibles y bombas de dragado) y se le colocó la tecnología nueva de dragado; todo esto pagó el Estado (o sea todos nosotros, los argentinos con nuestros impuestos).

Draga 259-C en el puerto de Mar del Plata

Una vez llegada a Mar del Plata, el consorcio se hizo cargo del trabajo de dragado pero este no puso un solo peso para mantenerla en las mismas condiciones de dragado que la recibió. Es una constante que en cada campaña de dragado el Estado repare a nuevas las dragas y luego estas quedan desgastadas y abandonadas a su suerte. Ocurrió lo mismo en el dragado del río Uruguay con la Draga 258-C Santa Fe y también con la Draga cortadora 332-C Misiones que hizo la defensa de la ciudad de Formosa. Tuve la suerte de estar embarcado en todas estas embarcaciones y ser testigo presencial de todo esto.

Pero la historia de la Draga 259-C Mendoza en Mar de Plata fue la siguiente: la draga estaba amarrada en los muelles de la base naval al amparo de las inclemencias del mar, pero cuando se rescató la Fragata Libertad de la interdicción de los fondos buitres y al regreso de la misma a dicha base naval se hizo un acto, que contó hasta con la presencia de la presidenta de la nación. La Fragata Libertad amarraría en proximidades del amarre de la draga y como a la Draga 259-C Mendoza no le pusieron un peso ni para pintura y se estaba oxidando por la sal del mar, no tuvieron mejor idea que sacarla porque visualmente deslucía el acto. La llevaron a un muelle donde no hay protección y el mar golpea mucho. La draga comenzó a golpear contra el muelle y entonces el capitán y los tripulantes, para protegerla, para salvarla, libraron una ardua lucha contra la burocracia de los funcionarios y contra el mismo mar; fue una lucha desigual que nunca encontró eco en la superioridad. Para graficar: solicitaron por todos los medios protección para que no golpee contra el muelle, y la protección adecuada es de las de buques tipo Yokohama, como se ve en la imagen.

Lo único que consiguieron fue que les den unas cuantas cubiertas viejas que no sirven para nada ante la fuerza del mar.

De ahí en adelante la lucha de los trabajadores embarcados por mantener a flote la draga fue totalmente titánica y desigual con el solo apoyo del Sindicato de Dragado y Balizamiento y sin ningún otro apoyo. Los trabajadores lucharon como solo ellos saben. Hoy, con este gobierno sádico, estos trabajadores (como los demás compañeros míos de trabajo) están en disponibilidad, y a los que estaban contratados no les renovaron, porque lo único que sabe el gobierno es despedir trabajadores de la manera más cruel posible.

Hoy, el mismo Estado que no puso un solo centavo para mantener y proteger la draga, licita para desguazarla. Una licitación que tendrá seguro un costo de más un centenar de millones.

Esto es una constante de los responsables del Estado en abandonar sus bienes y no proteger el patrimonio de todos los argentinos.

Recuerdo que en el gobierno de Macri yo estaba embarcado como capitán de la Draga 261-C Córdoba en la ciudad de Buenos Aires, isla Demarchi. La draga había salido de una licitación de reparación general en Tandanor, y había que terminar con dicha reparación a flote, ni un solo peso hubo para terminar la reparación. La Draga 261-C Córdoba debía de culminar la reparación, ya que poco le faltaba para salir a dragar. Reitero, ni un solo peso hubo para concluir la reparación.

A pocos metros del lugar de amarre había otra draga hundida apoyada en el lecho del río por la poca profundidad del agua, era la Draga 260-C Santa Cruz, que hace años estaba así hundida.

Draga 260-C Santa Cruz

No hubo plata para terminar de reparar la Draga 261-C Córdoba, pero si para desguazar una draga hundida hace años. Fue tanta mi indignación que tomé la foto del cartel. Había para eso más de 65 millones más IVA, pero para reparar y mantener ¡nada!, ¡ni un peso para un tarro de pintura! Una constante en la suprimida Dirección Nacional de Vías Navegables. Solo la lucha titánica desigual de los trabajadores contra el desinterés y las políticas privatistas y extranjerizantes que ningunean lo nuestro y solo valoran lo ajeno se interpone ante el abandono y la destrucción.

En ese entonces yo me preguntaba y me pregunto hoy: ¿Cómo podemos como país crecer, desarrollarnos y ser una nación independiente con esta forma de proceder? ¿Cómo podemos abandonar lo que se puede salvar y gastar fortunas para desguazar, destruir, demoler, suprimir y ni un solo peso para reparar, construir, edificar, erigir, levantar?

Lo mismo sucede con el país, todos los gobiernos se ocupan más de destruir que de construir. Hay una nación destruida, desguazada, que hay que levantar, que reconstruir.

Tengo la impresión de que sale más desguazar la Draga 259-C Mendoza que hacer los trabajos de reparación necesarios a flote para poder llevarla a un astillero cercano para luego repararla. Pero hace muchas décadas que la palabra “reparar” no está en el diccionario de los funcionarios que jamás funcionan, por lo menos para el bien de la nación.

“Haciendo lo que hay que hacer” anunciaba el cartel, en realidad era “haciendo lo que NO hay que hacer.

Los predios de la suprimida Dirección Nacional de Vías Navegables junto con sus muelles, galpones, oficinas y barcos, de a poco se van pareciendo a los talleres y estaciones herrumbradas de los Ferrocarriles Argentinos: gigantes vacíos e inactivos, testigos involuntarios de la gran nación, del gran país que alguna vez fuimos, que nos interpelan, que nos demandan desandar el camino para recuperar la Argentina y volver a construir en vez destruir un gran país.

 

(*) Feliciano Ramos. Capitán Fluvial. Miembro de “Foro por la Recuperación del Paraná”

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Rosario y Santa Fe marchan en defensa de la Marina Mercante

Gremios nucleados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) marchan en Rosario y Santa Fe en defensa de la marina Mercante. La movida es nacional

“Como parte de la campaña de concientización que venimos llevando adelante en las últimas semanas”, los próximos martes 13 y miércoles 14 de mayo “realizaremos nuevas actividades en las ciudades de Rosario y Santa Fe”, señalaron desde la CATT -seccional Rosario-.

El martes, a partir de las 10:30 hs., se inicia una marcha desde la Bolsa de Comercio de Rosario (esquina de Córdoba y Corrientes) hasta el Concejo Deliberante, donde se presentará un petitorio. También se montará una carpa informativa y se entregaran materiales de difusión. A las 12.30 horas esta establecida una conferencia de prensa en el cruce de las peatonales San Martín y Córdoba.

El miércoles, en Santa Fe, la convocatoria será a las 11 hs. frente a la Gobernación.

“Estas acciones tienen como propósito principal poner en agenda pública la relevancia de nuestra Marina Mercante y alertar sobre los peligros que conlleva la desregulación del cabotaje nacional promovida por el gobierno de Javier Milei”, indicó el comunicado de los gremios del transporte

“Invitamos a toda la ciudadanía a sumarse a esta causa que nos involucra colectivamente. No a la entrega de la soberanía nacional! ¡Rosario y Santa Fe defienden la Marina Mercante”, completaron

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