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VIAS NAVEGABLES

¡AGP – LA PATRIA NO SE VENDE, SE DEFIENDE!

Por Feliciano Ramos (*)

En el ardiente mes de enero cuando se hace hasta peligroso salir bajo el agobiante febo el país salió a la calle,  se manifestó, gritó, se pronunció, en distintos cacerolazos y marchas que concluyeron (hasta ahora) en el paro de la CGT y manifestación popular del día 24 cuando de manera contundente e inequívoca en este pueblo gritó fuerte: ¡LA PATRIA NO SE VENDE! ¡SE DEFIENDE! al actual gobierno y todos los demás que pretendan subastarla. Este grito sagrado fue acompañado y apuntalado por manifestaciones en todo el mundo a favor de nuestra patria. En Bruselas y ciudades de Francia, en Barcelona y otras ciudades de España e Italia, en fin en todas partes del  mundo el grito fue claro ¡LA PATRIA NO SE VENDE!      

Es claro que hay gobiernos liberales de Argentina que miran a EEUU como el gran modelo a seguir, la meca del neoliberalismo. Pero llegado el momento de gobernar no lo imitan sino que convierten la nación en una subasta privada solo para poderosos grupos millonarios “elegidos” que siempre se sirvieron de “los negocios con el Estado” que en realidad son más que negocios  maniobras de saqueo al mismo Estado. Tal es el caso que ahora vienen por la redituable AGP (Administración General de Puertos).  Quieren quedarse con una repartición que tiene características de administración netamente estatal sobre los puertos, ya revolotean las aves de rapiña extranjeras viendo que carroñan. Los grupos Maersk que ya concesión de la terminal 4 y el otro grupo ¿competidor? TRP que la controla el holding estatal de Emiratos Árabes, Dubai Ports World, asociado con la familia Román. Estos grupos están aliados (aunque a primera vista no lo parezca) y monopolizan el multimillonario negocio portuario argentino.

En otro país, en EEUU, el puerto de Brunswick (Georgia) recibe subvención  estatal para nuevos muelles y mejoras de terminales, 15 millones de dólares según anunciaron  senadores estadounidenses. La subvención se financiara a través del Ministerio de Transporte de Estados Unidos. Esta inversión en Georgia  es fruto de  cooperación entre demócratas y republicanos, esto facilitara el tráfico de embarcaciones y el flujo comercial de este importante centro económico. Además de la ley de infraestructura del presidente Biden aprobada por ambos partidos por lo cual se dispondrá de 1 billón de dólares para carreteras, puentes, puertos y tránsito ferroviario. En este país meca del liberalismo parece que el Estado no duda de subvencionar para mejorar puertos, rutas y ferrocarriles (y también incluyo la marina mercante) y lo  hacen por lo que conviene al desarrollo de la nación.

Lástima que los gobiernos neoliberales Argentinos (que admiran EEUU)  hagan todo lo contrario, no solo no subvencionan nada sino que, como si fueran dueños del país que deben administrar por 4 años, lo venden a los extranjeros.

Visto de este modo se ve claramente que ese neoliberalismo pregonado no es otra cosa que mega negociados multimillonarios extranjeros con socios argentinos donde se saquea el país en sus riquezas naturales y se impide el desarrollo del mismo extranjerizando las reparticiones estatales que pueden producir desarrollo y riqueza como en este caso AGP. No cabe ninguna duda que en una  Argentina netamente exportadora extranjerizar el comercio exterior (con socios nacionales) es hipotecar el desarrollo, el crecimiento y la producción de riqueza para el país, esto está probado por largos 30 años de saqueo mediante este método del país. Argentina está sangrando por   el río Paraná.

Por lo antedicho en cada privatización (que en realidad es extranjerización), la  Argentina se empobrece aún más y más. Nada tienen que ver las ideas, por ejemplo el inamovible Decreto 949 de 2020 del gobierno anterior fue a pedido de la Bolsa de Comercio, de las multinacionales portuarias y la Belga Jan de Nul. No se gobierna para el país, para la población, para el pueblo, sino para grupos económicos extranjeros y sus socios locales. Así el país nunca crecerá, no generará riqueza ni se desarrollará sino se empobrecerá y con él su población,  no se piensa en lo que le conviene al país sino a los empresarios.   

Cuando el Estado está ausente en todo, no hay nada más que acracia y esta es lo que el poder económico desea para gobernar ellos con sus leyes, como en el tiempo de los señores feudales.    

Cuando, como en América del Sur, especialmente Argentina, el Estado gobierna para los grupos multinacionales de poder y sus socios locales, no gobierna para el pueblo sino en contra del pueblo, porque los intereses de las multinacionales y sus socios son inversos a los intereses del pueblo que es en definitiva los intereses de un país. Por eso ese neoliberalismo que pregonan a la hora de gobernar no es más que estar al servicio del poder económico más que de la población en general.

El Estado presente en la educación, primaria, secundaria y universitaria al igual que en la salud con hospitales y centros asistenciales siempre es una “pérdida” o  erogación de dinero para la educación y la salud del pueblo, pero jamás se les ocurre concesionario sería una locura, pero en reparticiones meramente productivas como AGP si, y esto ocurre porque por ser productiva, estar al servicio del crecimiento y desarrollo de un país hay muchos intereses en tener AGP, justo ahora que a través de AGP el Estado se queda con la cobranza del peaje. Por eso privatizar reparticiones estatales Nacionales como AGP entre otras es vender el Estado, la nación, la patria. Y ¡LA PATRIA NO SE VENDE!  ¡SE DEFIENDE!  

 

(*) Capitán Fluvial

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SOBERANÍA TRANSPORTE FLUVIAL Y MARÍTIMO VIAS NAVEGABLES

Ni belgas, ni chinos. ¡Argentinos!

Por Feliciano Ramos (*)

En una nota del sitio Infobae hecha a Fernando Morales, un empresario naviero, entre otras cuestiones, alerta sobre la inminente derogación de la ley de Cabotaje Nacional 19.492 (nacida en 1944 como decreto), una verdadera ley soberana.

Cabe señalar que la ley 19.492 solo es posible derogarla mediante otra ley, por la categoría de leyes, por lo tanto no será tan inminente, ya que debe sesionar el Senado para esto y debería hacerse con amplio debate de por medio.

Como lo expresa el empresario, con la derogación de esta ley se procederá a la desregulación del transporte por agua. Poco queda por desregular en ese sentido, porque ya desde hace mucho se viene “desregulando” especialmente desde la década del 90 que el gobierno de Carlos Menem extranjerizo el río Paraná y todo el comercio exterior argentino, con consecuencias devastadoras para el sector mercante y para el país todo. Los gobiernos que lo sucedieron convalidaron esa entrega, ya que poco y nada hicieron para recuperar la soberanía perdida; es más, el gobierno saliente lo convalido con el ladino decreto 949/20.

Poco queda por destruir de la agonizante Marina Mercante argentina ya que con el tratado de navegación con el Paraguay de la dictadura de Ongania, el tema de la bandera de conveniencia, y la entrega de los 90 quedó en total agonía, y con ella los trabajadores marítimos mercantes. La desregulación tan querida por los neo-liberales es en realidad una lisa y llana entrega del país, porque ya que miramos en el tema del libre comercio a Estados Unidos, también debemos tomar ejemplo de su accionar como país en protección de sus intereses. Como dice en la nota de Infobae: “En Estados Unidos no se puede mover un tornillo por agua si no es transportado en buques de bandera, construidos en el país y tripulado por ciudadanos estadounidenses”. Yo agregaría que en Estados Unidos no dragan los chinos ni los belgas, se draga con buques y personal de la misma Armada de Estados Unidos. Creo que en ese sentido deberíamos aprender del país del norte cómo se protegen los intereses nacionales, sólo así llegaremos a ser un país respetable.

Por eso no entiendo de qué estén tan preocupados de que vengan a dragar el río Paraná y de la Plata los chinos y no advertir que por 30 años están dragando los belgas los ríos: Paraná, de la Plata y desde hace algunos años el río Uruguay. Ni belgas ni chinos, ¡ARGENTINOS!

La draga Capitán Núñez fue construida por Astilleros Alianza en Avellaneda, provincia de Buenos Aires.

Tenemos la última flota estatal, la flota de dragas, balizadores, remolcadores, lanchas batimétricas y un sinfín de buques auxiliares de la Dirección Nacional de Vías Navegables, inactiva desde el gobierno de Macri hasta la fecha, por orden misma de los gobiernos que deberían ponerla a producir, para así hacer como Estados Unidos: dragar nosotros nuestros ríos.

Es un grave error que condenará aún más el país no proteger la Marina Mercante nacional, no reactivar los astilleros como Río Santiago y la Dirección Nacional de Vías Navegables, para, así como Estados Unidos, construir nuestros propios buques y dragar nuestros propios ríos. Ya lo hicimos una vez y fuimos grandes; recuperemos lo perdido.

Teniendo un país atravesado de ríos navegables y un Mar Argentino inmenso, con un largo de país de costas marítimas, y una Argentina bicontinental, es estúpido no tener una gran Marina Mercante.

Por otro lado, y para concluir, pregunto: ¿cómo competir con las marinas mercante extranjeras? Ya que, por ejemplo, los buques extranjeros que operan por décadas en Argentina jamás pagaron ningún impuesto en nuestro país, ni tampoco tienen

similares regímenes laborales; por lo tanto así no hay competencia posible. Las consecuencias de esta desregulación total será desocupación, pobreza y una pérdida de soberanía tan grande que pone en riesgo la Nación misma. La soberanía del transporte marítimo y fluvial y del comercio exterior es la madre de las riquezas de un país.

(*)  Feliciano Ramos.Capitán Fluvial. 48 años de servicio. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná.

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RIO PARANÁ SOBERANÍA

“Las cargas son de nosotros, las ganancias son ajenas” (II)

Por Feliciano Ramos (*)

Para cualquier pueblo litoraleño su río representa lo más profundo de todo su ser. Es su pertenencia, es su entraña, es su canto, su cultura, su lugar, es también su forma de vida y su progreso. Esto ocurre en todos los pueblos del mundo. Pero para los argentinos, se transforma también en la causa de sus males, de su pobreza, de su dolor. Es “la otra hermanita perdida”, como las islas Malvinas, porque desde los años 90 su río, su esencia, su progreso, les fue arrebatado. Su río fue extranjerizado.

Hoy, Argentina tiene su comercio exterior, sus exportaciones, casi totalmente extranjerizados. Y hasta hace poco el Estado, como la mayoría de los argentinos, lo ignoraban totalmente. 

Si bien Argentina tiene con países hermanos ríos compartidos (binacionales),   como el río Uruguay, el Río de la Plata, el río Paraguay y el río Paraná, este último tiene un importante trecho que es totalmente nacional y está dentro de los límites de la Nación Argentina. Justamente el trecho que fue extranjerizado, donde las terminales portuarias y el dragado son extranjeros y el Estado solo es convocado a la hora de pagar el dragado y el balizamiento para que siga fluyendo ese negocio multimillonario y multiextranjero. Los dólares de la exportación no ingresan al país, lo que explica que un país netamente exportador no tenga dólares.

Entre los extranjeros que multiplican sus negocios en el río Paraná (en el tramo puramente nacional), está la flota fluvial de bandera paraguaya. Si bien esta flota es de “bandera paraguaya”,  pertenece a:

  1. Empresas argentinas que se formaron con el beneficio de los empujes y barcazas baratos  por el cierre de la Flota Fluvial del Estado que luego, por la “ley de bandera de conveniencia”, cambiaron su bandera ¡y listo!  ¡extranjerizada nuestra flota fluvial!
  2. Otras empresas de otros países no limítrofes.

 

Una de las últimas embarcaciones argentinas que cambiaron su pabellón. (Remolcador Río Piray Guazú)

Evidentemente que están en Paraguay porque es como un paraíso fiscal y, al igual que el comercio exterior extranjerizado, el tema es hacer pingües ganancias ¡sin tributar absolutamente NADA!

A esta evasión fiscal jamás se les ocurriría hacerla en sus países de origen, pero en Argentina… “que solo el pueblo argentino que trabaja pague impuestos” (trabajadores, comerciantes, pymes).

Se habla de “malestar” por el cobro del peaje a los buques de bandera paraguaya. Es un “malestar” del gobierno paraguayo y de la Bolsa de Comercio de Rosario y sus socios extranjeros.

Debemos considerar que hay un tratado de “libre navegación” de Argentina con Paraguay (firmado por la dictadura de Onganía en 1967), por el cual Argentina “concedía todo” a Paraguay, que lo tomaba todo sin dar absolutamente nada a cambio.[1]

Consideremos que en 1967 Argentina tenía una Marina Mercante numerosa: E.L.M.A. era quinta en el mundo y la Flota fluvial del Estado estaría entre las cinco primeras. Paraguay carecía de una flota fluvial como la que tiene hoy, solo tenía unos pocos empujes con barcazas.

Ese tratado de navegación, sumado a la extranjerización y a la entrega menemista, condenó a Argentina a quedarse sin Flota Mercante Fluvial. Por ese tratado, Paraguay puede navegar, cargar y descargar en puertos de la República Argentina sin que se los toque, pero la escasa flota argentina que queda no puede hacer lo mismo en Paraguay.

Ese tratado de una dictadura no es conveniente para Argentina. Hoy, ante un tratado donde una parte o las dos están disconformes, entonces: ¡NO HAY MÁS TRATADO!

Otra cuestión es el tema del “peaje” que impone el gobierno argentino con los buques de bandera paraguaya u otra bandera, que usen el río Paraná. Un río Paraná en el que el mismo gobierno argentino siempre, de una manera u otra,  se encargó de su dragado y balizamiento (en la parte puramente nacional como en la binacional), por 123 años con la Dirección Nacional de Vías Navegables o, a partir de la extranjerización, pagando miles de millones de dólares a la empresa Belga Jan De Nul (que dicho sea de paso jamás pagó tributo alguno al Estado por operar en Argentina, desde la década del 90 hasta hoy). ¿No tiene derecho Argentina a pedir un peaje por mantenimiento? No quieren pagar impuestos y tampoco peaje. ¡Las quieren todas!

Hay otro tema más importante todavía. El Estado argentino debería colocar una aduana fluvial justo donde se enfrentan las provincias ribereñas de Chaco y Corrientes, donde está la frontera, porque río abajo de ese límite las aguas del río Paraná son aguas puramente nacionales y cualquier buque extranjero debería ser sometido a los controles y pagos aduaneros para ingresar mercaderías al país o viceversa, como así también a los controles de prefectura. Les guste o no les guste, es así. Si miran un mapa del país verán claramente los límites geográficos.

La solución al disgusto de las empresas argentinas y otras de bandera paraguaya, es clara. Así como usaron la bandera de conveniencia para colocar la paraguaya, hagan lo opuesto por la ley de bandera de conveniencia que invocan: coloquen el pabellón argentino. Lógico, deberán pagar impuestos. Y los marinos mercantes argentinos, agradecidos.

Otro tema para abordar es el pago de impuestos de los buques marítimos (de ultramar) mercantes “extranjeros”, que por miles operan en aguas nacionales  del río Paraná, cargando la enorme exportación argentina en manos extranjeras, llevándose el 100 % de la carga, sin aportar el 50% correspondiente por la reserva de carga, ni tampoco tributar por ejercer una actividad comercial en el país.

Por todo esto, urgen “leyes claras” de origen impositivo y aduaneras de operatoria comercial en puertos y aguas nacionales para buques argentinos y extranjeros (como la “ley de reserva de carga”, entre otras), donde los buques de bandera argentina estén beneficiados impositivamente respecto a los extranjeros y no como hoy, que es al revés.

Si no cambiamos esto, seguiremos lamentando que “las cargas son de nosotros…¡las ganancias son ajenas!”.

 


 

(*) Feliciano Ramos. Capitán Fluvial. 48 años de servicio. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná.

 

[1]  https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/150705/texto.   

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SOBERANÍA VIAS NAVEGABLES

Sobre el cobro del “Peaje”: Preguntamos y Proponemos

Por Feliciano Ramos

La lucha por la soberanía del país será ardua y prolongada, pero gracias a esa lucha podemos con orgullo decir que se ha recuperado para el país el cobro del peaje, que por más de 26 años lo cobró la empresa belga Jan de Nul (además de cobrar por el dragado y de recibir un subsidio por dragar). Esto es importante, aunque no es lo única batalla,   que los argentinos gracias a la lucha por la soberanía ganamos.

El primer gran triunfo es que se creó un gobierno sobre la mal llamada “hidrovía” conformado por  gobernadores de siete provincias  ribereñas y una cantidad de ministros (que esperemos gestionen para la soberanía del país y no para la “bolsa de comercio y las multinacionales”). Se ha avanzado además en el federalismo, donde han aparecido las  reivindicaciones sobre el litoral profundo y sobre la recuperación del patrimonio público de todo el litoral. El Estado argentino pasó de estar totalmente ajeno al comercio exterior y al dragado de sus propios ríos, a tener un órgano como el Consejo Federal de la (mal llamada) Hidrovía, esto implica una reivindicación  histórica de federalismo y de democratización y de recuperación soberana sobre los ríos de la cuenca del Plata. Cabe destacar en este sentido la gestión del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien acompañó en la lucha para estos logros en beneficio del país.

Se logró el control, la administración y el cobro del peaje en manos de la Administración General de Puertos (AGP), pero al dragado lo sigue haciendo un extranjero: la empresa belga JDN, por más que se disfrace de sudamericana.  

Al peaje por las exportaciones del país, hoy lo cobra el Estado a través de AGP, gracias a la lucha que venimos librando  por la soberanía.

Ante la inmensidad de riquezas a recuperar en relación a la totalidad de la soberanía de nuestro país, esto representa tan solo una pequeñísima parte,  pero una pequeña parte importante para los argentinos. Falta muchísimo por  recuperar y mucha lucha por librar, pero estas son pequeñas batallas ganadas.

Según el presidente Alberto Fernández, desde que el Estado tomó el control, son cincuenta millones de dólares los que se recaudaron por el peaje de nuestras exportaciones y, según el gobernador Axel Kicillof, son cien millones de dólares. 

Pregunto, nos preguntamos, el país pregunta: ¿Dónde va a parar lo recaudado por el cobro del peaje?

Ya que es un bien recuperado por nuestra lucha, la lucha del pueblo, nos sentimos con la autoridad de preguntar y de proponer.

Preguntamos:

¿Qué destino tienen esos millones de dólares? ¿Por qué no es público y transparente su destino?

Porque no sea cosa que, en vez de estar al servicio del desarrollo del país, esté al servicio de recursos para las multinacionales. O se pierda en las burocracias administrativas y desaparezca. O tenga el mismo destino que los fondos de sustentabilidad  de los jubilados, que son nuevamente saqueados. Lo único que se sabe es que no se sabe el destino.

Si por la lucha por la soberanía se consiguieron, por esa misma lucha se van a tener que transparentar y hacerse público su destino. Tampoco nos conformamos con que se haga público y lo gasten en lo que “les dé la gana”, porque van a terminar gastándolo en una ruta de acceso para una terminal multinacional…

Proponemos:

Que lo recaudado por el peaje se utilice para la reactivación de la Dirección Nacional de Vías Navegables (DNVN) para reparación de su plantel flotante. Porque a medida que se vayan reparando las dragas y estas vayan a dragar, van a generar ganancias para su propio mantenimiento y para más reparaciones y/o construcciones de nuevas dragas en el país. Para esto, se le debe dar a la DNVN un nuevo encuadre jurídico, como el de empresa del Estado,  de manera que pueda quedar en la misma empresa lo generado por dragas, balizadores y demás embarcaciones.

Esto generaría un círculo virtuoso, ya que cuantas más dragas y demás embarcaciones de la DNVN reparemos y salgan a trabajar, más recursos generarían por su propio trabajo, y llegaría el momento en el cual se podría ir renovando progresivamente la flota de la DNVN (en astilleros estatales como Río Santiago y Tandanor, reactivando también a estos).

Con nuestra propuesta de destinar el monto completo del peaje a la reparación primero y después la renovación del plantel flotante de la Dirección Nacional de Vías Navegables, se comenzaría a poner en movimiento la “rueda industrial naval” de la nación argentina:  creando fuentes de trabajo genuino en astilleros primero y sus pymes asociadas, y luego las empresas de servicios de sus máquinas navales, empresas argentinas de tecnología (radares, AIS, etc.), en los comercios que son proveedores de matafuegos,  elementos de seguridad naval, etc. Principalmente se recurriría a fuente laboral para personal embarcado que sufre tanta falta de embarque en este país, y especialmente el sustancial aumento salarial del personal que hoy está trabajando y aguantando en las trincheras de las embarcaciones de la flota de la DNVN, sin presupuesto, trabajando con  el amor propio por su barco y su repartición, a veces comprando de su propio y magro bolsillo elementos para el buque que deberían ser proporcionados por el mismo Estado.

Es importante considerar que cada draga de la DNVN reparada y con los certificados en orden que drague la red troncal y accesos de nuestros ríos Paraná, Uruguay y Río de la Plata, proporcionaría al Estado un ahorro de por lo menos un 50 % del precio del dragado por m3 con respecto a lo que hoy se paga por el dragado extranjero de Jan de Nul y/o de cualquier otra empresa. Esto generaría un ahorro millonario de divisas que el mismo Estado podría y debería utilizar en iniciar, por fin, el camino para la recuperación de una flota mercante fluvial y de ultramar que, sumado a hacer efectiva la “ley de reserva de cargas”, permitiría contar con los recursos como para iniciar y continuar con la tarea de recuperar nuestra flota mercante. Una vez recuperada y en marcha, quedarían en el país las divisas que hoy pagamos en conceptos de fletes nacionales e internacionales.

Si queremos poner en movimiento la “rueda virtuosa” que nos proporciona lo recaudado por el peaje y arrancar a trabajar por un país que comience a dar signos de soberanía, de industrialización y genere empleos, esta es la propuesta. Lógica, simple y modesta, pero real. Por algo se empieza, y si nunca empezamos nunca avanzaremos, y jamás terminaremos de recuperar lo que nos pertenece. Y será tal vez justicia que empecemos por lo primero que nos quitaron: los ríos, su dragado y su balizamiento.

Porque esto será una pequeña respuesta  a un pueblo que lucha y cada vez grita más fuerte: ¡SOBERANÍA, SOBERANÍA, SOBERANÍA!

 

(*) Feliciano Ramos, capitán fluvial dragador, 48 años de servicio. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná.

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VIAS NAVEGABLES

Río Uruguay, sigue la entrega…

Por Feliciano Ramos (*)

En estos días mientras el sufrido pueblo argentino hambriento de felicidad se da una un atracón de alegría junto a la selección nacional y el valioso título de campeón mundial, la entrega del país  a los extranjeros sigue firme y segura como si nunca hubiéramos salido de la maldita década del 90. Es curioso que, al igual que la película “El día de la marmota”, cuando nos levantamos a diario ratificamos que jamás salimos de los 90 y que, en manos de los políticos de turno, el país se sigue entregando. Solapadamente, en el absoluto secreto o con el titulo de progreso, de mejoras, de oportunidades, de desarrollo.

El pasado 17 de diciembre en una revista digital de Concepción del Uruguay llamada “La Ciudad” se informa que el gobernador Bordet encabezó la firma de un convenio para el dragado del Río Uruguay destacando el impulso a la producción y a las exportaciones que esto traería aparejado, además de ratificar su compromiso de llevar la profundidad a 34 pies.

Recordemos que la concesión que se firma es una renovación por 3 años más a la empresa belga Jan De Nul para el dragado de 23/25 pies  (23 pies de navegación y 25 pies de profundidad) desde el kilómetro cero al 187,1.

También recordemos que este mismo dragado lo llevó acabo el Estado argentino con la draga 258-C Santa Fe, la misma que el 28 de Junio de 2016 no pudo continuar sus tareas (a 23/25 pies) porque tenía que reparar un motor que registraba problemas. Reparación que no superaba la suma de 1.800.000 pesos y en 25 días permitía continuar con los trabajos (hasta esa fecha había dragado 959.200 m3).

Draga 258-C Santa Fe

No valió su historia: haber hecho el dragado de emergencia a 19 pies y con el mismo presupuesto también hacer el dragado a 21 pies, o sea dos convenios (19 y 21 pies) al precio de uno solo. Así de barato es el Estado dragando sus ríos. No apareció el $1.800.000 para reparala, ni un solo peso mas para la draga 258-C Santa Fe. Los políticos de turno y el puerto de Concepción del Uruguay la dejaron abandonada sabiendo que era menos costosa.  Yo como capitán la lleve al distrito río Uruguay para que por lo menos tenga la provisión de luz y agua.

Luego se realizó una licitación por 40 millones de dólares (para eso si hubo plata) que por supuesto gano Jan De Nul que ahora se renovó por 3 años más.

Esta es la técnica de privatización: cortar el presupuesto para asegurarse que las cosas no funcionen, la gente se molesta cuando ve las maquinas abandonadas y se lo usa como excusa para pasarlo a manos del capital privado. Lamentablemente no solo es privatización, con ese término que a primeras vista parece inofensivo, pero no lo es, este término al igual que el de “Hidrovia” se usó y se usa para encubrir la extranjerización y entrega del país.

En los hechos una nueva entrega, en este caso del río Uruguay, se viene concretando desde 2016 cuando la draga 258-C Santa Fe de la Dirección Nacional de Vías Navegables necesitó una reparación menor y no se la hizo. A lo que hay que sumar el recorte del presupuesto a toda la DNVN y la orden (solapada) que no se mueva un solo barco, ¡ESTO TAMBIEN ES UNA ENTREGA DEL PAIS!

Es curioso que los mismos que han sido votados por el pueblo para defender sus intereses sean los mismos en regalar y destruir el patrimonio nacional. Es bueno reflexionarlo para el próximo año electoral.

Con este discurso se está entregando la soberanía en todo el territorio. Como el caso de los diputados nacionales que votaron la expropiación de forma gratuita (a costa de todos los argentinos) del predio de la Dirección Nacional de Vías Navegables sito en la ciudad de Paraná con la excusa de que la ciudad “aproveche los terrenos en desuso”. Otra vez los mismos argumentos. Siendo que es de público conocimiento (lo dijo el propio intendente) que esas tierras serán entregadas a una importante empresa inmobiliaria que recibirá ¿gratis? un predio privilegiado (que albergaba cerca de 2000 operarios) para llevar adelante sus construcciones VIP solo para ricos. Tal vez alguna placita para la gilada.

Todo esto constituye una entrega de la soberanía y más cuando por el río Uruguay no navega ni un solo buque mercante argentino, salvo algún arenero que no le alcanza para decir que constituya una navegación mercante nacional y mucho menos de ultramar, pero eso no preocupa ni ocupa  a nuestros gobernantes, solo la “privatización”, que en realidad es extranjerización y entrega pero…¿por qué entregamos nuestra soberanía y para quien la entregamos?

 

(*) Feliciano Ramos, Capitán Fluvial Dragador. 48 años de servicio.

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SOBERANÍA VIAS NAVEGABLES

Repudiamos totalmente el “regalo” y desalojo del predio de la DNVN Paraná

Por Feliciano Ramos (*)

El predio del Estado Nacional de la Dirección Nacional de Vías Navegables de la   ciudad de Paraná (Entre Ríos) ha sido “regalado” al municipio de esa ciudad.

En un principio, las autoridades de dicha ciudad mostraron su verdadero interés de  convertirlo en otro “Puerto Madero”… Ahora dicen que van a convertirlo en un “paseo”,  etc.

Poco importan los fines, lo que importa es el hecho.

El hecho es que esto fue votado y aprobado en el Congreso Nacional, con media sanción  en Diputados, sin tomar en cuenta que es un predio dedicado a la producción, al trabajo,  un predio donde hay trabajadores que concurren a sus oficinas, talleres y embarcaciones.  Y donde hay familias enteras que dependen de esos trabajadores.

Por eso yo pregunto: ¿cada diputado o senador tuvo en cuenta todo esto a la hora de  votar?

El hecho, bastante común lamentablemente en el poder político, de andar cediendo  “gratuitamente” predios de la nación (o sea del todo el pueblo argentino) a las ciudades  y ellas a privados, ha dado y seguirá dando olor nauseabundo, porque todos terminan en  construcciones inmobiliarias tipo “Puerto Madero”. Ningún trabajador, ni persona de  clase media, puede adquirir ni mantener esos pisos que valen millones en dólares.   Despojan a los trabajadores y sus familias de un predio “por y para los ricos”, y si no se  va a hacer ningún emprendimiento ¿por qué no dejarlo?, ¿por qué no reactivarlo?  ¡Claro!,  de eso no se ocupa el honorable Congreso.

¡Este es un hecho aberrante que repudiamos absolutamente! Lástima que sea el  Congreso el que despoje a sus trabajadores de su lugar, de su herramienta de trabajo.  Todos los argentinos y argentinas debemos seguir atentamente lo que se vota y decreta,    cuando estamos distraídos por el Mundial, como fue por ejemplo en el año 2020: ante  “la muerte de un ídolo + población distraída = Decreto 949”.

Debemos estar alertas de estas maniobras que enajenan una propiedad que es “de todos  los argentinos y argentinas”. Ellos no son dueños de esas propiedades ¡sino el pueblo!, y  el pueblo argentino no los votó para que “regalen” predios, sino para que protejan los  intereses de la nación, ¡que son los del pueblo!

Ya bastante perjudicial y sospechoso es dejar los predios, oficinas, galpones, muelles y  buques de la Dirección Nacional de Vías Navegables sin el más mínimo mantenimiento,  totalmente abandonados, como a sus propios trabajadores, por un lado, y por otro brindarles buques, muelles, galpones, y oficinas, “gratuitamente” a Jan de Nul y Emepa.  Además de “mantenerlos” a estos “privados, ocupas del Estado”, es el mismo Estado el  que les paga y les renueva, o hace nuevas concesiones. A esto no lo hace ningún país  serio.

Ninguna reactivación de la DNVN… ¡Todas son malas para sus trabajadores, lugares de  trabajo, y herramientas!

Ahora, el Congreso pierde su valioso tiempo en “desalojarlos”, luego de cumplir 124  años de existencia laboral en el mismo. Ya lo intentaron con el distrito Corrientes,   donde ¡oh casualidad!, la ciudad quería hacer un emprendimiento inmobiliario como  “Puerto Madero”. Solo la lucha de sus trabajadores, la firme oposición y pelea de ellos y  sus familias, lo impidieron.

Otra vez vuelven a la carga los que quieren destruir, aniquilar, desarmar el potencial  operativo que tiene el país. Lo hicieron con ELMA, Flota Fluvial del Estado, con  Ferrocarriles Argentinos, con Altos Hornos Zapla, toda la siderurgia nacional de acero y  aluminio, con la minería en YCF, etc. etc. Y lo quieren hacer con la Dirección Nacional  de Vías Navegables y con los astilleros como Río Santiago, etc. etc.

¡Todo el poder político en contra de unos trabajadores de la DNVN que trabajan y  sobreviven con el magro sueldo, el abandono y el olvido estatal! Ahora el Congreso les   saca su predio, su lugar de trabajo, su oficina, su galpón, su embarcación, que a duras  penas pueden sostener, muchas veces poniendo plata de sus propios bolsillos para  reparar algo o comprar una correa que se rompió. Porque el Estado, desde hace décadas,   ¡ni un litro de pintura les da para pintar su barco! Después los critican porque están  oxidados,  pero no fueron a la sala de máquinas ni al interior de los buques a ver si  adentro están oxidados…

Si hay buques abandonados es por falta de personal, porque para los escritorios de los  ministerios de Economía, Transporte, etc., ¡sobra gente! Pero para la parte operativa del  Estado, como la DNVN, escasea personal, y mucho. ¿Casualidad? ¡Nooooo! 

Por todas estas acciones a las que nos tiene acostumbrados la política, que más parecen  negociados espurios que decisiones políticas basadas en la conveniencia del pueblo  argentino, no oponemos rotundamente y ¡repudiamos públicamente y totalmente  este despojo!

Como no nos mueve solo la crítica, proponemos que en lugar de enajenar tierras y  herramientas productivas del Estado, aunque estén deliberadamente abandonadas, se  dediquen a legislar para el trabajo y el desarrollo productivo e industrial del país que  generaría mucho empleo, para bajar los niveles de droga y delincuencia en el país, para  iniciar una marina mercante fluvial y de ultramar, para reactivar la Dirección Nacional  de Vías Navegables, y el astillero Río Santiago.

Como ven, hay mucho que hacer por el bien del país. Porque para su mal ya se hizo  bastante. ¡Paren con el daño!

(*) Capitán Fluvial – Integrante del Foro por la Recuperación del Paraná   

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EDUCACIÓN SOBERANÍA

Escuela de Aprendices o Escuela Nacional Fluvial, una forma distinta de estudiar

Por Feliciano Ramos (Capitán Fluvial dragador) (*)

Terminados mis estudios primarios, y porque entré a la primaria con cinco años, me tocó ingresar a la Escuela de Aprendices Nº 2 Rosario a los doce años de edad.

En pocos días me fui dando cuenta de que esta era una escuela distinta a todas las escuelas secundarias. La construcción misma era distinta, y su estructura edilicia y su estructura educativa. Su construcción baja en bloques, hoy se llama construcción en seco.

Ubicada en 27 de Febrero y Avenida Belgrano, dentro del Puerto de Rosario, y en propiedades anexas a  la Dirección Nacional de Vías Navegables (DNVN), era una escuela que fue seguramente construida por los mismos trabajadores del Ministerio de Obras Publicas (MOP), hoy DNVN. Se notaba en su edificio y en los mismos muebles escolares: largos bancos de maderas y largos escritorios escolares donde podían cómodamente ubicarse tres alumnos.

Patio Escuela de Aprendices Nº 2 –  4to año Maquinas, año 1969, “mi curso”

¡Nada de camisas, ni chombas con el emblema del colegio, ni sacos! En esta escuela se concurría con camisa (celeste o blanca), corbata azul y pantalón vaquero (u otro cualquiera) pero encima siempre un mameluco gris, color que te acompañaría durante toda la vida laboral en la DNVN.

El principal motivo por el cual los alumnos ingresaban a esta escuela era el económico, porque en la Escuela de Aprendices Nº 2 te pagaban. Sí, cobrabas un sueldito, un sueldito que en mi caso me servía para el colectivo, material de estudio y alguna cosita más. No era mucho en valor monetario, pero era trascendente y apreciable para un estudiante de bajos recursos y vital para los de nulos recursos. Por eso la gran mayoría de los alumnos eran hijos de trabajadores de la DNVN o hijos de pobres, quienes sin esa posibilidad que les brindaba la escuela, probablemente no ingresarían a ningún establecimiento de estudios secundarios.

El horario se extendía desde las 7 hs de la mañana hasta las 17,30 hs de la tarde. Por este motivo, anexo a la escuela funcionaba un comedor gratuito donde se almorzaba muy bien, otro valor importantísimo para un estudiante de pocos recursos económicos. Los alumnos almorzábamos después de que se retiraban del inmenso comedor los trabajadores terrestres del MOP, hoy DNVN. Era hermoso ver la marea humana de trabajadores yendo apurados al comedor, que ocupaban toda la calle del puerto (como una manifestación de hoy).

La misión de la escuela era preparar alumnos en las especialidades de a bordo de tripulantes de Máquinas, de Cubierta, y en las especialidades técnicas terrestres como carpintería, herrería-calderería, calderas y motores, electricidad, confección de planos,  etc. En las especialidades de a bordo egresabas con el título de Conductor de máquinas navales de 500 caballos Indicados y de patrón menor en cubierta (hoy Conductores de máquinas navales y oficiales fluviales respectivamente).

Por lo general en horas de mañana cursabas las materias de estudio y a la tarde concurrías a los talleres de la propia escuela: carpintería en 1er año, herrería en 2do año, y los años superiores hacías la práctica en talleres y barcos de la DNVN.

Podría escribir mucho de la materias y la vida escolar, pero mucho más importante es relatar todo lo que representaba poder estudiar, prepararte tu futuro, un futuro laboral ya sea en los buques, talleres y oficinas técnicas de la hoy DNVN, o de la inmensa oferta laboral  que había en ese entonces, ya sea en ELMA, La Flota Fluvial del Estado, o en los buques tanques de YPF, etc.

No se le negaba el futuro al pobre. Recuerdo que un alumno, luego compañero en la DNVN, mencionó varias veces que gracias a la Escuela de Aprendices conoció el pan, nunca antes había comido pan y lo comió por primera vez en el comedor de la escuela. Con el testimonio de este compañero se resume y abarca todo, desde el ejemplo de estar todo el día en la escuela, estudiar, almorzar, trabajar, aprender y hacer gimnasia, sin tener tiempo para nada más que tu futura formación profesional, que era cierta y la percibías. Era un futuro laboral que hoy no lo tiene ningún estudiante de secundario ni  universitario. Las cosas buenas en el país se fueron destruyendo sistemáticamente y la Escuela de Aprendices Nº 2 no fue la excepción.

No solo había en Rosario escuela de aprendices, sino también en Paraná, Corrientes, Concepción del Uruguay, y en la ciudad de Buenos Aires, la que está hoy en manos de la Armada con el mismo nombre, la Escuela Nacional Fluvial. Ignoro si también en Bahía Blanca y Quequén había escuela de aprendices, presumo que sí, en cada distrito de la DNVN había una escuela de formación profesional.

No sé qué matrícula tenía el colegio, pero los cursos estaban llenos en los primeros años y luego se iban dividiendo en especialidades, haciéndose grupos mas chicos, como se aprecia en la foto de arriba, de mi curso 4to año Máquinas, y en la foto de más abajo de un curso en los primeros años.

Tengo los mejores recuerdos de ese humilde y gran establecimiento escolar, pero si hay algo que siempre tengo presente entre esos recuerdos, es la “máxima” escrita en el cartelito sobre la puerta por la que entrabas del patio de los recreos a las aulas, que en la primera foto de mi curso puede observarse. Y en ese cartel, que no podías dejar de ver al entrar al aula después de la formación para izar la bandera argentina y de los recreos, decía: “Serás lo que debes ser y si no, no serás nada”. Un gran mensaje para un joven aprendiz, pero también para toda una nación.

 

(*) Feliciano Ramos.  Capitán Fluvial. Ex Alumno Escuela de Aprendices Nº2 – Rosario. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná

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RIO PARANÁ SOBERANÍA

Llamando “Privatización” a “La Entrega”

Por Feliciano Ramos (Capitán Fluvial Dragador)

En un Portal Económico se lee “el Gobierno nacional dio un paso sustancial  en  su camino hacia la privatización del dragado de la hidrovía…”

¡Es tragicómico que desde la década del 90 estén llamando “privatización” a la  “extranjerización”!

Pregunto: ¿Por qué no empezamos a llamar las cosas por su nombre?

Si el gobierno a través de AGP (Administración General de Puertos) quiere  seguir entregando el dragado a las potencias ¿por qué no sincerarse con el  pueblo que lo votó? ¿Y por qué no gobernar para el pueblo que lo votó, y no  para las multinacionales y los intereses de las grandes potencias?

Se está preparando otra vez (y van…) una nueva embestida para lograr  abrocharnos a todos los argentinos y argentinas con un contrato de dragado   extranjero por diez o veinte años (multimillonario en dólares), donde el pueblo  argentino a través de sus impuestos (cada vez más caros) “pagaremos”. Es  curioso ver que si a este tipo de contratos los hicieran los políticos en su  economía privada, ya estarían fundidos hace rato, pero no, solo a la Argentina   la amarran con semejante gasto.

Ya hemos dicho una vez, que si el dragado extranjero se hace para las  multinacionales y para la corporación terrateniente agroexportadora ¿por qué  no lo pagan ellos?; ¿por qué debemos pagarlo todos los argentinos y  argentinas con nuestros impuestos?; ¿por qué no lo pagan las terminales  portuarias multinacionales que ganan miles de millones de dólares al año y que  pagan menos impuestos que un pequeño comercio de barrio?

El pueblo argentino, además de pagar esos contratos millonarios en dólares  por el dragado, sufre las consecuencias cada vez más nefastas de una política  extranjerizante y agroexportadora sin valor agregado, que imprime más  pobreza a todos los argentinos, especialmente a la clase trabajadora.

Se prepara la nueva trampa del dragado “extranjero” bajo el engaño de  “privatización”. Como si estuviéramos en los 90, como si la población no  estuviera  advertida de esa maniobra, como si en el país no estuviera creciendo  la semilla de la “soberanía”, como si el mundial fuera suficiente distracción para  no advertir una nueva entrega del río Paraná.

Ya los argentinos y argentinas sabemos que tenemos una flota estatal de  dragado y balizamiento, nuestra flota de la Dirección Nacional de Vías  Navegables, y que en lugar de gastar algunos pesos en mantenerla y repararla  prefieren gastar miles de cientos de millones de dólares en un dragado  extranjero. Mientras tanto promulgan leyes para regalar los predios de la nación,  de la D.N.V.N. (Distrito Paraná),  para un emprendimiento inmobiliario para  ricos, ninguneando a los trabajadores que cumplen servicio en ellos, como así  también a sus familias.

¿Cuándo dejará el Estado de negar su propia flota? ¿Cuándo comenzaremos  nosotros los argentinos a hacer las cosas? A dragar, a balizar,  a llevar  nuestras cargas por ríos y nuestras exportaciones por mar. ¿Cuándo  recuperaremos nuestros puertos? Es más, ¿cuándo recuperaremos la nación  que fuimos?  

¿No es extraño ver tanto apuro para gastar millones de dólares en el dragado  extranjero, pero no mover nada para hacer el canal de Magdalena ni tampoco  para reactivar la Dirección Nacional de Vías Navegables? Es que parece que  nos manejan los intereses ajenos al país.

En cuanto al peaje que el gobierno quiere imponer de Santa Fe a Confluencia,  debería imponer un peaje, permisos y controles para la navegación del río  Paraná ¡puramente argentina! Sea para los buques paraguayos como para los  de todas las nacionalidades.

Hay un tratado de navegación con Paraguay, por el cual Argentina le autoriza a  Paraguay a navegar el río Paraná y el Río de la Plata, donde Argentina  concede todo a Paraguay, que lo recibe todo sin dar nada a cambio. Dicho   tratado data de la dictadura y está firmado por ONGANIA y Costa Méndez el 23   de enero de 1967 – Ley 17.185, por lo tanto debería desconocerse. Si todos los  argentinos y argentinas supiéramos realmente cuántas leyes de las dictaduras  están vigentes  hoy…  ¡nos sorprenderíamos!

En 1967 la Argentina era otra, tenia una enorme “flota fluvial del Estado” y  “ELMA” era la 5ta flota mercante del mundo. Paraguay tenía una marina  mercante de aproximadamente diez buques. Las cosas han cambiado desde  ese entonces. Hoy Paraguay tiene la 3ra flota fluvial del mundo y nosotros no  tenemos flota mercante ni fluvial ni de ultramar.

Las decisiones del poder sumieron al país en lo que hoy somos: un país pobre,  saqueado, entregado. Pero nos queda la invaluable convicción y el patriotismo  de los argentinos y argentinas, que se manifiestan y peticionan ante un “poder  sordo”. Un pueblo al que se le hincha en su pecho el orgullo por la esperanza  de volver a ser argentinos soberanos, un pueblo que ama a su bandera y a sus  patriotas, y que está “peticionando ante las autoridades” tantas veces, que no   puede comprenderse cómo las éstas no escuchan su sagrado grito:  ¡SOBERANÍA! ¡SOBERANÍA! ¡SOBERANÍA! 

 

(*) Feliciano Ramos. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná.

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RIO PARANÁ

De la dependencia a la liberación. Por el sueño inconcluso de nuestros patriotas. “De la Bolsa… al Monumento…”

En estos tiempos en que la Argentina  viene siendo saqueada, desde el milenio pasado, por las empresas multinacionales de los países imperialistas, cuando algunos quieren cambiar de imperio y nos proponen cambiar de collar sin dejar de ser perro, es imprescindible la urgente derogación del decreto 949/2020 que nos deja atados al mismo collar imperialista, sin destino posible, siendo siempre el fiel perro de las multinacionales.

En estos tiempos donde la Soberanía parece una utopía, una ilusión, un anhelo que algunos patriotas militamos, en estos tiempos se está gestando un cambio.

Está creciendo el clamor por un país soberano, por eso es tiempo de que el poder en este país escuche y entienda que es necesario y urgente un cambio de rumbo para no caer en el abismo. Y ese cambio de rumbo, como ya dijimos y hoy decimos una vez más, debe venir por la recuperación de la soberanía del comercio exterior, y para recuperar la soberanía del comercio exterior es fundamental recuperar nuestros puertos y la marina mercante argentina.

La recuperación de una marina mercante nacional es urgente, y se debe comenzar por la única  flota que no pudieron hundir, la flota que no pudieron cerrar, pese a que lo intentaron, como sí lo hicieron con ELMA y La Flota Fluvial del Estado Argentino. Esta flota es la que todavía está a flote: es la flota de La Dirección Nacional de Vías Navegables (compuesta por 14 dragas, 5 balizadores, 15 remolcadores, 8 chatas ganguiles y alrededor de 20 embarcaciones auxiliares, además de muelles, oficinas, galpones  y demás instalaciones que usan gratuitamente Jan De Nul y EMEPA).

Patrimonio DNVN. Fuente: Infografía Foro por la Recuperación del Paraná

Por eso proclamamos, una vez más, que es urgente que se comience la recuperación de la flota mercante nacional con los buques de la flota que ya  tenemos, y así recuperaríamos nuestros ríos para un dragado argentino auténtico, y continuar con la construcción de buques mercantes marítimos y fluviales para poder cumplir con la reserva de carga, en un primer momento, y luego, llevando nuestras cargas a los puertos del mundo. Los primeros beneficiarios de todo esto son el pueblo trabajador de los astilleros estatales, como el Astillero Río Santiago, y los trabajadores de la marina mercante que vienen sufriendo desde hace décadas la falta de embarques y las desmedidas exigencias estatales para conservar su título y libreta de embarco. Vienen filtrándonos para que haya cada vez menos marinos, ya que marina mercante no hay.

Hoy los recursos están, y son el cobro de peajes por parte del Estado y el nuevo peaje a cobrar de Santa Fe al norte. Esos recursos se están cobrando gracias a la lucha por la soberanía, de lo contrario los seguiría cobrando Jan de Nul como lo hizo por varias décadas. Por eso proponemos y exigimos que se designen estos recursos a la recuperación de la flota de la DNVN y a la construcción de dragas y buques para una nueva marina mercante argentina, que es también la construcción de soberanía y de un nuevo país, donde el empleo se multiplicara como así también el bienestar y felicidad de todos los argentinos de bien.   

 

Feliciano Ramos. Capitán Fluvial Dragado. 48 años de servicio.

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