🎙 Ciclo de entrevistas. Con la conducción de Marina Cerquetti.
🗣 Conversamos con Gustavo Zanotti , economista, docente e investigador del CONICET.
➡ Sobre el informe “CRUZAR FRONTERAS PARA COSECHAR GANANCIAS” y la compleja trama que han armado las multinacionales agroexportadoras para poder llevarse sus ganancias sin dejar nada en nuestro país.
EE.UU. y la disputa por el control del principal corredor fluvial de la Cuenca del Plata.
Por Luciano Orellano(*)
Desde hace tiempo que el sistema de navegación troncal de la Cuenca del Plata, la mal llamada “Hidrovía Paraná-Paraguay” es centro de disputas y discusiones, tanto por su dragado, su control, su administración, y por las riquezas que por allí circulan.
Nuestra zona ha sido epicentro de heroicas luchas por la recuperación del Paraná, que han logrado poner en la agenda del debate la necesaria discusión sobre la soberanía, materia pendiente si las hay en toda nuestra región.
En las últimas semanas ha venido escalando un conflicto con nuestro vecino país Paraguay, a partir de la decisión del gobierno argentino(1) de implementar el cobro de un peaje en el tramo norte de la troncal fluvial, el sector del río Paraná que va desde la ciudad de Santa Fe capital hasta su confluencia con el río Paraguay, a la altura de la ciudad de Corrientes y Resistencia.
No es objetivo de este escrito, centrar la discusión en la justeza de la posición argentina y la potestad de cobrar un peaje, en un tramo en el que desde hace años viene realizando tareas de dragado y balizamiento.
Nos proponemos brindar información precisa respecto de los verdaderos intereses que están detrás de este conflicto, cuya escalada ha tomado dimensión diplomática, con voces como la de un parlamentario del vecino país planteando que “iría a la guerra” si el conflicto no se solucionase.
No es la primera vez que desde diferentes sectores se plantea el peso de Paraguay en el transporte fluvial, con la remanida afirmación repetida hasta el hartazgo, incluso por altos funcionarios argentinos, que ”Paraguay cuenta con la tercera mayor flota fluvial de embarcaciones a nivel mundial después de Estados Unidos y China”.
Afirmación que solo tiene en cuenta la bandera de conveniencia que han adoptado empresas extranjeras para poder efectuar el transporte de las cargas obteniendo al hacerlo, beneficios impositivos y una completa precarización de las relaciones laborales con el personal embarcado. Es en este sentido es concluyente el dato que afirma (2) que del total de 53 empresas inscriptas con el pabellón paraguayo, sólo 6 (seis) son realmente empresas de ese país.
Entendemos que se busca contraponer los intereses entre países vecinos, generando una división entre los pueblos, que como veremos, poco tiene que ver con la realidad. No son los intereses soberanos del pueblo paraguayo los que están siendo supuestamente afectados por la medida aplicada por el gobierno nacional. Como veremos a continuación, los mismos sectores que tienen hegemonía en el comercio exterior argentino (dominado por empresas norteamericanas como ADM, Bunge, Cargill, la francesa Dreyfus y la anglosuiza Viterra, y la china COFCO), son los que también poseen hoy gran parte de la flota que abastece desde el río al Complejo Agroexportador nucleado a la vera del Paraná en la zona del gran Rosario.
Por eso tampoco es casualidad el pedido que hiciera la AmCham, la Cámara de Comercio Paraguayo Americana, que llegó incluso a pedir la intervención al Departamento de Estado y la secretaría de Comercio para que tome medidas para defender “sus” intereses…
Vayamos a los datos duros
Se describen a continuación las principales empresas que operan en la región y que tienen un papel preponderante en la cámara que las agrupa: CAFYM (Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay)
Atria
Es la empresa que desde hace tiempo encabeza el ranking del transporte fluvial en toda la región. Ha cambiado de nombre y de accionistas varias veces a lo largo de su historia. Pero nadie desconoce que su origen es la empresa de de capitales norteamericanos ACBL Hidrovias SA (American Commercial Barge Lines), que se fusionó con Ultrapetrol para dar origen a UABL, denominación con la que se la conoció en nuestra zona, en la que además, gestiona el Astillero Punta Alvear, radicado en la localidad vecina a pocos kilómetros de la ciudad de Rosario.
Es una empresa líder en el transporte fluvial también en los EEUU, con un peso muy significativo en la operación de barcazas a lo largo del sistema del río Mississippi y sus afluentes, en el que cuenta con una flota gigantesca de 3550 barcazas y 190 remolcadores
Muchas de estas “barcazas Mississippi”, nombre con el que se las conocen cuando quedan fuera de uso (chatarra), han sido importadas por las empresas que operan en la hidrovía, y su ingreso ha sido denunciado por las Cámaras que agrupan a los astilleros nacionales.
En una entrevista del año 2011 Omar Meggiolaro, gerente Comercial y de Operaciones de UABL S.A informaba que “las barcazas que vinieron al río, se han comprado el 90% en Estados Unidos y son barcazas de la década del ´70. Hoy tienen 40 años. Esas unidades tienen un desgaste natural. Su vida útil ya pasó”. A confesión de parte…
Operan con la flota más importante de la región constituida por 457 barcazas, 33 remolcadores, y 70 barcazas tanque.
Horamar
La Compañía Naviera Horamar es miembro del Grupo Navíos, tal como se informa en su página oficial. Navios Maritime Holdings Inc. fue creada en 1954 por US Steel (una de las empresas de producción de acero más grande de EEUU fundada por JP Morgan) para transportar mineral de hierro desde Venezuela a Estados Unidos y Europa.
La filial de Sudamérica se dedica a la logística centrada en el transporte y transbordo de productos a granel secos, incluidos mineral de hierro, carbón y cereales.
En su página oficial indica que cuenta con 3 terminales portuarias: 2 en Nueva Palmira (Uruguay) destinadas al almacenamiento de granos y mineral de hierro, y 1 en San Antonio (Paraguay) para el almacenamiento de hidrocarburos. Cuenta con remolcadores, barcazas y buques marítimos efectuando operaciones de cabotaje a lo largo de Argentina y Brasil y Paraguay.
La flota que gestiona posee 272 barcazas, 27 remolcadores y 36 barcazas tanque.
Interbarge
El principal accionista de InterBarge es la empresa norteamericana SEACOR Marine Holdings Inc. (NYSE: CKH), adquirida en 2021 por un megafondo de inversión de EEUU “American Industrial Partners”, que controla desde empresas de defensa, tecnología aeroespacial, producción petrolera, transporte marítimo, infraestructuras portuarias y servicios integrados de logística y transporte en barcazas en las vías navegables interiores de EE. UU. y en América del Sur.
Como indica en su página oficial, las actividades de InterBarge incluyen el transporte de soja y maíz desde Paraguay y Bolivia a las plantas de crushing de las multinacionales ubicadas a lo largo del río Paraná y el traslado de mineral de hierro brasileño al Río de la Plata para consumo local o transbordo en buques transoceánicos que lo exportan a los mercados internacionales.
Efectuá sus operaciones en la región con una flota compuesta por 258 barcazas y 13 remolcadores.
ADM
ADM Logistics es la división de transporte fluviomarítimo de la gigantesca cerealera norteamericana Archer Daniels Midland, una de las principales empresas agroexportadoras con puertos propios en la zona del gran Rosario,en Paraguay y Brasil .
Opera con dos empresas de transporte fluvial denominadas “Naviera Chaco” y “America Fluvial” con una flota de de 230 barcazas y 13 remolcadores.
Cargill
Cargill River Transportation es el nombre de la división de logística de la agroexportadora Cargill, una de las más grandes del mundo en el rubro de los agronegocios, con presencia en todos los países que compartimos la cuenca del Plata.
Opera una flota de remolcadores y barcazas para el transporte de cargas secas, con puertos propios de carga y descarga en Bolivia, Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay, compuesta por 111 barcazas y 7 remolcadores.
LPG
Si bien las iniciales de la empresa podrían indicar la presencia de otra empresa extranjera, podemos decir, que esta es la única empresa local del ranking que presentamos. Se trata de “Línea Panchita G“, una operadora del transporte fluvial, que además cuenta con astilleros propios (astillero Aguapé) e inversiones importantes en ganadería.
Supo hacerse un lugar en el mercado gracias a los contratos que mantiene con las mayores petroleras de esos países (la paraguaya Petropar y la estatal boliviana YPFB), mediante el transporte de combustibles río arriba, para el que dispone de 20 barcazas-tanque, y también con el transporte de contenedores con productos importados. Dispone para ello de 87 barcazas y 6 remolcadores.
Dreyfus
La otra gran operadora del complejo agroexportador, la francesa Louis Dreyfus Company, también tiene una presencia destacada en el rubro transporte, que incluye una flota marítima con buques oceánicos y una flota fluvial de importancia conformada por 77 barcazas, 4 remolcadores y 4 barcazas tanque para el transporte de líquidos.
LDC ha ampliado su presencia también en EE.UU. a lo largo del Mississippi, con varias instalaciones situadas entre Missouri y Louisiana, transportando maíz, trigo, soja y sorgo por el río, según especifica su portal web.
Divide y reinarás…
De lo descripto, podemos empezar a comprender los verdaderos intereses que están en juego, y la hegemonía en el manejo de la troncal fluvial de las empresas norteamericanas.
De hecho, el presidente de la “paraguaya” Cámara de Armadores es Raúl Valdez, director de logística de la norteamericana ADM, quien es la principal referencia en los medios por el reclamo planteado.
Está claro además, que frente a un horizonte de guerra de escala global, en donde el control de esta arteria por donde circulan lo principal de las materias primas que abastecen a potencias como China, no es un objetivo más, sino que pasa a ser, una cuestión de estado, pero no de Paraguay, sino de los EE.UU. y su peso en la región.
No será la primera ni la última vez que pretendan dividirnos frente a los verdaderos enemigos de nuestra patria. La historia de nuestra América muestra muchos intentos de “balcanizar” a la región y enfrentarnos entre hermanos: los esfuerzos de Inglaterra por lograr la separación de la denominada Banda Oriental (hoy Uruguay) en 1828, la fraticida guerra contra el Paraguay en 1864 que logró detener la primera experiencia de desarrollo independiente en América del Sur, y en el pasado reciente, los intentos por llevarnos a la guerra con Chile (que dicho sea de paso en las últimas semanas hizo público un mapa que es una verdadera provocación), etc. Son conocidos también los proyectos secesionistas en la Argentina, para dividir la Patagonia, “independizar Mendoza y Córdoba”, entre otros intentos instrumentados por sectores locales asociados a intereses foráneos.
En toda la Cuenca del Plata reina soberano el capital extranjero. La declinación de nuestras soberanías nacionales ha tocado fondo y necesita una revisión integral. Nos unen los mismas dificultades y los mismos sueños de una América del Sur justa, libre y soberana. Más que nunca debemos unirnos con los pueblos hermanos para recuperar lo nuestro y ser dueños de nuestro destino.
Como siempre decimos, la soberanía no se proclama, se ejerce. Hacerla posible requiere recuperar la soberanía de nuestros puertos, de nuestro comercio, de industria naval, de nuestra flota. En ese camino estamos, buscando la más amplia unidad de nuestros pueblos, porque como decía Manuel Belgrano: “Una nación que deja hacer por otra una navegación que puede hacer por sí misma compromete su futuro y el bienestar de su pueblo”.
(*) Luciano Orellano.Autor del libro “Argentina sangra por las barrancas del río Paraná” y “Crónicas Soberanas de la patria herida”. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná y del Instituto Soberanía.
1 Resolución 625/2022 del Ministerio de Transporte de la República Argentina
Desde el primero de enero del 2024, Argentina junto a otros países formaran parte del grupo de los BRICS compuesto actualmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Esta iniciativa reagrupa a los mercados emergentes, proyectados a dominar la economía para el 2050, basados en la gran población, su extensión territorial, recursos humanos y concentración del PBI.
Inicialmente el bloque estaba compuesto por Brasil, Rusia, China e India siendo incorporada Sudáfrica en el 2011. Además de Argentina, en el 2024 se incorporarán Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes, Etiopía y la República Islámica de Irán, lo que implica un cambio en el escenario geopolítico. En ese marco ¿Cuál es la influencia geopolítica de los BRCIS?, ¿Qué implica el ingreso para Argentina?, y ¿representa un cambio de orientación en la política exterior alinearse dentro este bloque?.
El nacimiento de los BRICS
La crisis financiera desatada en el 2008 como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria removió los cimientos de un orden mundial devenido tras la Segunda Guerra Mundial liderado por Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña. La consolidación de estos países y otros en la geopolítica mundial se consolidó mediante organismos internacionales como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el G-7, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio.
Esta crisis conllevo una parálisis en las economías centrales, que prácticamente vieron estancarse sus PBI y que en simultáneo, fueron ganando peso las economías denominadas emergentes, que a partir de su crecimiento económico primero, y su capacidad de influencia política después, comenzaron a plantear nuevos desafíos, mostrándose críticos de la arquitectura financiera y proyectaron lineamientos multipolares para superar a las potencias reagrupadas en el G7: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
En julio del 2015 Putin afirmó “Los países BRICS son los futuros líderes del mundo”, a pesar de que la sigla fue utilizada por primera vez en el 2001, por Jim O’Neill un ejecutivo del banco norteamericano Goldman Sachs en un artículo titulado a “Building Better Global Economic BRICs” haciendo un juego de palabras con las iniciales de los países y del homónimo de ladrillo brick, esbozando la idea de que estos países serían los pilares de la nueva economía global.
Actualmente los BRICS representan el 42% de la población mundial, el 23% del PBI y el 17% del comercio, ubicando a cuatro de sus miembros entre las diez economías más grandes del planeta -China (2), India (3), Rusia (6) y Brasil (7).
En la actualidad China es considerada la economía más importante del grupo, representando más del 70% del poder económico colectivo, seguido por la India con un 13%, Rusia y Brasil cada uno con aproximadamente el 7%, y finalmente Sudáfrica con un 3%. Por lo tanto, si bien no se trata de una alianza de libre comercio, la principal fortaleza de este bloque radica en la asociación establecida entre la primera economía del mundo China y el principal proveedor de energía Rusia. En el caso de India se presenta como una de las principales potencias económicas según exportación de recursos naturales y cereales. Por su parte Brasil es uno de los principales actores en el mercado agroalimentario y Sudáfrica se consolida en un rol clave, el de aprovisionar de metales y minerales para usos tecnológicos.
Implicancias de la incorporación argentina
El presidente Alberto Fernández en el anuncio de la incorporación declaro que se incrementaran: “las posibilidades de abrir nuevos mercados, de consolidar los existentes, de favorecer los flujos de inversión creando empleo, de aumentar las exportaciones y de desarrollar la aplicación de nuevas y mejores tecnologías”.
Es necesario resaltar que los BRICS son un acuerdo del tipo estratégico, y no de una alianza de libre comercio, por lo que el ingreso no repercute en un beneficio económico directo, ni en la reducción de aranceles o confluencia regulatoria para reducir costos (como si lo hace el Mercosur). No se trata de una integración de mercados, sino de una alianza de gobiernos lo que facilita la toma de decisiones en conjunto y proyectos específicos.
En el caso de Argentina su principal fortaleza dentro de los BRICS esta dada por el rol que ocupa dentro del sistema internacional, su capacidad para proveer de soja y otros cereales, junto con recursos estratégicos como el gas natural, el gas de esquisto, distintos minerales y, especialmente el litio. Además, Argentina posee un capital científico plenamente consolidado, entre otros aspectos, con especialización en biotecnología y en tecnología logística aplicada.
La participación de los BRICS en el comercio exterior argentino oscilo entre el 20% y el 30% del total exportado. Para cuatro provincias, el principal socio comercial y el primer destino de las ventas al exterior es Brasil (Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, La Rioja), pero para ocho es China (Jujuy, Santiago del Estero, Formosa, Chaco, Catamarca, Entre Ríos, San Luis y La Pampa).
En el caso de San Juan y Santa Fe el principal socio comercial es la India. El 30 por ciento de las exportaciones argentinas se dirige a los BRICS, donde la India es el principal comprador de maíz y de aceite de soja. China representa un mercado clave para la carne, y el poroto de soja; y Brasil concentra la mayor demanda de cebada y en segundo plano de maíz.
Entre la cooperación sur-sur y el mundo post-occidental
Argentina se incorporará al grupo de los BRICS, conformado para contrarrestar el peso de Estados Unidos en el sistema internacional, siendo clave la presión ejercida por China. Esta ampliación del bloque transita en un mundo atravesado por la invasión rusa a Ucrania, la disputa entre China y Estados Unidos por la hegemonía del sistema internacional y a nivel doméstico una crisis financiera consecuencia de la dependencia de la balanza de pagos doméstica al Fondo Monetario Internacional. Por lo tanto, ¿el ingreso a los BRICS implica un cambio en la orientación de la política exterior?
Los BRICS perciben una mirada reacia por parte de Estados Unidos y de la Unión Europea, ya que la estrategia geopolítica radica en la búsqueda de un reequilibrio en el poder mundial, dominado por el G7, donde se reúnen las principales economías industrializadas de occidente. Según Tokatlian “desde el siglo XVIII predominaron los valores, creencias, y las instituciones de occidente, lo que estamos viendo ahora es el tránsito hacia un mundo post- occidental. Por lo que el centro de gravitación del mundo se mueve hacia el Este y hacia el Sur, (…) convirtiendo la creciente influencia de China no en un desafío ideológico, sino material”.
La posible transición hacia un mundo post-occidental pone en el centro la estrategia de China, por lo que no se trata únicamente de la exacerbación de la pugna entre Washington y Beijing, sino del “hecho de que Occidente, o sea Estados Unidos y la Unión Europea, ha iniciado un proceso selectivo de desacople parcial (EEUU) y de distanciamiento paulatino (UE) respecto a China. Ello, a su turno, reimpulsa la dimensión Sur de la proyección de Beijing. La Repúblical Popular China ya no es del Sur; en realidad es el epicentro de un segundo Norte aún difuso y complejo que compite con el Norte clásico (Occidente liderado por Washington) en un contexto de reubicación del centro de gravedad mundial en Asia. Estamos ante dos modelos de capitalismo: lo que no puede emularse con lo que fue la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética.” J.G Tokatlian, revista DanGai.
Además, como consecuencia de la ampliación, los BRICS fortalecerán lazos con instituciones no ligadas a Estados Unidos, como la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), la OPEP y la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI). La asociación también tiene estrechos vínculos con bloques comerciales regionales como la ASEAN, el Mercosur, el CCG (Consejo de Cooperación del Golfo), la Unión Económica de Eurasia (UEEA), la Zona de Comercio Árabe, la Zona de Libre Comercio Continental Africana, el ALBA, la SAARC y la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), el mayor acuerdo comercial del planeta.
El debate no concluye únicamente los términos de un mundo post-occidental o de cooperación sur-sur, sino en los márgenes de autonomía y desarrollo que logrará Argentina ingresando a los BRICS. Si se tiene en cuenta que China, Brasil e India son los principales socios comerciales de Argentina, no es irrisorio pensar su ingreso a los BRICS. Tampoco si se tiene en cuenta el capital financiero, y de recursos naturales que Argentina posee. Sin embargo, su ingreso debe ser enmarcado en la dependencia del sistema financiero argentino al FMI y la búsqueda de nuevas formas de financiamiento, como es el caso de los SWAP. Además, parte del BRICS son el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) y el Acuerdo sobre Reservas Contingentes (CRA) creados en 2014.
Si bien las posibilidades de crecimiento dentro de los BRICS parecen innegable, la dicotomía sobre cuál debe ser el marco de alianza en el sistema internacional divide aguas. Durante la reciente Cumbre de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham 2023) Patricia Bullrich, destacó que en caso de ser ella la nueva presidenta, Argentina “no irá a los BRICS” porque su principal marco de alianza sería con Estados Unidos, Europa Occidental e Israel. En esa misma línea Javier Milei afirmó que “nosotros no nos vamos a alinear con comunistas”.
La incógnita de la incorporación de Argentina al bloque se mantiene abierta, y no habrá ninguna resolución hasta las elecciones presidenciales de octubre.
El manifiesto de ampliación de los BRICS se sustenta a favor del multilateralismo como un factor de inclusión de los países al escenario internacional, defiende diferentes organismos como la ONU, OMC ( y por lo tanto el libre comercio), el FMI y otros espacios de gobernanza global de los que varios miembros de los BRICS forman parte. Por lo tanto, es posible deducir que los BRICS no se presentan con la voluntad de romper con el actual orden del escenario internacional, y que a pesar de incluir a China, se encuentran alineados dentro del marco de normas internacionales basados en valores occidentales.
En lo que respecta al plano económico, la agenda de desarrollo de los BRICS propone una alianza para el crecimiento mutuamente acelerado (partnership for mutually accelerated growth) partiendo desde un punto clave de disidencia: no todas las economías mantienen los mismos niveles de crecimiento, por lo que plantear la idea de un crecimiento mutuo acelerado esconde la relación de complementariedad que existe entre las diferentes economías, diferencia que se sustenta en la división internacional del trabajo.
En un contexto internacional en el que Estados Unidos y Europa se plantean una autonomía estratégica abierta o, de política industrial, existe un fuerte control sobre la cantidad o la composición de las importaciones. Plantear la ampliación de los BRICS como el fortalecimiento de la cooperación sur-sur o en términos de win-win, oculta la idea de complementariedad de las economías, en las que para que una economía se desarrolle (como es el caso de China) debe complementarse con una economía que le provea de los recursos necesarios (como es el caso de Argentina). Esta relación de complementariedad se ve reflejada en la dependencia de la balanza de pagos de la economía exportadora en recursos primarios, en la falta de industria de valor agregado, y en la necesidad de encontrar formas de financiamiento en organismos como el FMI o mediante mecanismos como el SWAPS.
La agenda de desarrollo económico es, en realidad, una agenda de crecimiento de determinados países, sustentada en el comercio internacional y en la explotación de las ventajas comparativas.
En lugar de incrementar los márgenes de autonomía estratégica de los países, los BRICS ponen a China en el centro, cristalizando capacidades productivas y exportadoras de mayor valor añadido en el gigante asiático que en el resto de sus socios y, como consecuencia limitando en estos últimos las posibilidades de un desarrollo económico basado en la creación de mayores y mejores capacidades productivas.
Según datos de la UNCTAD, China es el primer socio comercial de cinco de los BRICS (Arabia Saudí, Brasil, Irán, Rusia y Sudáfrica); el segundo de otros tres (Argentina, Emiratos, India). Estados Unidos, por su parte, es primer o segundo socio comercial de seis de estos países, China entre ellos. A China se exportan productos agrícolas (Argentina, Brasil) y energéticos (Arabia Saudí, Emiratos, Rusia), metales preciosos (Emiratos, Sudáfrica). Además, también se comercializan productos químicos para la manufactura con plásticos (Irán) o servicios de telecomunicaciones (India), de modo que China pueda ser el primer productor y exportador mundial de productos de consumo y otras manufacturas que el conjunto del planeta, en general, y sus socios BRICS+, en particular, necesitan.
La llegada a la Argentina, hace quince días, de uno de los más altos funcionarios de energía nuclear estadounidense terminó de cristalizar una disputa entre dos potencias que tiene como teatro de operaciones el suelo argentino y, como eje, el desarrollo nuclear.
¿Qué vino a controlar Christopher Hanson, titular de la Comisión Regulatoria Nuclear de EEUU? ¿Cuáles son las inversiones chinas que preocupan a EEUU en esta área? ¿Puede Argentina maniobrar en esta disputa e impulsar un desarrollo autónomo?
El visitante
El miércoles 12 de abril los y las trabajadores de los principales centros donde la Argentina tiene sus desarrollos nucleares pudieron ver cómo un funcionario estadounidense recorría, sin el acompañamiento de ningún alto funcionario del gobierno argentino, las centrales Atucha I y II y la obra de la central modular argentina CAREM. Y al día siguiente, lo mismo sucedía en el Centro Atómico Bariloche, de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
Según informa Raúl Dellatorre en Pagina 12 esta semana Hanson llegó acompañado por otros cuatro miembros de la NRC (sigla en inglés de la comisión de regulación nuclear), en una misión que “no está inscripta en ningún convenio bilateral de cooperación o colaboración en materia nuclear, sino que expresa la decisión unilateral del gobierno de Estados Unidos de enviar sus agentes en la materia para tomar contacto con pares argentinos”
Esta visita “unilateral” incluso generó una peculiar y terrible fotografía difundida por el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Marc Stanley. La foto del diplomático y su compatriota nuclear no tendría nada de raro sino fuese porque muestra a dos funcionarios estadounidenses que tienen detrás la bandera de su país y la de Argentina. En la imagen, Stanley hace las veces del anfitrión local que guia a un funcionario de su gobierno –por nuestras tierras— sin la compañía de ningún funcionario local. Más colonial no se consigue.
“Es un gusto dar la bienvenida al presidente de la Comisión Reguladora Nuclear de EEUU, Christopher Hanson. Estados Unidos y Argentina comparten una larga historia de cooperación nuclear y son socios en el uso pacífico de la energía nuclear”, afirmó Stanley en su cuenta de Twiter.
Es interesante recalcar que esta visita no es aislada, ni EEUU está enfocado solamente en la energía nuclear sino que es parte de una avanzada sobre “su patio trasero” y los recursos que existen en él.
En el twitter del embajador puede verse en estos últimos 10 días una catarata de visitas de altos funcionarios yanquis a la Argentina. Al día siguiente hizo su aparición Wendy Sherman (vicesecretaria de Estado de Estados Unidos), y a los pocos días volvió a visitar el país y reunirse con altos funcionarios locales Laura Richardson (jefa militar del comando sur de EEUU), quien saltó a la palestra pública con declaraciones sobre “nuestros recursos” y lo que implicaban los mismos para la defensa nacional estadounidense.
Pero volviendo al tema de esta nota ¿a qué vino Christopher Hanson? En una nota muy explicativa Daniel Arias, del concejo editorial de AgendAR y especialista en temas vinculados a la energía nuclear de factoría nacional, da cuenta del interés estadounidense por el desarrollo del proyecto de la pequeña central modular argentina CAREM. Un proyecto que lleva más de 50 años (y en el cual Argentina es pionera en el mundo) pero que siempre ha sido trabado por intereses extranjeros impidiendo su concreción.
Hoy el prototipo CAREM se encuentra en un avance del 62 % . Se comenzó a construir en 2014 y luego fue paralizado durante el macrismo. La obra compite con un desarrollo similar de Estados Unidos. Argentina es uno de los únicos tres países del mundo con el modelo en etapa de obra, con Corea y China.
Pero, volviendo a la visita: ¿cómo el funcionario yanqui puedo hacer el recorrido? El periodista Arias, asegura en su nota de AgendAR, que “conociendo a CNEA y NASA, la orden de abrirle la tranquera a Hanson debe haber llegado de Presidencia de la Nación. No creo que el gringo hubiera podido pasar de ningún otro modo” y alerta:
“Hanson no es un cuatro de copas ni tendría que haber entrado jamás al CAREM. Como licenciador de diseños, trabaja simultáneamente para TODAS las empresas nucleares viejas y emergentes de su país, y a sola vista de la obra civil puede comparar y evaluar sin mucho error las ventajas y debilidades de nuestro proyecto medidas contra los similares estadounidenses”
La disputa
Sin embrago y más allá del posible espionaje nuclear el funcionario (y el resto de las visitas yanquis) no se dan en cualquier momento sino en uno de los más álgido de la disputa por la influencia sobre nuestro subcontinente y principalmente sobre Argentina.
En el área nuclear en particular, la visita se enmarca en las presiones de Estados Unidos para impedir que Argentina avance en el acuerdo de construir una cuarta central nuclear Hualong-1, con financiamiento y tecnología que proveerá China.
Ya el año pasado, también en abril, Ann Ganzer (diplomática del Departamento de Estado) visitó la Argentina y dejó claro que EEUU estaba en desacuerdo con el avance de la inversión china. En aquella oportunidad estuvo en el edificio de Villa Martelli, que aloja a la empresa operadora de las centrales de energía nuclear más grande de la Argentina.
La gira contó con reuniones en Casa Rosada con Juan Manzur, Jorge Taiana y Daniel Filmus; y con el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz. Otras en Cancillería y recorrida al predio bonaerense de Atucha y de la empresa IMPSA, en Mendoza, para observar el desarrollo del CAREM.
En aquella oportunidad, Gustavo Béliz, –conocido por sus vínculos con el lobby estadounidense y acusado de ser quien pisaba el avance de las inversiones chinas en el país— fue citado por el bloque del Frente de Todos en el Congreso, por las demoras para activar la última etapa de las inversiones en Atucha III. Horacio Verbitsky daba cuenta de este rol del ahora ex funcionario en una nota del Cohete a la Luna del 10 de abril del año pasado titulada “Beliz, el radiactivo”
“Un informe sin firma que está circulando dentro del sector nuclear, sostiene que Béliz y su equipo de trabajo ‘han sido consistentemente esquivos a darle la celeridad que requiere la negociación financiera asociada al contrato comercial por Atucha III con el consorcio de bancos liderados por el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC)’. Hace un mes que Béliz no responde a un pedido de audiencia presentado por el presidente del Directorio de Nucleoeléctrica Argentina S.A. Tampoco asistió a la Quinta Reunión del Mecanismo de Diálogo Estratégico para la Cooperación y la Coordinación Económica (DECCE) desarrollada de forma virtual el 27 de enero de 2022” en donde la Cancillería argentina acordó con la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma china el listado de los 10 proyectos prioritarios a incluir en el Plan Quinquenal de Infraestructura, entre los que se encuentra el proyecto Atucha III”. La contraparte china ha solicitado sin éxito que se formalice la solicitud del 100% del financiamiento del proyecto Atucha III, para poder comenzar con las negociaciones correspondientes”
La China atómica.
Las preocupaciones de EEUU sobre proyectos nucleares chinos van mucho más allá de la Argentina y están asentados en los planes nucleares chinos, que como siempre son a gran escala y a largo plazo.
China planea construir al menos 168 nuevos reactores en los próximos 15 años, más de los que el resto del mundo ha construido en los últimos 35. El esfuerzo podría costar hasta 440.000 millones de dólares. A mediados de esta década, el país superará a EEUU como mayor generador de energía nuclear del mundo.
China tiene actualmente 51 reactores en operación, 18 en construcción, 37 planeados (7 de ellos comenzarán a construirse este año) y un total de 168 reactores propuestos. Con unos tiempos de construcción rondando los cinco años, es fácil predecir que a finales de esta década China será el país con mayor producción nuclear del mundo, superando con creces a Francia y a Estados Unidos, con 56 y 93 reactores respectivamente.
De hecho el gobierno chino señaló a la energía atómica como la única forma de energía con objetivos provisionales específicos en su plan quinquenal oficial. El objetivo: 200 gigavatios de energía para 2035, suficientes para abastecer a más de una docena de ciudades del tamaño de Pekín y combinado con una nueva tecnología que pueda reducir los residuos para evitar contaminar.
China afirma que sus planes podrían evitar unos 1.500 millones de toneladas de emisiones anuales de carbono, más de lo que generan el Reino Unido, España, Francia y Alemania juntos, informa Bloomberg. Y tiene además la fuente de financiación, ya que alrededor del 70% del coste de los reactores chinos está cubierto por préstamos de bancos estatales.
Si bien puede rastrearse un motor de estos proyectos en la promesa medioambiental de Xi Jinping de que China alcanzará un pico en las emisiones de dióxido de carbono antes de 2030 y la neutralidad de carbono antes de 2060, el interés chino no es solamente ecológico sino que como todas las decisiones de los estados en este último tiempo tiene como telón de fondo el avance hacia tensiones de un mundo que avanza hacia el desacople comercial y tecnológico movido por las perspectivas de guerra. La energía, como otros insumos críticos, son un arma.
Por último, pero fundamental en el debate de los avances nucleares, China afirma haber desarrollado un sistema que permite reutilizar los residuos radiactivos de las centrales nucleares como nuevo combustible apto para esas mismas plantas. La nueva tecnología crea un ciclo infinito para el uranio, evitando la generación de residuos radiactivos, cuyo tratamiento y deposición es el talón de Aquiles de la energía de fisión nuclear.
Las preocupaciones estadounidenses tienen, por supuesto, fundamento de cara a la disputa por la energía, uno de los vórtices centrales de la contienda por la hegemonía mundial.
La ruta atómica de la seda
El proyecto de potencia nuclear de China no se reduce a su propio territorio, también espera que sus proyectos nacionales convenzan a los posibles compradores extranjeros. En 2019, el ex presidente de China National Nuclear dijo que China podría construir 30 reactores en el extranjero, que podrían hacer ganar a las empresas chinas 145.000 millones de dólares para 2030 a través de su Iniciativa Belt and Road (La Ruta de la Seda).
La propuesta inicial acordada entre China y Argentina en 2014 tuvo sucesivos capítulos que se fueron moldeando de acuerdo a los vaivenes políticos internos y de la diplomacia argentina, que suele ir variando a medida que cambian de signo político los gobiernos.
Las negociaciones entre China y Argentina contemplan la construcción de una central nuclear de tecnología china con un reactor Hualong-1, de diseño chino de agua a presión HPR-1000, perteneciente a la llamada Generación III, de 1200 MW, que se ubicará en el Complejo Nuclear Atucha situado en la localidad de Lima, Provincia de Buenos Aires. De ahí el nombre de Atucha III.
El financiamiento liderado por el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC) prevé el otorgamiento de un crédito de tipo concesional del orden de los 7900 millones de dólares, que alcanzaría el 85 % del precio del reactor. Este financiamiento incluye un período de gracia equivalente a la duración del proyecto (8 años), un período de repago extendido (12 años) y una tasa de interés única para este tipo de proyectos.
Según la cancillería argentina el proyecto “generaría unos 7000 puestos de trabajo directos durante el pico del proceso de construcción, a los que se deberían sumar las fuentes de trabajo generadas de forma indirecta, así como también el impacto positivo en las industrias locales que participen en el suministro de insumos, componentes electromecánicos y servicios asociados a su ejecución.”
Los intentos del lobby estadounidense para frenar esta obra empezaron en 2015 y lograron detener el avance de la obra pese al apoyo que se había generado en los profesionales de Nucleoeléctrica Argentina SA (NA-SA) y la Comisión Nacional de Energía Atómica.
Washington comunicó, durante la visita de Trump al país, su oposición a las centrales nucleares que la Argentina había acordado construir con la ayuda de Rusia y China. En las sucesivas reuniones bilaterales que el presidente Macri tuvo con los líderes de esa potencia, la Casa Rosada dejó en claro que ambos proyectos se daban por cancelados, con la excusa de la falta de fondos.
El proyecto, reactivado durante el gobierno de Alberto Fernandez, pese a las maniobras de personeros como Gustavo Béliz, entra nuevamente en una nebulosa con la reciente visita de los funcionarios nucleares yanquis y el rol del FMI ante la desesperante necesidad de divisas de la Argentina que seguramente empujara a políticas de mayor obediencia con la potencia del norte.
¿Qué hacer frente a la disputa de las potencias?
Argentina enfrenta en este ámbito múltiples retos. Pero sobre todo el de armar un camino propio, en medio de la disputa mundial, que permita y apuntale el desarrollo, pero con la traba de la falta de financiación propia.
Al respecto aclara el panorama Rodolfo Kempf, (físico de la UBA, docente, investigador, miembro de la CTA, especialista en Combustibles Nucleares, y Coordinador de Transición Energética en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Industria (CNTI)), quien asegura que “el orden de magnitud en dinero de costo de una central nuclear es de 5.000 millones de dólares. El financiamiento que hace la corporación nuclear china, hacia la central Hualong, es lo que facilita la posibilidad de, en pocos años tener esta central nuclear, y teniendo por parte de los chinos un comprador calificado, de los más calificados en el mundo. Por lo tanto, la principal limitante en una economía dependiente y devastada por las políticas macristas de endeudamiento a más de 100 años es el financiamiento que proveen los chinos”
Según argumenta Kempf el emplazamiento de esta nueva central fue una pelea que han dado por más de 15 años los trabajadores y trabajadoras del área nuclear, del sistema de ciencia y tecnología y del área energética, alcanzando que se cumplan dos condiciones al mismo tiempo: por un lado, la transferencia de tecnología del combustible para su fabricación en Argentina y todas las áreas asociadas, es decir, los estructurales, el combustible, la producción de polvo de dióxido de uranio por vías que minimicen los residuos del ciclo de combustible, que son radiactivos, y que son mínimos con respecto a otras fuentes de energía.
“Esa transferencia de tecnología nos permitiría conservar una singularidad que mantiene Argentina, no solo los 72 años de tecnología nuclear que nos ponen con muchos más años de desarrollo nuclear que otras potencias, estando constantemente a la vanguardia, sino que mantenemos nuestra tradición de fabricación del combustible” asegura.
Lo que está claro es que el camino hacia un desarrollo energético propio no será fácil, ni sin presiones, pero algo es seguro, la carrera comenzó hace rato, Argentina es parte y muchos nos quieren afuera.
(*) Germán Mangione. Periodista. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná y Soberanía Popular San Lorenzo.
Editorial 21/05/2022 «Más temprano que tarde.» Programa de radio FM 88.9
La semana pasada, me animaba a afirmar que la Argentina es como nosotras las mujeres, y si me permiten el atrevimiento, voy a volver a afirmar que la Argentina es mujer. No solamente por su nombre, sino por su condición de oprimida.
Produce para otros mientras pasa hambre, le controlan la plata, le dictan lo que tiene que hacer. Esos que maltratan a la Argentina funcionan como el violento de manual: castigan y demuelen y debilitan la autoestima para después dar el sopapo.
Se acordarán ustedes tal vez,- o les habrán contado los que son más grandes – que en la época de Martínez de Hoz, por ejemplo, había una propaganda (que era parte de una gran campaña que continuó largos años), donde decían que lo hecho acá en la Argentina no servía. Entonces, había una silla que se rompía porque estaba hecha en la Argentina, y por lo tanto, había que traer las cosas de afuera. Que siempre lo de afuera era mejor; que la Argentina no servía, y después, Zaz! privatizaron los trenes, el acero, los ferrocarriles, los ríos. Los 90’, el menemismo…
Ahora sucede algo similar, por ejemplo, con el dragado y balizamiento, que sería lo del mantenimiento de las vías navegables. Las dragas que son argentinas se abandon. Hace unas semanasfue noticia que un funcionario, Andrés Milio, Director de Operaciones de la Dirección Nacional de Control de Puertos y Vías Navegables, renunció a su cargo con una denuncia muy fuerte. El hecho que rebasó el vaso de este director, fue que a la draga Chubut que está en el puerto de Villa constitución en estos momentos, le habían robado lo poco que le quedaba. Están dejándola al abandono: le habían robado una bomba y está prácticamente a punto de hundirse. Milio denuncia que deja su cargo porque la gestión gubernamental en materia de puertos y vías navegables no tiene como prioridad la recuperación de la soberanía nacional y la Subsecretaría de Puertos y Vías navegables, se caracterizó durante los últimos dos años por no impulsar ninguna de las acciones necesarias para recuperar el material flotante y la capacidad operativa de sus áreas a cargo(texto literal de su renuncia).
El viernes 14/05 se reunióen la Ciudad de Rosario, el consejo Federal de la Hidrovía. Éste, conformado por los gobernadores de las provincias por donde pasa el río Paraná, entre otros, tuvo como principal objetivo poner en acción el ente que habilite y que abra el proceso licitatorio para hacer las obras de la mal llamada “hidrovía”, llamada ahora “Vía troncal”. El proceso licitatorio que, por el decreto 949, puede ser para empresas nacionales o extranjeras…Y empieza la campaña de que lo nacional NO SIRVE: otra vez deteriorar la autoestima para después dar el sopapo.
Hay que escuchar lo que se dijo en ese Consejo Federal de la Hidrovía. El anfitrión, nuestro gobernador Omar Perotti dio un discurso impecable para defender los intereses de los que se están llevando la guita en pala. Si hubo (y por fin alguien lo dice!) un gobernador (Axel Kicilloff, Gobernador de Buenos Aires) que dijo que “a partir de que el Estado tuvo en sus manos la concesión y la administración del dragado y balizamiento, la patria recuperó un montón de dólares que hizo que variaran las cuentas de la economía”. Dijo además que “qué bueno que no se hable de la hidrovíasino que se hable de Vía Troncal Navegable, y que se abra el Canal Magdalena”. Al fin alguien lo dice!!Alguien con el peso de un gobernador, porque se viene diciendo esto: hubo marchas de carácter nacionales, por ejemplo la del 20 de abril frente al Ministerio de Transporte, para exigir estas cosas.
Si me siguen permitiendo este paralelismo, un poco limitado, sobre que la Argentina es mujer, podemos decir que sus hermanas ya empiezan a abrir los ojos: ven el dolor que genera la dependencia. México, Chile y Bolivia empiezan a discutir la nacionalización del litio, por ejemplo. Acá se nos abre una oportunidad (o no) en función a lo de los alimentos y la energía: Argentina tiene alimentos para todo el mundo…Argentina tiene los alimentos para todo el mundo? Es más una pregunta, porque evidentemente el Estado argentino tiene poco poder de decisión sobre ellos.
Algo hablamos en la editorial primera, y decíamos que hay que recuperar el comercio exterior. Hoy el presidente está desesperado por ver como desacopla los precios internacionales de los nacionales: como no nos cobran el pan a precio dólar. Una vez, ese mismo presidente dijo que “hay que expropiar Vicentin”. Y era por ahí, y muchos lo apoyamos en ese momento, y decíamos que era esa la medida para empezar a recuperar un poco el comercio exterior y poder desacoplar los precios internacionales. Tal vez, si se hubiere avanzado por ese camino, y no claudicado como se claudica hoy ante el FMI, ante esas corporaciones, estaríamos en otras condiciones.
Argentina tiene otra parte adentro suyo, que es la que queremos alimentar desde este programa: es una parte que le susurra al oído que ella PUEDE, que PUDO y que PODRÁ; que tiene un pueblo que no se da por vencido; que sus trabajadores y trabajadoras tienen en la mochila una cantidad de luchas que la hicieron más fuerte; que la Argentina fue parida con una revolución; que su esencia plurinacional, diversa, rebelde, es la garantía para que tome la decisión de poder recuperar su libertad, su soberanía y así, poder ser feliz y digna, más temprano que tarde.
Mercedes Meier, ingeniera química, presidenta del PTP Santa Fe, ex-diputada provincial FSP, integrante del Foro por la Recuperación del Paraná y de la Mesa Coordinadora de Defensa de la Soberanía Nacional sobre el río Paraná y el Canal Magdalena.