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HUMEDALES

Secar el Humedal: 1,7 millones de hectáreas en la mira del agronegocio

Por Pablo Payró (*)

En los últimos días se conoció la información de que el gobierno nacional cedió tres fracciones de tierra a la vera del corredor vial que une Rosario con Victoria (ruta nacional 174).

El convenio firmado entre Vialidad Nacional y entidades agropecuarias definió otorgar dos parcelas para la Sociedad Rural de Victoria (SRV) y una para la Comunidad Islera Asociación Civil (CIAC) a los efectos del montaje de un sistema de mangas y corrales para el embarque y desembarque de hacienda en pie en la zona de islas.

Hasta ahora, el municipio de Victoria, centralizaba estas operaciones y cobraba un canon por dicha tarea. A partir de esta resolución, serán los propios privados los encargados de realizar esta logística de ingreso / egreso, gestión en la que fue clave el papel del gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, que jugó activamente en favor de estos sectores de fuerte peso en el negocio ganadero.

La noticia, que en muchos portales pareció circunscribirse a un tema de reordenamiento vial y diversificación logística, en realidad encierra una aguda disputa que se viene dando desde hace tiempo por las tierras que conforman el Delta del Paraná. De hecho, diversas organizaciones socio-ambientales vienen denunciando una acelerada transformación de estos territorios, que en muchos casos sostienen tiene que ver con las consecuencias del dragado sin control que se ha realizado en el cauce del río Paraná, y las prolongadas bajantes que producto de los efectos del cambio climático han venido agudizándose en los últimos años, poniendo en riesgo unos de los reservorios de biodiversidad más importantes de Argentina: los humedales del Delta del Paraná.

Territorios en disputa

El Delta del Paraná, es un extenso territorio de 17.000km2, con una inmensa biodiversidad que conjuga una multiplicidad de paisajes con una comunidad islera que ha desarrollado allí históricamente modos de vida respetuosos con el medio.

Es sabido también que la ganadería no es un fenómeno nuevo en las islas. Sin embargo, en las últimas décadas, el crecimiento de la actividad ha ido impactando de un modo más notorio en el ambiente de las mismas.  De hecho, algunos estudios ([1]) indican que en el año 2007 llegaron a haber más de 1,5 millones de cabezas de ganado y que luego de la gran inundación de ese año, la cifra se redujo sensiblemente. En esa ocasión, la imposibilidad de efectuar un retiro rápido del ganado le terminó costando la vida a miles de animales y más de un productor se replanteó la posibilidad de seguir trasladando animales a territorios inestables como son las planicies inundables que conforman las áreas de humedales, a pesar de las facilidades de acceso que permitió la construcción de la conexión vial entre Rosario – Victoria a áreas que antes eran prácticamente inaccesibles.

El fenómeno obedece a causas estructurales que tienen que ver con un modelo productivo centrado en la producción de materias primas con eje en la producción de soja (que beneficia centralmente a los grandes terratenientes y a las multinacionales que tienen hoy control del comercio exterior), que producto del corrimiento de la frontera agrícola ha ido desplazando a áreas más periféricas actividades como la ganadería, que en muchos casos ha tenido que refugiarse en zonas en donde los costos de la tierra son menores y las condiciones de las pasturas pueden resultar convenientes para este tipo de actividad.

En un informe que realizáramos en el año 2022 ([2]), en el medio de una de las crisis ambientales más profundas de los últimos años generadas por las quemas en las islas, constatábamos solo del registro visual de la foto satelital la existencia de más de 365 establecimientos dedicados a la actividad ganadera, lo que indicaba un repunte de este tipo de actividad productiva.

Los períodos prolongados de sequía, las bajantes del río Paraná y sobre todo los taponamientos de las principales bocas que alimentan de agua al humedal que se han ido obstruyendo producto de la acumulación de los sedimentos arrojados en las tareas de dragado, vienen transformando aceleradamente las condiciones de este territorio y han despertado nuevamente el interés de grandes terratenientes y productores que ven en esto una nueva oportunidad para ampliar sus negocios.

Además, se sabe que una parte importante de estos territorios son tierras fiscales, que en muchos casos han sido usurpados de forma ilegal sin que el Estado tomara acciones para evitarlo, ni que se hagan públicos los datos catastrales que permitirían además verificar responsabilidades en caso de incendios, como los producidos en el año 2020.

En la imagen que vemos a continuación, obtenido del portal marinetraffic.com , podemos ver a modo de ejemplo, el registro de movimientos de la Draga “Pinta” perteneciente a la empresa belga Jan de Nul, que tiene aún la concesión de las tareas de dragado del canal de navegación principal de nuestro río Paraná. Allí puede observarse con claridad el tipo de maniobra que se realiza para arrojar el material removido sobre la costa de las islas, y lo que posteriormente por el propio escurrimiento de las aguas, se va desplazando y acumulando en las bocas de los riachos y arroyos interiores.

El municipio de Victoria junto a un sinnúmero de organizaciones vinculadas al cuidado del medio ambiente, pescadores, actividades turísticas, etc., han solicitado en varias oportunidades al gobierno de Entre Ríos que gestione la remoción de los sedimentos en las bocas de acceso a los riachos que se depositan por el refulado de arena del canal principal.

En momentos de bajante del río Paraná, hay sólo tres bocas que alimentan el humedal de Victoria: la Boca de la Azotea, la Boca del Bobo (arroyo Careaga) y las Cuatro Bocas (Boya 500 – Paranasito), ubicadas entre Puerto San Martín y Diamante. Estas entradas son fundamentales para mantener el flujo de agua dulce hacia el humedal y, en consecuencia, asegurar el bienestar del ecosistema y las comunidades costeras.

En esta imagen puede verificarse el grado de sedimentación en el ingreso de la Boca “boya 500 o Cuatro Bocas” (ingreso al Paranasito), que podía ser recorrida a pie son inconvenientes,  prácticamente obturada y con escasos centímetros de profundidad.

En el video publicado a fines de diciembre del año 2024 por el portal web del Diario el Ciudadano, podía observarse otra de las bocas (boca de la Azotea) también con un alto nivel de sedimentación.

Link a video: https://x.com/elciudadanoweb/status/1867360073715991002

Sería lógico preguntarse, por qué el gobernador Frigerio que con toda premura y en un verdadero trámite express logró que el gobierno nacional le cediera las tierras necesarias para facilitar nuevos accesos desde la ruta en beneficio de la actividad ganadera, y que además ha estado sumamente activo en apoyo al proceso de licitación que el gobierno de Milei ha planteado para reprivatizar, entregar a manos extranjeras y profundizar el dragado del canal de navegación principal del río Paraná (en el que además pidió se incluya al Paraná Guazú – Bravo – Talavera como parte principal de la Vía Navegable Troncal), sigue haciendo oídos sordos a los reiterados reclamos respecto del dragado de las bocas que garantizan el agua en el humedal.

Nos preguntamos: ¿Es una acción deliberada para agudizar la situación de crisis hídrica que presenta desde hace años gran parte de humedal con el objetivo de lograr que una parte significativa de ese 1,7 millón de hectáreas puedan utilizarse con fines productivos?.

Además, es sabido que la Dirección de Hidráulica de la provincia de Entre Ríos cuenta con las dragas para poder hacerlo. Sucede en este sentido, algo similar a lo que reiteradamente se ha denunciado en relación a las dragas de la Dirección Nacional de Vías Navegables, que desde hace años se encuentran en estado de total abandono, para justificar luego que es necesario que las tareas de dragado sean realizadas por empresas extrajeras.

Tal lo informado por el portal Análisis Digital ([3]), “La Dirección de Hidráulica cuenta con dos dragas: una se llama La Primera y otra Rex. Las dos se encuentran en Villa Paranacito. La Primera está desarmada y desmantelada. La Rex, que es una draga de corte, está en desuso, pero con un mantenimiento adecuado se puede volver a poner en marcha: con una revisión de motor, cañería, bomba extractora, etcétera, podría volver a ser utilizada. Rex fue utilizada durante mucho tiempo para el mantenimiento del calado del Puerto de Diamante, también se ha utilizado para relleno y hace un tiempo la llevaron a Paranacito para el mantenimiento de los accesos a los canales. Y allí quedó.”

Es sabido, que renombrados terratenientes de la zona, han venido comprando tierras en los últimos años, a precios exiguos por tratarse de zonas inundables. ¿El gobierno de la provincia estará al tanto que su inacción puede terminar multiplicando el valor de esas tierras si su puesta en producción se asegura por la ausencia de anegamientos?. ¿Querrá garantizar un negocio en beneficio de unos pocos a un costo ambiental incalculable?

¿El gobernador sabrá que el recurso ictícola, que es sostén de muchas familias isleras, está en serio riesgo? ¿Conocerá que especies como el dorado, la boga y el surubí, precisan de este tipo de lugares para garantizar el desove y la reproducción de las especies?

No es la primera vez que intereses privados buscan apropiarse de estos territorios para transformarlos y dotarlos de condiciones similares a la existente en nuestra pampa húmeda: modificar las condiciones naturales para asegurar la expansión de la ganadería e incluso de la agricultura extensiva.

Es un proceso que algunos estudios definen como de “pampeanización”, cuyo ejemplo más burdo fue el llevado adelante hace algunos años por la multinacional holandesa Bema Agri, que durante 10 años alteró unas 10.000 hectáreas en la zona de islas frente a la localidad de Villa Constitución, construyó 19km de terraplenes para secar un perímetro en donde incluso llevó maquinaria para poder sembrar soja y maíz. Finalmente la justicia en el año 2018 le impidió continuar por infringir la protección de un área natural y las ordenanzas y leyes provinciales.

Tengamos en cuenta además, que gran parte del descontrol de los incendios que tanto afectaron a nuestra zona en los últimos años, también tiene que ver con este fenómeno: los endicamientos, el descenso del nivel de agua, hace que muchos riachos y cursos de agua menores que actuaban de “cortafuegos naturales” hayan desaparecido. Por lo tanto, los riesgos de que los focos de incendio se expandan rápidamente es mucho mayor, y las consecuencias ya las conocemos…

La intención del gobierno nacional de avanzar con la profundización del dragado del canal de navegación troncal del río Paraná, al que intentó llevar a 44 pies antes de que se frustrara el escandaloso proceso de licitación (aunque ya se sabe que volverá a intentarlo en los próximos meses), agudizará las condiciones críticas en las que ya se encuentra actualmente el humedal. Recordemos que este intento de privatización y entrega del río Paraná fue recientemente denunciado por más de 180 organizaciones que formaron parte de la épica “Remada Contracorriente” que recorrió 1.200 km en defensa del agua, la vida y la soberanía en el mes de marzo del presente año.

¿Victoria del agua o del agronegocio?

Solo comparar una imagen satelital actual con la de algunas décadas atrás, nos permite tomar dimensión de la dramática reducción de las superficies en las que antes había agua y ahora crecen pasturas propias de nuestra pampa que el propio ganado ha ido trasladando hacia este territorio en el que otrora reinaban los juncos y camalotes.

Para los 40.000 habitantes de la ciudad de Victoria, el acceso al agua resulta vital. Sin embargo, como ya pudo verificarse en momentos de bajantes del nivel del río, se ha estado cada vez más al límite en la posibilidad de asegurar la provisión de agua. Sucede que la Laguna Grande, que cada vez es más chica como puede observarse de la foto satelital, es la que se comunica con el Riacho Victoria en donde se encuentra la toma de agua de la ciudad.

La situación es cada vez más urgente, y si las tareas de profundización del dragado del río Paraná con el que pretende avanzar el gobierno nacional de Javier Milei en beneficio de las agroexportadoras se hace efectiva, y siguen sin tomarse las medidas necesarias para desobstruir las bocas de acceso que garantizan niveles de irrigación adecuados para el humedal, no solo se estará poniendo en riesgo la diversidad de la flora y fauna propia de estos ecosistemas, sino que, como ya se vio en anteriores bajantes, se pondrá en riesgo la garantía de acceso a un elemento vital como el agua para la vida y se hará cada vez más crítica la situación de sectores como el de la pesca artesanal, la agricultura familiar, el ecoturismo y la apicultura, que ya están al borde del colapso.

Continuar la pelea en defensa del agua, la vida y la soberanía es la única posibilidad para dar vuelta esta situación. Está en nuestras manos lograr que la victoria sea colectiva y en beneficio de todos.

(*) Pablo Payró. Es arquitecto. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná.

[1]Ganadería de Islas: una práctica tradicional que se transformó en un problema ambiental” –  Jorgelina Hiba en https://dosambientes.net/humedal/ganaderia-de-islas-una-practica-tradicional-que-se-transformo-en-un-problema-ambiental/

[2] “Que el humo no tape la dependencia. Mapeo del ecocidio” – Pablo Payró en https://infosoberana.com.ar/que-el-humo-no-tape-la-dependencia-mapeo-del-ecocidio/

[3]

Nota: “No es una bajante más: la Hidrovía seca el humedal de Victoria y la draga no llega.” en https://www.analisisdigital.com.ar/provinciales/2024/10/10/no-es-una-bajante-mas-la-hidrovia-seca-el-humedal-de-victoria-y-la-draga-no

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BAJOS SUBMERIDIONALES SOBERANÍA

Ayer Perotti, hoy el Frente de Frentes

Por Facundo Retamoza (*)

Unidos contra los humedales, por la ampliación de la frontera agropecuaria y la profundización de este modelo productivo que saquea, contamina y empobrece.

Bajo la consigna “El norte es una oportunidad para Santa Fe” se reunió la plana mayor del Frente de Frentes de nuestra provincia en la ciudad de Vera, el pasado sábado 1ro de abril. El objetivo fue dar a conocer a  los principales candidatos del espacio la importancia que tiene el proyecto que hace años exigen los terratenientes de la zona y que hace algunos meses comenzó a ejecutar el gobernador Perotti. Canalizar el humedal más grande del país: Los bajos submeridionales.

Afirma el senador, defensor de la corrupta Vicentin, Dionisio Scarpin: “La política que conducirá los destinos de la provincia a partir de diciembre estuvo acá para escuchar que el norte no es solo queja. Los expositores aportaron experiencia y conocimiento para que se comprenda que el norte puede generar un millón de cabezas de ganado, puede dar muchísima agricultura y valor agregado”

 

Como no podía ser de otra forma los voceros de las agroexportadoras multinacionales, de los terratenientes y de los latifundios imperialistas que abundan en nuestra provincia alzan la voz demostrando ser quienes representen sus demandas y exigencias. No basta con los índices de pobreza que han marcado un nuevo récord en nuestra provincia o la infinidad de investigaciones que afirman los desastres ambientales que suceden a diario, la propuesta sigue siendo profundizar el actual modelo productivo.

Lo que nunca van a decir de ese “desarrollo”, del que ya conocemos las consecuencias, es a quienes beneficia en verdad y a que intereses foráneo responde. Si supuestamente producir mas es la forma de bajar los precios. ¿Por qué con más de 6 millones de cabezas de ganado en nuestra provincia el 50 % de nuestros niños no acceden a la carne y a la leche? ¿Para quienes quieren producir más?

Algunas de estas respuestas están en una nota anterior que profundiza particularmente sobre los que se esconden detrás del proyecto de canalizar los bajos submeridionales que recomiendo leer (https://infosoberana.com.ar/quienes-se-esconden-detras-del-proyecto-de-canalizar-los-bajos-sub-meridionales-2/). Quienes lo impulsan y que se pone en riesgo si este proyecto avanza.

Aguara Guazú, Águila Coronada y Venado de las Pampas: especies en peligro de extinción que habitan en el ecosistema de los Bajos Submeridionales.

Un nuevo reparto del mundo: vienen por más recursos naturales

El mundo ha entrado en guerra y eso agudiza la disputa de las distintas potencias por nuestros ricos territorios: la tierra, los alimentos, la energía, el agua dulce, los ríos, los puertos, etc. se convierten en armas para esa batalla por un nuevo reparto del planeta. Nuestro país está siendo despedazado por proyectos extranjeros que nos cortan en fetas, nos saquean y contaminan: en el norte vienen por el litio, en la cordillera por el oro, la plata y el cobre, en el sur por el petróleo y nuestros peces y en el centro por nuestras tierras, los cereales, las legumbres, la carne, la leche y sus derivados.

La cuenca del plata es el escenario donde abiertamente se da esta diputa,  la Argentina y nuestra provincia en particular ocupan un lugar estratégico.

Los yanquis, Ingleses, Franceses, Chinos, Canadienses, Holandeses, Belgas, Alemanes, etc. encabezan estos proyectos de saqueo a través de sus empresas multinacionales y grupos de inversión  que los financian. Es desembozado como operan en nuestro país frente a una clase dirigente que salvo honrosas excepciones hace de embajadora de sus intereses.

Discurso de Perotti en la SR de Reconquista anunciando las obras para canalizar los bajos submeridionales: “Teníamos que resolver un problema de todos los argentinos como es tener 5 millones y medio de hectáreas no aprovechadas en su potencialidad… Esto les permite hoy a las instituciones sentir que muchos de sus planteos son escuchados y se van materializando”

De los dirigentes como Perotti y los de Juntos por el Cambio conocemos el legajo. Lo más penoso es ver las caras de algunos diputados socialistas que denunciaban estos proyectos unos meses atrás y ahora se desesperan por no quedar afuera de la foto de los que impulsan la canalización del humedal.

Hace apenas algunas semanas:

Los anuncios realizados y las presentaciones en los medios dejan entender que el gobierno considera a los BB.SS. (Bajos Submeridionales) como una vasta región vacante e improductiva que hay que recuperar. Esta narrativa no es exacta, ya que de hecho existen actividades productivas en los bajos, donde se producen un 60% de las cabezas de ganado de nuestra provincia.

Sin duda se puede mejorar la producción y productividad en la zona, de la mano de una correcta planificación que se adapte al ecosistema, pero que no busque transformarlo. Asimismo, además de carne santafesina, los bajos otorgan incontables servicios ecosistémicos a toda la Argentina, y buscar modificar, por ejemplo, el uso del suelo y transformarlo en suelo agrario, sería de un enorme impacto ambiental no sólo para la región.

Hoy los pastizales se valoran globalmente tanto como los bosques, y la expansión de la frontera agrícola en esa zona no es un escenario adecuado a la crisis global climática que estamos viviendo. Las grandes obras en los BB.SS. que ya se han llevado a cabo en décadas anteriores han demostrado lo complejo que resulta intervenir el equilibrio del humedal. Los canales (líneas Paraná y Golondrinas) existentes en la región han tenido el doble efecto negativo de no impedir los anegamientos prolongados y, por el contrario, continuar extrayendo el agua del humedal en períodos de sequías.

Proyecto de comunicación nº 47.253. Cámara de diputados de Santa Fe. Firmado por lxs diputadxs provinciales socialistas: Clara García, Erica Hynes, Gisel Mahmud, Lionella Cattalini, Claudia Balagué, Lorena Ulieldin, Joaquín Blanco.

De estas afirmaciones parece que se olvidaron rápido, aclarando que la única de las firmantes que no se sumo al Frente de Frentes es Claudia Balagué.

Imagen satelital de las consecuencias de la concentración de la tierra y el corrimiento de la frontera agropecuaria sobre los ecosistemas de nuestro norte santafesino.

Unidad para construir un proyecto soberano en Santa Fe

Desde Soberanía Popular y los espacios que lo integramos como Fuerza Común venimos recorriendo un camino de unidad con compañeros y compañeras de distintas corrientes y espacios de militancia. Con ellos compartimos la necesidad de consolidar una propuesta política que enfrente a los representantes de este modelo y construya una alternativa que parta de recuperar la soberanía sobre nuestros recursos naturales y nuestras riquezas, en su mayoría, en manos extranjeras.

Esa unidad se viene dando en los hechos en decenas de foros y espacios que hemos construido para recuperar el río Paraná, frente a las quemas de nuestros humedales, por recuperar el puerto de Santa Fe, para avanzar en una justa distribución y uso de la tierra, entre tantas otras. Entusiasmados en que esa unidad programática pueda convertirse en una propuesta política empezamos a bocetar las referencias y espacios, que sin medias tintas, pongan el eje en la soberanía  para transformar de fondo nuestra provincia.

Junto a Carlos Del Frade y decenas de dirigentes políticos que no están dispuestos a arriar las banderas históricas del peronismo, del socialismo, del radicalismo y de la izquierda estamos transitado ese camino.

Aquellos que se ofrecen como alternativa por derecha prometen desembozadamente profundizar el modelo.  Nosotros estamos convencidos que es posible oponer una amplia unidad que vaya a fondo y cambie definitivamente el rumbo de de esta política de sometimiento.

Como diría el general San Martin: “Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto, no defenderla”

 

(*) Facundo Retamoza – Comunicador Social. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná.

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