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PRODUCCIÓN NACIONAL PYMES

Se lanza la “Mesa Regional de la Producción Nacional” con un acto en el cruce de las peatonales en Rosario

Bajo el lema “Argentina necesita producir, somos el corazón de la producción nacional” este jueves a las 11.30 un conjunto de pymes, cooperativas, comerciantes y productores agrarios realizaron un acto en defensa de las pymes, cooperativas y la producción argentina, ya que indican que están siendo afectadas por las políticas económicas del gobierno nacional.

Representantes del sector productivo, como Manuel Leiva (FACTTIC) y José Iantosca (Catiltar), alertaron sobre el cierre de 15 mil empresas en el último año y sienten la necesidad de visibilizar esta crisis.

Los organizadores, nucleados en la Mesa Regional de la Producción Nacional, destacaron que el 80% del PBI argentino corresponde a la producción PyME y Cooperativa. “Lesionar esta matriz productiva es trabar el desarrollo y aumentar la pobreza y la desocupación. Las PyMEs, Chacareros y Cooperativas no somos el problema, somos parte de la solución” completaba el documento que leyeron los organizadores.

Entre los puntos claves a destacar plantearon que la Argentina no puede estar relegada solo a ser un país que importa hasta los productos más básicos. “Nuestro país, poseedor de los 4 climas, de ventajas competitivas, de minerales y de una mano de obra privilegiada; puede estar dentro de los países más avanzados del mundo. No lo decimos nosotros, lo dice nuestra historia.”

Entre las propuestas se pudo remarcar que para incentivar el mercado interno se debe terminar con la Ley de entidades financieras, ya que es la razón principal que hace que en la Argentina sea más atractiva la bicicleta financiera que la producción. “Nosotros necesitamos producir y las PyMEs, Chacareros y Cooperativas somos el corazón de la producción. Hoy nace una posibilidad de pensar un país desde la producción y lo seguiremos construyendo”, remarcaron los referentes de pymes, cooperativas y productores.

Entre los oradores estuvieron Juan José Sisca de Apyme, Magalí Villanueva de ENAC (Empresarios Nacionales), Cristian Horton de la Cooperativa de Trabajo Cooperar 7 de Mayo de Villa Constitución, Nicolás Martínez de la Cooperativa de Cadetes Coopexpress, mientras que Oscar Príncipe de Bases Federadas, fue el encargado de visibilizar a los pequeños productores agropecuarios.

También se sumaron representantes de La Bancaria Rosario que estaban concentrando en el edificio del Banco de Santa Fe cercano al lugar del acto, en protesta por 8 despidos en el mencionado banco.

Entre los concurrentes que mostraron su apoyo se encuentraban: Mercedes Meier, representante del PTP, Mariano Romero (concejal) junto a Majo Poncino, concejala electa del Movimiento Evita, al igual que Pablo Basso, quien también es dirigente cooperativista; Gabriela Sosa, candidata a diputada nacional al igual que Luciano VigoniJuan Milito, del Centro Unión Almaceneros; Ana Galmarini, histórica dirigente de Mujeres en Lucha; representantes del Sindicato del Correo Argentino y de Amsafé, de ATE provincial, del Sindicato de Prensa Rosario y del Almacén de las Tres Ecologías, entre muchos otros. También estuvieron presentes las concejalas Norma López y Caren Tepp (candidata a diputada nacional).

Desde la Mesa Regional de la Producción Nacional denuncian la apertura indiscriminada de las importaciones como así también el cierre de la Secretaría Pyme, el aumento de tarifas sobre la energía y el desmantelamiento de organismos como el INTI y el INTA. Cerraron el acto preguntándose: “¿A dónde va el modelo si se nos obliga a competir en estas condiciones de desigualdad? ¿Cuál es la verdadera intención del Gobierno Nacional que nos quita las herramientas que nos permiten competir? Para esto, pareciera que hay una sola explicación: Están buscando un modelo de país donde no se produzca nada en la Argentina. Desde nuestro lugar queremos proponer un modelo de país que sí apueste a la industria argentina y al trabajo local”.

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INDUSTRIA PYMES

APYME cumple 38 años y convoca a defender las pymes, el mercado interno y la producción nacional

El próximo jueves 15 de mayo la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) conmemora la fundación de la entidad en 1987 poniendo en valor su trayectoria de “lucha y propuestas” y la vigencia de sus objetivos fundacionales en defensa del mercado interno y la producción nacional.

Estos valores serán resaltados en distintas actividades llevadas a cabo por Delegaciones de la organización en distintos puntos del país.

En Rosario, APYME realizará un acto en el que participará el presidente de la entidad en el nivel nacional, Julián Moreno, junto con el presidente local, Leandro Natali.

La convocatoria es en el Concejo Deliberante de la Ciudad, donde previamente será distinguido el secretario de APYME Juan José Sisca por su trayectoria como militante social y gremial empresario.

Por su parte la Delegación Córdoba prepara para el mismo día un Conversatorio bajo el título “Del país que soñamos a las soluciones que esperamos hoy”. El presidente de la delegación Humberto Spaccesi prevé una importante asistencia empresarial a esta jornada, con la idea de impulsar debates que contemplen la realidad del sector.

En un periodo caracterizado por políticas de ajuste, especulación y desmantelamiento del entramado productivo e industrial, APYME apuesta a redoblar la lucha junto con todos los sectores agredidos por el “modelo” y aportar a la construcción de un proyecto de país democrático, desarrollado e inclusivo, como lo viene haciendo durante sus 38 años de existencia.

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PYMES SOBERANÍA TAXI

La Uberización del Trabajo y la Producción: El Caso de los Taxis en Rosario

Por José Iantosca (*)

La “uberización” del trabajo y la producción ha transformado drásticamente muchos sectores de la economía. El caso del sistema de taxis en Rosario se presenta como un ejemplo paradigmático de cómo este fenómeno afecta a las pequeñas y medianas empresas, empobrece a la clase trabajadora y debilita las estructuras de bienestar social que el Estado debe garantizar a sus ciudadanos.

En Rosario, el sistema de taxis ha pasado de contar con más de 4.300 unidades, distribuidas en mini pymes que operaban en un modelo tradicional con todos los derechos laborales, a una situación donde el parque de taxis ha disminuido a unas 2.500 unidades. Esto significa que han desaparecido cerca de 1.821 mini pymes, junto con más de 5.000 puestos de trabajo que, hasta su cierre, gozaban de todas las prestaciones sociales: obra social, ART, seguro de vida, indemnización, entre otros. En su lugar, hoy persisten 900 choferes registrados de forma irregular, algunos apenas con 4 horas de anotación o trabajando solo en sus días de franco.

El impacto económico de esta transición es devastador. Según los datos disponibles, el sistema de taxis ha perdido aproximadamente 80.000 viajes diarios, lo que equivale a 336 millones de pesos que dejaban de circular en la economía de la ciudad. De esta cifra, empresas como Uber y DiDi se llevan un 30%, es decir, unos 100 millones de pesos diarios que antes quedaban distribuidos entre los trabajadores y las pymes locales. Este es un claro ejemplo de cómo los grandes capitales internacionales, al ingresar a través de prácticas de dumping, absorben un porcentaje significativo del mercado, sin generar un impacto positivo en la economía local.

Es importante señalar que el proceso de uberización no solo afecta a los taxis. La precarización también ha llegado a las empresas de remises legales, las proveedoras de software rosarinas, las estaciones de servicio, los lavaderos y los talleres mecánicos, todos sectores que, antes de la competencia desleal de las multinacionales, tenían un funcionamiento en regla y contribuían al Producto Bruto Interno (PBI) de la ciudad. A esto se suma la pérdida de empleos en los medios de transporte tradicionales, como los colectivos, que han visto cómo las tarifas de taxis y remises informales se hacen más atractivas para una ciudadanía que se ve empobrecida, no solo por el costo de los viajes, sino también por la creciente precarización de los trabajos que estos generan.

Este fenómeno tiene una relación directa con el Estado de Bienestar. El transporte público, al igual que la salud, la educación y otros servicios esenciales, debe ser garantizado por el Estado para asegurar la calidad de vida de los ciudadanos. El sistema de transporte debe ser eficiente, accesible y asequible para todos, ya que es una herramienta clave para el acceso a oportunidades laborales, educativas, sociales y de esparcimiento. Sin embargo, la privatización de los viajes en taxis y remises no solo deteriora la calidad del servicio, sino que contribuye a la fragmentación social, dejando a un sector de la población con acceso a un transporte de calidad, mientras otro queda relegado a opciones más riesgosas, inseguros y costosas.

El impacto no se limita a la movilidad de los ciudadanos, sino que también agrava la desigualdad social y económica. A medida que el transporte privado gana terreno y el transporte público se deteriora, la brecha entre las clases altas y las clases populares se amplía. Mientras los ricos y acomodados pueden acceder a servicios de transporte cómodos y privados, los más pobres deben enfrentarse a un sistema de transporte cada vez más ineficiente y caro. Esto, además de aumentar los costos de vida, reduce la capacidad de los trabajadores para acceder a oportunidades económicas y sociales.

El caso de Rosario no es único. En Buenos Aires, por ejemplo, el parque de taxis ha disminuido de 38.000 unidades a solo 14.000, lo que ha resultado en la pérdida de 24.000 puestos de trabajo. La mayoría de los taxis que aún operan en ambas ciudades funcionan únicamente con titulares, dejando a los choferes en una situación aún más precaria.

Es fundamental que el Estado intervenga en la planificación de la movilidad urbana para evitar que la uberización se convierta en el modelo dominante. La clave está en fortalecer el transporte público, fomentando una infraestructura que permita una movilidad accesible para todos, a la vez que se implementan políticas de restricción al uso del vehículo particular, para reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida en las ciudades. Además, debe haber una fuerte regulación sobre los servicios privados de transporte para evitar que el trabajo de miles de personas sea explotado por grandes corporaciones que no aportan al bienestar social.

La recuperación del transporte público debe ser un objetivo prioritario, ya que no solo tiene un impacto económico, sino también social y ambiental. Para ello, es necesario repensar la movilidad de nuestras ciudades desde una perspectiva integral, que garantice el acceso a todos los servicios y reduzca la desigualdad.

El transporte público no debe ser una opción subsidiada o precaria, sino una herramienta de igualdad, sustentabilidad y desarrollo. Solo de esta forma se podrá asegurar que todos los ciudadanos, independientemente de su clase social, puedan disfrutar de los beneficios de una ciudad justa y moderna.

(*) José Iantosca.
Miembro del Encuentro Federal por la Soberanía. Taxista. Tesorero de

CATILTAR (Cámara de Titulares de Licencias de Taxis Rosario). Secretario de Mutual Mastegro, productor y asesor de seguros.

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