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BANDERA CULTURA DEBATES

Belgrano: “banderas para la independencia y la libertad”

Por Sergio Coppoli (*)

Belgrano fue creador de banderas que expresaran un proyecto de independencia y libertad.

Cuando se dirigía hacia el Paraguay, con el objetivo aparente de facilitar instrucción y disciplina a los reclutas, separó las bisoñas tropas en tres partes, cada una de las cuales se diferenciaba por un color: amarillo, rojo y azul. Colores que correspondían a bayeta, una tela de lana, comprada al pasar por Santa Fe.

En CuruzúCuatiá, al parecer, formó con los tres colores una sola bandera que acompañó al pequeño ejército en la expedición al Paraguay. Esa bandera hoy  es la bandera de la ciudad de CuruzúCuatiá. La bandera tenía los colores que  caracterizaban a los partidarios de Francisco de Miranda: los colores amarillo, azul y rojo, que hoy encontramos en las banderas de Venezuela, Colombia y Ecuador. ¿Fueron elegidos al azar esos colores? ¿Eran los únicos colores de tela existentes en Santa Fe? No lo puedo probar, pero estimo que la elección de colores mostraba ya la decisión independentista de Manuel Belgrano. Una decisión osada; la revolución se había iniciado con la máscara de Fernando VII y la Junta gobernaba en su nombre. Una decisión que va contra la tesis de que todos los “revolucionarios de mayo” no tenían proyectos de independencia desde un principio, sino que esta fue una consecuencia no buscada. Belgrano y otros integrantes del partido de la revolución no querían amo nuevo, pero tampoco el amo viejo.

Bandera de Curuzú Cuatiá

¿El gobierno de la Junta habría permitido semejante expresión independentista? Es de suponer que no, por eso la bandera tricolor se habría perdido en los campos del Paraguay.

Posteriormente, en su segundo paso en Rosario, creó el 27 de febrero, un caluroso día veraniego, la bandera argentina. Cosme Maciel, cabildante por Santa Fe, la izó por primera vez. El triunvirato, con Rivadavia a la cabeza, le ordenó destruirla y le envió una bandera española.  Seguramente, lo que Belgrano temía sucediera con la bandera tricolor, sucedió con la creada en el Rosario, en las baterías Libertad e Independencia, nombres igualmente osados para gobernantes timoratos o con vocación no tan firme por la independencia.

Belgrano la ocultó y resolvió volver a usarla cuando un triunfo de las armas de la patria generara las condiciones para volver a enarbolarla. Eso fue después de la batalla de Tucumán, el 13 de febrero  de 1813, a orillas del río Pasaje o Juramento.

Hay mucha polémica por la elección de los colores azul celeste y blanco…

¿Los colores de los Borbón, los del manto de la virgen, los del cielo? Esta polémica, en muchos aspectos vana y formal, tiene un aspecto interesante: Belgrano le dio esos colores, también, a la bandera del Consulado de Comercio de Buenos Aires. Ese consulado desde donde comenzó a diseñar un proyecto revolucionario con un país independiente y desarrollado económicamente.

Es muy probable que para Belgrano, los colores del cielo, del manto de la Virgen y de los Borbón, permitieran que se aceptara con más facilidad una bandera que unificara a los pueblos en la gigantesca tarea de dar independencia y libertad y nos diferenciara de otras naciones.

Belgrano entregó la bandera a San Martín, quien la llevó, con variantes, en la campaña libertadora a Chile y Perú.

Luego, Hipólito Bouchard la llevó en su campaña de corso a través de los mares del mundo, acosando el comercio y movimientos marítimos hispanos, en el mástil de su nave “La Argentina” y nuestra bandera fue modelo para otras acciones emancipadoras en centro América, donde varios países tienen banderas diseñadas en forma semejante. Los objetivos de Belgrano, de libertad e independencia, tras una bandera que unificara los pueblos, fue más que lograda en su momento.

¡Que la bandera de Belgrano siga encabezando la lucha por la independencia y la libertad!

 

(*) Sergio Coppoli. Psicólogo. Miembro de Foro por la recuperación del Paraná.

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CULTURA DEBATES SOBERANÍA

Crónicas Soberanas de la Patria herida. El nuevo libro de Luciano Orellano.

🔴 Con inmensa alegría lanzamos la PREVENTA del segundo libro de Luciano Orellano: “Crónicas soberanas de la Patria herida” 🇦🇷, una publicación de Editorial Ágora.

Siguiendo el espíritu de “Argentina sangra por las barrancas del río Paraná”, es la expresión de un “intelectual colectivo”.

📘 En su más de medio millar de páginas, reúne y comparte una serie de nuevos artículos, exposiciones en charlas y foros, posicionamientos públicos, pronunciamientos colectivos, declaraciones, trabajos de elaboración y de protagonismo en hechos que “soberanamente” fueron gestados en este último y fructífero período.

☑️ Constituye un nuevo punto de llegada y un renovado punto de partida. Con las causas emancipatorias por la soberana independencia de nuestra patria herida, los sueños de Manuel Belgrano, los ideales de nuestras gestas fundacionales como guía, y con la firme intención de aportar al surco de huella larga y páginas gloriosas de nuestra historia, aspiramos a forjar esa Argentina justa, libre y soberana para la felicidad del pueblo. 🇦🇷

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CULTURA DEBATES HISTORIA

Sobre el Combate de San Lorenzo: barcos, cargas de caballería, torres y hoteles.

Por Sergio Juan Coppoli (*)

Dicen los mapuche, que cada persona debe poder contestar tres preguntas: ¿De dónde vengo? ¿Quién soy? Y ¿Hacia dónde voy? Eso vale también para los pueblos, lo colectivo.

Hay quienes dicen que los argentinos descendemos de los barcos. Yo sostengo que venimos de la tierra y, si bien muchos descendemos de los barcos, muchos descendemos de pueblos originarios.

¿De qué barcos descendimos los argentinos? Gran parte de los habitantes de esta parte del mundo, son pueblos preexistentes a la invasión europea de hace más de 500 años y a los estados nacionales. En épocas glaciares, sus antepasados cruzaron el estrecho de Bering. Otros, llegaron en canoas y balsas desde islas del Pacífico, en un primer descenso desde barcos.

Milenios después, con Colón, almirante afecto a nombrar el oro y poco a Dios, llegó la gran invasión. Muchos argentinos actuales, descienden de los barcos de la invasión. Muchos de esos invasores, se mestizaron con los pueblos originarios. De sus descendientes, unos fueron parte de las guerras de independencia y parte de esta América morena. Otros,disfrutando los beneficios de la conquista y la colonización, usaron las guerras de independencia para atarnos a otras cadenas, como dueños de latifundios y en uso de privilegios comerciales.

Están también aquellos, cuyos antepasados bajaron de los barcos de la infame trata de esclavos. Vinieron forzados y a trabajar forzados. De allí, otro proceso de mestización. En otros barcos, llegaron los perseguidos y desposeídos de Europa, buscando trabajo, tierra y otra suerte para sí y para su descendencia. Dieron inicio a otro proceso de mestizaje.

Pero hay otros barcos más. En barcos llegaron los ingleses para invadir Buenos Aires. Barcos ingleses fueron beneficiados por la libre navegación de nuestros ríos por el “Tratado de Amistad Comercio y Navegación entre el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y las Provincias Unidas” en 1825, impulsado por Rivadavia y Georgie Canning. En barcos vinieron los ingleses que usurparon Malvinas y en barcos vinieron ingleses y franceses a imponer la “libre” navegación de nuestros ríos.

En la ciudad de Buenos Aires, en Retiro, se alza la torre de los ingleses y estaba la estatua de Georgie Canning, ministro de asuntos exteriores de Gran Bretaña durante largos años. Don Canning escribía en 1824: “La América Española es libre, y (si) nosotros los ingleses manejamos nuestros negocios con habilidad, ella será inglesa”.  A la estatua del señor Canning, una manifestación la quitó de su sitial y la arrojó al río.  Un gobernante con callos en las rodillas y rodillas en el alma, la repuso en la Recoleta, para que siga cuidando los intereses británicos. Quienes la arrojaron a las aguas, tuvieron que recorrer un trecho largo para llegar al río. Durante las invasiones inglesas, donde está la torre, estaba el río y allí quedó varado el barco Justine. “Aborde y tome la nave”, ordenó Pueyrredón al joven militar Martín Miguel de Güemes, quien con sus hombres, lo hizo ¡de a caballo! Más de 200 años después, la tierra y la ardua labor de gobernantes con callos en las rodillas y rodillas en el alma, cubrieron de olvido la hazaña de Güemes y sus hombres y en ese lugar hoy está esa torre de los Ingleses, “(…)puerta de entrada a la Ciudad de Buenos Aires por su vecindad con la terminal de los ferrocarriles de la Estación Retiro, el Puerto de la Ciudad y el Hotel de Inmigrantes (…)” según la página del gobierno de la ciudad.

A poca distancia de la torre, se levanta el Sheraton, otro símbolo de poderío imperial en pleno corazón porteño.

Cuando llegué a Rosario, me llamó la atención el poco acceso al río Paraná, en una ciudad situada a su vera. Había paseos frente al Monumento, el Balneario Municipal, La Florida. El Puerto ocupaba casi todo la costa, un puerto que hacía honor a la denominación de Rosario, capital de los cereales, tal como cantaban Falú, Dávalos y los Fronterizos. Pero el puerto fue desguazado y cedió lugar a grandes puertos privados de grandes monopolios extranjeros,  a cambio, pareció que ganábamos acceso al río. Nuevamente espejitos y cuentas de colores. Los llamados desarrolladores inmobiliarios, la especulación inmobiliaria, los elefantes blancos o blanqueados, en una metáfora que espero no sea mal entendida por gente mal pensada, fueron ocupando espacios privilegiados junto al río, erigiendo torres gigantescas con excepciones al reglamento de edificación de la ciudad.

Pero hay otra Rosario, la Rosario rebelde, la Rosario de la historia emancipadora. Una histona que debe ser atesorada.

Celedonio y sus milicianos

Rosario es un poblado que adhiere con fervor a la Revolución de Mayo y arma milicias para vigilar el río y defender la costa de las incursiones realistas. Belgrano en su paso hacia el Paraguay, organiza esas milicias y sigue viaje hacia el reglamento de las Misiones, Paraguarí y Tacuarí. En 1812 vuelve a Rosario para montar dos baterías.Aquí crea la bandera que es izada en la batería Libertad, donde hoy se halla el Monumento a la Bandera; luego sigue viaje hacia el Éxodo jujeño, Tucumán, Salta y el Alto Perú. Las milicias permanecen y cuando San Martín es enviado a perseguir la flotilla realista que desembarcaría en San Lorenzo, esas milicias, al mando de Celedonio Escalada, colaboran. Rechazan, en lo que, despectivamente, muchos consideran una “mera escaramuza”, un desembarque en la desembocadura del Arroyo Ludueña y acuden a San Lorenzo, dando apoyo a los Granaderos en su bautismo de fuego. Celedonio y sus milicianos deben haber pasado en  su cabalgata heroica por donde hoy está el Monumento a la Bandera, oculto entre grandes torres. Después deben haber pasado por Puerto Norte, que entonces no era Puerto Norte y las torres no privaban el acceso y la vista al río ni existía el proyecto de un Sheraton de 130 metros de alto, todo un símbolo imperial en la tierra que vio nacer nuestra bandera. Podrán decirnos que esas torres son un orgullo para los rosarinos. No sé. Prefiero pensar, que orgullo  son los milicianos vigilando el río, la adhesión a la revolución de mayo, la bandera y su monumento, la galopeada de Celedonio Escalada y sus valientes, los rosariazos que pusieron fin a los sueños de Onganía y la rebeldía obrera y popular de este suelo. No las torres, los puertos en manos extranjeras y el río para pocos y transformado en hidrovía, que nos han dejado gobernantes con callos en las rodillas y rodillas en el alma, para  encubrir nuestra historia y  uncirnos al carro triunfal de los poderosos.

¿De dónde venimos? ¿Nos reconocemos en la cabalgata de Celedonio? ¿En el monumento? ¿En los rosariazos? ¿En la ciudad siderúrgica y obrera? ¿O en las torres vacías, los puertos privados y el Sheraton?

¿Quiénes somos? ¿Parte de la América morena, hermanados originarios, criollos, descendientes de europeos y africanos, unidos en un solo pueblo? ¿O nos creemos superiores por provenir de los barcos, por ser parte de esa Europa invasora y expulsora de marginales?

 ¿Y hacia dónde vamos? ¿Cabalgaremos como Celedonio hacia la independencia y la libertad o nos dejaremos tentar por espejitos, cuentas de colores, Sheratons y cantos de sirena?

 

(*) Sergio Coppoli. Psicólogo. Miembro de Foro por la recuperación del Paraná.

 

http://detallesdebuenosaires.blogspot.com/2011/09/monumento-george-canning.html

https://www.buenosaires.gob.ar/museos/torre-monumental

https://viapais.com.ar/rosario/481984-piden-que-el-proyecto-de-construccion-del-sheraton-sea-fiscalizado-por-la-uif/

Las esculturas que ya no están (nota 6)

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Nota de opinión sobre el libro “Golpes adentro”

Por Adriana Lynch (*)

“Golpes Adentro”, de Fraco Morini, fue publicado por editorial “Último Recurso” en la ciudad de Rosario, en noviembre de 2020, y se presentará el jueves 17 de noviembre a las 19,30 hs.

Convocándonos a fantasear “lunas” a cambio de “faroles”, Franco nos invita en estas páginas a habitarnos en todo recoveco: en la intimidad del alma existencial clasista; en los sueños inconclusos con dudas y certezas en ese mismo sentido; en América mestiza e insurrecta; en la Patria herida, empujándonos a morder cadenas hasta romperlas, forjando esperanzas…

Distante de toda ascéptica neutralidad y gracias al cristal con que el poeta mira al mundo, su poesía comprometida acompaña y alivia dolores con solo compartirlos.

Poesía que interroga, desoculta, cuestiona, empuja horizontes ¡para aspirar a cambiarlo todo!

Parafraseando al poeta español Gabriel Celaya, “Golpes adentro” se instala en el sitio de esa “poesía necesaria”… esa “poesía herramienta”… 

En palabras de Franco, la suya es una “poesía situada, escrita acá, al sur del mundo y desde el centro del alma”.

Un libro hermosamente valioso para juntos, sanar heridas.

Siguiendo las palabras editoriales, es en sus versos “como un pájaro carpintero que, encerrado entre costillas, esternón y músculos, no descansa ni se rinde, y sigue haciendo un agujero, para asomarse y lanzarse en vuelo”. 

Sería recomendable aprender muchos de sus versos de memoria, para que nos acompañen a enfrentar aterrizajes forzosos en los andares de la vida.

La cita es en el bar Pichangú (Salta y Rodríguez), el jueves 17 a las 19,30 hs.

(*) Adriana Lynch,  miembro del Foro por la Recuperación del Paraná. Docente.

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Libro “Argentina sangra por las barrancas del río Paraná”

Ponemos a disposición para su descarga en PDF, el libro de Luciano Orellano, en su 2da edición de mayo de 2021.

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Luciano Orellano en la Feria Internacional del Libro de Rosario

Compartimos las palabras de Luciano Orellano en la presentación, a sala llena, de «Argentina Sangra por las barrancas del río Paraná» en la Feria Internacional del libro en Rosario. 

Con la presencia de, su autor, Luciano Orellano, junto Pedro Peretti, Enzo Balbuena y la coordinación de Érika Gnoatto.

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Las luchas antiimperialistas y la soberanía.

Soberanía, antiimperialismo y necesidades de las masas, son un eje central de la política argentina.

Se concentran en la deuda externa ilegítima, fraudulenta, usuraria y odiosa. Una estafa al pueblo argentino, legitimada como nunca antes con la aprobación del acuerdo con el FMI en el Congreso de la Nación.

La legitimación de esta deuda y la firma del acuerdo son una permanente  pérdida de autonomía política y económica, que lesiona gravemente nuestra soberanía.

A cuarenta años de Malvinas, Argentina corre el gravísimo peligro de desintegración territorial. Se escuchan voces  en las altas esferas, a presidentes de partidos políticos, gobernadores, etc., que levantan  propuestas separatistas para partir a la Argentina, o para reducirnos a una suerte de protectorado. Es un viejo proyecto de las clases dominantes que está más vigente que nunca.

Malvinas, 40 años.

Las minorías oligárquicas, cuya existencia y desarrollo depende de los imperialismos, y en función de sus mezquinos intereses, someten al país a la humillación, al saqueo de sus riquezas y a un verdadero genocidio social.

La base de la declinación de la soberanía es la extranjerización de nuestra economía.

Marcha contra el acuerdo con el FMI.

Comercio Exterior y Puertos.

Argentina creció exponencialmente en su producción y en su comercio agropecuario, pero este crecimiento está trágicamente concentrado, centralizado, y reina soberano el capital extranjero.

Monopolios imperialistas como Cargill, Bunge, ADM y Toepfer (yanquis), Dreyfus (francesa), Cofco y Nidera (propiedad del Estado chino), Glencore (hoy Viterra, anglosuiza, pero asociada a capitales de origen nacional como Vicentín), AGD (nacional del grupo Urquía, asociada a Bunge), Molinos Río de la Plata, entre otras, dominan un sector estratégico de nuestra economía y por lo tanto marcan gran parte de las políticas económicas, en alianza con los terratenientes nativos y extranjeros.

Los EE.UU tienen un papel hegemónico, con un peso muy grande de los sectores europeos (caso Dreyfus). Los chinos avanzan al galope, tienen el 20% de este comercio. Tiene un peso importante la burguesía intermediaria, como AGD, del grupo Urquía, como también la burguesía nacional a través de ACA.

No solo es el comercio, sino además una industria aceitera de 23 plantas, que involucra a 22.000 trabajadores.

Argentina representa el 53% del aceite de oleaginosas que se comercializa en el mundo, y el 35% de harina. La cosecha 2021/22 es de un valor de 53.000 millones de dólares y las exportaciones alcanzan 35.000 millones (un 80%  sale por los puertos del Gran Rosario).

Se produce un entrelazamiento que combina el capital financiero con capital comercial, agrario, industrial, y bancario. Además controlan eslabones principales de la cadena productiva: semilla, insumos, fertilizantes, herbicidas, maquinaria agrícola, pools de siembra, etc.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)

La BCR, (segunda en el mundo después de la de Chicago), es un centro económico-financiero, parasitario, que cristaliza la renta terrateniente y está directamente asociado a la “timba financiera”. Es un órgano de la oligarquía, el imperialismo y la burguesía intermediaria y el epicentro de gran parte de las operaciones de compra y venta de granos de la zona núcleo de Argentina. En el Gran Rosario se han concentrado,  una cantidad de terminales portuarias y de plantas agroindustriales que posibilitan un nivel de comercialización y procesamiento entre los más importantes del mundo.

La Bolsa de Rosario tiene relevancia nacional y ha desarrollado múltiples mecanismos de especulación: mercados a futuro (no solo de los granos sino del dólar), contratos de cobertura, descuento de cheques de pago diferido, fideicomisos financieros, emisión de obligaciones negociables, etc., y busca conformar un “banco propio”, que sería el corolario lógico de todo este proceso.

Como lo demuestra el hecho obsceno e impune cometido por el ex presidente de esta entidad, Alberto Padoán a la vez CEO de Vicentín-Glencore que  usó todo su poder para cometer la estafa millonaria a los chacareros, al Estado, y al pueblo argentino por 1.000 millones de dólares.

Citando a Federico Engels: “…la riqueza ejerce el poder indirectamente, pero de un modo seguro. Por una parte, bajo la forma de corrupción directa de los funcionarios, de lo cual es América un modelo clásico, y, por otra parte, bajo la forma de alianza entre el gobierno y la Bolsa. Esta alianza se realiza con tanta mayor facilidad, cuanto más crecen las deudas del Estado, y más van concentrando en sus manos las sociedades por acciones, no sólo los transportes, sino también la producción misma, haciendo de la Bolsa su centro” (Federico Engels: El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, en Marx y Engels: Obras Escogidas, Cartago, Buenos Aires, 1957, pág. 658).

Política y Soberanía. ¿Quién gobierna?

El entonces presidente Mauricio Macri, con motivo de la conmemoración de los 200 años de la declaración de nuestra Independencia en la propia casa de Tucumán, pidió disculpas a su invitado especial, el rey de España, y en nombre de nuestros patriotas opinó: “Ellos en ese momento claramente debieron sentir angustia, querido Rey, de separarse de España”.

Si bien el presidente Alberto Fernández ha expresado su adhesión a la socialdemocracia europea, particularmente española, en su encuentro con Putin durante su gira presidencial (apenas días antes de la invasión  a Ucrania),  le planteó abiertamente : “El contexto es muy favorable para vincularnos más entre Rusia y la Argentina. Tenemos que ver la manera de que Argentina se convierta en una puerta de entrada de Rusia en América Latina, para que Rusia ingrese de una manera más decidida”.  

Jerarcas y sectores de la CGT corrieron a reunirse en la embajada de los EE.UU posteriormente a la derrota electoral del Frente de Todos en las PASO de agosto de 2021.

El magnate y terrateniente inglés Joseph “Joe” Lewis, apropiándose de una parte de nuestra Patagonia, ha conformado un Estado dentro del Estado y  una verdadera prolongación de la base  inglesa en Malvinas..

Los poderes públicos, desde el presidente para abajo, aceptan discutir y acordar las decisiones políticas e institucionales con los “organismos internacionales de crédito” y con gobiernos extranjeros.

Esto ha expresado un amplio rechazo de grandes sectores de la política, sociales, sindicales, etc. La disputa por la Argentina, expresada en el Frente de Todos, de marchas y contramarchas como en el caso de la posible estatización de Vicentín, de crear una empresa del Estado para el dragado de la mal llamada hidrovía, como la realización del canal Magdalena, entre otras, nos ha permitido un marco de alianzas y luchas muy importantes con amplios sectores, particularmente del peronismo.

Argentina ha tocado fondo en materia de soberanía nacional, y se necesita una revisión integral.

Con el crecimiento explosivo de la deuda, el FMI, el “organismo multilateral” representativo de los intereses imperialistas dicta la política económica y audita su cumplimiento, monitoreando además toda la economía argentina a través de sus veedores. Al punto tal que para emitir moneda hay que pedirles autorización. Opera como instrumento de las grandes potencias, sus bancos y sus monopolios y puede concretarlo en los países cuyos gobernantes se someten y aceptan su intromisión.

Esto quedó demostrado cuando el gobierno pidió ayuda a los rusos y a los chinos y le respondieron que primero arreglara con el FMI.

La política del gobierno de Alberto Fernández ha sido, en lo fundamental, mantener la diversificación de la dependencia, la renegociación y continuidad, con lo cual se ha agravado la declinación de la soberanía.

Existe una aguda y permanente disputa de todos los imperialismos por el control del Estado y de la política, para conservar, permanecer, ampliar, y perpetuar su penetración en Argentina, que está a la orden del día, con negociaciones de todo tipo y continuamente. .

El rumbo general del gobierno es traer inversiones extranjeras, para producir más, para tener más dólares para pagar los compromisos externos, y con el latiguillo del supuesto “derrame” se resolverían los problemas de las masas. Siempre el discurso es crecimiento, desarrollo, innovación, de determinadas áreas, y enterrando otras, sobre todo la Argentina industrial, autónoma, de pleno empleo, independiente e integral, con centro en  el mercado interno, la producción nacional, las economías regionales, etc.

El proyecto de las clases dominantes: si hay un tema donde se expresa claramente la cuestión de la soberanía es en la profundización del modelo agroexportador.

Buscan profundizar una economía agroexportadora subordinada, dependiente y de extrema especialización y una integración al mercado mundial de carácter unilateral. Todo se reduce en lo fundamental a la extracción de productos primarios y a un escaso desarrollo industrial, solo con la excepción de aquello que necesita tomar lo mejor de la ciencia (genética animal y vegetal, semilla, fertilizantes, químicos, agroquímicos, siembra directa, etc.)

Ese núcleo de intereses coincidentes ha ganado a lo principal de la intelectualidad bajo las tesis del desarrollo y el crecimiento asentado en la imposibilidad de escapar al rol asignado a nuestro país en la división internacional del trabajo, subordinando a las universidades y el rol de la ciencia que son claves para sus proyectos, subordinación que bajo los distintos gobiernos no solo no se modificaron sino que se profundizaron. Allí se expresa muy claramente cómo el «radicalismo del litoral» puede coexistir pacíficamente con sectores del kirchnerismo y del PJ, y cómo lo principal del conocimiento científico público ha sido orientado a perfeccionar el modelo de saqueo, entrega y contaminación de nuestro país. No hay ningún aspecto del modelo de desarrollo productivo de nuestro país que no se asiente sobre investigaciones públicas financiadas por el Estado.

El desarrollo capitalista en el campo, no ha hecho más que reforzar la dependencia al imperialismo y al latifundio terrateniente.

Esta profundización se desarrolla en medio de intensas y a veces publicas luchas para decidir en beneficio de qué imperialismo se realizan.

La soja es el centro de la matriz productiva de América del Sur. Sobre un total de 360 millones de toneladas de soja anuales que produce el mundo, la Cuenca del Plata está en una producción de 175 millones, y ha  pasado a ser el primer exportador de poroto, de harina, y de aceite de soja del mundo.

Es la proteína del siglo XXI, que en tiempos de paz, es un alimento, pero que en tiempos de guerra el alimento se convierte en un arma.

Cerca de 70 millones de hectáreas están vinculadas a este cultivo en América del Sur, donde se duplicó la frontera agrícola en los últimos cuarenta años. El corazón de este cambio se ubica en Brasil, con 40 millones de hectáreas, y en Argentina con 20 millones de hectáreas.

Esto implica un cambio en la estructura de clases y en las relaciones de poder, con la conformación de nuevas roscas y grupos dominantes, con cambios demográficos en las regiones. Tal el caso de la región centro, conformada por Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, en donde se concentra más del 60% de dicha producción.

El principal medio de producción en América del Sur es la tierra, cuyo valor se ha multiplicado por 10, por 100, por 1.000, dependiendo de la región. Ha crecido su nivel de extranjerización, la renta extraordinaria absoluta y relativa, y la concentración en pocas manos con nuevos latifundios.

Renegociación de la dependencia y luchas.

Hay privatizaciones y concesiones con fecha de vencimiento: ferrocarriles, la mal llamada “hidrovía” del río Paraná, las centrales hidroeléctricas patagónicas (como El Chocón, Pichi Pichi Luefú o Piedra de Águila), puertos, en un proceso de renegociación de la dependencia.

Como contrapartida, se ha puesto en debate la palabra soberanía. El antiimperialismo está al orden del día, porque ninguna de las necesidades y urgencias de las masas pueden resolverse si no se enfrenta al mismo tiempo, a la dependencia.

Se ha abierto una oportunidad única de recuperar lo nuestro y se ha desarrollado un movimiento de carácter nacional alrededor de la defensa y por la recuperación del río, los puertos, el comercio, la moneda, la banca, la tierra,  el litio, el petróleo, las cuestiones socio-ambientales, nuestros recursos pesqueros y nuestra minería, por la soberanía de las vacunas, por una industria nacional, por una industria naval y marina mercante propias, etc.

Es un movimiento que vino para quedarse, donde muchos compañeros y compañeras tienen un trabajo importante y un lugar destacado, y propuestas que lideramos con frentes únicos muy amplios y heterogéneos, con múltiples iniciativas, y entendiendo además que el tema de la de la deuda externa y el FMI no es un tema cerrado, sino un tema abierto porque viene a condicionar toda la política y la economía argentinas, y el presente y el futuro de este pueblo.

Movimientos de masas en Mar del Plata, la pueblada de Chubut , movilizaciones en el puente Rosario-Victoria y el río Paraná en el Gran Rosario y su cordón industrial, en la ciudad de Santa Fe; en el puente Chaco- Corrientes; Villa Constitución, Ramallo, La Plata, Neuquén, Chocón,  Corrientes. Contra la entrega del litio, contra la megaminería, movidas contra el acuerdo con el FMI, por los 40 años de Malvinas, por el ARA San Juan, y contra Joe Lewis en nuestra Patagonia, ante los incendios  ambientales en Corrientes, etc.

Este movimiento se ha ido corporizando en cientos de foros; iniciativas y actividades; caravanas; actos; conformación del “Foro por la Recuperación del Paraná”, de la “Mesa Coordinadora por la Recuperación del Paraná”; creación de institutos; marchas; declaraciones; movilizaciones al Ministerio de Transporte y al Ministerio de Defensa; a la Bolsa de Comercio de Rosario; a la Dirección de Vías Navegables de Corrientes; en las iniciativas presentadas en el parlamento con el proyecto de Ley “Vías Navegables Sociedad del Estado”; en movimientos locales, regionales y nacionales; etc., que toman en sus manos la defensa de la soberanía y el antiimperialismo, vinculadas a las urgencias que vive nuestro pueblo por la imposición de los precios monopólicos, por la devaluación estrepitosa de nuestra moneda, por la inflación, etc., unidas a las situaciones concretas del mundo del trabajo, a las reivindicaciones y demandas de los trabajadores ocupados, desocupados, y jubilados.

Un instrumento importante en este período fue el libro “Argentina sangra por las barrancas del río Paraná”. Un aporte que permitió desplegar una línea de denuncia, de propuesta y de rumbo antiimperialista y soberano, estimulando y  ampliando este movimiento de frente único, las iniciativas, y ubicando al Partido en un lugar de referencia nacional.

Los debates: ¿es posible un rumbo soberano?

En el campo popular se debate sobre qué salida es posible para Argentina. Fundamentalmente, si es posible un cambio de rumbo que modifique la estructura dependiente latifundista, y hasta dónde pueden tomarse las medidas profundas que necesitamos para la plena recuperación de nuestra soberanía en todos los sentidos. Es un debate genuino en el seno del pueblo, donde millones se cuestionan y discuten las posibles alternativas al saqueo y a los enormes padecimientos que sufrimos (que, aunque preexistentes, se han agravado y puesto aún más en evidencia con la pandemia de Covid 19).

Pero es notable cómo son alentadas intencionalmente las salidas defensivas y derrotistas con diversos desarrollos teóricos, que fundamentan el camino de lo “posible” versus lo “necesario”.

Estas teorizaciones, y sus ideólogos, que usan grandes medios de difusión, abarcan desde corrientes revisionistas, reformistas, de apariencia “progresista”, o revolucionarias “escépticas”, que parten desde el “pragmatismo”, del “posibilismo”, desde un supuesto “realismo”, y niegan las mejores experiencias revolucionarias en el mundo y los profundos cambios que conquistaron.

Desde la idea del “fracaso” de estas, predican: “¿valió la pena?”; “hay que buscar el mal menor”; “no hay margen”; “¿no ves la ofensiva violenta, reaccionaria, y las relaciones de fuerza en América y en el mundo?”;  “ganar las calles y formular otro programa es funcional a la derecha”; “no hagamos ruido para no despertar a la bestia”; “no podemos pelear al león con un escarbadientes porque nos suicidamos”.

Se niega todo camino independiente, emancipador, y revolucionario, por derecha y  por “izquierda”.

La conclusión que divulgan, es que el único camino en la actual división internacional del trabajo es subirse al tren de los agronegocios, litio, etc., en donde nuestra integración al mercado mundial es unilateral y primarizada y entierra cualquier posibilidad de desarrollo independiente.

Nadie puede negar que hay una ofensiva reaccionaria a escala mundial. Porque frente a la crisis (con pandemia o sin ella) los imperialismos van a ser más reaccionarios y belicistas que nunca. Y todos, porque no hay imperialismo “bueno”.

Ante este cuadro de situación, y desde hace varias décadas, los revisionistas rompen con el contenido revolucionario de la teoría marxista y, principalmente, niegan la necesidad de destruir por esa vía este Estado opresor de las clases dominantes. Sostienen la vía pacífica y parlamentaria como la única y están en contra de la teoría leninista del imperialismo: reniegan de la revolución y se limitan a postular reformas dentro del sistema capitalista e imperialista.

En ningún proceso verdaderamente transformador hubo en sus inicios una relación de fuerzas favorable, lo que explica que no es un problema de “relación de fuerzas” sino de “objetivos”.

La soberanía y el antiimperialismo abarcan todos los temas, es una integridad. El arte es cómo vincularlos a los problemas concretos del pueblo para vincular a todo el movimiento de masas a la soberanía y el antiimperialismo, para que los tomen en sus manos y para avanzar en formular un programa de salida, a favor del pueblo y de la Patria.

Las tesis de Lenin sobre “el imperialismo, fase superior del capitalismo” nos permiten ubicar el momento actual, inscripto dentro de la época del imperialismo y las revoluciones proletarias. En un mundo al que los capitalistas y revisionistas llaman “globalizado” para negar una feroz disputa por su reparto entre las asociaciones monopolistas y las oligarquías de las potencias imperialistas que los expresan, con desigual desarrollo, que lleva a agudizar las contradicciones entre ellos (al punto de colocar al mundo frente a la posibilidad de una nueva guerra mundial) y con los explotados y oprimidos en todos los países. De ahí la renovada necesidad de comprender en profundidad la base económica de las crisis y las guerras, y las crecientes luchas sociales y políticas de los trabajadores y los pueblos oprimidos de todos los países del mundo que las enfrentan, delimitando los campos entre los oportunistas y los revolucionarios.

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