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Memorias (futuras) del saqueo

Fuente: Revista “Lanzallamas

https://revistalanzallamas.com.ar/

A 20 años del estreno del documental “Memorias del Saqueo” de Fernando “Pino” Solanas, que relató la tragedia menemista y su correspondiente 2001, vuelvo a ver la película con mi hijo adolescente para pensar similitudes con los días que vivimos y recorrer el pensamiento cinematográfico del hombre que puso su mirada y su cámara al servicio de las grandes causas nacionales intentando generar herramientas para las luchas populares.

“¿Cientos de veces me he preguntado cómo es posible que en un país tan rico la pobreza y el hambre alcanzaran tal magnitud? ¿Qué sucedió con las promesas de modernidad, trabajo y bienestar que pregonaran políticos, empresarios, economistas iluminados y sus comunicadores mediáticos, si jamás el país conoció estos aberrantes niveles de desocupación e indigencia? ¿Cómo puede entenderse la enajenación del patrimonio público para pagar la deuda, si el endeudamiento se multiplicó varias veces comprometiendo el futuro por varias generaciones? ¿Cómo fue posible en democracia tanta burla al mandato del voto, tanta degradación de las instituciones republicanas, tanta sumisión a los poderes externos, tanta impunidad, corrupción y pérdida de derechos sociales?”

Fernando “Pino” Solanas

Esta serie de preguntas que se hacía (y en cierto modo nos hacía a sus espectadores) Fernando Pino Solanas ante el estreno de “Memorias del Saqueo”, en marzo de 2004, resumen el motor de la vuelta del cineasta argentino a los documentales de batalla. En este caso para retratar el recorrido del periodo neoliberal que desembocó en la pueblada nacional del 2001.El 18 de marzo de 2004, hace exactamente 20 años, se estrenaba esta 13ª película, y el quinto documental de su factoría después de un periodo en el que había desarrollado su particular cine ficción, que por ser ficción no dejaba de lado ni un milímetro la política.

El comienzo del cine de ficción de Pino se dio con dos cortometrajes: Seguir andando (1962), y Reflexión ciudadana (1963), para tener su pleno desarrollo en los años previos a la dictadura con Los hijos de Fierro (1975) y en la vuelta a la democracia la serie de películas en las que exploró el género de la ficción política con El exilio de Gardel (Tangos) (1985), Sur (1988), El viaje (1992), La nube (1998) y la inconclusa Afrodita, el sabor del amor (2001).

Memorias del saqueo, llega después de una serie de documentales de los años 70, que comenzó con la monumental obra de denuncia y combate La hora de los hornos (1968), y continuo con “Argentina, Mayo de 1969: los caminos de la liberación (1969)”, y las entrevistas “Perón, La revolución justicialista (1971)” y “Perón: Actualización política y doctrinaria para la toma del poder (1971)”.En esta nueva etapa, como en la de los 70, la filmografía de Pino tiene la múltiple función de denuncia, difusión de doctrina, herramienta de organización y por supuesto: propuesta política;  y forma parte de una serie de 5 documentales que comienza con Memoria del saqueo (2004), y continua con La dignidad de los nadies (2005),  Argentina latente (2007),  La próxima estación (2008) y Tierra sublevada: Oro impuro (2009).

De nuevo el cine pensado en su múltiple dimensión política, y como obra conceptual. Denuncia, reivindicación de quienes resisten y proyecto de futuro en base a las reales condiciones de desarrollo truncadas hasta hoy por el saqueo extranjero y sus socios locales.

“Esta película forma parte de un fresco global de la Argentina, que yo concebí a partir del derrumbe del modelo neoliberal en Argentina, en diciembre de 2001. En los meses posteriores, durante 2002, fui concibiendo la necesidad de hacer una película larga, de testimonio y de análisis que revelara las causas de la catástrofe, del engaño, de la traición, de la “mafiaocracia” institucionalizada”

Fernando Pino Solanas

Así explicaba Pino la generación de Memoria y agregaba que estuvo concebida como la primera parte de una serie en la que luego mostró cómo las víctimas del modelo, los que se quedaron sin trabajo, sin comida, sin asistencia médica, se defendieron, “cómo nacieron nuevas formas solidarias de dar respuesta desde la necesidad a estos temas. Esta de las formas de la resistencia social, la cooperación, la solidaridad, es “La dignidad de los nadies”

Y ahí el director afirma que nació la necesidad de preguntarse, ¿qué tenemos en la Argentina? ¿Con qué contamos para reconstruirnos?.

“A partir de esto nace la necesidad de hacer esta última película (Argentina Latente) Salir a rescatar, a hacer un nuevo viaje de descubrimiento de esas potencialidades científicas y técnicas que la Argentina fue desarrollando en 150 años de vida institucional”

El saqueo 20 años después

Nunca fui muy amigo de las simplificaciones y menos en el complejo y multidimensional ámbito de la política, y sobre todo de la política argentina que siempre da la sensación que es un poco más complicada que la política a secas.

Pero la tentación de simplificar en él análisis político está siempre latente, y es difícil no pensar y mucho menos decir Milei es el menemismo renovado. Y esto se los cuento porque es casi imposible volver a ver Memorias del saqueo y no pensarlo y sentir el vacío interior y esa voz de publicidad de los 90 “no de nuevo, le decía, lo miraba y le decía no de nuevo”

Quizás por eso, por esa sensación de que es igual a aquella época, y de que quizás uno está teñido de esa experiencia,  es que para hacer la nota volví a ver la película pero hice “el experimento” de invitar a mi hijo adolescente a verla conmigo. ¿Para qué? Por un lado para ver que genera esa historia reciente, pero 20 años después en una generación para la cual el Argentinazo, esa pueblada que cambio la política para siempre, es solo una efeméride o algún video que se cruzó en Youtube.

Y por el otro para corroborar si efectivamente esta idea de que el proyecto neoliberal actual tiene muchas similitudes con aquella experiencia, sirve para que nuestras generaciones (la suya y la nuestra) puedan pensar el presente a la luz de la resistencia a aquel saqueo planificado.

Pero volvamos a la película….

Una radiografía del saqueo y la resistencia

Pino le dedica esta obra, según aclara en los primeros minutos del film, “a quienes resistieron en estos años a su dignidad y coraje”. Toda una declaración de principios, que no solo reivindica la resistencia sino que denuncia la complicidad de quienes no solo “no resistieron” sino que fueron cómplices.

La película inicia con imágenes de miles de manifestantes llegando a Plaza de Mayo en aquel diciembre de 2001, se podría decir que arranca por el final, por el desenlace, para después ir desenredando el hilo de las causas que nos llevaron hasta acá, o hasta allá que es siempre más o menos lo mismo.

 “¿Qué había pasado en la Argentina? ¿Cómo era posible que en una tierra tan rica se sufriera tanta hambre?”, dice la voz en off de Pino.Y enseguida da una explicación: “El país había sido devastado por un nuevo tipo de agresión; ejecutada en paz y democracia, la violencia cotidiana y silenciosa dejaba más víctimas sociales, más emigrados y muertos que los del terrorismo de Estado y la guerra de Malvinas” y vuelve a marcar la contradicción entre la tragedia social y las posibilidades del país: “Desde Tierra del Fuego a La Quiaca 4.000 km de extensión con todos los suelos y climas, una plataforma marítima de 900.000 km2 y una de las mayores reservas de agua potable del planeta; cultiva 30 millones de hectáreas; es uno de los grandes productores de alimentos pero un tercio de la población vive en condiciones de pobreza; (…) un país tan poderoso en recursos y materias primas como incapaz de defenderlos”.

Cuesta que se enganche, y en su mirada sospecho que espera el bodrio, la peli vieja y aburrida, pero se queda. El combate callejero inicial ayuda.

La forma

“La primera condición de una buena película testimonial es revelarte lo no visto, hacerte oír lo no escuchado, mostrarte lo que otros no te muestran”, respondía Pino cuando le preguntaban sobre para qué sirve el cine documental.

Premisas que no dejaron de estar presentes en ninguna de sus películas y que se ven claramente en Memorias, no solo por su contenido de denuncia sino por la forma en que está producida.

El uso del recurso del contraste que podría pensarse básico o muy simple actúa en su cine como una piña al mentón a una sociedad argentina que hace como si. Que naturaliza los contrastes sociales que le enseñaron son eternos e inmutables.

Como supo mostrar en su opera prima “La hora de los hornos” el contraste social da comienzo a la película que había comenzado por el final. La imagen de decenas de pibes y pibas comiendo de la basura de la argentina que produce riquezas a raudales derrumba las barreras de la doble moral que se horroriza por el hambre africana pero mira para otro lado cuando de la cercana se trata. Lo pone ahí en la pantalla, crudo y sin estilizar.

Incluso es de esa escena de donde sale el poster de la película. El pibe en cuero con el basural de fondo haciéndole fuck you a todos, a esos todos que la película retrata como la sociedad le pedía que se vayan, y hoy sabemos que se quedaron.En la forma de producir y filmar la película se refleja no solo el cine cercano y de batalla de Pino de siempre sino el aire de la época. El director del documental es uno más entre la gente, entre esos miles que buscan el camino para salir del infierno neoliberal. Con su cámara en mano recorre movilizaciones, piquetes, barrios devastados, hospitales desbordados y combates populares. Es el y su pequeña cámara, desde una posición cercan y horizontal recogiendo los testimonios de una época mientras suceden.

Quizás por eso por momentos la película se tiñe de una estética de noticiero, pero manteniendo un formato pedagógico que tuvieron casi todas sus películas, con división en capítulos, como dando aire para procesar esa realidad violenta que la pantalla nos pone adelante. En la Hora de los hornos incluso este recurso estaba acompañado de llamados a “pausas para debatir” lo que se estaba viendo. Lo que deja claro que desde su concepción el cine de Fernando Solanas tiene poco que ver con solo pasar el tiempo o “desenchufarse” sino por el contrario tiene una concepción instrumental de educación y llamado a la acción.

En contraste con la cercanía de las imágenes de los testimonios y los espacios ocupados por el pueblo, las tomas desde debajo y con gran angular dan cuenta de los lugares que ocupa el poder en la Argentina con un dramatismo singular. Los edificios públicos como el Banco Central, el Banco Nación, el Congreso, la Casa Rosada se muestran en la película gigantes y sobre todo alejados, como los sentíamos (y sentimos) por aquellos años.Así como Pino capta la lejanía del poder, logra graficar de una manera cruda (pero no golpebajista) el impacto de la macroeconomía y los grandes temas en el pueblo. Niños desnutridos agonizando por el hambre en un hospital de Tucumán, son la muestra más siniestra pero real y concreta del impacto de los ajustes de los 90, y así lo aseguran los médicos que allí trabajan.

“¿Ese quién es?”, me pregunta, le ve cara conocida.  Es Domingo Cavallo, y le explico que aparece varias veces porque fue ministro de la dictadura, ministro de Menem, ministro de De la Rua y lo tiene visto últimamente porque es el referente económico de Milei. Me mira con cara de ¿vos me estas jodiendo? Y no se bien que responderle porque si no fuera tan terribles las consecuencias de su participación en nuestra historia hasta sería tragicómico.

El contenido

Que difícil no escuchar su voz y pensar cómo se reiría Pino del debate actual sobre la idea de “separar el artista de su pensamiento y actividad política”. Nada en su obra tiene un atisbo de existir por separado el creador y su obra.

“Nuestro compromiso como hombres de cine e individuos de un país dependiente, no es ni con la cultura universal, ni con el arte ni con el hombre abstracto. Es ante todo con la liberación de nuestra Patria”, decía el primero de los textos del Grupo Cine Liberación que nacía a finales de los 60 al calor de la realización de La Hora de los Hornos y lo encabezaban Pino, Gerardo Vallejos y Octavio Getino.Y esas premisas se mantuvieron intactas en toda su obra, como refleja Memorias, que es sobre todo un documental didáctico de causas, de las causas de los sufrimientos populares. Y así desarrolla y describe el mecanismo de la deuda externa, y sobre todo le pone nombre a los multiplicadores del dolor, y sus representantes locales e internacionales, los bancos y monopolios que estatizaron su deuda en la dictadura.

Desarrolla la teoría de la deuda odiosa y el rol del FMI en el domino imperialista, y advierte que los autores del genocidio social (tanto el FMI como la clase política local cómplice) no pueden quedar impunes, por el peligro que esto implica para el futuro, y asegura que esos crímenes sociales son crímenes de seña lesa humanidad. Quizás hubiese sido la forma de no volver a sufrir él “se quedaron todos”

Entre las causas nacionales desarrolla el desmantelamiento de los trenes y el saqueo de YPF, tema en el que vuelve a cruzarse la idea de que autor y obra son una sola cosa, cuando deja registro del atentado que sufre cuando es baleado por denunciar la entrega de la petrolera nacional y la traición de Menem.

A lo largo de la película va describiendo la degradación republicana, la sanción de la ley de reforma del estado del menemismo al mes de asumir, las facultades extraordinarias y el avance de las privatizaciones (¿te suena?)

Fuera de todo esquematismo o dogmatismo teórico la película aborda las causas eternas, sin dejar de lado los temas del momento, y por eso da cuenta del rol predominante de los medios en los 90 como la herramienta de adoctrinamiento necesaria para justificar el saqueo (¿te vuelve a sonar?)

La película dura dos horas justas. Y es cierto duran mucho menos que las 4 horas y pico de La Hora de los Hornos, pero ese argumento no alcanza para ir perdiendo la atención de una generación cada vez más acostumbrada a los breve, brevísimo. Se engancha, la ve, pero a la mitad me decido a hacer una pausa ante el riesgo de perderlo para siempre y que quede a la mitad. Pasan dos días, veo el hueco y le pregunto: “¿La seguimos viendo?”, por un momento aumenta la tensión, si no quiere verla no habrá más chances por el corto plazo. Acá depende realmente cuan interesado este. “Dale”, me dice.

Siempre la esperanza como bandera

Quizás si supiera que la película es solo denuncia y diagnóstico de una era demoledora para nuestro pueblo hubiese dudado de su necesidad para las nuevas generaciones. ¿Alcanza con mostrar lo mal que estuvo o que está todo? ¿Sirve relatar el desastre sin destrabar la esperanza? Yo creo que no.

Pero si bien Memorias del Saqueo es el capítulo de la serie de documentales encargado de contar la devastación neoliberal en la Argentina moderna, no deja de plantar semillas de esperanza en su relato reivindicando una y otra vez la resistencia.

Incluso en un sentido que no fue el mayoritario entre los sectores progresistas de la Argentina, diría incluso a contrapelo del sentido común progresista que constituyo el pensamiento mayoritario a partir del 2003.

El comienzo de la película muestra sin dudar el periodo de los 90 donde el país parecía sumido en la apatía, y los focos de resistencia eran apenas fogonazos en la noche negra del menemismo. Pero ubica el momento en el que la rebelión popular ilumino el camino: el 19 y 20.Y decía contra el sentido común progresista porque aquella rebelión fue en general balanceada como “el diciembre negro” por muchos sectores del campo popular. Y no es que quien suscribe, ni la película que analizamos no registre los dolorosos hechos que vivimos con gran dolor con la muerte de decenas de compatriotas y la feroz represión desatada por uno estado que veía como el poder se le iba de las manos.

Pero Pino capta de manera magistral la esencia de la rebeldía y el poder de la gente en la calle.

Solanas ve, y muestra, el caos como génesis de un movimiento social nuevo y una conciencia nacional que despierta como síntesis de las luchas anteriores sintetizada en algo que todavía no tiene forma definitiva pero ha emprendido su búsqueda.

Registra un fenómeno de respuesta, no solo a la desolación y desesperación generada por el modelo económico, retratado en la desocupación y el miedo a perderlo todo, sino una respuesta a los valores individualistas que primaron en la década anterior y que van dando paso a nuevos lazos sociales basados en la solidaridad, la cooperación y el esfuerzo colectivo.

La película hace su mayor esfuerzo por demostrar que por más oscura que sea la noche, el sol puede volver a salir, y ese amanecer fue la pueblada de 2001

En las pausas que hago para cubrir las dudas que le surgen, me es casi imposible no cerrar la oración explicativa con un “igual que ahora”. Me da la idea que mi hijo no lo puede creer, como puede ser que vuelvan a pasar las mismas cosas, como nadie se da cuenta. Yo no tengo mucha respuesta para darle. Seguimos viendo en silencio.

La actualidad del cine de causas

“Nosotros somos parte del pueblo que sufre esta opresión y desde ahí tenemos que elaborar una película que sea útil al combate contra la opresión”, afirmaba Pino consultado sobre Memorias.

Es imposible no tener la (falsa) sensación de que todo cambiaría si las grandes mayorías vieran la película. Ahí está dicho todo o casi todo lo que uno quiere directo y advertir sobre el proceso que vivimos actualmente.

Porque el proceso de identificación suele tener un poderoso influjo aunque está claro que con las ideas solas no alcanza, pero es imposible no pensarse hoy a partir de aquella película.

Que muestra que la similitud de los procesos neoliberales en la Argentina, más allá de las diferencias temporales, tienen en un común algo central que provoca la identificación: sus titiriteros (que más o menos son siempre los mismos). El famoso no resiste un archivo, tiene sus bases en quienes se dedicaron como Pino a dejar en pie ese registro de responsables y protagonistas del saqueo. Ese que nos escupe en la cara que ante el “que se vayan todos”, la gran mayoría solo se escondió un tiempo para volver apenas mostrásemos rasgos de amnesia social consolidada.

Pero sobre todo sobre la atemporalidad en los planteos cinematográficos y políticos de Pino se cimientan en las causas. En las causas de nuestros desastres y en las causas que propuso defender, adentro y afuera de la pantalla.Al resumir sus ideas políticas, Solanas explicaba que fundó Proyecto Sur para “profundizar una propuesta política, económica, social y cultural para el país. Ubicamos el respeto a la condición humana sobre cualquier otra consideración, proclamando como principios básicos la defensa del ambiente y la propiedad pública de nuestros recursos naturales, como condición para alcanzar una auténtica justicia social y garantizar la soberanía nacional”.

Habrá tiempos y otros espacios para discutir el porqué de los caminos políticos de Pino, pero está claro que su obra y su vida estuvieron puestos al servicio de esas causas.

Y reivindicar en estas épocas de gobiernos que odian al país que gobiernan el cine político de la esperanza, que se dedicó también a combatir el pesimismo, el individualismo y el pensamiento colonial que dice que nunca pudimos y por tanto nunca podremos.

“Todo lo que te estoy contando, la película toma una ruta que muestra que se pudo. Y hoy se puede, por supuesto, si hay cosas que no se hacen es porque no se quiere, no hay decisión política. Pero el talento, las capacidades, etc, sobran”, reflexiona Pino en alguna entrevista.

Termina la película. Yo intento contener las lágrimas que me provocan rememorar las esperanzas que nos generó a toda una generación aquel 2001, pero no quiero teñir su juicio, mira si le va a decir al boludo del padre que llora con una película política, que esta le pareció un bodrio.
Lo miro de reojo, por suerte vi un brillo de dolor en sus ojos cuando Pino mostraba crudamente las cosas por las que pasa nuestro pueblo, nuestros pibes con hambre, la represión, la desocupación, la miseria, y llegue a captar también una emoción/sorpresa por ver la resistencia, la organización, lo que pudimos como pueblo para hacerle frente.
No espero más, solo eso. Haber comprobado la pérdida de la sensibilidad sería terrible, no habría esperanzas. No sé cuánto entendió, pero se emocionó. No espero que la película sea reveladora ni un manual antineoliberal, Después ellos encontraran sus caminos propios como generación.
“Ojalá algún día la vea mi amigo (libertario) y cambie de opinión”, me dice. “Ojalá”, le contesto.

20 años después Memorias del Saqueo sigue siendo actual, por el modelo que denuncia, pero sobre todo por la esperanza que planta frente a lo que por momentos parece imparable y omnipotente. Si pudimos, podemos. Estas memorias, son sin dudas también del futuro.

Película completa

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ECONOMIA INDUSTRIA TRABAJADORES

Economía en caída y síntomas de una crisis de empleo

A dos meses de la asunción de Javier Milei, y en la víspera del discurso inaugural de las sesiones ordinarias del congreso, repasamos los índices económicos en Santa Fe y la región. Además una radiografía de las primeras señales de una crisis de empleo con despidos y suspensiones, los casos en Santa Fe.

Economía en caída

A dos meses de la asunción de Javier Milei y la implementación de las medidas económicas de Luis Caputo, casi todos los índices de la actividad económica tienen saldo negativo en Argentina, y Rosario y la región no son la excepción.

En diciembre la facturación de las empresas en la ciudad de Rosario cayó en los rubros de industria y construcción. La industria manufacturera cayó 8,7% interanual en diciembre y con los peores índices se registraron los rubros minerales no metálicos (arena sílica, azufre, etc.) 23%; vehículos y equipos de transporte 23%; y fabricación de componentes eléctricos. 

Por otro lado un indicador clave de la caída económica es sin duda el comercio, golpeado fuertemente por la caída del consumo empujada por el brutal golpe al bolsillo que significó la devaluación de diciembre y los siderales aumentos de precios. Este rubro cayó en su facturación en 7,7% en diciembre, mientras que los servicios fueron también en caída como el rubro de alojamientos, bares y restaurantes (6%) y transporte (11.2%).  Y los primeros indicadores de diciembre van en el mismo sentido: vestimenta descendería en promedio entre 15 y 25% el volumen de sus ventas

¿Quiénes fueron los únicos que tuvieron números positivos en Rosario en diciembre?: la intermediación financiera y los servicios de seguros que subieron en diciembre ¡67%! Como durante el macrismo, mientras se destruye la industria nacional, la producción y el consumo, crece la especulación financiera.

El golpe de gracia a las provincias

Mientras esos números se ven en grandes ciudades como en Rosario, y ante la ausencia de asistencia del Estado nacional, es difícil pensar en una asistencia provincial si no se ponen de pie las provincias para reclamar fuertemente lo que nación les niega, y en paralelo, si no se avanza en políticas fiscales progresivas que graven más a los poquísimos sectores que concentran las ganancias de este modelo y que vienen ganando hace rato.

Las provincias vieron multiplicarse sus deudas por efecto de la devaluación de diciembre, en el mismo momento que vieron caer las transferencias automáticas del gobierno nacional en un porcentaje del 20% (coparticipación federal, compensaciones y partidas estipulados por leyes especiales). Una caída de los ingresos provinciales que según estudios privados sería la peor de los últimos 45 meses.

Cae la actividad, y golpea al empleo

Según un informe del Ministerio de trabajo de Santa Fe, en los últimos 14 meses se firmaron en la Dirección Regional Rosario 50 acuerdos entre empresas santafesinas y gremios, o directamente con empleados, en el marco del artículo 223 Bis de la Ley de Contratos de Trabajo que habilita a la patronal a suspender personal cuando existe “falta o disminución del trabajo no imputable al empleador”, de los cuales 20 pertenecen a los dos meses y medio de gestión, desde que asumió Javier Milei.

Entre las causas mencionadas en el informe se encuentran: aumentos de costos operativos, entre ellos de los salarios acordados en las últimas paritarias; medidas económicas y políticas para la industria adoptadas, el panorama internacional que dificulta la provisión de insumos para utilizar en la producción; caída abrupta de la producción y de las ventas, provocándoles graves perjuicios económicos. 

Entre los rubros más perjudicados encontramos 4.500 en vigilancia, 2.280 en la construcción, 1.072 en la Sanidad, 367 en la industria del vidrio y alrededor de 100 en las industrias químicas.

Casos Testigo

Acindar (ArcerlorMittal)

El anuncio reciente de la paralización de todas las plantas del grupo siderúrgico Acindar genera preocupación tanto entre los trabajadores directamente afectados como en el sector empresarial y económico en general. Esta decisión, motivada por una marcada caída en las ventas, de una empresa que destina gran parte de su producción a abastecer a la obra pública, plantea un escenario complejo no solo para el empleo directo sino para las comunidades que rodean a la producción y las PYMES que trabajan directamente con el gigante del acero en Villa Constitución y toda la región.

GM

El 2024 comenzó con el peor enero de los últimos 15 años en cuanto a venta de autos, y eso tiene una repercusión directa en las fuentes de empleo automotriz.

General Motors, por ejemplo, paralizó su planta de Alvear hasta el mes de marzo y suspendió a todo su personal con salario reducido. La medida es fruto de la crisis económica y la caída de la demanda. El personal está suspendido hasta el 4 de marzo y, tras un acuerdo alcanzado con las automotrices, cobran entre el 76 y 78% de los sueldos. Desde el SMATA aseguran que la situación recuerda al gobierno de Mauricio Macri, cuando se perdieron 2.000 puestos laborales en el rubro en la zona.

Dinelli 

La empresa metalúrgica Dinelli, de Chañar Ladeado, cerró el pasado mes de diciembre y a pesar de que su propietario se había comprometido a pagar las indemnizaciones correspondientes, eso aún no ocurrió, y los 14 empleados que reclaman sus indemnizaciones comenzaron un plan de lucha con cortes de ruta.

Marco Polo

Otra empresa de la industria metalúrgica que enciende las señales de alerta es la de carrocera Metalsur, del grupo Marco Polo, que anunció la suspensión de 500 trabajadores en la planta de Villa Gobernador Gálvez. La medida será por treinta días y, durante el período, los obreros cobrarán el 80% del salario.

La firma dedicada al carrozado de colectivos, siente el impacto directo de la caída de la actividad económica. En los últimos años, había concentrado la producción de unidades urbanas pero hoy esa demanda se planchó.

La empresa, controlada por capitales brasileños, cesó los contratos de unos 140 empleados y avanzó con la suspensión rotativa del personal fijo, que cobrará el 80% cuando no trabaje.

Alerta Ferroviaria

Alertan una situación preocupante con respecto al recientemente reinaugurado ramal ferroviario Rosario/Cañada de Gómez, tras el cierre de la boletería en Cañada, y la paralización de la venta de pasajes online para el mes de marzo. La preocupación cundió en la comunidad por el futuro del servicio y las fuentes de trabajo

Uocra y empresas de construcción en estado de alerta

La decisión de Milei de parar toda la obra pública puso esta semana el gremio de la UOCRA en en estado de alerta y asamblea permanente por la pérdida en estos dos meses de 50 mil puestos de trabajo directos y más de 100 mil indirectos. Pero no solo los trabajadores están en alerta sino que las empresas nucleadas en la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) se declaró en “estado de emergencia” en todo el país a principios de febrero y advirtió que peligran 200.000 empleos y 1.400 empresas del sector por el “desborde inflacionario de 2023”, agravado por el freno a la actividad.

Planta Potabilizadora Santa Fe

La ampliación de la planta potabilizadora de Aguas Santafesinas S.A en Santa Fe Capital se encuentra paralizada y sin mano de obra. Debido a los “precios elevadísimos” de los insumos, la Unión Transitoria de Empresas (UTE), formada por Obring, Supercemento y Basa, a cargo de las obras, despidió a 27 trabajadores y mantienen solo a diez en tareas mínimas.

En un escrito, invocaron “desabastecimiento y precios elevadísimos” de insumos, atraso en el pago e “incertidumbre” sobre la continuidad de fondos nacionales ante la postura de “obra pública cero” del presidente Javier Milei ya desde su primer día como jefe de Estado, y antes incluso como candidato.

El futuro llegó hace rato

La perspectiva de una crisis de empleo en ciernes se vuelve más oscura con fallos como el que se conoció por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que puso un límite a la manera de calcular los intereses que se aplican en una indemnización por despido, algo que fue celebrado por el sector empresarial, que señaló que “es el camino” para empezar a dar impulso a la generación de empleo.

Un presagio del escenario de despidos para el que se preparan.

En el ámbito económico la perspectiva tampoco es alentadora, ya que tal como lo había dispuesto el Gobierno nacional, hoy aumenta el impuesto a los combustibles en el marco del cronograma de descongelamiento, lo que va a impactar de manera directa al precio de la nafta y el gasoil, algo que se repetirá en abril y mayo.

Pero no solo los combustibles aumentarán con el “descongelamiento” y la “libertad de precios” porque también lo harán los colectivos, prepagas, alquileres y trenes de larga distancia y las tarifas de servicios como luz, agua y gas.

La Secretaría de Energía calculó que $35.000 será el valor que abonarán por las facturas de gas y luz los usuarios incluidos en el decil 1 de la población, el de menos ingresos, y que ese monto representará alrededor del 35% de los ingresos de ese sector.

En este contexto dará su discurso inaugural de las sesiones del congreso Javier Milei, que en estas semanas previas mostró que ante la imposibilidad de ofrecer un solo logro económico que haga pensar que su base electoral no será la más golpeada por su política, profundizará “la batalla cultural” haciendo hincapié en el supuesto “combate a la casta”, la corrupción, y la persecución a los artistas opositores o la cancelación de íconos de gestiones anteriores como el INADI, o la política de género.

Mientras esto sucede, la pérdida de poder adquisitivo y la pelea por empatarle a la inflación da señales preocupantes de ir cediendo el lugar a la pelea por, aunque sea, mantener la fuente de laburo.

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ECONOMIA

Las agroexportadoras unas de las grandes ganadoras del Caputazo.

Por Germán Mangione (*)

Un primer análisis del paquete de medidas económicas anunciado por el nuevo ministro de Economía Luis Caputo, centrado en una feroz devaluación del peso, muestra a las claras que habrá una inmensa cantidad de perdedores (trabajadores, jubilados, beneficiarios de planes sociales y todos los que cobran sumas fijas) y un pequeño puñado de ganadores (los exportadores).

Sumado a los aumentos de tarifas de energía, transporte el salto de la cotización del dólar oficial a $800 desde los $375 a los que estaba implica una pérdida del 50% en el valor de los ingresos de las grandes mayorías, y en contrapartida que los monopolios exportadores multipliquen automáticamente sus ya fabulosas ganancias.

Y si en Argentina hablamos de exportadores el sector de la agroindustria es uno de los centrales. El complejo agoreportador oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el año pasado el 48 % del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del INDEC.

De ese complejo los principales productos exportados en 2022 fueron harina de soja (14,2% del total), maíz (11%) y el aceite de soja (6,9%).

Un sector concentrado territorialmente en el sur santafesino y dominado por un puñado de empresas de capitales extranjeros que domina el comercio exterior argentina asociada a los grandes terratenientes dueños de la mayor parte de la tierra y la producción en el país.

A partir de las medidas anunciadas el sector recibirá casi $200 por cada dólar exportado.

Esto se debe a que con la nueva reglamentación un 80% de lo exportado cotiza al dólar oficial ($800) y el 20% restante a través del dólar contado con liquidación (CCL), que cuesta un promedio de $1032 pesos. Lo que implica que por cada dólar recibirán 846 pesos contra los $678 que recibirán hasta el lunes. Un aumento de las ganancias de los agroexportadores del 24,7% .

Siempre ganan

Durante todo el año se pudo leer y escuchar como los voceros del sector nucleados en la Bolsa de Comercio de Rosario, la Bolsa de Cereales de Bs As o el Concejo Agroindustrial Argentino reclamaban una recomposición del dólar para “ser más competitivos” y se lamentaban por los efectos negativos de la sequía en la producción y la agro exportación.

Los datos publicados indican que los 11 meses que pasaron de 2023 comparados con el mismo periodo del 2022, el sector cerealero-oleaginoso perdió valores de ventas al exterior por 18.200 millones de dólares, equivalentes a una caída del 50 por ciento, según destacaron las entidades.

Si bien los números son ciertos habría que agregar que una parte de la caída en las cifras exportadas de los últimos meses tiene que ver con la parálisis de las operaciones que impusieron las empresas ante la expectativa por el posible cambio de gobierno y la mejora de la cotización del dólar. Muchos productores y agroexportadoras eligieron esperar para comercializar parte de la producción.

Por otro lado la caída de la actividad fue una situación excepcional en la década, y no modificó en absoluto el lugar de privilegio que ocupa el sector en la economía argentina.

De hecho un año antes las empresas agroexportadoras tuvieron una liquidación récord de divisas de más u$s40.400 millones, superando incluso los record a los que se había llegado en 2011 y superando en un 22% a lo conseguido en 2021.

Según los datos brindados por la última edición del ranking de las empresas que más facturan en Argentina, elaborado por la Revista Mercado varias de las que ocupan el podio provienen del sector agroexportador.

De los 7 primeros puestos 5 son agroexportadoras.

La empresa de origen suizo/ingles Viterra Argentina (ex Glencore, socia de Vicentin en Renova) ocupa el tercer lugar después de YPF y el Banco Nación y duplicó su facturación hasta llegar a los $ 1.056.031 millones, en 4º lugar está la francesa Louis Dreyfus que facturo en 2022 $1.029.200 millones, en 5º lugar la estadounidense Cargill con $ 997.822 millones, la sigue Asoc. de Coop. Argentinas con $958.165 millones, y Aceitera General Deheza en 7º lugar con una facturación de $948.950 millones.

Pero no son las únicas, en el puesto 21 está la estadounidense ADM Agro que facturo $554.775 millones, en el 33 Syngenta Agro con $341.535 millones y 39 Bunge Argentina con una facturación de $282.500 millones. Vale aclarar que uno de los jugadores clave del sector es la estatal china COFCO pero al no cotizar en Bolsa no tiene obligación de exponer sus balances por eso no participa del ranking de Mercado.

Pero no solo las agroexportadoras están en el rankig de las que más facturan sino también en el de las que más ganan.

En el ranking de las ganancias por ejemplo encontramos que Viterra de perder $594 millones en 2021 pasó a ganar $13.109 (229,8%) en 2022, Profertil pasó de ganar $13.466 millones en 2021 a $59.844 en 2022 (77,2%) y Vicentín que paso de ganar $8.840 millones a $15.920 (80,3%),

Incluso empresas como Molinos Agro o ACA que ganaron menos en 2022 que en 2021 son parte de las 50 empresas que más ganaron en Argentina ese año.

PD: Con la fusión de Bunge y Viterra anunciada este año el nuevo grupo liderará con comodidad los tres segmentos: según los volúmenes del año pasado alcanzarían las 9.802.784 toneladas de cereales; las 960.623 toneladas de soja y girasol en grano; y las 10.111.289 toneladas de derivados oleaginosos.

Pagamos la sequía entre todos.

Pero incluso en 2023 cuando la sequía redujo la producción y por tanto las cantidades exportadas, este sector logró que el estado (cada uno de nosotros y nosotras) compartiese esa perdida.

Gracias a las tres ediciones del Programa de Incremento Exportador (PIE), o dólar soja, que consiguieron amenazando al gobierno con no liquidar dólares, estas empresas recibieron un beneficio adicional de $590.000 millones según un análisis elaborado por Natalia Pérez Barreda del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE).

Una transferencia de recursos desde los bolsillos de los argentinos a la caja de estas empresas que para dimensionar el monto de esa ganancia vale citar lo que la autora calcula: “con los ingresos de las tres versiones en función de los salarios de los meses en que se implementaron, se pagan más de cinco años de sueldos de todo el sector agroindustrial sojero”.

También el robo de la evasión.

Habría que sumar que estas empresas le robaron al estado una gran parte de esos dólares a través de la evasión fiscal denunciada esta vez por la Aduana.

La entidad oficial denunció hace unos meses a las siete mayores firmas cerealeras por sobrefacturar importaciones con el fin de fugar divisas ilegalmente.

Las operaciones investigadas involucran el ingreso al país de poroto de soja proveniente de Paraguay, para reexportarlo procesado. A través de la triangulación de la facturación por intermedio de un intermediario, una trader suiza vinculada a las exportadoras argentinas, el insumo llegaba a la Argentina con un 30 por ciento de sobreprecio en relación al valor en puerto de origen.

El objetivo, se presume, era obtener los dólares del Banco Central a precio oficial para pagar la importación, pero con un excedente del 30 por ciento sobre el precio real que se fugaba al exterior.

Las firmas sobre las que se abrió la investigación son Aceitera General Deheza, Bunge Argentina, Cargill SA, Cofco International, LDC Argentina SA (Louis Dreyfus Company), Molinos Agro SA (Molinos Río de la Plata) y Viterra Argentina SA (vinculada a Vicentin).

Caputazo y más ganancias.

Ahora tras los anuncios del ministro de Economía se preparan nuevamente a embolsar fabulosas ganancias, impulsadas por la feroz devaluación y por las perspectivas de un nuevo año record de cosechas.

Si bien en el sector algunas voces se expresaron sorprendidas porque Milei no solo no cumplió su palabra de eliminar las retenciones sino que aumento algunas alícuotas de retenciones (como a la carne, maíz, trigo, tc], y sumara algunas que había eliminado Sergio Massa como las retenciones a las economías regionales, no se escuchan más que felicitaciones al rumbo del recién llegado gobierno.

Y eso tiene que ver con que se calcula que el sector podría liquidar entre diciembre y febrero, antes de la llegada de la cosecha gruesa, uno USD 5.000 millones

Según algunas proyecciones solo el complejo sojero liquidará u$s 18.000 millones frente a los u$s 8.000 de la última campaña 22/23. La Bolsa de Comercio de Rosario junto con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima una producción que rondaría los 50 millones de toneladas y estiman que para el ciclo 2023/2024 la producción de granos alcanzaría los 136,3 millones de toneladas, 70% más que en la campaña pasada. Eso permitiría realizar el doble de las exportaciones de este año llegando a USD 34.000 millones

Mientras las agroexportadoras se relamen por las ganancias record, que no son otra cosa que una transferencia de los bolsillos de los laburantes y los sectores de ingresos fijos, por redes sociales el gobierno avisa que va a reimplantar el impuesto a las ganancia que dejaron de pagar el mes pasado muchos de los trabajadores que van a producir esas ganancias.

Ganan los que venían ganando y plata hay a montones…. pero se la van a quedar unos pocos mientras los sacrificios lo vamos a hacer los de abajo.

Finalmente parece que “la gente de bien” de la que hablaban en campaña eran los bancos, las petroleras, las energéticas y las cerealeras.

 

(*) Germán Mangione. Periodista. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná y Soberanía Popular San Lorenzo.

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ECONOMIA SOBERANÍA

Ante la entrega como estandarte, la soberanía como trinchera

Por Germán Mangione (*)

 (Nota publicada en el portal web revistazoom.com.ar) 

A pesar del caótico armado del nuevo gabinete, el gobierno de La Libertad Avanza promete un sólido futuro de entrega del Estado argentino que podría culminar en tragedia social.

Después del impacto que generó en las primeras horas el triunfo electoral de Javier Milei, llegó una frenética semana de anuncios, rumores, designaciones, desmentidas y marcha atrás, que van dejando una estela de aún más confusión de cara al nuevo gobierno que asume el próximo 10 de diciembre.

Pero más allá de la incertidumbre asoman algunas pocas –pero no por eso menos preocupantes— certezas. El gobierno de Javier Milei (y de Mauricio Macri) avanzará sin sorpresas en dos caminos que el libertario había anunciado en campaña: el ajuste y la entrega del patrimonio nacional.

Los primeros movimientos y trascendidos que deja ver el hombre de los perros clonados y sus allegados muestran por un lado que su plan de gobierno aprendió de la experiencia fallida del macrismo y avanzará apresuradamente con propuestas de recorte, achicamiento del Estado y las recetas de ajuste de siempre del neoliberalimo, pero esta vez con motosierra y no con bisturí.

Sin embargo, muchos de los anuncios de campaña empiezan a desteñirse de la mano de la real politik y el pragmatismo que la delicada realidad argentina impone. El plan de reducción del gasto choca de frente con una ya complicada situación social que amenaza con estallar ante los primeros aprietes del liberal.

Así, el anuncio de la posible eliminación de los aguinaldos a empleados públicos fue puesto en duda por el mismo equipo de Milei al día siguiente, la eliminación de ayudas sociales no apareció todavía entre las medidas anunciadas, y el recorte de la obra pública fue cuestionado hasta por algunos gobernadores de Juntos por el Cambio.

Habrá que ver hasta dónde avanza teniendo en cuenta que, como se advirtió en campaña, el famoso “ajuste a la política” no alcanza ni a hacerle cosquillas al déficit fiscal que representa apenas una ínfima porción del gasto. ¿Aplicará la motosierra socavando su propia base social? No está claro.

Lo que sí aparece con más claridad, al revisar sus primeros movimientos, alianzas, reuniones y viajes públicos es que no habrá tregua en el plan de entrega planteado y alentado por los principales referentes económicos y políticos de las potencias extranjeras que se relamen ante el reparto de las riquezas de los y las argentinas.

Las felicitaciones de las embajadas de Estados Unidos e Inglaterra en las primeras horas de la victoria libertaria fueron señales claras de lo que vendrá. Exultantes por la sintonía ofrecida en campaña por Milei, tanto EEUU como el Reino Unido no disimulan su entusiasmo por la influencia creciente que tendrán en el nuevo escenario argentino, en medio de la agudización de las tensiones geopolíticas en el mundo, y el avance de China en la región.

Tampoco los libertarios intentan ocultar su afinidad con los principales imperios que históricamente dominaron la región. Milei realiza en estos días su primer viaje como presidente electo a Washington junto a Caputo en busca de financiamiento en dólares para resolverle el problema de las Leliqs a los bancos y endeudar aún más a la Argentina.

Mientras tanto, varios miembros de la troup libertaria como el futuro ministro de Justicia Cúneo Libarona, Diana Mondino, futura canciller, y el nuevo titular del CONICET, Daniel Salamone, festejan en Buenos Aires el cumpleaños número 75 del rey Carlos III de Inglaterra en una ceremonia que agrupó a los principales vínculos de los usurpadores de las Islas Malvinas en el país.

Rumores y versiones sobre la entrega de los ferrocarriles, los canales públicos, Aerolíneas Argentinas, ARSAT y hasta la eliminación de nuestra moneda, vislumbran un futuro negro para la soberanía económica.

Sin embargo, en ese mar de anuncios de privatizaciones y entregas se destacan tres que podríamos decir son los pilares de cualquier posibilidad de proyecto autónomo de país y hoy están en serio peligro: el Paraná, Vaca Muerta, y el litio.

La vuelta del río privado

Guillermo Ferraro, próximo ministro de Infraestructura de Javier Milei, no oculta su plan de trabajo para volver a privatizar la vía navegable troncal del Paraná por donde circula el 80% de las exportaciones argentinas.

En declaraciones radiales Ferraro anunció no sólo avanzar en la reprivatización, como reclaman los agroexportadores, sino en la desarticulación de la Administración General de Puertos, el organismo del Estado que hoy tiene a su cargo la administración de la vía troncal y del cobro de su peaje.

El reclamo de las multinacionales que manejan nuestro comercio exterior, y de la embajada estadounidense, empieza a materializarse de la mano de la llegada de Milei.

«Necesitamos darles competitividad a nuestras cadenas exportadoras y, para ello, licitar el dragado y balizamiento para profundizar el río y hacerlo a riesgo empresario con un peaje lo más bajo posible, que pague la carga y no requiera aportes del Estado es el mejor camino. Hay que trabajar rápidamente en los pliegos y en los estudios que demuestren que la obra no perjudicara el medioambiente», asegura Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara de Puertos Privados de la Argentina y CEO de la francesa Dreyfus.

En el mismo sentido se expresó Miguel Simeoni, el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, órgano que expresa los intereses de los grandes propietarios de la tierra y de las exportadoras extranjeras. Además pidió que el nuevo gobierno avance sobre la baja de las retenciones, los biocombustibles, la mejora de los accesos a puertos y el fortalecimiento del ferrocarril.

En consonancia con el camino de entrega que toma el tema Paraná esta semana la Legislatura de Santa Fe se va acomodando al nuevo escenario y convoca a una audiencia pública que se expresará en el mismo sentido de la mano de la entidad agraria.

Y no es extraño que incluso el presidente de Paraguay, el economista Santiago Peña, ex funcionario del Banco Mundial y del FMI, y el delfín de Estados Unidos en la región, que venía presionando por el peaje de la hidrovia de la mano de las agroexportadoras extranjeras hiciera en ese marco declaraciones de regocijo por la victoria de Milei, e incluso por la posible designación de Luis Caputo al frente del Ministerio de Economía.

El vuelo de los buitres sobre Vaca Muerta

Quien mire hoy hacia arriba podrá ver más que a las fuerzas del cielo que invoca como aliados el libertario a los buitres imperiales, y sus socios locales sobrevolando las enormes riquezas del país a la espera de quedarse con su parte.

Algo que se ve claramente en el sector energético. Por un lado, las empresas del sector ven en Javier Milei la posibilidad de la desregulación de las tarifas de energía, lo que permitirá el crecimiento meteórico de sus ganancias a costa de un empobrecimiento generalizado de las grandes mayorías y una traba para cualquier plan productivo.

Pero la pelea energética central está sin dudas en torno a Vaca Muerta, la segunda reserva de gas del mundo y la cuarta en petróleo no convencional, que atraviesa cuatro provincias argentinas y que en el mes de septiembre alcanzó un récord de producción superando en 14% la actividad de agosto.

Milei volvió a ratificar su intención de privatizar YPF y su principal activo, una obra en la que el Estado hizo los principales aporte de inversión para la exploración (que es lo que más dinero insume), y que ahora en el momento de empezar a recaudar lo invertido será entregado al mejor postor. Y postores hay muchos, e invirtieron mucho para intentar quedarse con el premio gordo. Así como Mauricio Macri impulsó la llegada de Milei al poder e intentó colar a Javier Iguacel al frente de la petrolera estatal, el empresario Paolo Roca (dueño de Techint) fue quien financió gran parte de la campaña del libertario con el mismo objetivo.

La empresa Inversiones Urbanas Nuevo Milenio, del grupo Techint, figura como única empresa aportante a la campaña de Javier Milei presidente. Y el empresario parece haber ganado la pulseada con el anuncio de que el actual director de Exploración y Producción de Tecpetrol, la empresa petrolera del Grupo Techint, Horacio Marín, ocupará el cargo unificado de presidente y CEO (director ejecutivo) de YPF.

Pero no sólo el empresario siderúrgico y Macri pretenden un trozo de la mayor joya de la abuela que hoy tiene la Argentina, sino que los fondos especulativos extranjeros también movieron sus piezas en el nuevo escenario.

En jugada preparada, y a sólo dos días de la victoria del libertario, la jueza estadounidense Loretta Preska, que entiende en la causa por la expropiación de YPF, accedió a que el país no deba depositar los 16.100 millones de dólares que le reclama de indemnización el fondo yanqui Budford, pero ordenó que el país debe aportar otros activos como garantía para evitar embargos, abriendo la puerta a la entrega de acciones de la estatal YPF.

El triángulo del futuro

La otra gran joya (que la Argentina comparte con Bolivia y Chile) deseada por las grandes potencias de cara al desarrollo tecnológico del futuro, es sin duda el litio. Quizás, por eso, uno de los primeros en felicitar a Milei en la red social de la que es dueño fue Elon Munsk, el magnate estadounidense y dueño de la empresa de autos eléctrico Tesla, que en su momento llegó a decir públicamente en el marco del golpe de Estado a Evo Morales, que si necesitaba el litio haría eso y mucho más por conseguirlo.

Los salares del triángulo del litio albergan más del 50% de las reservas globales de ese metal blando, según un informe sobre la industria de minerales no combustibles del Centro Nacional de Información sobre Minerales del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), publicado en enero de 2023.

“La seguridad del suministro de litio se ha convertido en una máxima prioridad para las empresas de tecnología en Asia, Europa y Norteamérica”, afirma el informe, respaldando las palabras de Laura Richardson (jefa del comando sur de EEUU) que afirmó hace unos meses que estos recursos son una cuestión de “seguridad nacional” para EEUU.

Argentina ya tiene en la actualidad una legislación que limita la soberanía nacional sobre el recurso, y que tanto empresas estadounidenses como chinas vienen aprovechando para tomar posiciones, y esto seguramente facilitará el camino a los planes de profundizar su extranjerización y entrega.

La soberanía como trinchera

Ante este siniestro panorama se impone la necesidad de concentrar los esfuerzos por defender el patrimonio de todos los argentinos y argentinas.

Sin dudas, el tema de la defensa de la soberanía cobra fuerza por varias razones. Y no es que el ajuste a los ya flacos y golpeados bolsillos de las mayorías argentinas no tenga peso o importancia, pero existe la posibilidad como sucedió en el primer gobierno de Carlos Menem, que la entrega del patrimonio permita en una primera etapa ocultar los efectos devastadores de las políticas liberales con el ingreso de dólares frescos al país.

El crecimiento record de la cosecha que se espera para 2024 con la llegada de las lluvias, así como el achicamiento del déficit comercial por la producción petrolera que permitirá reducir los gastos de importación, sumado a la ola de privatización de empresas estatales, pueden generar una sensación de salida económica que por experiencia será transitoria y culminará en tragedia social, pero que mientras tanto brinde sustento político y sobre todo social al gobierno de Milei.

La defensa de la soberanía, entendida como una totalidad, brinda también un paraguas de unidad a la lucha social, que como sucedió en el gobierno de Macri puede tender a verse atomizada por la metralla de medidas antipopulares que –como anuncia el gobierno libertario— disparará hacia todos los sectores apenas asuma. El vórtice común de las luchas ambientales, obreras, feministas, etc., tienen en la pelea por los bienes comunes un punto de unión ineludible para entender los que está en juego en el país y enfrentar a los enormes poderes que se han coaligado para la etapa que viene.

Pero sobre todo la entrega desmiembra y priva al país de cualquier posibilidad de proyecto futuro, y de una base para cualquier proyecto de desarrollo a mediano o largo plazo. ¿Cómo pretende Milei llegar a ser Alemania en 35 años sin el control de la energía, el petróleo, el litio y el comercio exterior? ¿Lo pretende?

La falacia del sufrimiento y la entrega total ahora para disfrutar del crecimiento después es el principal espejismo a combatir, y para hacerlo la defensa de la soberanía nacional es la trinchera.

 

(*) Germán Mangione. Periodista. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná y Soberanía Popular San Lorenzo.

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INDUSTRIA

¿Cuál es el plan de Milei para la industria y la creación de empleo?

Por Germán Mangione (*)

(Nota publicada en el portal web revistazoom.com.ar)

Esa misma pregunta se hicieron al otro día de las elecciones de octubre los popes de la de la manufactura argentina nucleados en la poderosa Unión Industrial Argentina.

La pregunta no es de fácil respuesta, ya que en la plataforma libertaria no hay una sola mención. Literalmente no está escrita la palabra INDUSTRIA en ningún lado de su propuesta de gobierno.

La única referencia a la política para las empresas industriales es la que repitió el domingo Javier Milei en el debate con Sergio Massa: “Apertura comercial unilateral a la Chilena. El comercio libre produce bienes de mejor calidad a mejor precio”

“Lamento que opines de temas de los que no sabés, vos querés regular el comercio y yo lo quiero libre. Cuando decís proteger (a la industria), decís hacer negocio con los amigos en detrimento de los argentinos de bien”, respondió Milei a Massa en el debate después de que el Ministro de Economía afirmó que había que proteger a la industria y lo arrinconó exigiendo definiciones claras.

Pero la incógnita y la preocupación de la UIA no parece que vaya a resolverse antes de las elecciones del 19 de noviembre, por lo menos de boca del líder libertario.

Y es que luego de las generales desde la institución se invitó a ambos candidatos en carrera a presentar su propuesta para el sector.

Massa asistió hace dos semanas a la sede de la casa fabril y fue recibido por la Junta Directiva que encabeza Daniel Funes de Rioja. Allí el candidato de Union por la Patria le hizo un guiño al sector con una promesa de baja de impuestos a las pymes que consigan aumentar exportaciones, en sintonía con lo que planteo luego en el debate del domingo.

Pero desde la Libertad Avanza les colgaron el teléfono a los industriales y nunca contestaron (oficialmente) la invitación. Aunque la institución no tomo posición al respecto muchos de sus miembro hicieron público su malestar con el libertario.

El vicepresidente regional de la Unión Industrial Argentina (UIA), Guillermo Moretti, cuestionó Javier Milei por rechazar la invitación, lo explicó la industria no está tenida en cuenta en su plataforma y cuando algunos de sus referentes, como Dario Epstien, hablaron del tema la cuestión fue aún más preocupante que la ausencia de política al respecto.

Epstein aseguró en el foro entrerriano que: “Para los que están intranquilos porque creemos en una economía abierta les digo: en la situación actual si los mandamos a competir, de 400.000 pymes quedarían la mitad en el camino. No vamos a abrir en una situación de desventaja. Vamos a sacar todas las inconsistencias y en un par de años cuando haya inflación y tasas razonables, seguridad jurídica y una nueva ley laboral, habrá una apertura importante y ahí van a tener que competir.“

En otro tramo de su intervención el referente de Milei planteó que “las empresas van a tener que cambiar su cultura porque muchos son planeros industriales. Si saliera todo bien en el país, las empresas no deberían estar golpeando la puerta del gobierno. Que trabajen y produzcan”.

Finalmente sentenció que “algunas empresas y sectores no tendrán la fortaleza y otros como la agroindustria no tendrán ningún inconveniente”.

Intervención de Darío Esptein en UIA Entre Ríos 👇🏻

A la UIA no viene Milei y si uno mira la plataforma no se nombra nunca al sector industrial. La única referencia que tenemos como candidato es la declaración que dio Darío Epstein el Día de la Industria en Entre Ríos. Él dijo directamente que iba a ser una política de apertura total y que nos daban dos años para ponernos a la misma altura que está Alemania, por decir algo. No tiene conocimiento evidentemente de lo que es una máquina, una tuerca, un bulón”, cuestionó Moretti.

Por su parte Walter Andreozzi, miembro del comité ejecutivo de la UIA expresó en una entrevista que “una apertura basada sólo en dogmatismos ideológicos, será un nuevo golpe mortal a cientos de pymes, un aumento de la desocupación, y un nuevo ciclo de reversión del desarrollo. Sólo con un par de grandes empresas o sectores líderes, es insuficiente para lograr una sociedad más inclusiva, más allá del rol estratégico de los mismos, lo que debe ser altamente valorado”.

De cara a un posible gobierno del economista anarcocapitalista el único dato más o menos conocido sobre quien encabezará algún área relacionada a la industria, o por lo menos quien está construyendo su plan, tiene que ver con la cercanía al espacio de Federico Ovejero, ex vicepresidente regional de General Motors con extensa trayectoria en multinacionales, que renunció en junio pasado a la automotriz tras ocho años en la empresa.

Según fuentes de prensa el CEO multinacional viene realizando reuniones con referentes del sector para elaborar el “plan de adecuación”. Sin embargo este plan no parece tener en cuenta la composición industrial MIPYME (de micro, pequeñas y medianas empresas) que puebla el mapa productivo argentino.

Un sector que crece, se desarrolla y es el principal generador de empleo de Argentina en base a un trabajo en conjunto con el estado, con medidas como las recientemente tomadas de reducción de las retenciones a las PYMES exportadoras que permitió que en septiembre más del 83% de las MiPyMEs exportadoras fueron beneficiadas por la eliminación y/o reducción de los derechos de exportaciones.

8 de cada 10 MiPyMEs exportadoras pagaron menos retenciones | Argentina.gob.ar

La Argentina PYME

La Argentina es un país constituido casi exclusivamente por micro, pequeñas y medianas empresas, apenas el 0,2 por ciento de las empresas en el país son grandes empresas, según las estadísticas oficiales. Datos que coinciden con los de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Por otro lado los mismos estudios demuestran que 51 % del empleo formal privado del país está impulsado por las pymes. Actualmente, las micro, pequeñas y medianas empresas son creadoras de más de 6,2 millones de empleos que promueven el trabajo formal y el desarrollo económico del país y sus habitantes.

Según datos de la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, en el primer trimestre de 2023 las MiPyMEs crearon 140.000 puestos de trabajo con respecto al mismo período de 2022.

Además el sector industrial se destaca como el sector que más aportó al crecimiento del PBI, con una suba interanual del 2,8% y de 12,4% por sobre los niveles de la pre-pandemia (primer trimestre de 2019). Fue el valor más alto de producción industrial para un primer trimestre desde 2015.

A esto habría que sumarle el crecimiento del empleo privado formal industrial, que acumula 34 meses de expansión, que llegó a los niveles más altos desde 2011.

Está claro que el fenómeno de la inflación y la caída de salarios ha provocado que ese crecimiento no se transparente en crecimiento económico sostenido para las mayorías trabajadoras, y que hoy se puede palpar el fenómeno de trabajadores registrados que caen en la pobreza, lo que constituye el principal desafío en caso de que Sergio Massa acceda a la presidencia, pero lo que es incontrastable es el rol de la industria (y sobre todo las MiPymes) en la generación de empleo de calidad y el crecimiento económico general.

¿Qué pasa con la industria y los estados en el mundo?

“Nuestro futuro manufacturero, nuestro futuro económico, nuestras soluciones de la crisis climática, todo se hará en Estados Unidos”, dijo en la Casa Blanca Joe Biden al anunciar sus compromisos “Made in America” en 2022.

Si hay algo que le gusta a Milei es repetir que sus referencias en el mundo están en occidente y sobre todo en EEUU e Israel. Pero se ve que esas preferencias son selectivas, o por lo menos no tienen que ver con la política industrial de imperio del norte.

Allí hay 30,7 millones de empresas, y como en Argentina, el 99% son pequeñas empresas (menos de 500 empleados en EEUU), según la Oficina de Promoción de la Administración de Estados Unidos para la Pequeña Empresa.

Los planteos de apertura comercial total que hace el libertario chocan de frente con la corriente hegemónica mundial que va en sentido contrario. La actual situación geopolítica del mundo, con las guerras en curso y el enfrentamiento de los bloques que tiene a EEUU y la OTAN de un lado y a China, Rusia y sus socios del otro ha transformado completamente el mapa de globalización y libre comercio a ultranza que se había dibujado tras la caída del Muro de Berlín y la unificación mundial de mercados. Pero se ve que a Javier nadie le avisó.

Por su parte China, desde la llegada del presidente Xi Jinping al poder, impulsa el libre comercio pero protegiendo la industria propia. Con las la iniciativa Made in China 2025, la potencia imperial de oriente impulsa subvenciones a industrias específicas, bajo el concepto de “doble circulación”, cuyo objetivo es reducir la dependencia externa mediante un refuerzo del abastecimiento interno con empresas locales, y un impulso a la autosuficiencia en tecnologías esenciales.

Mientras tanto en EEUU Biden despliega una nueva política industrial a través de la Ley de Reducción de la Inflación (US$369.000 millones en los próximos 10 años) y la de Chips y Ciencia (agosto de 2022), y la de Inversión en Infraestructuras y Empleos (noviembre de 2021), que constan de un despliegue de incentivos millonarios para que las empresas produzcan en suelo americano.

El estado al mando de Biden ofrece también ayudas fiscales por US$7500 para los consumidores por la compra de coches eléctricos nuevos, siempre que al menos un 40% de las materias primas usadas para la batería del coche se extraigan en Estados Unidos o en un país con el que tenga firmado un acuerdo de libre comercio.

Seguramente algún libertario podría decir a esta altura del capítulo dedicado al mundo que ni la China de Xi, ni el gobierno de Biden son modelos a imitar por su lejanía ideológica con Milei, pero es interesante ver como uno de los referentes del economista despeinado anticipaba esta orientación de la política proteccionista industrial en el mundo.

Estados Unidos comenzó a proteger las industrias del acero y el aluminio durante el gobierno de Trump. Escudado en cuestiones de “seguridad nacional”, en medio de la guerra (que de comercial tiene solo una parte) con China el líder de la ultraderecha norteamericana tuvo un gobierno marcado por la intención de recuperar el entramado industrial nacional, con intentos incentivos millonarios desde el estado para traer de vuelta a las empresas yanquis localizadas en el otro extremo del mundo y así recuperar el empleo que perdieron los sectores medios con la globalización.

El objetivo de las medidas proteccionistas era elevar la producción nacional de acero del 73 % al 80 % y del aluminio del 48 % al 80 %, procurando una “viabilidad” de la industria nacional estadounidense a largo plazo.

Si bien Biden dio de baja la protección del acero y el aluminio impulso, en el marco de la reconversión ecológica de la industria, la subvención al sector industrial. . El programa, puesto el año pasado, ofrece a su industria una ventaja competitiva en su transición hacia tecnologías más limpias como subvenciones para la fabricación nacional de semiconductores, baterías, vehículos eléctricos y otros elementos de su visión de la economía ecológica de alta tecnología.

Y algunos resultados ya pueden palparse. La producción industrial estadounidense se acerca a su máximo histórico y el gasto en construcción de fábricas se dispara.

Uno de los principales objetivos de esta intervención estatal es lograr lo que no pudieron hacer las empresas privadas: la reindustrialización de la zona central del país, y la recuperación del empleo muy afectada por la deslocalización fabril derivada de la globalización.

Del otro lado del océano pacifico el otro gigante industrial, Alemania, camina en el mismo sentido y tiene previsto proponer una versión europea de la ley estadounidense, que compraría energía renovable con garantías estatales y reproduciría las desgravaciones fiscales que Estados Unidos ofrece a los sectores solar y eólico.

Hace unas semanas 108 economistas de todo el mundo publicaron una carta abierta con fuertes cuestionamientos al candidato de La Libertad Avanza (LLA), sobre quién consideraron que podría provocar “más devastación en el corto plazo” y “caos social” en caso de ser electo presidente el próximo 19 de noviembre.

Quizás tenga que ver con que más allá de las teorías y las elucubraciones económicas abstractas hoy en el mundo el crecimiento y la generación de empleo están planteados con el estado y con la industria. Todo lo contrario de lo que plantea Javier Milei, que como dijo Moretti de la UIA parece que “no tiene conocimiento evidentemente de lo que es una máquina, una tuerca o un bulón”

 

(*) Germán Mangione. Periodista. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná y Soberanía Popular San Lorenzo.

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CIENCIA TRABAJADORES

Inteligencia artificial ¿Al servicio de quién?

Por Germán Mangione

La semana pasada se conoció, a través de sus redes sociales, un nuevo alegato de preocupación por el avance y la orientación que está tomando la tecnología de inteligencia artificial. En este caso el impacto del planteo tiene que ver con que lo hizo Geoffrey Hinton, uno de los pioneros en el área.

En 2012 Hinton, informático que hasta esta semana formó parte de Google, a la que renunció para “poder hablar libremente”, inventó la tecnología base de la inteligencia artificial (IA) que hoy utilizan las grandes empresas como OpenAI, desarrolladora de ChatGPT.

El técnico se sumó así al coro de voces de la industria yanqui de la tecnología que viene pidiendo “una pausa” en el desarrollo de esta tecnología que avanza vertiginosamente en una carrera que los científicos del área aseguran “es un salto como el de la llegada de los teléfonos inteligentes y para el que la sociedad no está preparada”

Hace algunas semanas la revista Futurelife.org.  publicaba una carta firmada por científicos y CEOs del área tecnológica, entre los que se encuentra Elon Munsk (CEO de Twitter, Space X y uno de los inversores primigenios de OpenAI), en la que hacían un llamado a todos los laboratorios de AI para que “pausen inmediatamente durante al menos 6 meses el entrenamiento de los sistemas de IA más potentes que GPT-4″

¿Cuál es la preocupación? Que en la carrera empresarial por lograr el mayor adelanto no se tengan en cuenta las consecuencias en la sociedad. Por un lado, aparecen preocupaciones en torno a la producción de imágenes y textos a través de inteligencia artificial en un nivel que hace muy difícil el reconocimiento de que es creado por humanos y que por máquinas y por tanto que es real y que no. Algo complejo en el mundo de la comunicación actual y que ya tuvo su primera prueba viral con la supuesta foto del Papa con una campera moderna.

“El trabajador sólo respetará la máquina el día que ésta se convierta su amiga, reduciendo su trabajo, y no como en la actualidad, que es su enemiga, quita puestos de trabajo y mata a los trabajadores”
Émile Pouget (1860-1931), anarcosindicalista francés

Es el capitalismo, estúpidos

“La IA avanzada podría representar un cambio profundo en la historia de la vida en la Tierra, y debe planificarse y administrarse con el cuidado y los recursos correspondientes. Desafortunadamente, este nivel de planificación y gestión no está ocurriendo, a pesar de que en los últimos meses los laboratorios de IA entraron en una carrera fuera de control para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie, ni siquiera sus creadores, pueden entender, predecir o controlar de forma fiable”, afirma la carta que firmó junto a científicos y empresarios de todo el mundo.

Lo que ni Munsk, ni Hinton, ni ninguno de los popes de los monopolios tecnológicos se preguntan es si bajo el capitalismo es posible que suceda de otra manera, y no lo hacen porque la respuesta (que no hace falta consultar en ChatGPT) es que no.

Las características propias de la carrera incesante por aumentar la productividad y las ganancias, que va más allá de las definiciones particulares de tal o cual empresario y que está impregnada en la esencia misma del sistema capitalista como forma de sobrevivencia, hacen que sea una fantasía irrealizable cualquier “planificación”, cualquier “acuerdo” entre monopolios o cualquier “pausa” en el avance técnico. Y mucho menos por cuestiones morales o éticas.

¿Alguien puede pensar que en un mundo donde se avanza a pasos agigantados hacia la guerra y hacia la consolidación de bloques imperialistas antagónicos, y en donde la tecnología juega un doble rol de competencia económica y bélica, algún país va a siquiera pensar en detener sus investigaciones con el riesgo de quedar rezagados frente a las otras potencias? Solo aquel que desconozca que vivimos en la etapa del capitalismo imperialista que ya describió Lenin hace más de 100 años podría fantasearlo.

Otro futuro es posible

Entender el carácter de clase del enfoque de este debate también permite evitar caer en visiones apocalípticas que impiden o paralizan la perspectiva de un futuro mejor en el cual las grandes mayorías trabajadoras sean protagonistas de un cambio revolucionario.

Como sucede con cualquier avance técnico, este salto tecnológico se da en el momento que maduraron las condiciones necesarias para que sea posible. Y ese salto es casi inevitable teniendo en cuenta las reglas de la competencia capitalista.

Pero ese mismo grado de desarrollo adquirido permite preguntarse por su posible uso en favor de las grandes mayorías. ¿Podría servir para trabajar menos, trabajar todos y distribuir mejor? ¿Podría aplicarse para desarrollos en salud, y educación que permitan mejorar las condiciones de millones de personas en el mundo?

Como explicaba en los años 70 Camilo Taufic en su libro Periodismo y lucha de clases, refiriéndose a los medios de comunicación masiva que ya mostraban su poder de dominación sobre las masas: “En tanto instrumentos, los medios de comunicación no jugarán otro rol que el que quieran asignarles sus dueños, y así podrán ser instrumentos de cultura o instrumentos de incultura; medios de dominio o medios de liberación; elementos para unir a un pueblo o para desorganizarlo; para enaltecerlo o para hundirlo. Es la propiedad sobre el medio de comunicación la que determina al servicio de quiénes éste se coloca, a favor de qué causa, de qué valores, de qué clase social. Y los grandes medios ultramodernos llegarán a estar al servicio del progreso, de la cultura, del pueblo, únicamente cuando todo el pueblo sea el dueño de ellos; cuando la propiedad sobre los medios sea una propiedad social”.

Es lícito el miedo y la preocupación de la gente sobre el tema porque hasta ahora el proceso de tecnologización creciente de la producción no ha mejorado la vida de los trabajadores y trabajadoras, sino que ha acentuado la desigualdad, con la creación de menos trabajos y más precarios.

Pero por supuesto que sus usos en manos de las mayorías y en defensa de sus intereses podrían mejorar la vida de millones de personas. Lo que está claro es que en ambos casos el nudo de esa perspectiva no está en la tecnología misma sino en su uso. Porque nunca es un problema de técnica, sino en manos y al servicio de qué clase está.

 

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ENERGÍA SOBERANÍA

Visitas atómicas en el suelo argentino

Por Germán Mangione (*)

La llegada a la Argentina, hace quince días, de uno de los más altos funcionarios de energía nuclear estadounidense terminó de cristalizar una disputa entre dos potencias que tiene como teatro de operaciones el suelo argentino y, como eje, el desarrollo nuclear.

¿Qué vino a controlar Christopher Hanson, titular de la Comisión Regulatoria Nuclear de EEUU? ¿Cuáles son las inversiones chinas que preocupan a EEUU en esta área? ¿Puede Argentina maniobrar en esta disputa e impulsar un desarrollo autónomo?

El visitante

El miércoles 12 de abril los y las trabajadores de los principales centros donde la Argentina tiene sus desarrollos nucleares pudieron ver cómo un funcionario estadounidense recorría, sin el acompañamiento de ningún alto funcionario del gobierno argentino, las centrales Atucha I y II y la obra de la central modular argentina CAREM. Y al día siguiente, lo mismo sucedía en el Centro Atómico Bariloche, de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Según informa Raúl Dellatorre en Pagina 12 esta semana Hanson llegó acompañado por otros cuatro miembros de la NRC (sigla en inglés de la comisión de regulación nuclear), en una misión que “no está inscripta en ningún convenio bilateral de cooperación o colaboración en materia nuclear, sino que expresa la decisión unilateral del gobierno de Estados Unidos de enviar sus agentes en la materia para tomar contacto con pares argentinos”

Esta visita “unilateral” incluso generó una peculiar y terrible fotografía difundida por el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Marc Stanley. La foto del diplomático y su compatriota nuclear no tendría nada de raro sino fuese porque muestra a dos funcionarios estadounidenses que tienen detrás la bandera de su país y la de Argentina. En la imagen, Stanley hace las veces del anfitrión local que guia a un funcionario de su gobierno –por nuestras tierras— sin la compañía de ningún funcionario local. Más colonial no se consigue.

“Es un gusto dar la bienvenida al presidente de la Comisión Reguladora Nuclear de EEUU, Christopher Hanson. Estados Unidos y Argentina comparten una larga historia de cooperación nuclear y son socios en el uso pacífico de la energía nuclear”, afirmó Stanley en su cuenta de Twiter.

Es interesante recalcar que esta visita no es aislada, ni EEUU está enfocado solamente en la energía nuclear sino que es parte de una avanzada sobre “su patio trasero” y los recursos que existen en él.

En el twitter del embajador puede verse en estos últimos 10 días una catarata de visitas de altos funcionarios yanquis a la Argentina. Al día siguiente hizo su aparición Wendy Sherman (vicesecretaria de Estado de Estados Unidos), y a los pocos días volvió a visitar el país y reunirse con altos funcionarios locales Laura Richardson (jefa militar del comando sur de EEUU), quien saltó a la palestra pública con declaraciones sobre “nuestros recursos” y lo que implicaban los mismos para la defensa nacional estadounidense.

Pero volviendo al tema de esta nota ¿a qué vino Christopher Hanson? En una nota muy explicativa Daniel Arias, del concejo editorial de AgendAR y especialista en temas vinculados a la energía nuclear de factoría nacional, da cuenta del interés estadounidense por el desarrollo del proyecto de la pequeña central modular argentina CAREM. Un proyecto que lleva más de 50 años (y en el cual Argentina es pionera en el mundo) pero que siempre ha sido trabado por intereses extranjeros impidiendo su concreción.

Hoy el prototipo CAREM se encuentra en un avance del 62 % . Se comenzó a construir en 2014 y luego fue paralizado durante el macrismo. La obra compite con un desarrollo similar de Estados Unidos. Argentina es uno de los únicos tres países del mundo con el modelo en etapa de obra, con Corea y China.

Avance en la construcción de la central CAREM – julio de 2019

Pero, volviendo a la visita: ¿cómo el funcionario yanqui puedo hacer el recorrido? El periodista Arias, asegura en su nota de AgendAR, que “conociendo a CNEA y NASA, la orden de abrirle la tranquera a Hanson debe haber llegado de Presidencia de la Nación. No creo que el gringo hubiera podido pasar de ningún otro modo” y alerta:

“Hanson no es un cuatro de copas ni tendría que haber entrado jamás al CAREM. Como licenciador de diseños, trabaja simultáneamente para TODAS las empresas nucleares viejas y emergentes de su país, y a sola vista de la obra civil puede comparar y evaluar sin mucho error las ventajas y debilidades de nuestro proyecto medidas contra los similares estadounidenses”

La disputa

Sin embrago y más allá del posible espionaje nuclear el funcionario (y el resto de las visitas yanquis) no se dan en cualquier momento sino en uno de los más álgido de la disputa por la influencia sobre nuestro subcontinente y principalmente sobre Argentina.

En el área nuclear en particular, la visita se enmarca en las presiones de Estados Unidos para impedir que Argentina avance en el acuerdo de construir una cuarta central nuclear Hualong-1, con financiamiento y tecnología que proveerá China.

Ya el año pasado, también en abril, Ann Ganzer (diplomática del Departamento de Estado) visitó la Argentina y dejó claro que EEUU estaba en desacuerdo con el avance de la inversión china. En aquella oportunidad estuvo en el edificio de Villa Martelli, que aloja a la empresa operadora de las centrales de energía nuclear más grande de la Argentina.

La gira contó con reuniones en Casa Rosada con Juan Manzur, Jorge Taiana y Daniel Filmus; y con el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz. Otras en Cancillería y recorrida al predio bonaerense de Atucha y de la empresa IMPSA, en Mendoza, para observar el desarrollo del CAREM.

En aquella oportunidad, Gustavo Béliz, –conocido por sus vínculos con el lobby estadounidense y acusado de ser quien pisaba el avance de las inversiones chinas en el país— fue citado por el bloque del Frente de Todos en el Congreso, por las demoras para activar la última etapa de las inversiones en Atucha III. Horacio Verbitsky daba cuenta de este rol del ahora ex funcionario en una nota del Cohete a la Luna del 10 de abril del año pasado titulada “Beliz, el radiactivo”

“Un informe sin firma que está circulando dentro del sector nuclear, sostiene que Béliz y su equipo de trabajo ‘han sido consistentemente esquivos a darle la celeridad que requiere la negociación financiera asociada al contrato comercial por Atucha III con el consorcio de bancos liderados por el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC)’. Hace un mes que Béliz no responde a un pedido de audiencia presentado por el presidente del Directorio de Nucleoeléctrica Argentina S.A. Tampoco asistió a la Quinta Reunión del Mecanismo de Diálogo Estratégico para la Cooperación y la Coordinación Económica (DECCE) desarrollada de forma virtual el 27 de enero de 2022” en donde la Cancillería argentina acordó con la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma china el listado de los 10 proyectos prioritarios a incluir en el Plan Quinquenal de Infraestructura, entre los que se encuentra el proyecto Atucha III”. La contraparte china ha solicitado sin éxito que se formalice la solicitud del 100% del financiamiento del proyecto Atucha III, para poder comenzar con las negociaciones correspondientes”

La China atómica.

Las preocupaciones de EEUU sobre proyectos nucleares chinos van mucho más allá de la Argentina y están asentados en los planes nucleares chinos, que como siempre son a gran escala y a largo plazo.

China planea construir al menos 168 nuevos reactores en los próximos 15 años, más de los que el resto del mundo ha construido en los últimos 35. El esfuerzo podría costar hasta 440.000 millones de dólares. A mediados de esta década, el país superará a EEUU como mayor generador de energía nuclear del mundo.

China tiene actualmente 51 reactores en operación, 18 en construcción, 37 planeados (7 de ellos comenzarán a construirse este año) y un total de 168 reactores propuestos. Con unos tiempos de construcción rondando los cinco años, es fácil predecir que a finales de esta década China será el país con mayor producción nuclear del mundo, superando con creces a Francia y a Estados Unidos, con 56 y 93 reactores respectivamente.

De hecho el gobierno chino señaló a la energía atómica como la única forma de energía con objetivos provisionales específicos en su plan quinquenal oficial. El objetivo: 200 gigavatios de energía para 2035, suficientes para abastecer a más de una docena de ciudades del tamaño de Pekín y combinado con una nueva tecnología que pueda reducir los residuos para evitar contaminar.

China afirma que sus planes podrían evitar unos 1.500 millones de toneladas de emisiones anuales de carbono, más de lo que generan el Reino Unido, España, Francia y Alemania juntos, informa Bloomberg. Y tiene además la fuente de financiación, ya que alrededor del 70% del coste de los reactores chinos está cubierto por préstamos de bancos estatales.

Si bien puede rastrearse un motor de estos proyectos en la promesa medioambiental de Xi Jinping de que China alcanzará un pico en las emisiones de dióxido de carbono antes de 2030 y la neutralidad de carbono antes de 2060, el interés chino no es solamente ecológico sino que como todas las decisiones de los estados en este último tiempo tiene como telón de fondo el avance hacia tensiones de un mundo que avanza hacia el desacople comercial y tecnológico movido por las perspectivas de guerra. La energía, como otros insumos críticos, son un arma.

Por último, pero fundamental en el debate de los avances nucleares, China afirma haber desarrollado un sistema que permite reutilizar los residuos radiactivos de las centrales nucleares como nuevo combustible apto para esas mismas plantas. La nueva tecnología crea un ciclo infinito para el uranio, evitando la generación de residuos radiactivos, cuyo tratamiento y deposición es el talón de Aquiles de la energía de fisión nuclear.

Las preocupaciones estadounidenses tienen, por supuesto, fundamento de cara a la disputa por la energía, uno de los vórtices centrales de la contienda por la hegemonía mundial.

La ruta atómica de la seda

El proyecto de potencia nuclear de China no se reduce a su propio territorio, también espera que sus proyectos nacionales convenzan a los posibles compradores extranjeros. En 2019, el ex presidente de China National Nuclear dijo que China podría construir 30 reactores en el extranjero, que podrían hacer ganar a las empresas chinas 145.000 millones de dólares para 2030 a través de su Iniciativa Belt and Road (La Ruta de la Seda).

La propuesta inicial acordada entre China y Argentina en 2014 tuvo sucesivos capítulos que se fueron moldeando de acuerdo a los vaivenes políticos internos y de la diplomacia argentina, que suele ir variando a medida que cambian de signo político los gobiernos.

Las negociaciones entre China y Argentina contemplan la construcción de una central nuclear de tecnología china con un reactor Hualong-1, de diseño chino de agua a presión HPR-1000, perteneciente a la llamada Generación III, de 1200 MW, que se ubicará en el Complejo Nuclear Atucha situado en la localidad de Lima, Provincia de Buenos Aires. De ahí el nombre de Atucha III.

Complejo Nucelar Atucha

El financiamiento liderado por el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC) prevé el otorgamiento de un crédito de tipo concesional del orden de los 7900 millones de dólares, que alcanzaría el 85 % del precio del reactor. Este financiamiento incluye un período de gracia equivalente a la duración del proyecto (8 años), un período de repago extendido (12 años) y una tasa de interés única para este tipo de proyectos.

Según la cancillería argentina el proyecto “generaría unos 7000 puestos de trabajo directos durante el pico del proceso de construcción, a los que se deberían sumar las fuentes de trabajo generadas de forma indirecta, así como también el impacto positivo en las industrias locales que participen en el suministro de insumos, componentes electromecánicos y servicios asociados a su ejecución.”

Los intentos del lobby estadounidense para frenar esta obra empezaron en 2015 y lograron detener el avance de la obra pese al apoyo que se había generado en los profesionales de Nucleoeléctrica Argentina SA (NA-SA) y la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Washington comunicó, durante la visita de Trump al país, su oposición a las centrales nucleares que la Argentina había acordado construir con la ayuda de Rusia y China. En las sucesivas reuniones bilaterales que el presidente Macri tuvo con los líderes de esa potencia, la Casa Rosada dejó en claro que ambos proyectos se daban por cancelados, con la excusa de la falta de fondos.

El proyecto, reactivado durante el gobierno de Alberto Fernandez, pese a las maniobras de personeros como Gustavo Béliz, entra nuevamente en una nebulosa con la reciente visita de los funcionarios nucleares yanquis y el rol del FMI ante la desesperante necesidad de divisas de la Argentina que seguramente empujara a políticas de mayor obediencia con la potencia del norte.

¿Qué hacer frente a la disputa de las potencias?

Argentina enfrenta en este ámbito múltiples retos. Pero sobre todo el de armar un camino propio, en medio de la disputa mundial, que permita y apuntale el desarrollo, pero con la traba de la falta de financiación propia.

Al respecto aclara el panorama Rodolfo Kempf, (físico de la UBA, docente, investigador, miembro de la CTA, especialista en Combustibles Nucleares, y Coordinador de Transición Energética en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Industria (CNTI)), quien asegura que “el orden de magnitud en dinero de costo de una central nuclear es de 5.000 millones de dólares. El financiamiento que hace la corporación nuclear china, hacia la central Hualong, es lo que facilita la posibilidad de, en pocos años tener esta central nuclear, y teniendo por parte de los chinos un comprador calificado, de los más calificados en el mundo. Por lo tanto, la principal limitante en una economía dependiente y devastada por las políticas macristas de endeudamiento a más de 100 años es el financiamiento que proveen los chinos”

Según argumenta Kempf el emplazamiento de esta nueva central fue una pelea que han dado por más de 15 años los trabajadores y trabajadoras del área nuclear, del sistema de ciencia y tecnología y del área energética, alcanzando que se cumplan dos condiciones al mismo tiempo: por un lado, la transferencia de tecnología del combustible para su fabricación en Argentina y todas las áreas asociadas, es decir, los estructurales, el combustible, la producción de polvo de dióxido de uranio por vías que minimicen los residuos del ciclo de combustible, que son radiactivos, y que son mínimos con respecto a otras fuentes de energía.

“Esa transferencia de tecnología nos permitiría conservar una singularidad que mantiene Argentina, no solo los 72 años de tecnología nuclear que nos ponen con muchos más años de desarrollo nuclear que otras potencias, estando constantemente a la vanguardia, sino que mantenemos nuestra tradición de fabricación del combustible” asegura.

Lo que está claro es que el camino hacia un desarrollo energético propio no será fácil, ni sin presiones, pero algo es seguro, la carrera comenzó hace rato, Argentina es parte y muchos nos quieren afuera.

(*) Germán Mangione. Periodista. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná y Soberanía Popular San Lorenzo.

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INTERNACIONALES

“Nuestros” recursos

Por Germán Mangione (*)

Compartimos nota recientemente publicada en Revista Zoom.

 

Desde hace pocos meses, Estados Unidos viene transformando en debate público lo que hasta ahora se trataba de una disputa velada. Entre otros fines, se intenta empujar a a los gobiernos de la región a definiciones más claras sobre sus posicionamientos en un mundo que vuelve a dividirse en bloques.

Estados Unidos, China, Argentina y el litio.

Ni la injerencia estadounidense, ni el avance de las inversiones chinas en América Latina son fenómenos nuevos o que puedan sorprender a quienes siguen el acontecer de la política internacional de la región.

Sin embargo, lo que hasta hace unos meses fue una disputa velada que no trascendía algunos ámbitos especializados de la política internacional se transformó –luego de la pandemia y de la invasión rusa a Ucrania— en un debate público que escala mes a mes y que intenta empujar a los gobiernos de la región a definiciones más claras sobre sus posicionamientos en un mundo que vuelve a dividirse en bloques.

Un caso paradigmático de esa nueva política de disputa pública es el rol que ha tomado la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM), quien se ha transformado en la principal voz crítica a la presencia China en la región, en esta etapa en donde Estados Unidos ha vuelto a poner su mirada imperial en su “patio trasero”.

Fue Richardson la que alertó el pasado jueves contra “la injerencia externa y las coacciones” de China en Latinoamérica y el Caribe, donde aseguró que Pekín está expandiendo su influencia económica, diplomática, tecnológica y militar.

Las declaraciones se dieron en el marco de la presencia de la generala junto al jefe del Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD), general Glen Van Herck, ante el comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos para hablar de presupuesto de defensa para 2024.

Según la funcionaria militar yanqui, China ha ampliado su capacidad de extraer recursos y consigue el 36% de sus importaciones de alimentos de la región y el 75% del litio de Sudamérica y afirmó que Pekín lidera la pesca furtiva en las aguas del continente americano, causando una pérdida de beneficios de unos 3.000 millones de dólares.

“China ha establecido también puertos en varios países, manipula a los Gobiernos a través de prácticas inversoras depredadoras”, subrayó Richardson, una de las principales críticas de la iniciativa de La Ruta de la Seda impulsada por Xi Jumping desde 2013, y que ya cuenta con la adhesión de 19 países de Latinoamérica entre ellos la Argentina, adherida el año pasado.

La pelea por el futuro

Lo que más preocupa a Richardson y su gobierno es sin duda el control de los recursos de la región y no hacen ningún esfuerzo por disimularlo.

En una entrevista para el Atlantic Council, un organismo vinculado a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y hablando sobre la importancia que América Latina tiene para Estados Unidos planteó que el 60% del litio del mundo se encuentra en un triángulo que comparten Argentina, Bolivia y Chile, y se trata de un elemento «necesario hoy en día para la tecnología».

En la misma entrevista, difundida por redes sociales (que causó incluso la respuesta de funcionarios argentinos como el gobernador de Tierra del Fuego Gustavo Melella), la generala también se refirió a las reservas de petróleo, y mencionó que Estados Unidos tiene mucho por hacer para “proteger” lo que denominó “nuestros” recursos.

Sin dudas que el caso del litio es uno de los paradigmáticos en el enfrentamiento con China, por la presencia del gigante asiático en el sector en nuestra región, y por la importancia estratégica de este elemento en el futuro inmediato.

Argentina junto con Bolivia y Chile conforma el Triángulo del Litio, donde se aloja el 55% de las reservas mundiales de este producto considerado “oro blanco”. Argentina es uno de los países con más proyectos de explotación en curso y con menor cantidad de regulaciones al respecto y en el último tiempo recibió una avalancha de inversiones y anuncios de capitales chinos para su extracción y explotación.

Así, este “oro blanco” se ha convertido en uno de los sectores económicos de más rápido crecimiento del país, aunque sólo se encuentre en unas pocas provincias. En Salta está el 41% de las reservas, mientras que en Catamarca está el 22%, y en Jujuy el 21,45 %.

Múltiples compañías estadounidenses y europeas se han percatado de este escenario y han tratado de ingresar en el negocio pero, por el momento, Argentina ha favorecido el desembarco chino y los ha dejado en desventaja.

El precio del principal material para la fabricación de las baterías de litio se ha triplicado aproximadamente en el último año y es más de un 1.150 % más alto que en julio de 2020 y se estima que seguirá creciendo.

China es el principal consumidor de la materia prima extraída de la minería ya que en este país se encuentra la mayor parte de las plantas de conversión y la mayor producción de autos eléctricos del mundo. Esto sumado a los altos precios registrados durante el 2022 (según datos de la consultora S&P Global Platt’s los precios del carbonato de litio han aumentado un 531% en un año) empuja al gigante asiático a salir a la búsqueda de nuevas fuentes de aprovisionamiento, además de las tradicionales como Australia, el mayor productor de litio del mundo.

Esto implicó por ejemplo que en el primer semestre del año los envíos de carbonatos de litio desde Chile a China tuvieran un incremento del 601,5%, al totalizar ventas por más de US$ 81,6 millones, según consignó la aduana chilena.

La búsqueda de fuentes de aprovisionamiento incluye el aumento o la concreción de inversiones que habían sido anunciadas. Y en ese aspecto Argentina aparece en un rol central como receptora de las mismas.

Argentina es el país con mayor cantidad de proyectos en desarrollo. Desde finales de 2020 hubo 13 anuncios de inversión en proyectos vinculados a litio en el país, por más de US$4.000 millones.

Hoy solo dos proyectos se encuentran operando comercialmente: Salar de Olaroz, en Jujuy de la empresa australiana Allkem (fusión de Galaxy Resources y Orocobre); y Fénix en Catamarca, de la estadounidense Livent.

Se calcula que para 2025 estarán operando ampliaciones de estos dos emprendimientos y otros ocho que están en la actualidad en etapa de construcción. Además existen 35 proyectos en etapas de factibilidad, pre factibilidad, evaluación económica preliminar y exploración avanzada.

Según se desprende de los informes de la Secretaría de Minería de Argentina son las empresas chinas las que aceleran sus inversiones y anuncios en medio del “boom” del litio argentino.

Empresas como Jiangxi Ganfeng Lithium Co., Hanaq Group, Tsingshan Holding Group, Zangge Mining Group Ltd. y Tibet Summit Resources son controlantes o tienen participación accionaria en numerosos proyectos en estados avanzados de desarrollo. Ganfeng está en Cauchari, Jujuy; Tsingshan en el yacimiento Centenario Ratones, en Salta; Zangge en Laguna Verde, Catamarca; Jiangxi Ganfeng en el de Mariana, Salta; Tibet Summit Resources en Sal de los Ángeles, Salta; y Zijin en Tres Quebradas, de Catamarca.

De los 9 proyectos mineros que hoy cuentan con capitales chinos en el país, 6 son de litio y en 2021 se observó el predominio total de exportaciones de carbonato de litio, con el 98,2 por ciento del total de las exportaciones mineras al país asiático. El 42,3 por ciento del total de exportaciones de este commodities fueron destino a China, por 88 millones de dólares, según consigan el periodista económico Néstor Restivo en “Cash”, suplemento económico de Página12.

Esto es una gigantesca preocupación para Estados Unidos que intenta reducir su dependencia de China en todos los ámbitos. En el del litio la cuestión es crítica. Las importaciones de iones de litio de Estados Unidos alcanzaron un récord de 142.053 toneladas métricas en el primer trimestre de 2022, un aumento del 153,9 % con respecto al año anterior, y del 38,7 % con respecto al cuarto trimestre de 2021. Y China representó el 77,5 % de las importaciones de baterías de iones de litio de Estados Unidos. En el primer trimestre de este año con 110.081 toneladas métricas, frente a las 83.306 toneladas métricas del cuarto trimestre de 2021.

Las inversiones chinas en Argentina son vistas por Estados Unidos en esa sintonía, como demostraron las declaraciones de la general del Ejército de los Estados Unidos y jefa del Comando Sur, Laura Richardson, quien en reunión con ministros de Defensa de América Latina el 14 y el 15 de septiembre y utilizando una narrativa de supuesta defensa ambiental criticó fuertemente las inversiones chinas en América Latina como “problemas de seguridad nacional”.

En un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de Washington publicado por Página12, Estados Unidos aborda abiertamente el tema del litio en clave de seguridad nacional.

“Dado el conflicto comercial geopolítico con China, ésta podría usar su posición para dirigir el futuro de la transición mundial a una energía limpia. En vistas del estado actual de la cadena de suministro de litio, Estados Unidos se encuentra muy poco preparado para satisfacer el aumento exponencial de la demanda durante la próxima década y con posterioridad”, asegura el informe, que hace hincapié también en las facilidades que brinda la Argentina a la inversión extranjera por su falta de regulaciones y su provincialización de la administración del litio.

Lo que está claro que en la perspectiva de la nueva situación mundial signada por la amenaza de guerra y el corte de los suministros mundiales, la energía y en especial el litio se va transformando en un bien estratégico y en un arma de presión.

Las decisiones que tome Argentina, estarán signadas por la presión de las grandes potencias que se disputan ese recurso único, y el desafío será aprovechar soberanamente el mismo para el desarrollo autónomo (con industrialización y agregado de valor) o quedar preso de la guerra del oro blanco y los intereses externos.

Así en el cielo como en el agua

Pero no solo el litio está en la mira de la disputa interimperialista, en su primera visita a la Argentina, en abril del 22, la representante militar del comando sur mantuvo reuniones con las máximas autoridades de las Fuerzas Armadas argentinas, el ministro de Defensa, Jorge Taiana, y la vicepresidenta, Cristina Kirchner y en declaraciones a la prensa dejó claro “las líneas de trabajo” que seguirán en la región.

“La pesca ilegal, no reportada y no regulada está absolutamente ligada a China. En un día cualquiera, tenemos entre 350 y más de 600 embarcaciones chinas en el área bajo la órbita del Comando Sur. China obtiene el 36% de sus fuentes de alimentación en la región, no sólo en Argentina, sino en toda la región. Nosotros llamamos a esto actividades maliciosas; extraen recursos, pero no generan inversiones para el país”, afirmó casi desconociendo la historia de saqueo de Estados Unidos en la región.

Y se refirió también a la presencia “militar” china en nuestro país a través de la base en Neuquén. “Yo lo veo así: son instalaciones de un gobierno autoritario, que no deja que los argentinos accedan a ellas, excepto si van de visita. ¿En qué andan? Ellos no tienen las mismas preocupaciones que nosotros en términos de libertad y de un hemisferio occidental libre, seguro y próspero. Me preocupa. Y está manejado por una empresa del Estado y del Ejército Popular de China. ¿Para qué están usando eso?”

Mientras Richardson realiza estas denuncias públicas, con cierto tono de escandalizada, su país avanza por ejemplo en la ejecución del plan Maestro en Paraguay, que permitirá instalar una base controlada por el cuerpo de ingenieros del ejército de Estados Unidos sobre el Paraná para terciar en la disputa por el control de la hidrovía. Haz lo que yo digo, pero…

El imperialismo y sus modales

Si bien el reforzamiento de la presencia política de Estados Unidos sobre la región es cada vez más evidente (y toma cada vez mayor estado público), lo hace de la mano de los demócratas que (sin éxito) intentan buenos modales en la disputa. Distinto es el caso de la congresista republicana de Estados Unidos, María Elvira Salazar, quien la semana pasada directamente amenazó al Gobierno de Argentina con que su país tomará acciones ante un supuesto acuerdo de la nación austral con China para fabricar aviones caza JF-17.

“Lo voy a decir en español para que quede muy bien claro a mis amigos argentinos. Su presidenta (en referencia a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner) y su presidente (Alberto Fernández) están haciendo un pacto con el diablo que puede tener consecuencias de proporciones bíblicas. EE.UU. no se va a quedar con los brazos cruzados, porque no se puede tener un aliado que fabrique y exporte aviones militares chinos y que los venda a los vecinos”, señaló la legisladora en una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.

Salazar indicó en su sitio oficial que la política argentina sigue la tendencia de acuerdos similares que los chinos hicieron con Venezuela y Bolivia.

La congresista que preside el Subcomité del Hemisferio Occidental de la cámara baja pidió mayor atención a la administración de Joe Biden. Denunció que el Departamento de Estado “ni siquiera parecía estar al tanto de la existencia de esta estación espacial en el suelo argentino” y que eso le causaba “decepción”.

Esa peligrosa disputa

Lo que es innegable es que Argentina, y toda la región, están en medio de la disputa de los intereses de las grandes potencias en un mundo que se abroquela en bloques y se prepara para la agudización de los enfrentamientos.

Y esto, más allá, de las supuestas intenciones de las políticas locales de mantener y sostener el multilateralismo, ira tensionando el escenario internacional y puede empujar bruscos cambios del escenario político en países como el nuestro.

La preocupación por defender “nuestros” recursos, y recuperar los que hoy están en manos extranjeras, debería ser sin dudas la que presida la política Argentina para pensar cualquier proyecto de futuro próspero y de desarrollo, en un mundo donde su posesión se ha transformado en un arma.

 

(*) Germán Mangione. Periodista. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná y Soberanía Popular San Lorenzo.

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RIO PARANÁ SOBERANÍA

¿Nada que ver con la soberanía?

Por Germán Mangione (*)

Este lunes se realizó en la ciudad de San Lorenzo el “1er Foro Nacional e Internacional del Hub San Lorenzo con el título “¿Qué Hidrovía queremos?” organizado por la Unión de Comerciantes e Industriales de San Lorenzo (UCI).

Y no es casualidad que sea esta ciudad y esta región la que intenta tallar en uno de los debates centrales de la Argentina, porque es aquí donde se concentra el complejo agroexportador más grande del país por donde sale el 80% de la agroexportación y por donde entran uno de cada 4 dólares que se exportan.

En este evento se expresaron, salvo honrosas excepciones, las voces del lobby agroexportador con sede en la región en torno a cuál debe ser el destino de la administración de nuestro río Paraná hoy momentáneamente en manos del estado después de 25 años de privatización.

Si bien el evento, que duro más de 4 horas, tuvo decenas de expositores del ámbito político y empresarial me quiero concentrar en la exposición de quien en estos últimos años se ha transformado en una de las principales voces del lobby en contra de la recuperación por parte de los argentinos y argentinas de las atribuciones de administración total de nuestro río, y en favor de los intereses del minúsculo grupo de empresas extranjeras  que orienta el sector: Luis Zubizarreta (CEO de la agroexportadora Luis Dreyfus y presidente de la Cámara de Puertos Privados de la Argentina).

Este personaje del mundo empresario se ha posicionado, junto a otros como Gustavo Idígoras de CIARA-CEC, en los más férreos defensores del modelo privatizador de los 90 para nuestro río y contra cualquier intento de que la Argentina vuelva a ser protagonista de la planificación de uno de sus recursos más importantes: el río Paraná.

En esta ocasión en el panel “Mirada empresarial internacional y nacional” Zubizarreta volvió a dejar claro que el sector empresario agroexportador no está dispuesto a ceder ni un ápice del control absoluto que durante estos años tuvo de nuestro río y del comercio exterior, con un estado mirando para otro lado y a lo sumo legitimando el saqueo.

Luego de la introducción obligada, que se repitió en casi toda la jornada, con reclamo de obras por parte del estado (porque para eso si se ve que sirve el estado, para hacer las obras que les mejoren la rentabilidad) el CEO de la multinacional francesa apuntó directo al caracú del asunto: “vemos que lamentablemente ha habido mucha confusión con algunos términos y eso ha generado unas discusiones que no han tenido mucho sentido uno es el tema de la soberanía”

Y antes de seguir algunas aclaraciones. ¡ No hay ninguna confusión en el tema Luis!. Quienes venimos luchando y organizando foros soberanos en todo el país desde hace más de 2 años para que el Paraná y todos nuestros recursos vuelvan a manos argentinas estamos clarísimos en el tema. Estamos claros que tenemos visiones antagónicas a las que vos y el lobby agroexportador expresan y quieren imponer en la política argentina. Estamos claros más que nunca que lo que se está discutiendo en el futuro de la Argentina es la soberanía y la necesidad de recuperar lo nuestro. En todo caso es el sector que representas el que quiere enmascarar esta tan importante discusión en un problema técnico, que de técnico no tiene nada. Prosigamos.

Para argumentar que esto no tienen nada que ver con la soberanía Luis argumento desde el estrado que “nadie discute la necesidad de que el Estado Nacional controle,supervise a través de los órganos que tiene como lo ha venido haciendo en todos estos años, supervise los flujos de carga los barcos a través de la Prefectura Nacional a través de la Aduana a través del Senasa a través de Migraciones.”

Y acá me surge siempre la misma pregunta (y siempre la misma respuesta)

¿Se puede controlar lo que entra y lo que sale por el Paraná y por nuestros puertos sin tener la administración completa del río? NO.

Y la respuesta no es solo por principio político y convencimiento de la necesidad de soberanía sobre el sector, sino que deviene de la experiencia.

Una experiencia que mostro como en 25 años de gestión privada, y con el estado supuestamente controlando como pide Zubizarreta, lo único que creció en nuestros puertos fue la evasión impositiva de empresas como la que él representa, robándole al estado y a todos los argentinos y argentinas y llegando según los cálculos más optimistas a 1/3 de la cosecha.

Lo que creció fue el narcotráfico por el Paraná y nuestros puertos como plataforma de exportación mundial de estupefacientes como vemos en los pocos cargamentos que se interceptan.

Y esto no se soluciona con el mismo sistema pero con más gente, sino tomando el control y la administración total de la vía navegable.

Como respuesta e intentando mimetizar sus intereses con los de los productores Don Luis vuelve a plantear que el río en manos privadas haría también ganar a TODOS LOS PRODUCTORES.

“Es que necesitamos una mejor infraestructura que nos permita cargar barcos más grandes generando una economía logística que va a redundar en el bolsillo del productor, porque cada dólar menos que logremos que tengan nuestro fletes hacia nuestros destinos somos un país que está alejado de los principales compradores. Va a ser un dólar más que va a recibir el bolsillo del productor con lo cual, nosotros lo que estamos planteando para ser muy claros, es que haya una obra de dragado y balizamiento controlada por el Estado Nacional y por las provincias pero replicar como dice el gobernador Omar Perotti las cosas que se hicieron bien y mantenerlas y no tratar de repartir de nuevo hay cosas que se hicieron bien desde los 90 y creo que estamos todos de acuerdo”, afirma.

Yo no sé si durante los 90 y las décadas siguientes el CEO de los franceses vivió en el mismo país que nosotros. Y si no fue así se ve que le contaron alguna historia medio cambiada.

Habría que contarle que con el modelo agroexportador y de control privado de los puertos y el Paraná de los 90, más precisamente a partir del 95 con la entrega del río, los que hicieron realmente grandes ganancias fue el puñado de agroexportadoras extranjeras que se fueron asentando a la vera del Paraná, y en todo caso el selecto grupo de grandes productores terratenientes asociados a ellos. Sino es inentendible la desaparición de más de 80 mil pequeños y medianos productores desde 2002 como arrojan los datos definitivos del Censo Agropecuario 2018, publicados recientemente. Desaparición que tuvo como contrapartida el aumento de escalas productivas y concentración de la producción y la tierra.

Y por supuesto para afirmar las barbaridades que dice tiene que apoyarse en la idea con la que machacan una y otra vez desde las usinas del poder como la UCI, el Concejo Agroindustrial ¿Argentino? o La Bolsa de Comercio de Rosario: tienen que ser privado porque Argentina no puede.

“Antes era el Estado quien hacía las obras y no las podía hacer porque no tenía recursos las dragas no funcionaban no tenían todo lo que ya sabemos entonces lo que nosotros desde nuestra cámara junto con otras instituciones venimos pidiendo es que haya un llamado a una licitación privada. Entonces esto no tiene nada que ver con la soberanía”, insiste el CEO de los franceses.

¿Qué no podía hacer la Argentina? ¿Dragar sus ríos?

Como tantas veces explicaron valiosísimos compañeros como Luciano Orellano y el capitán Feliciano Ramos se creó esa idea de que no tenemos cómo mantener el río para justificar este negocio privado, un negocio montado sobre el patrimonio intelectual público de 123 años de conocimiento del río. Un negocio que como hizo la belga Jan De Nul cuando se le adjudico la administración del Paraná se realizó con gran parte de las dragas nacionales. Tenemos las dragas, tenemos la flota, tenemos el conocimiento, tenemos la experiencia para recuperar el Paraná, no recibimos más espejitos de colores de un supuesto progreso que luego nunca derrama a cambio de entregar nuestro patrimonio.

Finalmente el señor de las exportadoras arremetió contra uno de los pocos buenos anuncios oficiales que vimos en los últimos tiempos en el tema: la realización del canal Magdalena.

Durante el comienzo del foro con las palabras de Alejandro Echevarne, director Nacional de Control de Puertos y Vías Navegables(en representación del Ministro de Transporte de Nación Diego Giuliano) llegaron los murmullos.

Y fue sobre un breve planteo final  que realizo sobre que “se estarían anunciando en poco tiempo el inicio de las obras para el Canal Magdalena”.

Varios de los oradores recogieron ese guante, pero Zubizarreta fue el más directo y el más tajante al respecto.

“Nadie está en contra que haya un segundo canal por supuesto que está buenísimo que haya dos o tres canales, lo que nosotros planteamos es que justamente en un país con recursos muy limitados hay que definir muy claramente las prioridades y nosotros creemos que el país no está hoy en condiciones y lo decimos así de hacer una inversión de 300 millones de dólares en un nuevo canal paralelo a uno existente cuando hay seguramente otras acciones para realizar y para gastar ese dinero y que tengan un retorno mucho más claro”, dijo sin tapujo el jefe de los puertos privados.

Así nomás, dejo expuesto el lugar que piensan que tienen (o que algunos sectores políticos les dan), el de decidir directamente las políticas públicas, los planes de inversión y la orientación al fin y al cabo de la política Argentina.

Y por si alguien del público seguía dudando finalizo su alocución explicando que “nuestro mensaje es claro, trabajemos en una licitación a riesgo empresario que nos traiga competencia que nos permita acceder al peaje más bajo posible”

O la política se orienta a los intereses nacionales y de las mayorías, o la seguirán orientando las oligarquías locales, los terratenientes y los monopolios extranjeros.

¿De verdad a esta altura alguien piensa la discusión de la administración del Paraná, nuestros puertos y recursos no tiene que ver con la soberanía?

 

(*) Germán Mangione. Periodista. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná y Soberanía Popular San Lorenzo.

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PUERTO SOBERANÍA TRABAJADORES

Histórica lucha de los portuarios de Rosario

Los dos últimos meses los trabajadores del puerto de Rosario protagonizaron una histórica lucha, con bloqueos y piquetes, frente a la intransigencia de los estafadores de Vicentin y los fascistas chilenos de Ultramar (ambas concesionarias del puerto en Terminal Puerto Rosario), y la inacción y complicidad del gobierno de Perotti y Javkin.

Frente a condiciones muy difíciles se conquistaron gran parte de los reclamos en este primer round de una lucha que esté en el centro de la política santafesina y puso de manifiesto la necesidad de reformular el manejo de los puertos públicos.

La lucha fue protagonizada por los trabajadores portuarios de Rosario, organizados primero en su gremio SUPA, y en una segunda etapa por los trabajadores que quedaron afuera del acuerdo firmado por el gremio, y los trabajadores contratados. Allí fue muy importante la solidaridad  de muchas organizaciones sociales, políticas y sindicales de la región.

El conflicto tuvo su punto de partida en la defensa de los puestos de trabajo y el incumplimiento por parte de la empresa de los acuerdos salariales, pero que también puso sobre la mesa la necesidad de rediscutir la concesión del puerto de la ciudad, uno de los más importantes de la cuenca del Plata, hoy en manos de empresas mafiosas como Vicentín y Ultramar.

Desde que se concesionó el Puerto de Rosario, que es patrimonio público de todos los santafesinos, TPR opera las terminales I y II donde trabajan unos 400 empleados fijos bajo convenio y otros 600 de rotación eventual. La empresa presiona desde unos años para reducir la cantidad de trabajadores, e imponer un sistema de tercerización de los eventuales que queden sin protección gremial.

A fines del año pasado escaló el conflicto con paros y amenazas de despidos, pero se llegó a un acuerdo. En agosto de este año la empresa suspendió el pago de los aumentos salariales comprometidos a los estibadores y el gremio, con gran protagonismo del conjunto de los trabajadores, comenzó con los bloqueos de los accesos a la terminal portuaria. La respuesta de la empresa fue la suspensión de 600 trabajadores.

La empresa alega problemas de costos y presiona a los estibadores para que acepten una baja de las asignaciones y cargas sociales como condición para pagar los acuerdos salariales. No es extraño viniendo de una empresa como Vicentin que estafó a miles de productores y al estado argentino, que quiera utilizar nuevamente las arcas del estado (que se perdería de recibir las cargas sociales) para financiar el aumento comprometido.

Según el mismo gremio en realidad lo que ocurre es que desde hace meses TPR buscaba generar un conflicto para presionar al gobierno provincial para que invierta el dinero que ellos no quieren invertir en los muelles (que se caen a pedazos) o que, a cambio de hacer las inversiones que ellos están obligados por contrato a hacer, les extiendan varias décadas la concesión.

Al Enapro (el organismo público/privado que administra el puerto) la empresa ya le debe 140 millones de pesos porque dejó de pagar el canon, y hace años que no paga el impuesto municipal del Drei, ni gestionó nunca el permiso municipal para funcionar.

En 2020 con el cambio de autoridades en el Enapro se cayeron los planes que la empresa había acordado con funcionarios anteriores como Angel Elías de que el estado se hiciese cargo de las mismas, en lo que hubiese sido una estafa mayor al estado.

La histórica lucha

Con asambleas masivas en las entradas del puerto, movilizaciones por la ciudad y sostenidos piquetes, los trabajadores y sus familias, dieron muestra de gran combatividad frente a la intransigencia y las provocaciones empresarias.

La semana pasada el gremio portuario (Sindicato Unido de Portuarios Argentinos (Supa)) firmó un acuerdo con la empresa Puerto Terminal Rosario (TPR) y el Ministerio de Trabajo de la Nación, que incluyó el aumento pedido más un bono de Navidad, el pago de salarios caídos y veinte reincorporaciones, de los 25 operarios que habían sido cesanteados. Para los 5 restantes se acordó el pago de indemnización y cobertura de la obra social por 6 meses.

Pero un sector de los trabajadores cuestionó el acuerdo y sostuvo los piquetes en la entrada del puerto, con el apoyo de gran parte de los trabajadores contratados del puerto y organizaciones sociales, políticas y sindicales.

A lo largo del conflicto llevaron su apoyo el diputado provincial Carlos del Frade, la ex diputada y presidenta del PTP Santa Fe Mercedes Meier, y el referente del Foro por la Recuperación del Paraná Luciano Orellano.

El conflicto fue escalando, y los trabajadores fueron recibidos por monseñor Emilio Cardarelli e integrantes de la Pastoral Social, del arzobispado de Rosario, que se comprometieron a interceder para destrabar el conflicto lo que auguraba cierta posibilidad de acuerdo, sin embargo este lunes el gobierno provincial ordenó una represión policial en un intento de liberar el ingreso al puerto, que tuvo como saldo trabajadores y familiares de los mismos heridos y la detención de 3 trabajadores portuarios, que luego de una gran movilización al Centro de Justicia Penal fueron liberados, pero a los que la justicia les inició causas penales.

El paro se dio en condiciones muy duras, y con una gran campaña de demonización y aislamiento por parte de los principales medios de comunicación y el lobby empresarial de la región,  y demostró una vez más la importancia estratégica del puerto de Rosario, que durante el conflicto tuvo más de 1000 contenedores inmovilizados y generó el reclamo del sector empresario que utiliza el puerto para sus exportaciones e importaciones, como General Motors o Acindar, por ejemplo.

Si bien no lograron todo lo que reclamaban el balance de los trabajadores es positivo por el sostenimiento de la lucha, que se dio con una gran unidad y porque lograron el ingreso de 20 de 25 de los cesanteados. Ahora la pelea sigue desde adentro del puerto.

Recuperar el puerto, recuperar soberanía.

El actual estado de la política portuaria fue delineado primigeniamente por la dictadura militar asociada al capital transnacional, consagrada y profundizada durante el menemismo. Por lo tanto sigue siendo una deuda pendiente desde el punto de vista de los intereses nacionales recuperar lo nuestro y empezar a poner en discusión el rol estratégico del sistema portuario, así como también el rol activo que el Estado provincial debe tener en el mismo. 

Desde hace meses el Foro por la recuperación del Paraná comenzó una convocatoria para recuperar el puerto de Rosario, que cuenta con la participación de un amplio abanico de referentes políticos y sindicales de Santa Fe.

“Es hora de que el pueblo pueda conocer el contrato de concesión y las condiciones en que se entregó el patrimonio público. Tenemos que recuperar los puertos de Santa Fe para el Estado, en el marco de la pelea por la recuperación de la soberanía portuaria y comercial”, afirmó en aquella oportunidad Luciano Orellano, referente del Foro.  En el mismo sentido el diputadoCarlos Del Frade planteó que “vamos por el final de la concesión de Vicentin en el puerto rosarino, por la nacionalización de los puertos y la recuperación del comercio exterior en defensa de las fuentes laborales y en contra del narcotráfico. El puerto de Rosario es nuestro”.

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