Editorial 21/05/2022 «Más temprano que tarde.» Programa de radio FM 88.9
La semana pasada, me animaba a afirmar que la Argentina es como nosotras las mujeres, y si me permiten el atrevimiento, voy a volver a afirmar que la Argentina es mujer. No solamente por su nombre, sino por su condición de oprimida.
Produce para otros mientras pasa hambre, le controlan la plata, le dictan lo que tiene que hacer. Esos que maltratan a la Argentina funcionan como el violento de manual: castigan y demuelen y debilitan la autoestima para después dar el sopapo.
Se acordarán ustedes tal vez,- o les habrán contado los que son más grandes – que en la época de Martínez de Hoz, por ejemplo, había una propaganda (que era parte de una gran campaña que continuó largos años), donde decían que lo hecho acá en la Argentina no servía. Entonces, había una silla que se rompía porque estaba hecha en la Argentina, y por lo tanto, había que traer las cosas de afuera. Que siempre lo de afuera era mejor; que la Argentina no servía, y después, Zaz! privatizaron los trenes, el acero, los ferrocarriles, los ríos. Los 90’, el menemismo…
Ahora sucede algo similar, por ejemplo, con el dragado y balizamiento, que sería lo del mantenimiento de las vías navegables. Las dragas que son argentinas se abandon. Hace unas semanasfue noticia que un funcionario, Andrés Milio, Director de Operaciones de la Dirección Nacional de Control de Puertos y Vías Navegables, renunció a su cargo con una denuncia muy fuerte. El hecho que rebasó el vaso de este director, fue que a la draga Chubut que está en el puerto de Villa constitución en estos momentos, le habían robado lo poco que le quedaba. Están dejándola al abandono: le habían robado una bomba y está prácticamente a punto de hundirse. Milio denuncia que deja su cargo porque la gestión gubernamental en materia de puertos y vías navegables no tiene como prioridad la recuperación de la soberanía nacional y la Subsecretaría de Puertos y Vías navegables, se caracterizó durante los últimos dos años por no impulsar ninguna de las acciones necesarias para recuperar el material flotante y la capacidad operativa de sus áreas a cargo(texto literal de su renuncia).
El viernes 14/05 se reunióen la Ciudad de Rosario, el consejo Federal de la Hidrovía. Éste, conformado por los gobernadores de las provincias por donde pasa el río Paraná, entre otros, tuvo como principal objetivo poner en acción el ente que habilite y que abra el proceso licitatorio para hacer las obras de la mal llamada “hidrovía”, llamada ahora “Vía troncal”. El proceso licitatorio que, por el decreto 949, puede ser para empresas nacionales o extranjeras…Y empieza la campaña de que lo nacional NO SIRVE: otra vez deteriorar la autoestima para después dar el sopapo.
Hay que escuchar lo que se dijo en ese Consejo Federal de la Hidrovía. El anfitrión, nuestro gobernador Omar Perotti dio un discurso impecable para defender los intereses de los que se están llevando la guita en pala. Si hubo (y por fin alguien lo dice!) un gobernador (Axel Kicilloff, Gobernador de Buenos Aires) que dijo que “a partir de que el Estado tuvo en sus manos la concesión y la administración del dragado y balizamiento, la patria recuperó un montón de dólares que hizo que variaran las cuentas de la economía”. Dijo además que “qué bueno que no se hable de la hidrovíasino que se hable de Vía Troncal Navegable, y que se abra el Canal Magdalena”. Al fin alguien lo dice!!Alguien con el peso de un gobernador, porque se viene diciendo esto: hubo marchas de carácter nacionales, por ejemplo la del 20 de abril frente al Ministerio de Transporte, para exigir estas cosas.
Si me siguen permitiendo este paralelismo, un poco limitado, sobre que la Argentina es mujer, podemos decir que sus hermanas ya empiezan a abrir los ojos: ven el dolor que genera la dependencia. México, Chile y Bolivia empiezan a discutir la nacionalización del litio, por ejemplo. Acá se nos abre una oportunidad (o no) en función a lo de los alimentos y la energía: Argentina tiene alimentos para todo el mundo…Argentina tiene los alimentos para todo el mundo? Es más una pregunta, porque evidentemente el Estado argentino tiene poco poder de decisión sobre ellos.
Algo hablamos en la editorial primera, y decíamos que hay que recuperar el comercio exterior. Hoy el presidente está desesperado por ver como desacopla los precios internacionales de los nacionales: como no nos cobran el pan a precio dólar. Una vez, ese mismo presidente dijo que “hay que expropiar Vicentin”. Y era por ahí, y muchos lo apoyamos en ese momento, y decíamos que era esa la medida para empezar a recuperar un poco el comercio exterior y poder desacoplar los precios internacionales. Tal vez, si se hubiere avanzado por ese camino, y no claudicado como se claudica hoy ante el FMI, ante esas corporaciones, estaríamos en otras condiciones.
Argentina tiene otra parte adentro suyo, que es la que queremos alimentar desde este programa: es una parte que le susurra al oído que ella PUEDE, que PUDO y que PODRÁ; que tiene un pueblo que no se da por vencido; que sus trabajadores y trabajadoras tienen en la mochila una cantidad de luchas que la hicieron más fuerte; que la Argentina fue parida con una revolución; que su esencia plurinacional, diversa, rebelde, es la garantía para que tome la decisión de poder recuperar su libertad, su soberanía y así, poder ser feliz y digna, más temprano que tarde.
Mercedes Meier, ingeniera química, presidenta del PTP Santa Fe, ex-diputada provincial FSP, integrante del Foro por la Recuperación del Paraná y de la Mesa Coordinadora de Defensa de la Soberanía Nacional sobre el río Paraná y el Canal Magdalena.
La Bolsa de Comercio de Rosario, el Ente Administrador del Puerto de Rosario (ENAPRO), y de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), con el aval del Ministerio de educación de santa Fe, anunciaron esta semana la puesta en marcha de un programa llamado “El río educa” para “educar a los niños y niñas de Santa Fe” sobre el río Paraná y el complejo agroexportador.
¿Pueden quienes quieren mantener el río privatizado y para provecho de unos pocos enseñar sobre un bien común como el Paraná? ¿Que pueden compartir sobre biodiversidad de nuestro delta quienes a diario lo contaminan y propician su devastación para ampliar un modelo productivo que los beneficia? ¿El estado provincial avala la tercerización del conocimiento en manos de estas instituciones?
Hace mucho tiempo venimos advirtiendo que La Bolsa de Comercio de Rosario, además de concentrar el poder económico de la provincia y el país, es la usina ideológica que genera la producción intelectual para justificar el saqueo en la Argentina.
Con un trabajo sostenido sobre los profesionales en formación moldea los programas de las Universidades públicas, como la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad del Litoral, principales objetivos de esta usina de los monopolios agroexportadores y los grandes propietarios de la tierra.
Con cursos, becas y hasta una Diplomatura en Gestión de Puertos y Vías Navegables en la UNR, se impone la visión de La Bolsa, Jan de Nul (la empresa belga que tiene hace 25 años el dragado del Paraná) y las empresas privadas del rubro por encima de cualquier visión crítica basada en los intereses de los argentinos y argentinas.
Por otro carril, desde la entidad, influyen sobre los grandes medios de comunicación intentando generar consensos y aceptación sobre el rumbo económico que intentan impulsar en el país, las obras que consideran necesarias y las políticas económicas que quieren o que rechazan, siempre para su propio beneficio.
No hay otra manera que trabajando sobre las ideas de la sociedad de que este rumbo, que va demostrando a cada paso su grosera inequidad y perjuicio para las grandes mayorías, pueda ser aceptado. En este último tiempo redoblan esfuerzos por blindar sus ideas para explicar lo inexplicable: como crecen la producción y el ingreso de divisas a niveles inusitados, record de las últimas décadas, mientras 9 de cada 10 trabajadores no sobrepasa la línea de la pobreza y crecen la desocupación y el hambre.
Pero esta semana cruzaron una línea que es escandalosa.
Quienes pugnan por mantener privatizado el rio y el comercio exterior en manos de monopolios extranjeros para sostener el saqueo, impedir el efectivo control de lo que circula por nuestras vías navegables, y en última instancia impedir la soberanía plena de la Argentina, se proponen como educadores de nuestros pibes y pibas sobre el Paraná.
¿Pero por qué quieren educar a nuestros hijos e hijas sobre el Paraná?
En primer lugar parece una respuesta a la fenomenal movilización, que estos últimos años, desarrollan miles de militantes; intelectuales; periodistas y referentes políticos, sociales y sindicales rescatando la concepción de soberanía tan pisoteada en nuestro país.
Libros, conferencias, charlas, videos y encuentros siembran soberanía, hacen docencia patriótica advirtiendo la necesidad de recuperar lo nuestro, hoy en manos de unos pocos monopolios extranjeros y sus socios locales y socializar así la felicidad entre nuestro castigado pueblo.
La educación de los poderosos, a diferencia de la educación popular nacida de las entrañas de las mayorías, tiende a conservar las cosas como son. A que no haya grandes transformaciones. Educan para sostener un rumbo que sòlo a ellos favorece.
Lo hacen, por supuesto, presentándose como grandes benefactores desinteresados. Como escribía el gran Eduardo Galeano en “Patas Arriba: Escuela del Mundo al Revés”:
“En estos tiempos neoliberales, los derechos públicos se reducen a favores del poder, y el poder se ocupa de la salud pública y de la educación pública, como si fueran formas de la caridad pública, en vísperas de elecciones”
El programa acordado entre las entidades esta semana se llama “El Río Educa” y contempla visitas de los estudiantes de primaria y secundaria al museo de la Bolsa para conocer la historia de la institución, de sus mercados y del comercio de granos en la región, una charla informativa en la nueva terminal fluvial y un viaje en barco para “conocer desde el río lo que es el puerto de Rosario, la vía navegable troncal, la zona de humedales y el puente Rosario Victoria, desde donde dónde podrán ver el polo agroindustrial más importante del mundo”
Según Miguel Simeoni, presidente de la BCR, “creemos que a través de esta iniciativa, cuando los alumnos conozcan lo que es la Bolsa, los mercados y puedan ver el trabajo que se hace en el puerto con las embarcaciones, podrán compartir con sus familias los conocimientos y generar un circulo virtuoso de información”
¿Qué pueden enseñar sobre los humedales y la conservación de nuestro ambiente quienes diariamente arrojan miles de litros de desechos sin control a nuestro Paraná como mostramos en el documental “Los 100 caños, enemigos ocultos del Paraná”?
¿Qué pueden explicar sobre el funcionamiento de los mercados quienes esta misma semana protestaban y rechazaban los controles de la AFIP y la Aduana por “burocráticos” como hizo Ciara esta semana en su cuenta de Twitter, mientras se comprueba a cada paso las maniobras de evasión de impuestos y subfacturación de sus empresas? Son los que rechazan los pocos controles que todavía sostiene el estado en los enclaves coloniales en que se han trasformado los puertos de nuestra región.
¿Cuando dicen que enseñarán la historia de la institución, le contarán a nuestros pibes y pibas que Alberto Padoan era presidente de la entidad cuando estafó a miles de productores agrarios y al Banco Nación con Vicentin?
¿Cómo pueden explicarle a nuestros niños y niñas el trabajo que se hace en el río los que mienten sistemáticamente sobre la capacidad humana y técnica de la Argentina, en la fabricación y desarrollo de las dragas necesarias para hacer, por nosotros mismos, el trabajo que hacen los privados desde el menemismo?
Y es preocupante, aunque no inesperado, que esto se lleve adelante con el aval del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe. Ya en mayo se firmó un convenio entre la BCR y el Ministerio de Educación de Santa Fe para que estudiantes secundarios de escuelas técnicas y agro técnicas realicen prácticas profesionales. Y esto sigue la misma línea.
Y no es un problema en este caso de articulación público/privada, o de lo que puedan aprender los y las estudiantes del mundo productivo, sino que son instituciones que representan a quienes tienen intereses contrapuestos con los de la patria y los de las mayorías populares.
Como explica Paulo Freire en su “Pedagogía del oprimido” hablando de los mecanismos de dominación cultural que utilizan los poderosos en la educación:
“En verdad, toda dominación implica una invasión que se manifiesta no solo físicamente, en forma visible, sino a veces disfrazada y en la cual el invasor se presenta como si fuese el amigo que ayuda. En el fondo, la invasión es una forma de dominar económica y culturalmente al invadido. En la invasión cultural, es importante que los invadidos vean su realidad con la óptica de los invasores y con la suya propia. Cuanto más mimetizados estén los invadidos, mayor será la estabilidad de los invasores. Una condición básica para el éxito de la invasión cultural radica en que los invadidos se convenzan de su inferioridad intrínseca”
Es fundamental ante estos intentos de colonizar cada vez más temprano las cabezas de nuestro pueblo, avanzar en la educación liberadora, que tienda a transformar lo que hay que transformar para desarrollar nuestro proyecto colectivo de país. Una educación que además no solo sea de especialistas sino que se apoye en la vastísima experiencia de nuestro pueblo y los actores que han construido el entramado productivo que nos llevó a ser potencia en otros tiempos.
Los y las trabajadoras vinculados al sector de las vías navegables, pescadores, aquellos militantes que ponen el cuerpo para defender el ambiente agredido por estos monopolios a diario, intelectuales comprometidos con su patria, docentes que militan diariamente por una patria justa, libre y soberana y muchos actores más.
En ese protagonismo educativo reside nuestra esperanza y ante este avance de la pedagogía de los poderoros, de la maña educación, seguimos trabajando en alimentar la “contraescuela” que Galeano supo definir tan brillantemente.
“El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo: así practica el crimen, y así lo recomienda. En su escuela, escuela del crimen son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación. Pero está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga su contracara, ni desaliento que no busque su aliento. Ni tampoco hay escuela que no encuentre su contraescuela”
(Eduardo Galeano – El mundo patas para arriba)
Germán Mangione. Periodista, miembro del Foro por la Recuperación del Paraná y Soberanía Popular San Lorenzo y del Instituto Soberanía.
Soberanía, antiimperialismo y necesidades de las masas, son un eje central de la política argentina.
Se concentran en la deuda externa ilegítima, fraudulenta, usuraria y odiosa. Una estafa al pueblo argentino, legitimada como nunca antes con la aprobación del acuerdo con el FMI en el Congreso de la Nación.
La legitimación de esta deuda y la firma del acuerdo son una permanente pérdida de autonomía política y económica, que lesiona gravemente nuestra soberanía.
A cuarenta años de Malvinas, Argentina corre el gravísimo peligro de desintegración territorial. Se escuchan voces en las altas esferas, a presidentes de partidos políticos, gobernadores, etc., que levantan propuestas separatistas para partir a la Argentina, o para reducirnos a una suerte de protectorado. Es un viejo proyecto de las clases dominantes que está más vigente que nunca.
Malvinas, 40 años.
Las minorías oligárquicas, cuya existencia y desarrollo depende de los imperialismos, y en función de sus mezquinos intereses, someten al país a la humillación, al saqueo de sus riquezas y a un verdadero genocidio social.
La base de la declinación de la soberanía es la extranjerización de nuestra economía.
Marcha contra el acuerdo con el FMI.
Comercio Exterior y Puertos.
Argentina creció exponencialmente en su producción y en su comercio agropecuario, pero este crecimiento está trágicamente concentrado, centralizado, y reina soberano el capital extranjero.
Monopolios imperialistas como Cargill, Bunge, ADM y Toepfer (yanquis), Dreyfus (francesa), Cofco y Nidera (propiedad del Estado chino), Glencore (hoy Viterra, anglosuiza, pero asociada a capitales de origen nacional como Vicentín), AGD (nacional del grupo Urquía, asociada a Bunge), Molinos Río de la Plata, entre otras, dominan un sector estratégico de nuestra economía y por lo tanto marcan gran parte de las políticas económicas, en alianza con los terratenientes nativos y extranjeros.
Los EE.UU tienen un papel hegemónico, con un peso muy grande de los sectores europeos (caso Dreyfus). Los chinos avanzan al galope, tienen el 20% de este comercio. Tiene un peso importante la burguesía intermediaria, como AGD, del grupo Urquía, como también la burguesía nacional a través de ACA.
No solo es el comercio, sino además una industria aceitera de 23 plantas, que involucra a 22.000 trabajadores.
Argentina representa el 53% del aceite de oleaginosas que se comercializa en el mundo, y el 35% de harina. La cosecha 2021/22 es de un valor de 53.000 millones de dólares y las exportaciones alcanzan 35.000 millones (un 80% sale por los puertos del Gran Rosario).
Se produce un entrelazamiento que combina el capital financiero con capital comercial, agrario, industrial, y bancario. Además controlan eslabones principales de la cadena productiva: semilla, insumos, fertilizantes, herbicidas, maquinaria agrícola, pools de siembra, etc.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)
La BCR, (segunda en el mundo después de la de Chicago), es un centro económico-financiero, parasitario, que cristaliza la renta terrateniente y está directamente asociado a la “timba financiera”. Es un órgano de la oligarquía, el imperialismo y la burguesía intermediaria y el epicentro de gran parte de las operaciones de compra y venta de granos de la zona núcleo de Argentina. En el Gran Rosario se han concentrado, una cantidad de terminales portuarias y de plantas agroindustriales que posibilitan un nivel de comercialización y procesamiento entre los más importantes del mundo.
La Bolsa de Rosario tiene relevancia nacional y ha desarrollado múltiples mecanismos de especulación: mercados a futuro (no solo de los granos sino del dólar), contratos de cobertura, descuento de cheques de pago diferido, fideicomisos financieros, emisión de obligaciones negociables, etc., y busca conformar un “banco propio”, que sería el corolario lógico de todo este proceso.
Como lo demuestra el hecho obsceno e impune cometido por el ex presidente de esta entidad, Alberto Padoán a la vez CEO de Vicentín-Glencore que usó todo su poder para cometer la estafa millonaria a los chacareros, al Estado, y al pueblo argentino por 1.000 millones de dólares.
Citando a Federico Engels: “…la riqueza ejerce el poder indirectamente, pero de un modo seguro. Por una parte, bajo la forma de corrupción directa de los funcionarios, de lo cual es América un modelo clásico, y, por otra parte, bajo la forma de alianza entre el gobierno y la Bolsa. Esta alianza se realiza con tanta mayor facilidad, cuanto más crecen las deudas del Estado, y más van concentrando en sus manos las sociedades por acciones, no sólo los transportes, sino también la producción misma, haciendo de la Bolsa su centro” (Federico Engels: El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, en Marx y Engels: Obras Escogidas, Cartago, Buenos Aires, 1957, pág. 658).
Política y Soberanía. ¿Quién gobierna?
El entonces presidente Mauricio Macri, con motivo de la conmemoración de los 200 años de la declaración de nuestra Independencia en la propia casa de Tucumán, pidió disculpas a su invitado especial, el rey de España, y en nombre de nuestros patriotas opinó: “Ellos en ese momento claramente debieron sentir angustia, querido Rey, de separarse de España”.
Si bien el presidente Alberto Fernández ha expresado su adhesión a la socialdemocracia europea, particularmente española, en su encuentro con Putin durante su gira presidencial (apenas días antes de la invasión a Ucrania), le planteó abiertamente : “El contexto es muy favorable para vincularnos más entre Rusia y la Argentina. Tenemos que ver la manera de que Argentina se convierta en una puerta de entrada de Rusia en América Latina, para que Rusia ingrese de una manera más decidida”.
Jerarcas y sectores de la CGT corrieron a reunirse en la embajada de los EE.UU posteriormente a la derrota electoral del Frente de Todos en las PASO de agosto de 2021.
El magnate y terrateniente inglés Joseph “Joe” Lewis, apropiándose de una parte de nuestra Patagonia, ha conformado un Estado dentro del Estado y una verdadera prolongación de la base inglesa en Malvinas..
Los poderes públicos, desde el presidente para abajo, aceptan discutir y acordar las decisiones políticas e institucionales con los “organismos internacionales de crédito” y con gobiernos extranjeros.
Esto ha expresado un amplio rechazo de grandes sectores de la política, sociales, sindicales, etc. La disputa por la Argentina, expresada en el Frente de Todos, de marchas y contramarchas como en el caso de la posible estatización de Vicentín, de crear una empresa del Estado para el dragado de la mal llamada hidrovía, como la realización del canal Magdalena, entre otras, nos ha permitido un marco de alianzas y luchas muy importantes con amplios sectores, particularmente del peronismo.
Argentina ha tocado fondo en materia de soberanía nacional, y se necesita una revisión integral.
Con el crecimiento explosivo de la deuda, el FMI, el “organismo multilateral” representativo de los intereses imperialistas dicta la política económica y audita su cumplimiento, monitoreando además toda la economía argentina a través de sus veedores. Al punto tal que para emitir moneda hay que pedirles autorización. Opera como instrumento de las grandes potencias, sus bancos y sus monopolios y puede concretarlo en los países cuyos gobernantes se someten y aceptan su intromisión.
Esto quedó demostrado cuando el gobierno pidió ayuda a los rusos y a los chinos y le respondieron que primero arreglara con el FMI.
La política del gobierno de Alberto Fernández ha sido, en lo fundamental, mantener la diversificación de la dependencia, la renegociación y continuidad, con lo cual se ha agravado la declinación de la soberanía.
Existe una aguda y permanente disputa de todos los imperialismos por el control del Estado y de la política, para conservar, permanecer, ampliar, y perpetuar su penetración en Argentina, que está a la orden del día, con negociaciones de todo tipo y continuamente. .
El rumbo general del gobierno es traer inversiones extranjeras, para producir más, para tener más dólares para pagar los compromisos externos, y con el latiguillo del supuesto “derrame” se resolverían los problemas de las masas. Siempre el discurso es crecimiento, desarrollo, innovación, de determinadas áreas, y enterrando otras, sobre todo la Argentina industrial, autónoma, de pleno empleo, independiente e integral, con centro en el mercado interno, la producción nacional, las economías regionales, etc.
El proyecto de las clases dominantes: si hay un tema donde se expresa claramente la cuestión de la soberanía es en la profundización del modelo agroexportador.
Buscan profundizar una economía agroexportadora subordinada, dependiente y de extrema especialización y una integración al mercado mundial de carácter unilateral. Todo se reduce en lo fundamental a la extracción de productos primarios y a un escaso desarrollo industrial, solo con la excepción de aquello que necesita tomar lo mejor de la ciencia (genética animal y vegetal, semilla, fertilizantes, químicos, agroquímicos, siembra directa, etc.)
Ese núcleo de intereses coincidentes ha ganado a lo principal de la intelectualidad bajo las tesis del desarrollo y el crecimiento asentado en la imposibilidad de escapar al rol asignado a nuestro país en la división internacional del trabajo, subordinando a las universidades y el rol de la ciencia que son claves para sus proyectos, subordinación que bajo los distintos gobiernos no solo no se modificaron sino que se profundizaron. Allí se expresa muy claramente cómo el «radicalismo del litoral» puede coexistir pacíficamente con sectores del kirchnerismo y del PJ, y cómo lo principal del conocimiento científico público ha sido orientado a perfeccionar el modelo de saqueo, entrega y contaminación de nuestro país. No hay ningún aspecto del modelo de desarrollo productivo de nuestro país que no se asiente sobre investigaciones públicas financiadas por el Estado.
El desarrollo capitalista en el campo, no ha hecho más que reforzar la dependencia al imperialismo y al latifundio terrateniente.
Esta profundización se desarrolla en medio de intensas y a veces publicas luchas para decidir en beneficio de qué imperialismo se realizan.
La soja es el centro de la matriz productiva de América del Sur. Sobre un total de 360 millones de toneladas de soja anuales que produce el mundo, la Cuenca del Plata está en una producción de 175 millones, y ha pasado a ser el primer exportador de poroto, de harina, y de aceite de soja del mundo.
Es la proteína del siglo XXI, que en tiempos de paz, es un alimento, pero que en tiempos de guerra el alimento se convierte en un arma.
Cerca de 70 millones de hectáreas están vinculadas a este cultivo en América del Sur, donde se duplicó la frontera agrícola en los últimos cuarenta años. El corazón de este cambio se ubica en Brasil, con 40 millones de hectáreas, y en Argentina con 20 millones de hectáreas.
Esto implica un cambio en la estructura de clases y en las relaciones de poder, con la conformación de nuevas roscas y grupos dominantes, con cambios demográficos en las regiones. Tal el caso de la región centro, conformada por Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, en donde se concentra más del 60% de dicha producción.
El principal medio de producción en América del Sur es la tierra, cuyo valor se ha multiplicado por 10, por 100, por 1.000, dependiendo de la región. Ha crecido su nivel de extranjerización, la renta extraordinaria absoluta y relativa, y la concentración en pocas manos con nuevos latifundios.
Renegociación de la dependencia y luchas.
Hay privatizaciones y concesiones con fecha de vencimiento: ferrocarriles, la mal llamada “hidrovía” del río Paraná, las centrales hidroeléctricas patagónicas (como El Chocón, Pichi Pichi Luefú o Piedra de Águila), puertos, en un proceso de renegociación de la dependencia.
Como contrapartida, se ha puesto en debate la palabra soberanía. El antiimperialismo está al orden del día, porque ninguna de las necesidades y urgencias de las masas pueden resolverse si no se enfrenta al mismo tiempo, a la dependencia.
Se ha abierto una oportunidad única de recuperar lo nuestro y se ha desarrollado un movimiento de carácter nacional alrededor de la defensa y por la recuperación del río, los puertos, el comercio, la moneda, la banca, la tierra, el litio, el petróleo, las cuestiones socio-ambientales, nuestros recursos pesqueros y nuestra minería, por la soberanía de las vacunas, por una industria nacional, por una industria naval y marina mercante propias, etc.
Es un movimiento que vino para quedarse, donde muchos compañeros y compañeras tienen un trabajo importante y un lugar destacado, y propuestas que lideramos con frentes únicos muy amplios y heterogéneos, con múltiples iniciativas, y entendiendo además que el tema de la de la deuda externa y el FMI no es un tema cerrado, sino un tema abierto porque viene a condicionar toda la política y la economía argentinas, y el presente y el futuro de este pueblo.
Movimientos de masas en Mar del Plata, la pueblada de Chubut , movilizaciones en el puente Rosario-Victoria y el río Paraná en el Gran Rosario y su cordón industrial, en la ciudad de Santa Fe; en el puente Chaco- Corrientes; Villa Constitución, Ramallo, La Plata, Neuquén, Chocón, Corrientes. Contra la entrega del litio, contra la megaminería, movidas contra el acuerdo con el FMI, por los 40 años de Malvinas, por el ARA San Juan, y contra Joe Lewis en nuestra Patagonia, ante los incendios ambientales en Corrientes, etc.
Este movimiento se ha ido corporizando en cientos de foros; iniciativas y actividades; caravanas; actos; conformación del “Foro por la Recuperación del Paraná”, de la “Mesa Coordinadora por la Recuperación del Paraná”; creación de institutos; marchas; declaraciones; movilizaciones al Ministerio de Transporte y al Ministerio de Defensa; a la Bolsa de Comercio de Rosario; a la Dirección de Vías Navegables de Corrientes; en las iniciativas presentadas en el parlamento con el proyecto de Ley “Vías Navegables Sociedad del Estado”; en movimientos locales, regionales y nacionales; etc., que toman en sus manos la defensa de la soberanía y el antiimperialismo, vinculadas a las urgencias que vive nuestro pueblo por la imposición de los precios monopólicos, por la devaluación estrepitosa de nuestra moneda, por la inflación, etc., unidas a las situaciones concretas del mundo del trabajo, a las reivindicaciones y demandas de los trabajadores ocupados, desocupados, y jubilados.
Un instrumento importante en este período fue el libro “Argentina sangra por las barrancas del río Paraná”. Un aporte que permitió desplegar una línea de denuncia, de propuesta y de rumbo antiimperialista y soberano, estimulando y ampliando este movimiento de frente único, las iniciativas, y ubicando al Partido en un lugar de referencia nacional.
Los debates: ¿es posible un rumbo soberano?
En el campo popular se debate sobre qué salida es posible para Argentina. Fundamentalmente, si es posible un cambio de rumbo que modifique la estructura dependiente latifundista, y hasta dónde pueden tomarse las medidas profundas que necesitamos para la plena recuperación de nuestra soberanía en todos los sentidos. Es un debate genuino en el seno del pueblo, donde millones se cuestionan y discuten las posibles alternativas al saqueo y a los enormes padecimientos que sufrimos (que, aunque preexistentes, se han agravado y puesto aún más en evidencia con la pandemia de Covid 19).
Pero es notable cómo son alentadas intencionalmente las salidas defensivas y derrotistas con diversos desarrollos teóricos, que fundamentan el camino de lo “posible” versus lo “necesario”.
Estas teorizaciones, y sus ideólogos, que usan grandes medios de difusión, abarcan desde corrientes revisionistas, reformistas, de apariencia “progresista”, o revolucionarias “escépticas”, que parten desde el “pragmatismo”, del “posibilismo”, desde un supuesto “realismo”, y niegan las mejores experiencias revolucionarias en el mundo y los profundos cambios que conquistaron.
Desde la idea del “fracaso” de estas, predican: “¿valió la pena?”; “hay que buscar el mal menor”; “no hay margen”; “¿no ves la ofensiva violenta, reaccionaria, y las relaciones de fuerza en América y en el mundo?”; “ganar las calles y formular otro programa es funcional a la derecha”; “no hagamos ruido para no despertar a la bestia”; “no podemos pelear al león con un escarbadientes porque nos suicidamos”.
Se niega todo camino independiente, emancipador, y revolucionario, por derecha y por “izquierda”.
La conclusión que divulgan, es que el único camino en la actual división internacional del trabajo es subirse al tren de los agronegocios, litio, etc., en donde nuestra integración al mercado mundial es unilateral y primarizada y entierra cualquier posibilidad de desarrollo independiente.
Nadie puede negar que hay una ofensiva reaccionaria a escala mundial. Porque frente a la crisis (con pandemia o sin ella) los imperialismos van a ser más reaccionarios y belicistas que nunca. Y todos, porque no hay imperialismo “bueno”.
Ante este cuadro de situación, y desde hace varias décadas, los revisionistas rompen con el contenido revolucionario de la teoría marxista y, principalmente, niegan la necesidad de destruir por esa vía este Estado opresor de las clases dominantes. Sostienen la vía pacífica y parlamentaria como la única y están en contra de la teoría leninista del imperialismo: reniegan de la revolución y se limitan a postular reformas dentro del sistema capitalista e imperialista.
En ningún proceso verdaderamente transformador hubo en sus inicios una relación de fuerzas favorable, lo que explica que no es un problema de “relación de fuerzas” sino de “objetivos”.
La soberanía y el antiimperialismo abarcan todos los temas, es una integridad. El arte es cómo vincularlos a los problemas concretos del pueblo para vincular a todo el movimiento de masas a la soberanía y el antiimperialismo, para que los tomen en sus manos y para avanzar en formular un programa de salida, a favor del pueblo y de la Patria.
Las tesis de Lenin sobre “el imperialismo, fase superior del capitalismo” nos permiten ubicar el momento actual, inscripto dentro de la época del imperialismo y las revoluciones proletarias. En un mundo al que los capitalistas y revisionistas llaman “globalizado” para negar una feroz disputa por su reparto entre las asociaciones monopolistas y las oligarquías de las potencias imperialistas que los expresan, con desigual desarrollo, que lleva a agudizar las contradicciones entre ellos (al punto de colocar al mundo frente a la posibilidad de una nueva guerra mundial) y con los explotados y oprimidos en todos los países. De ahí la renovada necesidad de comprender en profundidad la base económica de las crisis y las guerras, y las crecientes luchas sociales y políticas de los trabajadores y los pueblos oprimidos de todos los países del mundo que las enfrentan, delimitando los campos entre los oportunistas y los revolucionarios.