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Mujeres y soberanía, una vinculación necesaria en tiempos de entrega

Como hace 38 años, miles y miles de nosotras nos encontraremos del 22 al 24 de noviembre en un nuevo Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades que nos recibirá en la hermosa ciudad de Corrientes, a la vera de nuestro querido río Paraná, que la besa en toda su extensión.

Así nos preparamos…

Congregarnos allí será la consecuencia de grandes esfuerzos individuales y colectivos,  meses de preparación, organizándonos con las compañeras para que ninguna quede afuera y realizando todo tipo de actividades para poder juntar hasta el último peso necesario para dar el “presentes” una vez más. Reorganizando nuestras vidas y la de nuestras familias  para poder viajar, ultimando detalles de todas las responsabilidades habidas y por haber… Del  trabajo, de cómo hacer  para conseguir lo días. Universitarias  acomodando sus compromisos con el estudio, al igual que estudiantes de las escuelas secundarias, a quienes  también se les suma convencer a su familia y conseguir que firmen los permisos necesarios para el traslado. Otras, organizando el cuidado de hijos e hijas que quedan en casa (o llevarlos al Encuentro), o el de  los familiares que están enfermos y dejamos en nuestras localidades… diferentes secuencias de la la vida cotidiana que debemos “dejar en orden” para poder finalmente subirnos al colectivo, auto, trafic, avión, o lo que sea que nos traslade para vivir esos tres días únicos que serán solo “nuestros”. Vamos con la tranquilidad de que cientos de mujeres han trabajado en la Comisión Organizadora durante meses para recibirnos y que nada nos falte.

El Encuentro nos traslada por toda nuestra geografía. Vamos  donde sea más necesario: desde el sur nevado al norte más profundo, del mar a la cordillera… ¡allí estamos! Varios tomos podríamos  escribir con las vivencias, anécdotas, enseñanzas, crecimientos, risas, llantos, abrazos, alegrías, enojos, y profundas experiencias que vivimos y viviremos en este espacio inigualable que es para nosotras “El Encuentro”. Allí se han parido luchas que nos han llevado a conquistar distintas reivindicaciones en diferentes momentos, desde la patria potestad compartida, el divorcio, la educación sexual, la lucha contra la violencia con la incorporación de la figura de femicidio al código penal, la triple consigna “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. El Encuentro es multiplicador, y transformador, ninguna vuelve igual, algo cambia en cada mujer que participa. Gran parte de la potencia del movimiento de mujeres y diversidades de nuestro país se debe a esta experiencia.

Nuevas mujeres se suman en el recorrido porque “el encuentro llega a ellas”, inundando sus ciudades en una ola multitudinaria que viene a debatirlo todo. Se suman, descubriendo esta “experiencia única en el mundo”, que se convierte también en una lupa… Una lupa monumental que amplía y ubica en el centro los sufrimientos, logros y desafíos particulares de la ciudad y la provincia que nos recibe, y de las mujeres que nos convocan.

La delegación de Corrientes en Jujuy antes de proponerse como sede del Encuentro 2024

Corrientes nos llama desde su presente y su historia…

Un grito profundo e histórico nos llama: el “sapucay”. Ese grito que sale de las mismas entrañas, llamado de alerta típico de las comunidades guaraníes de toda la cuenca del Plata. El mismo que utilizara el mensú en medio de la selva para avisar que un árbol caía. El grito que los combatientes en Malvinas eligieron para distinguirse y ser reconocidos por sus compañeros, siendo Corrientes la provincia con mayor participación en la Guerra de Malvinas, aportando aproximadamente 1.854 soldados. Ese fue también el grito de las mujeres correntinas que buscan a sus niños y niñas. Mujeres sencillas a quienes les roban lo más entrañable de sus vidas, sus hijos y sus hijas, bajo un manto de poder, impunidad y corrupción que indigna hasta revolver el estómago.

Ese grito nos traslada a una tierra única y maravillosa. Es la tierra de nuestro libertador, padre de la Patria, José de San Martín, nacido en la hermosa localidad de Yapeyú, sobre las costas del río Uruguay. Su vida fue salvada por otro valiente surgido de estas tierras, el soldado heroico, Sargento Juan Bautista Cabral, que se cubrió de gloria en el Combate de San Lorenzo. Es la tierra de Andrés Guacurarí, el “Comandante Andresito”,  llamado también Andrés Artigas por haber sido adoptado por “el protector de los pueblos libres”, quien le dio su apellido. Guerrero como ninguno, fue también hijo de las orillas del río Uruguay, “ese cielo azul que viaja”, en las tierras correntinas de Santo Tomé. Andresito, no solo se destacó en la lucha contra los realistas y el imperio luso brasileño, sino también en el bando federal, siendo primer y único gobernador indígena de nuestra historia. Al decir del historiador Felipe Pigna: “El único gobernador indígena de nuestra historia ejerce una conducción humana, justa y socialmente revolucionaria, recordando y aplicando la máxima artiguista al anunciar la primera reforma agraria de América ‘que los más infelices sean los más privilegiados’. Ante todo abolió la servidumbre en todas sus formas y repartió tierras a los que las habían perdido a manos de la conquista, el saqueo, la estafa o todo eso a la vez. Durante su gobierno, se eliminaron del territorio bajo su jurisdicción todos los símbolos, escudos y emblemas que pervivían de la colonización española, y recobraron su vigor los cabildos de los pueblos originarios que tenían una función central en la administración del territorio fomentando la producción y comercialización de la yerba mate y la fabricación de pólvora y hasta la instalación de hornos para fabricar puntas de lanzas.” (1)

Su gran compañera en la vida y en la lucha, Melchora Caburú, “La Melchora”, una de las tantas olvidadas que la historia oficial deliberadamente oculta, pero  pese a esos esfuerzos por borrarlas, la valentía y el protagonismo de mujeres como ella y tantas otras, terminan revelándose. Mujer blanca, rubia y de profundos ojos verdes, criada en el seno de una familia guaraní, llegó a Corrientes el 6 de octubre de 1818 no por el río, sino por tierra y, según Mantilla (historiador correntino), “bien sentada, como hombre, en un caballo ensillado con apero chapeado, sable al cinto, la pollera atada en forma de chiripá, un pañuelo punzó al cuello y gran sombrero de palma en la cabeza”.

En esta tierra combativa, se parió el Correntinazo, que luego abrió paso al Rosariazo y al Cordobazo. Fue en Corrientes donde comenzó a ponerse fin a la dictadura de Onganía y en 1999 el segundo Correntinazo fue antesala de lo que luego desembocaría en el Argentinazo, en diciembre del 2001. Corrientes hoy abre generosamente sus brazos para recibirnos, nada más ni nada menos que en noviembre: en el marco de la conmemoración del “día de nuestra Soberanía Nacional”.

Retrato del “Comandante Andresito” y “La melchora”

¿Por qué conmemoramos el día de nuestra Soberanía Nacional?

El 20 de noviembre se conmemora el “Día de la Soberanía Nacional” en Argentina para recordar la heroica resistencia en la batalla de la Vuelta de Obligado, símbolo de la defensa de nuestro río Paraná frente a potencias extranjeras. En aquel  enfrentamiento, el 20 de noviembre de 1845, las tropas de la Confederación Argentina, lideradas por Juan Manuel de Rosas y comandadas por Lucio Norberto Mansilla, se enfrentaron a la flota anglo-francesa, la flota colonial más importante del mundo en ese entonces, que intentaba navegar nuestros ríos interiores sin autorización. Gauchos, indios, negros, derramaron su sangre en una guerra que se extendió por más de cinco años: la Guerra del Paraná. El  coraje, valor, y profundo amor a la patria de todo un pueblo los enfrentó, con grandes hitos como la batalla del Tonelero, o la de Punta Quebracho.

Las mujeres fuimos protagonistas de esta gesta en cada pueblo ribereño sublevado. Destacadas en los partes de guerra no solo por el propio General Lucio N. Mansilla, sino también por su segundo, el coronel Francisco Crespo. Eduardo Campos, periodista e investigador sampedrino, que ha realizado grandes aportes científicos en el estudio del combate de la Vuelta de Obligado y la Guerra del Paraná, afirma citando estos partes: “Un grupo de valientes mujeres de San Nicolás y San Pedro conducidas por la nicoleña Petrona Simonino arriesgaron su vida en el propio campo de batalla… la conducta de estas mujeres tiene que haber conmovido a los jefes argentinos para que hayan decidido dedicarles un párrafo en esos informes.

Petrona Simonino, Josefa y María Ruiz Moreno, Rudecinda Porcel, Carolina Suárez, Felisa Nabarro, Faustina Pereira y otras cuyos nombres se han perdido en el tiempo, decidieron defender a la flamante nación de las fuerzas imperialistas…” (2)

El General San Martín caracterizó la Guerra del Paraná como continuación de la gesta de la independencia americana y entregó su sable corvo a Juan Manuel de Rosas por sostener “el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que tratan de humillarlo”.

Sin dudas, esa humillación era someter comercialmente a nuestro pueblo, inundándonos con múltiples mercancías y saqueando nuestras riquezas, a través de nuestra principal vía troncal, arrebatándonos el control de nuestro río…. Cualquier semejanza con la actualidad “no es pura coincidencia”.

Hoy, el Paraná pretende ser reprivatizado en el marco de una nueva licitación que no solo aspira a darle su control y su dragado, nuevamente, a una empresa extranjera, sino que pretende en algunos tramos aumentar su calado a más de 40 pies, un hecho único en el mundo. En lugar de adaptar los barcos a los ríos, pretenden que sea exactamente al revés. La nueva licitación se plantea en principio, sin ningún estudio de impacto ambiental y sin ningún tipo de control e incidencia que involucre de manera soberana y federal a las siete provincias ribereñas.

Vale recordar que la empresa belga Jan de Nul, que tuvo la concesión todos estos años del dragado del río, usufructuó para esto la draga argentina “Capitán Núñez”,  que le fue otorgada “gratuitamente” por el Estado argentino, pero que es  patrimonio de nuestro pueblo. Con tripulación y trabajo argentinos, lo que deja a las claras que es algo que idóneamente podemos resolver nosotros.

Han colgado el cartel “SE VENDE” sobre la Argentina, nuestros recursos, y nuestros bienes comunes. Las mujeres, alumbradas por nuestra reseña histórica y la gloriosa lucha de nuestro pueblo, seremos grandes protagonistas en los tiempos que vienen, parte fundamental del epicentro de la vanguardia para frenar estas pretensiones de un gobierno que parece soñar con convertirnos en colonia. Seremos también activas constructoras de una propuesta política integral para liberar del infierno a nuestra Patria, ya que no hay ninguna posibilidad de ser libres y avanzar en la lucha por nuestros derechos específicos si la Argentina está entregada y cautiva de los deseos de los distintos imperialismos y sus lacayos locales, en un mundo cada vez más convulsionado en donde se profundiza la disputa.

Retrato Petrona Simonino
Volanteada en Rosario en defensa del río Paraná

Un mundo donde se absolutiza la disputa…

El mundo que conocíamos, globalizado, único, multipolar, sin dudas ha cambiado. Solo basta con prender la tele, o mirar el celular. Todos los días las noticias anuncian un nuevo enfrentamiento, un nuevo conflicto. El último informe del Institute for Economics and Peace realizado en Junio de 2024 señalaba que en ese momento había 56 conflictos activos, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial. Además, 92 países estaban involucrados en enfrentamientos fuera de sus fronteras.

Se ha abierto una nueva disputa, por un nuevo reparto del mundo. Las contradicciones entre el capital y el trabajo, entre un puñado de naciones imperialistas y los países oprimidos, y las existentes entre las propias potencias imperialistas, se profundizan aceleradamente.

“Lo que está de fondo es una brutal crisis de sobreproducción relativa y una caída tendencial de la tasa de ganancia. Hay un exceso de acumulación de capital, concentrado en la oligarquía financiera, que encuentra limitaciones para reproducirse. Ese es el por qué del por qué, que es lo que explica el antagonismo en la fase del imperialismo, en el cual lo relativo son los acuerdos y lo absoluto son la disputa y el antagonismo, lo que teñirá el período.” (3)

Los imperialismos se ponen cada día más agresivos, principalmente el imperialismo yanqui en su indiscutible declive y en su disputa con China, lo que hace que aceleren sus maniobras para recuperar lo que ellos llaman “su patio trasero”. En consecuencia, estos últimos meses América del Sur se ha sumado a esa lista de conflictos, y además de sus intervenciones en el ámbito político, manteniendo candidaturas subordinadas y funcionales en diferentes países de la región, ahora  EE.UU también interviene abiertamente amenazando territorios y con la excusa de combatir a grupos narcos terroristas emplaza portaviones en el Caribe, amenazando a Venezuela y advirtiendo a Colombia en nuestro continente.

En Argentina, el gobierno reaccionario y fascista de Milei, abandonando la posición de neutralidad histórica, se alinea directamente con EE.UU y el sionista y genocida Estado de Israel,  al tiempo que estrecha su relación con Inglaterra y sectores de la derecha europea. Mientras en el mundo se discute el cierre de los mercados y el proteccionismo, el fascismo en un país dependiente como la Argentina se expresa de manera contraria, entregando todo lo que está al alcance declinando cada vez más nuestra soberanía nacional.

Mujeres palestinas

La entrega y el saqueo de Milei: un golpe para el conjunto del pueblo y en especial para nosotras…

Luego de su victoria electoral, el gobierno se prepara para una contraofensiva en todos los planos. Ahora la pelota está en el campo del gobierno. Por un lado, está obligado a llevar adelante una política que causará grandes sufrimientos a nuestro pueblo en general, que como ya sabemos nos afectará muchísimo más a las mujeres. Por el otro, la profundización de esta política no será gratis. El pulmotor de los yanquis es un elemento clave con el que el gobierno cuenta para garantizar la aplicación de un modelo económico que sin dudas nos llevará al abismo. Pero la geopolítica indica que los yanquis no pueden perder este aliado en la región que emerge como faro en la disputa política en Latinoamérica.

Ellos “sí tienen” un programa claro para el futuro de la Argentina, desde la implementación de la “Ley de bases y puntos de partida para la Libertad de los Argentinos”, pasando por el “Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones” (RIGI) y todas sus andanzas dentro del sector del capital financiero, para encorsetarnos con una deuda eterna que es un instrumento de estrangulamiento. Nos someten como país destruyendo nuestra estructura productiva para profundizar el saqueo condenando al hambre y la pobreza a nuestro pueblo, que diariamente se organiza para enfrentarlos.

Las mujeres y diversidades somos blanco específico de estas corrientes fascistas en el mundo y en la Argentina. El gobierno de Milei desmanteló el Ministerio de Mujeres, Género y diversidad. Desarticuló el plan nacional de prevención de embarazo no intencional en la adolescencia, que se ejecutaba en doce provincias para brindar consejería en salud sexual, garantizar el acceso a métodos anticonceptivos y a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) y a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en centros de salud. Dentro de la Ley Bases, avanzó con la reforma jubilatoria y quitó la moratoria previsional, lo  que afecta directamente a miles de mujeres que no cuentan con los años de aportes, entre otras muchas medidas que fueron concentradas en golpear directamente al mundo de las mujeres y diversidades en sus derechos particulares. Aprovechó cualquier tribuna nacional e internacional, para destilar infamias y odio sobre estos movimientos, asi lo hizo por ejemplo en su discurso en Davos. No conforme, en una escalada superior, en la Asamblea de Naciones Unidas de Noviembre de 2024, Argentina votó en contra de prevenir la violencia contra mujeres y niñas, siendo el único rechazo en una lista con 170 votos afirmativos, posicionándose a la derecha de Irán e Israel. Todo esto en un país donde los “femicidios” son moneda corriente y noticia cotidiana, en donde ser mujer es factor de riesgo. En ese marco es que ahora intentan no solo eliminar la figura de “femicidio” del Código Penal, sino que las corrientes más extremas y ultra reaccionarias proponen rediscutir la Ley 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo para eliminar el acceso al aborto seguro, legal y gratuito.

Tapa diario Página 12. encuentro 2024.

Una propuesta para recuperar lo nuestro y salir del infierno

En este contexto tan duro, que nos duele, nos preparamos un año más para viajar al Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades. En el marco de la ofensiva del gobierno, noviembre necesita convertirse en el “Mes de la Defensa de nuestra Soberanía” que nos permita fortalecer y profundizar una corriente antiimperialista en la Argentina. Nuestro “encuentro”, no puede ni debe ser la excepción.

Vamos a un encuentro opositor a la política del gobierno de Milei. Seguramente,  nos encontraremos allí con parte de las corrientes más valiosas, que quieren enfrentar a Milei y a las que les duelen en lo más profundo los intentos constantes  de este gobierno cipayo por someternos a ser una colonia. Esas corrientes en general, y el movimiento de mujeres y diversidades en particular, están en una búsqueda. En el encuentro, el protagonismo se ha dado en los talleres específicos y también se han comenzado a nutrir y agrandar los talleres que buscan unir nuestros sufrimientos vinculándolos a encontrar respuestas  que tienen que ver con estas inquietudes acerca de  qué sucede y qué sucederá en el mundo y en la Argentina. En los últimos años se han creado los talleres de “antifascismo”, que fueron multitudinarios, con gran presencia de las jóvenes. Se han multiplicado los talleres de “antiimperialismo y solidaridad latinoamericana”. Se sostiene y se enriquece cada año con profundos debates el taller de “deuda externa”. En mi experiencia personal, la sorpresa fue el año pasado el taller de “crisis mundial y geopolítica”, que pasó de entre 20 y 30 integrantes en el 2023 a casi 180, 200 mujeres en el 2024. En la ronda de presentación que hicimos aparecía esa búsqueda… Compañeras que decían que venían al encuentro desde hacía varios años y que siempre habían participado en tal o cual taller, pero ahora venían a ver qué pasaba en el mundo… Este año se abre en el encuentro un nuevo taller, el de “soberanía nacional”, que sin duda se nutrirá de compañeras de distintos puntos del territorio que traerán sus experiencias, sus luchas y sus propuestas.

Sin ninguna duda, los talleres de femicidio, violencia, aborto, serán parte de la agenda de cara a defender los derechos específicos conquistados que pretende barrer este gobierno, como serán de gran importancia todos los que vinculen a las mujeres del mundo del trabajo, los sindicatos, etc., en el marco de los planes de reforma laboral, previsional e impositiva.

El movimiento de mujeres y diversidades en la Argentina es muy poderoso. Tiene una fuerza inconmensurable, que alumbra toda la lucha en general. Hemos sostenido estos encuentros, en un formato único en el mundo, por casi 40 años. Somos un ejemplo para la región y para el mundo. Todos los movimientos de las causas más justas que nos conmovieron estos últimos tiempos  están integrados y algunos dirigidos por mujeres. Así se vio en las grandes marchas universitarias, donde en su mayoría la composición era de jóvenes. Con las jubiladas en la primera línea cada miércoles. Con médicas y técnicas, emblema de la lucha en defensa de la salud pública y del hospital Garrahan, también fueron mujeres las que nos llevaron a 4.000 metros de profundidad y nos relataron y mostraron el océano, defendiendo el CONICET, entre otras.

Marcha universitaria en Rosario.
Marcha Jubiladas y Jubilados, ciudad de Santa fe.

Desde el Foro por la Recuperación del Río Paraná y el Encuentro Federal por la Soberanía, luego de protagonizar una épica travesía de más de 1.200 km en defensa del agua, la vida y la soberanía en el pasado mes de Marzo, volveremos a estar presentes este año en el Encuentro de Mujeres y Diversidades con nuestra “muestra soberana”, para llevar nuestro pequeño aporte y continuar el camino de desocultar los temas que se esconden sistemáticamente y que no son parte en la mayoría de los casos de las grandes agendas políticas, pero que son las causas de tanta tristeza y desigualdad para nuestro pueblo.

Arribo a Corrientes de las embarcaciones que participaron de la remada en defensa del agua, la vida y la soberanía

En medio del golpe electoral y sabiendo que no alcanza solo con ponerle un freno a Milei, nos proponemos que el encuentro sea un espacio para poder discutir con todas las compañeras del país que “sí hay una propuesta para poder recuperar lo que es nuestro”. Porque nuestro querido país tuvo en su momento un presente que consolidó una Argentina más justa, que pudo planificar y organizar su economía. Que a partir de nacionalizar y dirigir el comercio exterior pudo controlar la banca, y en consecuencia, se pudieron generar créditos para la producción, para garantizar la propiedad de la tierra a pequeños arrendatarios,  y para desarrollar un vida digna de trabajo para el conjunto del pueblo y las mujeres que mediante ese desarrollo pudieron incorporarse a la producción y, entre otras cosas, conquistar el voto femenino. Algunos dirán que esto es desactualizado, obsoleto, viejo… La pregunta sería si lo nuevo a debatir es, como propone Milei, volver a fines del Siglo XIX o principios del Siglo XX, trabajar doce horas, no tener una indemnización justa, banco de horas para las vacaciones en medio de una gran parte de la sociedad que vive bajo la línea de pobreza donde los trabajadores y trabajadoras en blanco no son la excepción. Vienen por todo, y en ese contexto no es menor conocer nuestras mejores experiencias para ponerlas en valor, defenderlas, debatirlas, actualizarlas y generar nuevas propuestas para la dignidad y felicidad del conjunto de nuestro pueblo

Con el sueño de “no cambiar de collar” sino de “dejar de ser perros” y con la certeza, como diría el General San Martín, de que los argentinos (¡y menos las argentinas!…) no somos empanadas que se comen con solo abrir la boca. Sin amo viejo ni amo nuevo, con la sola la pretensión de continuar los caminos inconclusos de los padres y madres de la patria, somos conscientes de que nuestros derechos en particular como el ejercicio de nuestra soberanía nacional en general, no son dádivas que se nos otorgan gratuitamente. Unir estos debates tan necesarios, quizás sea un pequeño aporte para lograr ser libres, en un país liberado. ¡Una vez más, las mujeres seremos grandes protagonistas de los tiempos que se vienen!

(1) “Andrés Guacurarí, nuestro guaraní gobernador”; Felipe Pigna, Portal web “El historiador”

(2) “Petrona. Mujeres en el combate de Obligado”; Eduardo Campos

(3) “Nacionalizar el comercio exterior”; Luciano Orellano

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3 de Junio: el día de las argentinas

¿Por qué salimos a las calles los 3 de Junio? Porque es la fecha que pusimos las argentinas para gritar ¡Ni una menos, vivas nos queremos!

Desde hace 9 años en nuestro país hablar de violencia contra las mujeres dejó de ser tabú.
Fue un salto enorme en nuestras luchas la pueblada de aquel 3 de Junio de 2015. No hubo plaza, por más pueblo pequeño que sea, que no se llenara de gente al grito de ¡Basta de matarnos!
Fecha que no se marca por un femicidio en particular, sino por el hartazgo de todos los sucedidos, y la necesidad de terminar con todas las violencias que sufrimos.

A partir de ese momento fue una avalancha de derechos ganados, de pasar de la invisibilidad a la vidriera de diversos aspectos de nuestras vidas. No hubo sindicato, partido, comisión directiva que no discutiera la necesidad de más mujeres en su integración. Dejó de ser un mandato el “no te metas”. Nos cuestionamos todas las prácticas establecidas en nuestros vínculos. Nos dejamos de sentir solas. Y florecieron cientos de discusiones y corrientes feministas. Los encuentros federales de mujeres y diversidades se masificaron mucho más y se reconvirtieron. Ya nada fue igual en Argentina porque hicimos temblar uno de los pilares fundamentales de este sistema oligárquico imperialista: el patriarcado.

Hoy bajo el gobierno de Milei nuestras luchas toman más valor. Las redes que hemos construido, los debates que hemos abierto -y también los que hemos dado por cerrado -, nuestras masivas movilizaciones e ingeniosas formas de luchas generan buenas condiciones para enfrentar esta política de odio, hambre y entrega que nos quiere imponer.

Cada 3 de Junio nos permite reflexionar sobre este proceso de cambio colectivo que nos tocó de una manera particular a cada a una de nosotras. Y en la que nos volvemos a dar un abrazo en las calles para seguir demostrando que la salida es colectiva.
En este 2024 seguimos reclamando la declaración de la emergencia nacional en violencia contra las mujeres y justicia por las víctimas de feminicidio.
Decimos No a la ley Bases porque significa un retroceso en derechos conquistados y la entrega de la patria.
Exigimos la entrega inmediata de los alimentos encerrados.
¡La patria no se vende, se defiende!

¡Basta de discursos y políticas de odio!
¡Ni una menos! ¡Vivas nos queremos!

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La ola soberana

Por Marina Cerquetti (*)

La felicidad, para esta mujer argentina, doblemente oprimida en un país dependiente, se parece mucho a un acampe celeste y blanco a la orilla del río Paraná… La felicidad, en épocas de virtualidad, ajuste y violencia feroz, seguramente se encuentra en esos momentos en que un paso nos acerca a  recuperar lo nuestro, y me atraviesa el cuerpo…

Esta nota está basada en la intervención hecha en una charla sobre “Mujeres y Soberanía”, en  un campamento que realizaron las compañeras de la Campaña por la Emergencia de Villa Gobernador Gálvez. Hoy, elijo escribir con la misma simplicidad y cercanía de esa ronda de jóvenes mujeres. Así construimos nosotras, en ronda, con mate y alegría, para llegar desde la primera hasta la última, porque a esta lucha no le sobra ninguna. 

Estas líneas no pretenden dar respuestas, ni certezas. La intención es abrir debates,  plantear preguntas que puedan ayudarnos a pensar colectivamente posibles caminos para seguir avanzando.

El movimiento de mujeres y feminismos en Argentina

ph © Nahuel Militano

Largo y empinado es el camino que estamos recorriendo. Un camino transgeneracional, en el que nos vamos pasando las banderas, los pañuelos, los debates y la posta. Pequeños y grandes avances nos trajeron  hasta aquí, un momento en que nos sentimos orgullosas de lo conquistado y en el cual  nos preguntamos hacia qué   dirección  seguir caminando para avanzar, porque sabemos que aún nos queda mucho por conquistar.

En Argentina tenemos un movimiento de mujeres y un feminismo que es faro para el mundo, principalmente para Latinoamérica, que en los últimos siete años dio pasos agigantados. Es posible que una parte de quienes leen no recuerden ese primer #NiUnaMenos, que se dio en Argentina. Tal vez eran muy jóvenes para recordar cómo era nuestro país y el feminismo antes de este gran estallido. Me parece importante comenzar  por recordar cuál era la situación antes de ese  3 de Junio del 2015. 

Por aquellas  épocas, en los medios de comunicación se hablaba con total naturalidad de por qué “a veces era necesario pegarle a una mujer”, a los femicidios se les llamaba crímenes pasionales, se justificaban las violaciones y  los femicidios con las actitudes y los gustos de las víctimas. Sabemos que todo esto sigue ocurriendo , pero en ese momento era lo común y no llamaba la atención, aparentaba ser lo  “normal”, pasaba tal vez desapercibido para  la mayoría . Las movilizaciones en las fechas importantes del calendario feminista, como el 8M y el 25N, en ciudades como Rosario, eran grandes cuando movilizaban 1.000 o 2.000 personas. Se hacía  muy difícil decir públicamente que adheriamos a la legalizacion del aborto, y mas impensado aun llevar el pañuelo verde a todas partes, poder hablar de lo que nos pasa a las mujeres y en muchas ocasiones  nos trataban de “locas”.

Pero esas locas, que durante décadas se juntaron en los entonces llamados Encuentros Nacionales de Mujeres, insistieron, y en un proceso fueron creciendo cualitativa y cuantitativamente. Se fueron enriqueciendo y teniendo grandes avances para la época que hoy damos por sentado, y   fueron siendo miles  que lograron ganarse a millones. Millones, principalmente jóvenes, que protagonizan con muchísima garra, con muchísimo entusiasmo y con las fuerzas necesarias ¡para cambiarlo todo!

¿Por qué empezar aquí?

Porque considero  importante poder pensar  que, a veces, esos cambios que necesitamos dar llevan tiempo, son “procesos”. Digo esto en una época en que todo parece que “tiene que ser ya”, en que todo parece  que debe darse de  inmediato. Es importante que podamos pensar que cuando algo es justo, es justo insistir, es justo perseverar. Lo cuento, por haber sido testigo  de ese cambio, por haber visto cómo ese grupo de locas, que insistió e insistió,  logró crecer y ser miles, que convencieron a millones, transformando ideas muy arraigadas  en nuestra sociedad.

ph © Nahuel Militano

Por supuesto que no todo está  resuelto, por supuesto que nos falta mucho, por supuesto que no somos todas feministas y por supuesto que no es igual en cada barrio, en cada ciudad y en cada provincia. Por supuesto que lo  ganado tiene más que ver  con una condena social que con el hecho de que el machismo, la desigualdad,  los femicidios y la violencia contra las mujeres hayan terminado, ¡pero el cambio fue grande! Alcanza con ver un archivo televisivo para sentir que están hablando de otro siglo, no de otra década, antes del 2015. 

Repasar nuestra historia, nos permite no solo revalorar nuestras conquistas, sino también debilitar el escepticismo que todos los días nos pretenden instalar,  porque demostramos   que es necesario y se puede transformar la realidad y porque quienes fuimos parte de ese proceso sabemos  que las mujeres con unidad, con una línea justa y un objetivo claro, podemos transformar lo que deba ser transformado.

Sobre la palabra negada: “Soberanía”

Hace un tiempo, poco más de dos años, se abrió en la sociedad argentina un debate y se recuperó una palabra. 

El debate comenzó con cuál sería el destino de nuestro río Paraná,  qué se iba a hacer con  nuestro río cuando, en 2021, se venció la concesión menemista, que las mayorías desconocían. 

ph © David Silva

Ese mismo río al que íbamos todos los días, en el que veíamos pasar los barcos, hacía décadas que estaba en manos extranjeras y privadas. Ese contrato entreguista se terminó, y se puso en debate si volver a concesionar o si debía  volver a manos argentinas y del Estado, como lo era antes de que Menem entregara nuestros recursos por casi treinta  años. Se abrió entonces la posibilidad de visualizar  lo mucho que desconocemos las mayorías sobre  cuestiones fundamentales para nuestra independencia, y se volvió a poner en la agenda la palabra ”soberanía”.  La misma  palabra por la que nuestras patriotas y nuestros patriotas dieron su  vida en la lucha por la primera independencia, y que desde aquellos años  hasta aquí existen sectores que trabajan para borrarla de la memoria colectiva, encontrando la resistencia histórica popular, que tuvo momentos de mayor efervescencia y desarrollo en proyectos de recuperación soberana de nuestra Patria, particularmente durante el primer peronismo, con la recuperación del comercio exterior,  con la creación del IAPI y la Junta Nacional de Granos, con los principios y el espíritu de la Constitución de 1949, entre otros.

Trabajan para que olvidemos  las heroicas  gestas patrióticas que hemos hecho para lograr esa independencia, como  la batalla de Punta Quebracho o la de la Vuelta Obligado. Trabajan para que se olviden los nombres de esas mujeres que protagonizaron esas batallas por la liberación, como fueron Petrona Simonino, Encarnación Escurra, Juana Azurduy, Macacha Güemes y María Remedios del Valle… Trabajan para el olvido y el desconocimiento, desde el día de la primera independencia, para evitar que las mayorías tomemos en nuestras manos  la pelea por una segunda y definitiva Independencia. 

Desde que comencé  a ser parte de este debate, me encontré con  que muchas de las, les y los jóvenes no conocen el significado de la palabra soberanía, y muchos lo admiten con vergüenza, pero de ningún modo se trata  de un desinterés o desamor por la patria, sino  de lo profundos que fueron ese olvido y ese desconocimiento “planificados” desde las usinas ideológicas de los intereses de los imperialismos y sus socios nativos, dueños de todo. 

ph © Nahuel Militano

¡Les preocupa la memoria, y el conocimiento! Si no conocemos aquello que nos quitaron, no podemos pensar en recuperarlo. Si no conocemos el inmenso valor de  lo que tenemos, no podemos ocuparnos de  que nos lo estén saqueando, aunque esa falta condicione día a día la vida de las argentinas y los argentinos, y sean la causa de enormes sufrimientos.  

Invierten muchísimo dinero, muchísimo tiempo y muchísima gente en trabajar como sus personeros para generar “ideas” que nos hagan creer que  las y los argentinos  “no sabemos”, que “el problema de Argentina son los argentinos y necesitamos que venga gente de afuera a invertir, porque acá no podemos”.  

Les preocupa la “memoria” porque conocer la “historia” nos permite saber que esto no siempre fue así, que no tiene por qué ser así, que sí podemos, que hicimos hazañas impresionantes ¡y que podemos volver a hacerlas!

Aproximación a algunos conceptos y definiciones necesarias

Soberanía es que un país pueda poseer lo suyo, para decidir por lo propio. Por ejemplo: su recursos naturales, su territorio (Malvinas, Lago escondido, etc), su producción (qué, cómo y para quiénes se produce), su política, su moneda y su economía, etc. 

Imperialismos son aquellos  países que mediante todo tipo de formas de dominación, sea la guerra, la economía, oprimen a otros países, subordinándolos para saquear sus recursos y sus trabajos.

Un país dependiente es un país como el nuestro, que está bajo la dominación de esos imperialismos, perdiendo su soberanía, sin poder de decisión para planificar y  decidir qué hacer, cómo y para quiénes. 

ph © David Silva

A  los  países dependientes, desde el orden dominante mundial,  se les asigna un “rol” a cumplir, en función de los intereses y las necesidades de los imperialismos. En nuestro caso, el rol asignado es el de “proveedor” de materias primas. En Argentina se producen alimentos para 400 millones de personas, es decir que cada argentina y argentino podría comer casi diez años con lo que se produce en un año. Sin embargo, comemos mal, salteado, tenemos grandes índices de desnutrición y malnutrición, e inclusive hay pibes ¡que se nos mueren de hambre!. 

A este gran  saqueo planificado de los imperialismos, lo posibilitan sus socios internos, que son aquellos argentinos y argentinas (terratenientes, socios de los monopolios imperialistas y sus expresiones en los sectores políticos) que trabajan constantemente para garantizar y esconder la entrega. Esos socios internos, entre otras cosas, garantizan que existan lo que llamamos usinas formadoras de pensamiento. Usinas que trabajan día y noche, principalmente a través de los medios de comunicación y de los planes educativos, para distorsionar a su favor todo hecho de la historia o de la actualidad, y formar e instalar ideas de que “no se puede” , “no sabemos”, “no podemos”, para  instalar la idea de que quienes  nos vienen a saquear, son “nuestros salvadores “ y  nosotras y nosotros  somos  en tal caso “responsables del robo” por falta de méritos. De este tipo de ideas las mujeres sabemos muchísimo,  porque este mismo tipo de ideas son las que desde siempre  justificaron la violencia y la desigualdad contra las mujeres.

¿Cómo y para qué nos someten los imperialismos?

Los imperialismos someten a otras naciones por una necesidad de la lógica del mismo capitalismo, la de acumular riquezas. Cuando se llega a un grado de concentración tal, para seguir creciendo y acumulando, desde esta lógica, se ven obligados, para seguir obteniendo beneficios, a una nueva disputa del mundo. Hay dos grandes formas en que lo hacen: mediante la guerra y el poderío económico.

La guerra, como la que hoy se está dando en Ucrania, con la invasión rusa. Donde Rusia, por un lado, y Estados Unidos y la OTAN, por el otro, se disputan un nuevo reparto del mundo. O como aquella donde impusieron  que hoy Argentina tenga parte de su territorio invadido por los ingleses en nuestras Islas Malvinas.

Y el poderío económico,  que toma diferentes formas. Una de ellas es el “préstamo”. Grandes préstamos económicos, imposibles de pagar, con intereses usurarios, provocando un estrangulamiento por el cual, y a cambio, imponen las condiciones de lo que puede o no hacer el país endeudado, durante el tiempo en que mantiene la deuda.

ph © Nahuel Militano

En Argentina,  el nuevo acuerdo que se hizo con el FMI en el 2022, entre sus cláusulas exige todo tipo de recortes que involucran  los presupuestos que deberían beneficiar a las argentinas y los argentinos, como la educación, la salud, las ayudas sociales, jubilaciones y pensiones, etc.  Y tiene cláusulas  generadoras de inflación. La deuda es  una efectiva manera de saquear nuestros recursos y los bolsillos del pueblo. Los presupuestos vigentes, los sueldos siempre a la baja, las ayudas sociales, los presupuestos para la prevención de la violencia contra las mujeres, etc., cada vez valen menos. Se recortan los  presupuestos para las argentinas y los argentinos. Toda  la economía argentina se condiciona al pago de la deuda.

Otro  modo,  son las famosas “inversiones extranjeras”, que no vienen a Argentina por mera buena voluntad, a salvarnos de la desocupación como pretenden hacernos creer, y muchas no vienen solo por intereses comerciales. También ponen condiciones para venir y se asientan en puntos estratégicos para nuestra soberanía. Puntos estratégicos con respecto a nuestros recursos naturales, al control del comercio exterior, a la seguridad nacional o en posibles conflictos bélicos. En nuestra región, algunos  lugares cumplen con todos esos factores, como el río Paraná y los puertos de la zona de gran Rosario. 

Las mujeres y la soberanía

Cuando se abre este debate sobre la soberanía, algunas feministas nos empezamos a preguntar qué tiene que ver esto de la soberanía, o su ausencia, con los problemas que sufrimos  las mujeres. Frente a todo el  trabajo que realizan desde estas usinas ideológicas para que “desconozcamos”, por supuesto que es muy difícil que se vea la relación con los problemas que tenemos todos los días como pueblo en general y como mujeres en particular. Por el contrario, parece algo muy lejano vincular lo uno con lo otro. Nunca falta quien dice: “Todo bien con la soberanía, ¡pero yo necesito llegar a fin de mes!”. Este recorrido, tuvo la intención de  permitirnos visualizar  cómo todos los grandes problemas que tenemos en Argentina  son causados por la falta de la soberanía o son profundizados por su falta. Y, por supuesto,  lo que nos sucede a las mujeres no es la excepción. 

ph © David Silva

En un contexto en el cual  después de un avance ininterrumpido del feminismo, parece haberse alcanzado una meseta, y en el que a pesar de haber ganado grandes batallas ideológicas y legislativas, hoy no aparece claro el objetivo común que nos unifique y encauce esa rebelión revolucionaria de millones de jóvenes. Situación que utilizan los sectores de derecha, para intentar arremeter contra los derechos y avances conquistados. 

Mercedes Meier dice: “Argentina es mujer, no solamente por su nombre sino por su condición de oprimida…” Porque le dicen que no puede, porque le dicen que no sabe, porque le dicen que no sirve, porque le bajan la autoestima para que soporte lo que no se debe soportar y si no se deja someter  “viene el sopapo”. Pero Argentina también es mujer por su capacidad de rebeldía, por esa fuerza inagotable que tiene y que le sale de las tripas, para volver a levantarse de ese golpe y decir NO y decir BASTA y cambiar lo que deba ser cambiado.

Podemos pensar en dos ejemplos de cómo se relacionan y profundizan las problemáticas que tenemos las mujeres en Argentina con la pérdida  de soberanía. 

El primero, es que en muchas ocasiones, quienes acompañamos a mujeres a salir de situaciones de violencia, nos encontramos con que esa mujer nos dice que no se puede ir porque si no, no tiene para comer. En este país, proveedor mundial de alimentos, el acceso a la comida y al trabajo es casi un privilegio, y  las mujeres, por la desigualdad de género y nuestro rol en la crianza de los hijos e hijas, lo sufrimos profundamente. En muchos casos,  dependemos económicamente y cuando tenemos trabajo cobramos un 27% menos que los varones. Pero en este país oprimido el 40% de los varones trabaja en negro y de los que trabajan en blanco, el 80% lo hace por un sueldo que está por debajo de la línea de pobreza. ¡Qué jodido ser mujer y sufrir esa desigualdad de ganar un 27% menos que un varón, cuando esos varones ganan un sueldo que tampoco les permite llegar a fin de mes!  Además, esa mujer no puede pedir ayuda a políticas públicas del Estado, cuando el Estado está recortando presupuestos para poder garantizar los pagos al FMI.

ph © David Silva

El segundo ejemplo, aparece sencillamente googleando el mapa del aborto legal, y se visualiza  un mapa mundial donde se muestra claramente cómo en los paises dependientes el aborto no es legal, a excepción de Argentina donde lo logramos recientemente, a fuerza  de decadas de lucha, y aún cuesta garantizarlo. En este contexto, es importante remarcar que Argentina, aunque podría, no tiene una producción de anticonceptivos inyectables nacional, el anticonceptivo más utilizado por los sectores populares. Dependemos de que nos venda la alemana Bayer (única proveedora), que durante el 2022 decidió, arbitrariamente, vendernos un tercio de lo licitado. Por lo tanto, aproximadamente dos millones de personas gestantes quedaron sin acceso a estos. Porque… ¿les sirve a los imperialismos que las mujeres podamos decidir si queremos ser madres, tengamos acceso a la anticoncepción, al aborto legal y a la educación sexual?, ¿o les sirve mucho más tener control sobre nuestros cuerpos y nuestra población, en función a los intereses del momento? 

Otra relación, tiene que ver con las ideas que se instalan para someter a nuestro país, en cómo se parecen muchísimo esas ideas con las que se usan  para justificar la violencia y la desigualdad que sufrimos las mujeres. Y así también aparece uno de los grandes aportes que podemos hacer para la liberación de Argentina, que es todo ese conocimiento acumulado y que generamos día a día para “desnaturalizar” la violencia patriarcal en la “desnaturalización” de esas ideas que sirven para oprimir a la Patria,  y  toda la experiencia de lucha, organización y unidad que supimos construir durante estas décadas. Con la claridad de que  ganando soberanía nosotras ganaríamos el doble, por nuestra carácter de doblemente oprimidas.

La “ola” que nos falta

A pesar de lo avanzado del feminismo argentino y los grandes logros y la masividad que ha conquistado en las últimas décadas, y tal vez incluso por nuestro carácter de doblemente oprimidas en un país dependiente, muchas veces miramos lo que hace el feminismo Internacional con admiración. Así, seguimos esos caminos que en general tienden a reducir los objetivos a reivindicaciones pura y exclusivamente legislativas, a generar leyes que igualen derechos de varones a mujeres. El problema es que en un país dependiente la igualdad es con un varón que la mayoria de las veces trabaja en negro, doce horas, para cobrar un sueldo que no le permite llevar un plato de comida a la mesa. ¡Esa igualdad no nos alcanza! Necesitamos una igualdad plena y digna para todas, todes y todos, para que, como decía Atahualpa: “nadie escupa sangre para que otro viva mejor”. 

Para que nosotras realmente podamos liberarnos y el techo que podamos alcanzar no esté tan bajo, necesitamos destrabar la cuestión soberana. Porque como dice Luciano Orellano, referente de la causa soberana, “la patria no te puede dar lo que no tiene”. En un país soberano se pueden liberar las mujeres, las diversidades, las disidencias, las marrones, los pueblos originarios, pueden dejar de ser pobres las y los pobres, en un país soberano se puede pensar en resolver el hambre, la inflación, el problema ecológico, el problema del trabajo, el problema de la industria… 

Falta mucho por decir, por discutir y por investigar. Esta es una invitación a que recorramos ese camino juntas, que es la mejor manera y la única manera que las mujeres conocemos para avanzar. Y que pongamos toda nuestra capacidad y todo lo aprendido durante las últimas décadas, al servicio de la segunda y definitiva independencia. Para que nuestro país sea libre, porque no nos podemos liberar, realmente, en un país que no lo es. 

Como decía antes,  muchas veces miramos al feminismo internacional, y seguimos sus pasos, el de los feminismos europeos y de Estados Unidos, pero esos feminismos nunca van a poder plantear esta contradicción, porque su países no tienen el mismo carácter. Necesitamos poder ver las particularidades de nuestro país, de un país dependiente.  Y si a los avances del feminismo se los mide en “olas”,  al feminismo argentino le está faltando una ola : La ola soberana. 

 

(*) Marina Cerquetti,  comunicadora, conductora del ciclo de entrevistas Info>Soberana, referente feminista de la ciudad de Rosario e integrante del Foro por la recuperación del a Paraná – Rosario

La foto de portada de la nota fue realizada por Malvina Nichea.

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MUJERES

25N. Entre el vuelo de las mariposas, nuestras fundacionales Madres de la Plaza, y  las cuentas pendientes…

Por Adriana Lynch (*)

¡Hartas y rebeladas!

Cada 25 de noviembre nos convoca a organizarnos una y otra vez, año tras año por los años de los años… Es que en verdad sí: ¡estamos hartas y rebeladas!

Esta fecha nos encuentra en las plazas y en las calles, en todo rincón abierto o encubierto, allí donde se escuche fuerte y estridente nuestro grito, donde  retumben  tantos sufrimientos, tanta violencia sufrida y enfrentada a lo largo de nuestra historia y la de nuestras predecesoras.

Este año, una vez más… y ayer… ¡y por mañana!

Innumerables años, irreparables pérdidas, honorables legados, renovadas esperanzas forjadas por derribar este sistema opresor imperialista y patriarcal que día a día ejerce firmemente su violencia. Que “intenta” frenar, siempre oprimiendo, la conquista de derechos, que maniata y condiciona en tiempo presente nuestras vidas cotidianas, que arrebata los futuros del pueblo y sus mujeres.

¡Pero estallan rebeldías! Una y otra vez…

Y conquistamos derechos con nuestra fuerza en la unidad… y en las calles…

Haciendo un poco de historia… Honorables legados… Irreparables pérdidas… Renovadas esperanzas…

Por nuestras huellas…

María Remedios del Valle

Nos convoca la convicción y el protagonismo por años silenciado de nuestras mujeres en la resistencia ancestral originaria, y en toda gesta histórica para hacernos “libres de España y de toda otra dominación extranjera”.

En el nombre de Juana Azurduy, las Amazonas, y la “Patria Grande”.

En María Remedios del Valle a todas ellas, nuestra afrodescendiente “Madre de la Patria”. Y en los flagelos sufridos en su vida y grabados en su cuerpo a tantas y tantas otras, cuyos nombres ni figuran en libro alguno de historia oficial…

En la figura de Evita y en su antiimperialismo. Llamada  por su pueblo la  “abanderada de los humildes”, despertó el ensañamiento de los sectores de la más rancia oligarquía argentina y sus mujeres, tanto en su vida como en su muerte. La llamaron  “puta” y en la enfermedad, acuñaron la consigna “¡viva el cáncer!”. Ultrajaron su cadáver, lo desaparecieron, y mutilaron su cuerpo. 

Remontando vuelo…

Nos convoca el vuelo de las llamadas “Mariposas”.

Las hermanas Mirabal: Patria, Minerva, y María Teresa.

Mujeres ellas que se rebelaron y enfrentaron ferviente y valientemente en República Dominicana a la sangrienta  dictadura de Rafael Trujillo, siendo ferozmente perseguidas, encarceladas, violentadas y finalmente asesinadas un 25 de Noviembre de 1960, con el particular ensañamiento, como siempre, “por ser mujeres”.

En su memoria, por su lucha, y en la defensa de los Derechos Humanos, se designó esa fecha como “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres”.

Las “locas” de la plaza…

Nos convocan nuestras “Madres de la Plaza” y sus pañuelos, con su lucha heroica y permanente, y sus rondas infinitas de los jueves, particularmente conmovidas hoy por la reciente partida de Hebe de Bonafini, apenas días antes de un nuevo 25 de noviembre.

Hebe, junto a otras “madres”, fueron la avanzada del coraje y heroísmo.

Encabezaron la lucha contra la más feroz dictadura que padeció la Argentina, que se impuso a sangre y fuego con la represión al pueblo y 30.000 desaparecidas y desaparecidos.

Hebe partió en el “Día de la Soberanía Nacional”, nobleza obliga…

Una dictadura con objetivo en enterrar toda soberanía de esta Patria: nuestra libre autodeterminación, quebrar nuestra integridad territorial, ir por ríos, tierras,  puertos, moneda, banca, industria, crear “deudas eternas” para estrangular al pueblo e instalar su proyecto político y económico, para amarrarnos sin disimulo a los imperialismos y sus socios nativos, agravando vertiginosamente la dependencia de la Patria y los enormes padecimientos de este pueblo, que aún sufrimos con toda crudeza.

Lo cierto es que las “Madres de Plaza de Mayo” impusieron la consigna “Aparición con vida y castigo a los culpables” y así lo defendieron por sus hijos, sus hijas, y por todos. Recibieron en represalia: palos, persecuciones, difamaciones, secuestros, nuevas desapariciones, como es el caso de nuestra  inolvidable Azucena Villaflor. Porque si de violencia hablamos, hablemos del Estado…

“Sobre pañuelos blancos, y sus conjuros”

Dicen que se plantaron en ronda… en una plaza…

Que se las veía valientes ante el peligro…

Que las llamaban “locas” por bailar solas…

Y que ellas bailaban… cuerpeando al miedo…

Dicen que hacían conjuros… con sus pañuelos…

Que en 30.000 rincones… fueron buscando…

Que “no debían buscar”… y fueron buscadas…

Dicen que en esta patria… tan dolorida…

hubo historias de madres… que por sus hijos…

¡fueron paridas!

En recuerdo de María Soledad…

Nos convoca María Soledad Morales, cuyo “caso” conmovió a la Argentina. Joven catamarqueña de 17 años, de familia humilde, estudiante secundaria, salvajemente ultrajada, violada y luego muerta a manos de los “hijos del poder” y sus encubridores (hoy todos libres): esos hijos sanos del patriarcado.

Eran años en que la figura del “femicidio” o del “feminicidio” aún “ni figuraba en el mapa”.

Enfrentan remates… “cantando el Himno”

Nos convocan aquellas “señoras” del Movimiento de Mujeres en Lucha, que en lo peor del “infierno menemista” se organizaron en un puñado y salieron a las calles a plantarse logrando “impedir” los remates de las tierras, movimiento que se extendió luego a casi todas las provincias argentinas.

Alterando el orden de la “resignación”, desvelaron e inquietaron a importantes señores de los gobiernos y a los banqueros, y dejaron “sin dormir” a renombradas personas de renombradas familias tradicionalmente “abnegadas” apropiadoras de hectáreas y hectáreas de tierras argentinas, con una sola e infalible herramienta: aparecerse de improviso y cantando el Himno, impedir remates.

Tomadas literalmente “de los pelos”, a los golpes y empujones, fueron apresadas aquella vez en la ciudad de Mercedes.

Salieron y siguieron: frenando remates… cantando el Himno…    

Esas voces… ¡siempre presentes!

Nos convocan las que ya no están, las que ya no tienen voz, pero “siempre presentes” hablan en la nuestra.

Discriminaciones, cárcel, sometimientos, maltratos, abusos, violaciones, secuestros, violencia, explotación sexual y trata, mutilaciones, quemas, asesinatos, entierros… ¡Cuando tocan a una, respondemos todas!            

Nos convocan en nuestras luchas, en definitiva y por siempre, millones de mujeres anónimas: de todas las edades; de todos los trabajos; de los barrios, las originarias y desocupadas enfrentando la “violencia del hambre” entre otras tantas; las de las fábricas, las de las escuelas; en las ciudades como en el campo; las de toda geografía y toda guerra. Clamamos de cualquier modo y “a todo terreno” por la vida que merecemos y nos roban.

¡Porque estallarán rebeldías por millones! Una y otra vez… Una y otra vez… Cientos de miles…

Tantas y tales… como sean necesarias…

 

(*) Adriana Lynch. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná. Docente.

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