Por José Ainsuain (*)
Que en el mundo 700 millones de personas migran en busca de agua potable para poder vivir, no le puede ser indiferente a ningún lector. Mucho menos si remarcamos que diariamente en nuestro planeta entre 4.500 y 5.000 mil niños mueren a causa de falta de agua potable y saneamiento. Números injustos, números que marcan desigualdad, números que desnudan un modelo productivo que se lleva hasta lo más esencial para la supervivencia de las especies. Afirmamos este concepto diciendo que el 70% del agua dulce que se consume en el planeta tiene como destino la producción agro ganadera, que un 20% se consume en otro tipo de procesos industriales y que solo el 10% es usada por el reino animal para vivir.
Analizar estos porcentajes y vivir en el continente con las mayores reservas de agua dulce del globo nos permite realizar dos reflexiones. Por un lado sentirnos favorecidos por la abundancia del vital elemento que garantiza y garantizará a las generaciones futuras un bienestar inagotable. Por el otro, comprender que por nuestras reservas las grandes potencias analizan con ojos grandes y rapaces la necesidad de ocupar las cuencas hídricas de nuestros territorios, para poder garantizar que sus sistemas productivos extractivistas funcionen a todo vapor usando hasta la última gota y dejando tierra arrasada.
Claro está, que el segundo análisis es la antítesis y el genocida del primero. El capitalismo, por su propia naturaleza, hace más de 50 años entendió que el vital elemento (agua) en un futuro escasearía y comenzó a llamarlo recurso. De esa forma lo mercantilizó y en el año 2020, en plena crisis sanitaria mundial, no tuvo mejor ocurrencia que llevar el agua a cotizar en la bolsa de valores a futuros de Wall Street. De esta injusticia ambiental y social nace el Libro AGUA Patrimonio de la Humanidad o de Wall Street.
Si bien es un trabajo de mi autoría, el mismo contó con un importante aporte colectivo y fue presentado a sala llena el 24 de abril de 2024 en el anfiteatro central de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario con el análisis y presentación del Dr. Magister Aníbal Faccendini y desde entonces recorrió varias Instituciones y Provincias. Recientemente, en el marco de una jornada de exposiciones organizada por la Red WATERLAT- GOBACIT -organización con representación en toda Latinoamérica- pudimos exhibir el libro y hablar sobre el agotamiento y contaminación de los acuíferos por el uso indiscriminado del agronegocio y los vientos privatistas que rondan sobre las empresas de Agua en la República Argentina.
El próximo 7 de agosto, a las 19 horas, el trabajo se presentará en el Colegio de Abogados de la ciudad de Rosario con el análisis de la Dra. Magister Virginia Chiesa. Consideramos necesario que esta problemática esté en la agenda nacional y sobre eso estamos trabajando. Nos encontramos en un momento bisagra de la historia y somos nosotros, los que habitamos estas tierras, quienes tenemos que decidir por las generaciones venideras. Esto no es apología a volver a la época de las cavernas, si no buscar un equilibrio que garantice proteínas para la población en su conjunto, que el desarrollo científico y tecnológico avance para las mejoras de la humanidad en armonía con el ambiente. Parar un minuto el tiempo, para pensar, reflexionar y preguntarnos… ¿“El agua es de la Humanidad o del Mercado”?
(*) Investigador, autor del libro “AGUA Patrimonio de la Humanidad o de Wall Street”