Hay un solo demonio: El de los imperialismos y sus socios internos que promovieron y promueven la entrega, el ajuste al pueblo, la sumisión y la indefensión nacional
Desde el “Proceso” al presente: Décadas de ajustes, entrega, sumisión e indefensión nacional.
Por Horacio Micucci (*)
Unir al Movimiento patriótico-nacional con el Movimiento democrático-popular
Este nuevo Aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 debe ser un día de reflexión para ubicar a todos los verdaderos culpables (algunos han logrado borronear su sangriento protagonismo) y de lucha para que no vuelva a ocurrir, en estos momentos en que el gobierno de Milei-Villarruel, (con apoyos, en lo esencial, del macrismo, los restos menemistas y cavallistas, el resto de los procesistas, Bullrich, etc.) que, simultáneamente, disputan por el tamaño de las tajadas de la entrega del patrimonio nacional y el ajuste al pueblo. Todos ellos intentan aplicar nuevamente un plan muy parecido o igual al de Martínez de Hoz en 1976. O el de Menem-Cavallo, después que el primero traicionó el Programa de 1998 por el que había ganado las elecciones, o el de Cavallo-De la Rúa o el de Macri-Caputo-Sturzenegger (omnipresente monje negro de la entrega y viejo conocido de “la casta”). Sin olvidar al siempre presente Nicolas Caputo, el hermano del alma de Macri, cuyos negocios “de casta” son intocables para el “anti- casta” Milei que, a su vez, se rodea de lo más granado de “viejas y nuevas castas”.
Ayer, como hoy, detrás de esos planes está el círculo rojo de latifundistas y empresarios que lucran con la dependencia, la sumisión nacional y la subordinación a uno u otro imperialismo. Esa oligarquía que ha sido y es la prostituta de todos los imperialismos (Inglaterra, EEUU, Rusia y China, Francia, etc.). Es que “el mercado” y “el círculo rojo” siempre presente, mueven los hilos, única explicación de la presencia de un presi- dente como Milei. De la misma manera, en 1976, lograron que un obscuro general como Videla ocupara el papel del gran dictador.
Detrás de la disputa interna entre entreguistas y ajustadores del pueblo (hoy como en 1976) está la búsqueda de alineación con uno de los dos bloques que se van conformando en este mundo donde crecen los factores bélicos camino a una tercera guerra mundial (como ya ha alertado el Papa Francisco más de una vez).
El 24 de marzo de 2024, debe ser un día de lucha para que no nos atrapen de nuevo los que entregan la Nación. Aquellos que, como el tero, mientras ponen los huevos en un lado, cacarean en otro lugar.
No queremos poner palabras bien escritas, sino que queremos que estén cimentadas en luchas reales. Caminos marcados de los que fueron obligados a no estar pero que con su ejemplo empujan hacia adelante (como César Gody Álvarez y René Sala- manca, artífices de la más democrática experiencia sindical argentina en el SMATA de Córdoba, previa al golpe de Estado), sufrimientos propios, lágrimas de los seres queridos, convicciones comprobadas, sostenidas después de la cárcel y la tortura, o después de la defensa del territorio nacional usurpado en Malvinas. (1)
Sostenemos, desde hace décadas, que es necesario unir a dos movimientos que estaban juntos al principio de nuestra historia y fueron separados intencionalmente y enfrentados: El movimiento patriótico y nacional y el movimiento democrático y popular. Tenemos ya una historia nada despreciable en trabajar por unir lo patriótico y nacional (es decir lo antiimperialista), con lo democrático y popular (es decir lo social). Unir a esos dos grandes movimientos que son la clave para iniciar un camino venturoso para Argentina. Unir a patriotas y luchadores sociales de distintas vertientes ideológicas y políticas, con convicciones religiosas o sin ellas, civiles y militares, de distintas profesiones…
La condición de unidad es confluir en un camino que retome lo que indica el Acta de nuestra Independencia del 9 de julio de 1816, por una Argentina Independiente de toda dominación extranjera, con la efectivización de los derechos del pueblo.
Sin derechos del Pueblo no habrá Independencia. Sin Independencia no habrá derechos del Pueblo.
Porque, en lo más profundo de nuestra historia, ambos movimientos nacieron juntos y el éxito nos acompañó mientras esa unidad se mantuvo. Es lógico entonces el intento de los enemigos de hoy y de ayer, de profundizar la división entre ambos. Pero tarde o temprano, la unidad patriótica y popular, impondrá el Estado de una Argentina independiente como país, emancipada como Nación, con una Democracia Grande y verdadera donde se satisfagan los deseos del pueblo.
Parte de esa lucha es comprender el pasado, hacer un justo balance de lo ocurrido (que ayude al Pueblo, que incluye a los civiles patriotas, a los militares patriotas y a los eclesiásticos patriotas), para sacar conclusiones útiles para el destino de Argentina Independiente de toda dominación extranjera.
Hay sucesos de nuestro pasado inmediato que exigen balances. Hay heridas abiertas del pueblo argentino que exigen respuestas, explicaciones sobre sus causas, ubicación de los verdaderos culpables y reivindicación de los verdaderos patriotas.
Desde ya es bueno recordar que no todo empieza en 1976 como se pretende hacer creer.
Hay una historia de los patriotas y del pueblo tantas veces burlados, humillados, reprimidos, que se nos oculta, se nos deforma, para que no podamos abrevar en sus más brillantes páginas que nos marcan un camino de independencia. El olvido del rechazo de las invasiones inglesas, antecedente indispensable del 25 de mayo de 1810, en tanto permitió constituir, en un proceso, las fuerzas armadas patriotas, la guerra de la independencia que culminaría en los campos de Ayacucho y Tumusla, y que es inseparable de la guerra campesina de los gauchos de Güemes, la Guerra de la Republiquetas del Alto Perú y el papel del General Arenales, el “General de los Pueblos”, y la empecinada lucha del General Artigas, líder agrario y padre del federalismo, y de su segundo jefe, el Comandante guaraní Andresito, en la Banda Oriental. El asesinato de Mariano Moreno, la muerte en el ostracismo de San Martín y Artigas y en la pobreza y el olvido del General Belgrano. El fusilamiento del Coronel Dorrego, sus causas, sus consecuencias. La campaña del desierto, el genocidio de los pueblos originarios y la extensión del latifundio que traba el desarrollo nacional. El derrocamiento de Irigoyen, Perón e Illia. El golpe del 30 con el encarcelamiento de los Generales Mosconi y Baldrich y la posterior década infame. El golpe de 1955, el movimiento legalista del 9 de junio de 1956 y los fusilamientos de civiles y militares que querían restituir al gobierno constitucional del General Perón, y la persecución de otros como el Teniente Coronel Adolfo Phillipeaux. El golpe de 1966 y los sucesos posteriores.
Los patriotas y demócratas, civiles y militares de distintas creencias e ideologías, deben ser reivindicados. Mientras que traidores a la Patria y al Pueblo, sean de la profesión o de la fe que fueran, deben se repudiados.
La salida no es hacia atrás.
El cambio que es necesario es Independencia y Democracia Grande. Está en una nueva Unidad Patriótica y Popular para construir un nuevo camino.
En los albores de nuestra Patria, el Movimiento patriótico estaba unido al Movimiento popular y democrático. Los enemigos los desunieron con todo tipo de trampas. Restablezcamos esa unidad que es condición necesaria.
Un solo demonio: Todos los imperialismos apoyaron al Golpe
Aquel 24 de marzo de 1976 no había sólo un imperialismo occidental (y entre ellos, para algunos, sólo los yanquis, democráticos de palabra e imperialistas y fascistas de hecho, como lo han demostrado reiteradas veces) sino que había también otro, que había dejado de ser socialista en 1957, para ser socialista de palabra e imperialista en los hechos, y socialista de palabra y fascista de tipo hitleriano en su plano interno: la ex URSS (continuada por la Rusia actual, en la cual algunos sueñan encontrar un aliado estratégico, sueño tan erróneo e ingenuo como buscar la alianza o sumisión con el bloque de EE.UU, Inglaterra, nuestro enemigo colonialista que usurpa Malvinas, la OTAN, etc.).
En 1976 ambas superpotencias imperialistas, EEUU y la ex URSS, se disputaban el mundo y también la Argentina. E impulsaban, ambas, el Golpe para derrocar al Gobierno de la Sra. de Perón, que les estorbaba en su disputa.
Y ese Golpe y ese asalto a la Argentina, (como se titula un libro del Dr. Julio C. González, Director de Asuntos Jurídicos y luego Secretario Técnico de la Presidencia desde el 25 de mayo de 1973 hasta el 24 de marzo de 1976, en épocas de los Gobiernos del General Perón y de la Sra. María Estela Martínez de Perón), vino a practicar un genocidio para eliminar toda posible resistencia a lo esencial de sus planes: el plan de Martínez de Hoz, tan parecido al de Milei hoy. (2)
El Plan de esa dictadura no era la defensa de la Independencia, sino del plan de Martínez de Hoz.
La Dictadura vino a aplicar a sangre y fuego el Plan de Martínez de Hoz. Y todos sabemos lo que significó ese plan y cuanto hay, en el presente, de sus consecuencias, que van a ser agravadas si pasa el plan Milei-Villarruel (demasiado similar).
El terrorismo, muchas veces promovido por los golpistas, tendía a crear en la población la creencia en la necesidad de una mano dura, igual que hoy en Rosario. Y promover la intervención de las fuerzas armadas. Fue instrumental a ese fin golpista, lo supiera o no.
Deben cuidarse las Fuerzas Armadas de no ser usadas nuevamente contra la Patria y su Pueblo, ahora que Milei y los suyos intentan implicarlas en Rosario. Deben recordar aquello que escribió Mariano Moreno en el “Decreto sobre supresión de honores al Presidente de la Junta y otros funcionarios públicos”, el 6 de diciembre de 1810:
Cualquier déspota puede obligar a sus esclavos a que canten himnos a la liber- tad; y este cántico maquinal es muy compatible con las cadenas, y opresión de los que lo entonan. Si deseamos que los pueblos sean libres, observemos religiosamente el sagrado dogma de la igualdad.” …
… “No debiendo confundirse nuestra milicia nacional con la milicia mercenaria de los tiranos, se prohíbe que ningún centinela impida la libre entrada en toda función y concurrencia pública a los ciudadanos decentes que la pretendan. El oficial que quebrante esta regla será depuesto de su empleo.”
Todas las potencias imperialistas acordaron el golpe, pero las más activas eran los rusos y los yanquis. Y en muchos momentos eran más activos los primeros. Disputaban el mundo y Argentina era parte de esa disputa. Su Cono Sur era y es clave para el control de la confluencia Atlántico-Pacífico. Y tenían que rapiñar nuestro patrimonio, como se vio después.
Pero primero las luchas obreras y populares por sus derechos debían ser detenidas con una tremenda represión fascista. Sólo entendiendo la magnitud de las luchas populares en ese entonces, se podrá entender la magnitud del terror fascista, el revanchismo de las clases dominantes que, usando el control del aparato del Estado, reprimieron a mansalva a la clase obrera y al pueblo todo.
El otro objetivo del golpe era desplazar al gobierno de la Sra. de Perón.
Es cierto que ese gobierno era un gobierno débil, reformista, vacilante, heterogéneo y con sectores reaccionarios en su seno.
Pero, también, era un gobierno, opuesto a los planes golpistas, que practicaba una política internacional tercermundista. Anuló los contratos de Aluar, el negociado del monopolio del aluminio del grupo ruso de Gelbard. Decidió no comprar Ítalo (cosa que después haría la Dictadura a instancias de Martínez de Hoz). Argentinizó la Siemens. Nacionalizó las bocas de expendio de Shell y Esso, mantuvo el control estatal de frigorífico Swift. Concretó la Ley de Contrato de Trabajo. Aprobó la ley de Jardines Maternales y no pidió préstamos al Fondo Monetario Internacional.
En 1975, la Sra. de Perón dijo que el Golpe de Estado venía a derribar las chime- neas y fue efectivamente así.
La Dictadura vino a aplicar a sangre y fuego el Plan de Martínez de Hoz. Y todos sabemos que significó ese plan.
En 1978 Martínez de Hoz dijo, en el Diario La Prensa, que había que privatizar 30 ó 40 empresas del estado nacional y un número similar de empresas provinciales y que al principio sería difícil y cuesta arriba pero luego se entraría en una meseta y luego se- ría fácil y cuesta abajo. Una verdadera premonición de lo que ocurrió. Es muy parecido a lo que afirman la dupla Milei-Villarruel, hoy).
Algunos dicen que no hay políticas de Estado en Argentina. Hay Políticas de Estado que los que nos gobiernan cumplen, en sus distintas variantes. Es erróneo creer que no hay políticas de Estado en Argentina.
Las hay: son políticas de indefensión nacional, de sumisión nacional, de entrega continuada, de sufrimiento popular. Los Acuerdos de Madrid y Londres de Menem- Cavallo, que persisten y son estatutos de dependencia, de control para impedir la Defensa Nacional y que impiden no sólo que compremos armas para la defensa sino de lo que los ingleses llaman elementos de uso dual (para la guerra o para la paz). O la continuidad de la conciliación con los ingleses colonialistas, facilitando la explotación de lo que es nuestro y, más aún, su proyección a la Antártida Argentina, el Pasaje de Drake que es la confluencia entre los Océanos Pacífico y Atlántico y ambiciones de extensión hacia la Patagonia Argentina. Se vuelve a activar la línea que impulsaron Videla y Martínez de Hoz de permitir a los ingleses ocupar tranquilos nuestras Malvinas. En los acuerdos de Martínez de Hoz-Videla surgió “el paraguas de soberanía”, “la umbrela” inglesa, para permitir una ocupación tranquila. Ese concepto de sumisión se repitió durante el gobierno de Menem y con los acuerdos Malcorra-Duncan y Foradori-Duncan durante el gobierno de Macri y se reedita hoy con el gobierno de Milei-Villarruel y la Ministra Diana Mondino. Esta última, de una sumisión con los ingleses que raya en el ridículo de declaraciones de una genuflexión que no resisten el menor análisis y que demuestran que son gobernantes cuya intención es convertir a Argentina, nuestra gloriosa Patria, en una republiqueta. (3)
No lo conseguirán. Los patriotas, los luchadores populares y el pueblo todo lo impedirán, tarde o temprano.
En el medio de esto, en medio de la disputa por el reparto de las tajadas de Argentina, se difunden nuevas variantes. Algunos impulsan un recambio con Villarruel, a la que la muestran como más racional, y hasta … malvinera.
¿Puede ser malvinera quien participa de este gobierno y de sus políticas?
Se había hecho correr la versión que el 2 de abril habría un desfile de reivindicación de la Recuperación de Malvinas.
Puro amague, el homenaje se suspende, porque “no hay plata”.
Pero hay plata para sostener los negocios de Niki Caputo en Tierra del Fuego, para mantener los negociados de la Hidrovía, por la cual salen del país millones de dólares en contrabando de cereales. Con trata de personas y con “comercio” de drogas…
Hay plata para que filiales en Argentina de monopolios extranjeros compren in- sumos en sus casas matrices, haciendo figurar valores de tres veces los reales, incrementando deudas que pagaremos todos los argentinos.
Hay plata para pagar una deuda externa usuraria, fraudulenta, ilegítima y odiosa.
Hay plata para sostener una nueva bicicleta financiera de capitales golondrina que en unos meses logran, en la timba financiera, ganancias del 25% en dólares.
Hay plata para que un puñado de latifundistas (en gran parte extranjeros) desangren al campesino productor que debe pagar alquileres superiores a sus ganancias personales trabajando. Más aún, persiste (y se proponen incrementar) la entrega a mono- polios extranjeros de tierras en zonas estratégicas. Como las de magnate inglés Lewis con latifundios en los que se adueña del Lago Escondido, en zona cordillerana, y a la misma latitud tiene, sobre el Atlántico, otro latifundio con un aeropuerto donde pueden aterrizar en dos horas, aviones de la base inglesa en nuestras Malvinas usurpadas, y dividir la Argentina continental en dos o en más retazos.
El gobierno de Milei-Villarruel nos somete a controles cuasi policiales del FMI, de jefes militares y políticos de EEUU y hasta de jefes de la CIA. Vienen a imponernos la entrega del litio, de las tierras raras y a imponer una subordinación servil que el gobierno acepta sumiso y hasta gustoso. Mientras el presidente tuitea como un niño, la entrega y el ajuste siguen. La casta crece en el gobierno y las jubilaciones son de hambre. Jubilados, obreros en blanco o en negro, niños y sectores medios urbanos y rurales caen en la pobreza y la indigencia.
Se desangra la Argentina de esta manera. Podemos afirmar que se llevan anual- mente más de 50.000 millones de dólares. ¿Y faltan dólares?
¿Villarruel no lo sabe? ¿Es una luchadora clandestina patriótica y popular?
¿Eso nos quieren hacer creer?
¿Cómo en los años 70, dónde nos querían hacer creer que el ex General Viola era un militar “peruanista”, como se decía entonces, para hacerlo pasar como tercermundista y popular? ¿Qué nos van a decir? ¿Qué Villarruel es popular y tercermundista? ¿qué es el ala democrática y nacional de Milei, como Videla y Viola en el Proceso?
¿Otra vez la misma trampa?
¿Y nos van a hacer creer, que no hay plata para homenajear a los héroes de Malvinas y para reivindicar la justa causa y la justa Guerra por la Recuperación de Mal- vinas? ¿O es para no ofender a los colonialistas ingleses, con los que se concilia permanentemente?
Es bueno recordar que el Almirante Büsser escribía que había hacer entender a los ingleses que nunca abandonaríamos cualquier oportunidad que se presente para recuperar nuestro territorio usurpado. El gobierno de Milei-Villarruel traiciona esta posición y sigue la línea de Videla-Martínez de Hoz, de Menem-Cavallo, de Cavallo-De la Rúa, de Macri-Malcorra y del actual embajador Jorge Faurier, de conciliar y conceder a los in- gleses. De genuflexión de siervos coloniales.
La vicepresidenta habla de excesos en la dictadura. No se trató de excesos. Se trató de un plan sistemático de desaparición de personas para imponer el terror e impedir la oposición popular a que se aplique el plan de Martínez de Hoz. Inclusive el número no es importante. Lo importante es el plan sistemático, reconocido por el dictador Videla en uno de los libros en que fue reporteado. No es lo mismo muertos que desaparecidos. La diferencia es que todo fue clandestino e impresentable porque ni siquiera podían ha- ce juicos legales amañados. La mayoría fueron obreros, estudiantes, luchadores populares públicos, jóvenes casi niños, gente común…
Violaciones, embarazadas a las que se hizo parir y les robaron sus hijos y los vendieron o regalaron. Casas y barrios saqueados fuera de toda legalidad.
Una atrocidad fascista, entendiendo al fascismo como la dictadura terrorista de las clases dominantes argentinas, usufructuarias de la dependencia y la miseria popular, y los imperialismos a los que sirven.
Siempre lo hicieron así. Como cuando, después de derrotar al Chacho Peñaloza y lancearlo y balearlo, le cortaron la cabeza para exhibirla. Luego se distribuyeron a “gauchitos”, “chinitas” y a sus hijos para someterlos a la servidumbre. La oligarquía argentina, sumisa con los imperios, tiene y tuvo sus manos teñidas en sangre. Sobre esa sangre construyeron su riqueza. Y a ella responden, obedientes, Milei y su vicepresidenta.
La vicepresidenta es parte de un gobierno cuyo presidente declaró admirar a Margaret Thatcher, criminal de guerra responsable del hundimiento del ARA General Belgrano.
En 1976 (y desde antes) había una única posición patriótica y democrática
En realidad, en marzo de 1976, con la excusa de la lucha contra el terrorismo (en el que los negacionistas Milei y Villarruel insisten), se derrocó al gobierno constitucional de la Sra. de Perón y se reprimió al pueblo para que no hubiera posteriores resistencias al Plan de Martínez de Hoz, política esencial del “Proceso”. Se arrastró a las corrientes nacionales de las Fuerzas Armadas detrás del “Proceso” para aislarlas del pueblo e impedir una unidad explosiva.
¿Qué hubiera pasado si las corrientes militares nacionales unidas al pueblo imponían la defensa del gobierno constitucional? Se hubiera abierto el camino de una Argentina Independiente, ante la disputa de las potencias de la época: la URSS socialista de palabra y EE.UU. democrático de palabra, pero ambas imperialistas en los hechos.
Hoy parece obvio, a la luz de lo que ocurrió en 1976, que en aquellas circunstancias, todo antiimperialista, pero también todo patriota, todo demócrata sincero y todo luchador consecuente del pueblo, debía estar contra el golpe que se venía, más allá de sus ideas políticas personales. Más allá de partidismos.
Pero entonces no todos lo veían así y aún hoy se discute la cuestión.
Resulta sorprendente que haya negacionistas que defiendan el Golpe de Estado que aplicó el plan de entrega y sumisión nacional de Martínez de Hoz y continuadores, cuyas consecuencias todavía vivimos.
Están en el gobierno de Milei-Villarruel o en el macrismo que también apoyó el golpe de Estado en Bolivia en 2019.
También sorprende la confusión de quienes, diciéndose progresistas, creen que era lo mismo el Gobierno de la Sra. de Perón que la Dictadura. O que era lo mismo la Dictadura que la justa Recuperación Patriótica de Malvinas.
En 1976 ocurrió una división en los sectores populares. Había un sector que tenía tres errores:
El primer error era que creía que la URSS era un país socialista amigo y apoyo de los pueblos. Muchos de nosotros, en cambio, decíamos y decimos que era un país socialista de palabra e imperialista en los hechos y fascista de tipo hitleriano en el plano in- terno, igual que China hoy.
El segundo error era que el sector equivocado creía en la violencia en manos de grupos elitistas. No entendía que la historia argentina esta llena de puebladas y levantamientos populares. Y eso permitió que los golpistas los usaran como excusa para el golpe de 1976
Y el tercer error era que confundía el enemigo. Atacó primero a Perón y después a su esposa, como el enemigo principal.
Esos tres errores hicieron que el socialimperialismo ruso, que tenía poderosas palancas de la economía, de la política y de las fuerzas armadas, lo usara para debilitar al gobierno y crear condiciones para que las fuerzas armadas se nuclearan alrededor de ese oscuro general, el General Videla.
Había una única posición patriótica y popular en esos años: oponerse decidida- mente a todo golpe de estado. Y hay militares que habían dado antes ejemplo de eso: el Teniente Coronel Philippeaux, primer Presidente del Foro Patriótico y Popular, a quien tuvimos el honor de conocer, se sublevó en junio de 1956 para reponer al gobierno constitucional del General Perón y armó al pueblo de La Pampa para lograrlo.
Antes del Golpe de 1976, el General Numa Laplane, fue desplazado por Videla y Viola del Comando en Jefe del Ejército, por su posición antigolpista ya que, en un dis- curso, se había manifestado en contra de los “eternos románticos del golpe de estado”.
En momentos previos al golpe del 24 de marzo, había dicho la señora de Perón: “vienen a destruir las chimeneas”. Y así fue.
Y vinieron a impedir una solución nacional a los casos Italo y Aluar.
Y a evitar otras propuestas nacionales del gobierno de la Sra. María Estela Martínez de Perón.
Porque era una banda genocida, cívico militar, golpista, sostenida y apañada por las distintas potencias (hoy se reconoce: no sólo EE.UU. sino también la ex – URSS) que disputaban su control en el seno dictatorial. Yanquis, ingleses y otros europeos, pero también los rusos que apoyaban en los Foros internacionales al grupo Videla-Viola y bloqueaban toda denuncia por violación de derechos humanos contra ese sector. Tal vez a la Vicepresidenta Villarruel le hayan contado algo de lo que ocurrió. No puede no saberlo. ¿Por qué el sector de Videla-Viola-Villarreal-Bignone era apoyado como democrático por la ex URSS y sus seguidores? ¿Por qué se los embellecía?
El sector Videla-Viola pagó el apoyo de la URSS en los foros de defensa de los derechos humanos violados, rompiendo el bloqueo cerealero que impulsaba EE.UU. contra los soviéticos que invadieron Afganistán, (como antes los yanquis invadieron a Vietnam o los rusos hoy invaden Ucrania), convirtiendo a Argentina en “cantinero” de ese ejército ruso invasor (igual que harían los yanquis posteriormente en ese mismo país, durante 20 años y provocando más de 100.000 muertes civiles). Y la URSS y su apéndice, el PC argentino, apoyaron como democráticos, a Videla y a Viola, como antes el PC lo había hecho con Lanusse. Como en el 55, el PC había apoyado al golpe gorila. No fue casual.
La dictadura rompió en Afganistán (como hoy lo hace Milei en Gaza y lo hizo Menem en Medio Oriente haciéndonos participar de la agresión de la OTAN en Irak) una tradición de no alineación de todos los gobiernos populares (como Yrigoyen y Perón).
También había servidores del Golpe en momentos previos al mismo. Más o me- nos camuflados. Eran aquellos como Calabró, Gobernador de la Pcia. de Bs. As., amigo de los golpistas alineados con los prorrusos de Videla y Viola, que entregó su gobierno el 24 de marzo de 1976 entre ceremonias y felicitaciones. En su libro: Isabel, intimidades de un gobierno, el Dr. Julio C. González recuerda que, cuando en las postrimerías del gobierno de la señora de Perón, la Presidenta se decidió a intervenir la Provincia de Buenos Aires ante los ataques sistemáticos de aquél al gobierno nacional, en consonancia con los argumentos golpistas, fue el propio Videla el que se opuso a dicha intervención. Más aún, para fortalecer la posición del Gobernador Calabró, Videla hizo públicas felicitaciones al mismo gobernador, el 24 de diciembre de 1975. (4)
En esos años, bandas golpistas asesinaban a patriotas y luchadores populares. En La Plata, por ejemplo, esas bandas golpistas asesinaban al Intendente de La Plata Rubén Cartier que trataba de impulsar una reunión de Intendentes para oponerse al golpe en ciernes. Todavía hoy el Intendente Cartier de La Plata no ha recibido la reivindicación y el homenaje merecido. Otros luchadores antigolpistas como Enrique Rusconi, Ana María Cameira, Carlos Polari, David Lesser, Herminia Ruiz y Guillermo Gerini fueron asesinados.
Antes, en los años en que el General Perón era presidente, fue asesinado el dirigente sindical José Rucci., en un ataque de sicarios al servicio de la URSS. Fue un ata- que golpista contra el General Perón. En 1974, cuando ocurrió, comienza a hacerse visible de qué manera el socialimperialismo soviético actuaba en la Argentina y cómo iba agrupando fuerzas para un golpe de Estado. En años anteriores los prosoviéticos busca- ron una alianza con los ingleses y los italianos para hegemonizar el golpe en ciernes. El grupo italiano, que era muy fuerte, osciló, como corresponde a un imperialismo segundón. Cuando los rusos lograron hacer un frente con los sectores imperialistas italianos e ingleses, pudieron hegemonizar, con Videla y Viola, el golpe de Estado. No es extraño entonces que Ratazzi (FIAT) haya apoyado luego a Macri y hoy a Milei. Sobre todo, hoy, que Fiat ha mudado su sede a Londres.
El asesinato de Rucci era una presión para que el Ejército saliese a reprimir, con lo que Perón, y posteriormente María Estela Martínez de Perón, quedarían totalmente prisioneros, y si no reprimían al terrorismo quedaban inermes ante él. Esa fue la pinza que hicieron los sectores proimperialistas a ese gobierno para obligarlo a claudicar. Por eso es que, en el más alto nivel, decidieron ese ataque a Perón, asesinando a Rucci. Perón decía que la represión al terrorismo era un problema policial, no un problema de ejércitos, insistía mucho en eso. Recordemos que no fue Perón quien dio orden de que el Ejército entrase en acción, sino que, posteriormente, va a ser Luder quien firme el famoso decreto que dispuso la entrada en operaciones del Ejército y la represión del foco guerrillero instalado en Tucumán. En esa pinza reside uno de los grandes secretos de lo que pasó en la Argentina entre 1974 y 1976, e incluso en el período posterior, pues a través de un proceso muy complejo, la misma mano que dirigía a los grupos militares golpistas era la que, valiéndose de elementos mercenarios, había infiltrado y en los hechos dirigía a las principales organizaciones del terrorismo urbano.5
Hubo otros actos similares. Se trataba de comprometer a las Fuerzas Armadas en el golpe y unificarlas atrás de Videla y Viola. Eran épocas en que René Salamanca, líder sindical cordobés, llamaba a defender al gobierno de la Sra. de Perón contra el golpe que tramaban sectores de todos los imperialismos, incluido el ruso.
Por esos años esa posición no era fácil: todo el aparato propagandístico al servicio de los golpistas vinculado a distintas potencias imperialistas, particularmente los yanquis y los rusos, actuaban en una operación de desgaste. Respecto a estos últimos fue notable la actividad del diario La Opinión de Jacobo Timerman. Es que muchos supuestos “progresistas” actuales actuaron apoyando o favoreciendo la política de los golpistas.
La dictadura y la URSS
Según un comentario de la Agencia oficial soviética TASS publicado en La Nación el 7 de junio de 1981 “Argentina es hoy el interlocutor más importante de la URSS en América Latina”. El viceministro soviético de Comercio Exterior A. Manzhullo dijo (según fue publicado por Clarín el 8 de abril de 1980) que “Argentina es el principal país, fuera del área socialista, en sus relaciones con la Unión Soviética, dado el monto alcanzado por el comercio bilateral”.
El 10 de junio de 1980 se firmó un acuerdo sobre cereales por el cual el Estado argentino garantizaba a la URSS, hasta 1985, la venta de un volumen mínimo de 4,5 millones de toneladas de maíz y sorgo y 500.000 toneladas de soja. Sobre esa base nuestro país envió a Rusia entre 1980 y 1982, hasta dos tercios de las exportaciones de granos.
Así se tejió, antes, nuestra relación de dependencia con Gran Bretaña y EE.UU., en ese tiempo con la URSS y hoy, también con China. Antes y ahora esos convenios tuvieron, con cada imperialismo de turno, contrapartes igualmente lesivas para la Argentina en cuanto a penetración económica interna y destrucción de la industria nacional.
El caso Graiver, que estalló en pleno Proceso, desnudó, a través de un hecho policial, la intimidad del bloque hegemónico en la dictadura. Es decir, esa alianza tenebrosa que hoy todavía se oculta al pueblo, que unió a Graiver con Gelbard y Lanusse, a Graiver y Gelbard con Firmenich; a Graiver, Gelbard y Firmenich con Videla.
En el plano militar, en 1979, llegó una misión militar rusa. El teniente General Viola condecoró al jefe de la misión militar rusa, teniente general Brailko, con la medalla de oro del Estado Mayor del Ejército Argentino y a sus acompañantes con la medalla de plata.
¿Se entiende por qué la dictadura nunca hablaba de la URSS (tampoco muchos de sus defensores actuales) y sólo del terrorismo “nihilista”, “subversivo”, mientras con esa excusa imponía el terror para impedir toda protesta contra su plan esencial que era el Plan de Martínez de Hoz?
Villarruel debiera saberlo. Es una experta en el tema.
El conflicto del Beagle
Argentina participó en el Plan Cóndor; operativo de represión, instrumentado por las dictaduras militares de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia. Un ejemplo de eso fue el secuestro y posterior asesinato del ex presidente boliviano, general Juan José Torres, asilado en Buenos Aires, a principios de junio de 1976.
El Proceso se veía salpicado por la crisis económica y varios hechos de corrupción, entre ellos los que pesaron sobre el Ente Autárquico Mundial ’78, creado en 1976 por decreto de Jorge Rafael Videla con el fin de organizar la Copa Mundial de Fútbol de 1978. La gestión del Mundial de 1978 estuvo rodeada de secreto, en parte gracias al Decreto 1261/77, que permitía que el EAM ’78 pudiera atenerse a la reserva en su gestión. De los 517 millones de dólares estadounidenses de la época que el Mundial costó (más del cuádruple del costo declarado por España para la organización del Mundial 1982) se ignora la administración, pues nunca se dispuso de un balance contable del mismo. Al final, la organización del campeonato supuso un costo diez veces superior al previsto. (6)
En 1971, los presidentes chileno y argentino, Salvador Allende y Alejandro Agustín Lanusse respectivamente, habían acordado someter el diferendo por las islas al sur del canal Beagle formalmente al Reino Unido, pero, en su contenido, a un tribunal arbitral compuesto por jueces que habían consensuado ambos Gobiernos. El 22 de mayo de 1977 se dio a conocer en Londres el laudo arbitral, que otorgaba a Chile las islas Picton, Nueva y Lennox junto a las islas adyacentes. Argentina obtenía la mitad norte del canal y las islas correspondientes.
La dictadura había amarrado un acuerdo con el gobierno militar peruano y con Banzer en Bolivia para un ataque simultáneo sobre Chile. No era un operativo sencillo el que se había armado en torno del Beagle. 7
La Junta Militar declaró la sentencia “insanablemente nula” e inició la planificación de una guerra de agresión contra Chile para revertir el laudo. Los mandos de las Fuer- zas Armadas pusieron en marcha la Operación Soberanía, la noche del 21 al 22 de diciembre de 1978, que abortaron horas después, cuando la Junta aceptó la mediación papal en el conflicto. Ninguno de los dictadores argentinos dio solución al conflicto, desatado con el desconocimiento del laudo arbitral. Recién en 1984, el presidente Raúl Alfonsín, reconoció lo resuelto por la mediación del Papa Juan Pablo II, poniendo fin así al conflicto con Chile.
En realidad, la dictadura había planificado constituir un bloque con Bolivia y Perú, con el apoyo soviético, contra Chile (detrás de la cual se colocaría EEUU). Así lo había escrito, en el último suplemento cultural del diario La Nación de diciembre de 1978, el General Retirado Alcides López Aufranc (integrante principal del grupo militar lanussista). Se comentaba incluso, que el sector amigo de los rusos pensaba derrotar Chile y dividirla en tres: una parte norte incorporada a Bolivia; otra del centro que sería neutralizada y otra al sur dominada por la URSS que lograba así controlar el paso de Drake. La dictadura intentaba tapar su crisis en ciernes. En la cárcel nos decían “ahora vamos a la guerra con Chile. Los fusilamos a ustedes y se terminó el problema”.
Mientras que la guerra por la Recuperación de Malvinas era una guerra justa, según la caracterización de que es justa toda guerra de un país oprimido contra un país opresor como Inglaterra, independientemente de quien gobierne al país oprimido y quien la inicie, la guerra contra Chile (país oprimido como nosotros) era una guerra injusta porque era entre dos países oprimidos instigada por potencias imperialistas. Así fue la guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay, instigada por EEUU detrás de Bolivia e Inglaterra detrás de Paraguay, por el control del petróleo del Gran Chaco. En el caso del Beagle, la URSS detrás de la dictadura argentina, con sus amigos del grupo Videla- Viola. 8
El Proceso azuzó en esos años, con fundamentos chauvinistas, nuestros conflictos fronterizos y territoriales sobre los que se alimentan los odios y resentimientos nacionales entre nuestras repúblicas latinoamericanas, siempre utilizados por los imperialismos.
Hay también supuestos nacionalistas que toman como enemigo principal no al imperialismo sino a países vecinos de América. En cambio, es bueno recordar la opinión del General Perón, más drástica, que siempre dijo que él no iba a supeditar una política de hermandad con el pueblo chileno al diferendo sobre unas islas. Debe sostenerse, en estos casos, la posición de integración con Chile sobre la base de permitir que las dos naciones hermanas tengan libre acceso a los dos océanos. Esta integración favorecería a la Argentina con la salida a los puertos del Pacífico, que con sus inmensos mercados es, como se dice, el océano del siglo XXI. Esto abriría la posibilidad de reactivar los pasos cordilleranos favoreciendo las economías regionales. Pero para eso es necesario que en ambos países existan gobiernos antiimperialistas y populares.
Las grandes movilizaciones populares contra esa guerra con Chile y la intervención papal conmovieron a la dictadura. Como se ve, el fino instinto del Pueblo argentino supo diferenciar la guerra fratricida con Chile de la Guerra contra Inglaterra por la recuperación de lo que es nuestro. En el Beagle estuvo en contra y en la Justa Guerra de Malvinas estuvo a favor. En cambio, el sector Videla-Viola conspiró contra Argentina a favor de Inglaterra en la Guerra de Malvinas, asumiendo una posición derrotista. El fracaso del intento procesista de ir a una guerra con Chile fue el comienzo del fin de la dictadura.
Que no vuelva a ocurrir.
El gobierno de Milei, a través de Patricia Bullrich, hoy intenta involucrar a las Fuerzas Armadas en actividades internas en Rosario, en la represión del narcotráfico, presionando para modificar las leyes que impiden que actúen en la represión interna.
No quieren una Prefectura y una Armada para controlar el litoral marítimo de 6.800 Km que es el quinto en extensión en el mundo. No quieren que ejerzamos soberanía en nuestro mar, en nuestra proyección antártica y en la confluencia de los dos océanos. No quieren una Argentina Bicontinental y Bioceánica. No quieren una Fuerza Aérea y un Ejército que tengan como hipótesis de conflicto recuperar nuestros espacios colonizados.
Quieren que Almirantes, Brigadieres y Generales sean comisarios de seguridad interior, teniendo como enemigo al pueblo que protesta por sus derechos pisoteados.
Miles de policías, gendarmes y prefectos reprimen los reclamos del pueblo, pero la dura Bullrich manda unos pocos miembros de las fuerzas de seguridad a Rosario. Y, por supuesto, nada hace el gobierno para perseguir al padre del narcotráfico: el contra- bando a través de la Hidrovía y el blanqueo de capitales. Sólo piensa en reprimir el narcomenudeo. Ataca a los pequeños y no a sus grandes jefes y beneficiarios que están en estratos de poder y vinculados a uno u otro imperialismo.
Quieren crear, como en 1976, la sensación de que no se puede seguir así. Y crear condiciones para la represión, sin la cual el plan del gobierno de Milei-Villarruel no puede pasar.
La disputa por retazos de Argentina hace salir a la luz información ocultada
Hace 48 años la ex URSS defendía a la dictadura argentina en los foros internacionales. Y EEUU, en épocas de Carter, denunciaba a esa misma dictadura de Videla y Viola por la violación de derechos humanos. Era la expresión de la lucha de intereses económicos en el seno de la dictadura.
Cada tanto sale a luz, al calor de la disputa entre las potencias, el papel de la ex URSS en el apoyo de ese golpe.
Es que hay una disputa feroz en el seno de los beneficiarios de la dependencia argentina para la definición de qué grupos económicos serán los que constituyan un nuevo sector hegemónico que tenga la batuta y redefina el tamaño de las tajadas. Esa disputa, (y no otra cosa) es lo está en curso ya que, en lo esencial de un proyecto de dependencia y sumisión nacional, muchos coinciden: una Argentina primarizada, saqueada, indefensa, dependiente… Detrás de eso están los imperios y los sectores nativos (pero no nacionales) que les sirven. Están los anarcocapitalistas y otros en disputa entre sí.
Nuestro llamado a la unidad patriótica y democrática no son sólo palabras
Por eso, hoy, nuestro llamado a la unidad patriótica y democrática no son palabras bellas. Son propuestas abonadas, fertilizadas por sufrimientos, por lágrimas de seres queridos, por sangre derramada de patriotas y luchadores del pueblo.
Por esos años del Proceso, las superpotencias yanqui y rusa se disputaban el dominio de Argentina y las distintas expresiones de esas potencias y otras que rapiñaban a Argentina se expresaban en el seno de la dictadura. De la misma manera, con Milei, asistimos a una disputa por quién se lleva la mayor tajada de la rapiña de Argentina. Todos coinciden en la entrega. Todos coinciden en que Argentina y su pueblo paguen el costo del enriquecimiento obsceno de unos pocos.
Hoy, en el medio de esa disputa por los retazos de nuestra Patria y los realineamientos de distintos grupos económicos, todos ellos coinciden en un futuro de republiqueta para Argentina.
Una republiqueta cerealera, ganadera, minera, petrolera, litífera, pesquera, integrada como país dependiente al mundo donde se agrupan distintos bandos imperialistas. Mundo en crisis que quiere hacérsela pagar a los pueblos y a los países oprimidos y dependientes como el nuestro. País dependiente y con una parte de su territorio usurpado por el colonialismo imperialista inglés, en Malvinas, Islas del Atlántico Sur y mares adyacentes y con la mayor base extranjera en territorio suramericano en Malvinas y la base de control espacial de China en Neuquén, la Flota de EEUU en el Atlántico Sur y su presencia en áreas de la Triple Frontera para controlar esa región.
Argentina es un país indefenso, lo que significa que nuestras tierras, nuestros mares y nuestro espacio aéreo están en completa indefensión. Y, lo que es peor, están en completa indefensión las mujeres y hombres de nuestra Patria que son el elemento principal de las fuerzas productivas del país y en los cuales reside la verdadera Nación, como decía Ramón Carrillo.
Debemos aprender de la disputa entre las superpotencias por el dominio de Argentina en 1976 y sus consecuencias porque hoy, también, Argentina es terreno de disputas entre potencias. Y muchos de los hechos que impactan a la población en estos días son una expresión de esas disputas. También lo es ese minué político al que asistimos con sus raras convergencias y divergencias…
Por ese camino nuestra Nación será desgarrada y nuestro pueblo sufrirá indecibles dolores.
Es mentira que haya que depender de un imperio para defendernos de otro. Parafraseando al General Enrique Mosconi, no elijamos entre la soga de seda o la de cáñamo con la que nos van a ahorcar. O no elijamos que cada soga “nos ahorque un poquito” …
Aprovechemos la experiencia. Que los sufrimientos y dolores anteriores no sean en vano. Conozcámonos y unámonos antes de ocupar las futuras trincheras necesarias.
Independientes de toda dominación extranjera
Trabajemos para desarrollar las fuerzas intelectuales y materiales para hacer realidad la genial frase introducida por el diputado Pedro Medrano al Acta de nuestra Independencia: “independientes de toda dominación extranjera”.
Unamos lo popular democrático a lo nacional patriótico.
Mientras que se dice que no hay dinero para los reclamos del pueblo, se llevan nuestras riquezas. No faltan dólares. Se los llevan por vías legales e ilegales.
Mientras tanto nuestro mar está indefenso. Carecemos de capacidad aérea y naval para su control.
Millones de hectáreas fértiles, están en manos de terratenientes extranjeros. Benetton declara poseer un millón de hectáreas.
Siguen vigente, los Acuerdos del Londres y Madrid, denunciados por el Dr. Julio González en uno de sus libros, que reglamentan nuestra indefensión nacional y son verdaderos estatutos de rendición y sumisión a Inglaterra. Y se vuelve a hablar del “pa- raguas de soberanía” inventado por los ingleses, que se benefician con ese concepto. (9)
Se sigue pagando la Deuda Externa ilegítima, usuraria, fraudulenta y odiosa, denunciada por el patriota Alejandro Olmos.
En esta dramática situación urge unir a militares de la estirpe de Philippeaux, Mosconi, Baldrich y Perón junto a los Scalabrini Ortiz, los Silenzi de Stagni (insigne defensor de la propiedad estatal del petróleo argentino y sus derivados), los Alejandro Olmos (protagonista de una lucha de décadas contra el pago de la deuda externa ilegítima, usuraria, odiosa y fraudulenta) y, por qué no, a los Julio C. González y a los lucha- dores populares y sociales y los continuadores de Leandro Alem, en el camino de una Revolución de Democracia Grande, de Nueva Democracia y de Independencia Nacional, que establezca un Estado de nuevo tipo, que represente los intereses patrióticos y populares.
Unamos los reclamos de los trabajadores con los de los verdaderos productores del campo, los comerciantes de cercanía de la ciudad y el campo, los verdaderos empresarios nacionales (no aquellos que trabajan para las aves carroñeras que rapiñan nuestra Nación), las PYMES, los profesionales, estudiantes, artistas e intelectuales.
Si, como decía Alberdi, “Gobernar es poblar”, impulsemos una Reforma Agraria con campesinos propietarios que defenderán la integridad territorial y pensarán “esta es mi tierra, esta es mi Patria, las defiendo con mi vida”. Impidamos la destrucción de nuestra ciencia y tecnología. Y de nuestra cultura.
Como dice Francisco: Techo, Tierra y Trabajo.
Próximos, también, a un nuevo Aniversario del 2 de abril, ayudemos a lograr una Argentina con sus Malvinas reconquistadas, en una Argentina donde haya alimento para cada uno, techo y lecho para cada uno, trabajo para todos, salud y educación como derecho de cada uno y tierra en propiedad para el que la trabaja y para vivienda.
En camino al cumplimiento efectivo de la Declaración de la Independencia “de toda dominación extranjera”.
(*) Horacio Micucci (Foro Patriótico y Popular)
23 de marzo de 2024
1 Sánchez P. El gordo Antonio. Buenos Aires: Editorial Ágora, 2008.
2 González JC. M76. Asalto a la Argentina. Motivos y pretextos. 1ª Edición. Buenos Aires: Ed. Docencia, 2011
3 Silenzi de Stagni A. Buenos Aires: Distribuidora y Editora Theoría S.R.L, 1983.
4 González JC. Isabel Perón. Intimidades de un gobierno. Buenos Aires: Editorial El Ateneo, 2007.
5 Vargas O. ¿Ha muerto el comunismo? Buenos Aires: Ed. Ágora, 1997.
6 Wikipedia. Disponible en https://es.wikipedia.org/wiki/Proceso_de_Reorganizaci%C3%B3n_Nacional [con acceso en 23/03/2024]
7 Vargas O. ¿Ha muerto el comunismo? Buenos Aires: Ed. Ágora, 1997.
8 Lenin VI. El socialismo y la guerra. (La actitud del P. O. S. D. R. ante la guerra). Disponible en https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1915sogu.htm#parte3 [ citado el 23/03/2023]
9 González JC. Los tratados de paz por la guerra de Las Malvinas: Madrid 15 de febrero–Londres 11 de diciembre de 1990, Ley 24.184: desocupación y hambre para los argentinos. Buenos Aires: Edición del autor, 1998