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Por las Escuelas Navales de Aprendices en la recuperación de nuestra “soberanía”

Por Oscar Verón, Capitán Fluvial Dragador (*)

El 26 de octubre de 1898 se creaba la Dirección General de Obras  Hidráulicas, dentro del Ministerio de Obras Públicas (MOP), en la zona ubicada en Dársena Sud del Puerto de Buenos Aires, luego célebremente conocida como Isla Demarchi.

Fue “objetivo” desde los años 90 y los gobiernos siguientes, para concretar allí ávidos planes de “negociados inmobiliarios”: prolongación del barrio de lujo Puerto Madero, el Polo de Medio de Audiovisuales, el barrio Santa María del Sur de la Empresa IRSA. Esto nos impulsó no solo a realizar la carrera como trabajadores, sino a transformarnos en “militantes”, en luchadores, defendiendo los bienes del Estado Nacional.

El 8 de noviembre de 1942 se creó la primera Escuela de Aprendices, que llevaba “la N° 1”, en un predio en Dársena Sud del Puerto de Buenos Aires, hoy conocida como Isla Demarchi. Posteriormente fueron creadas las Escuelas de Aprendices en Corrientes, Paraná, Rosario, Concepción del Uruguay, las cuales fueron “orgullo” en las provincias por su excelente capacitación en los más diversos oficios.

Creadas para que pudiesen acceder los hijos de las familias pobres, dado que incluían desayuno, almuerzo, merienda y un sueldito con aporte jubilatorio, contenían la especialidad de Talleres Navales (soldadura, electricidad, mecánica, carpintería de ribera, tornería,  matricería, y otras) y los cursos para personal embarcado podían ser de Cubierta o Máquinas.

En marzo de 1963, llegaba de la mano de mi viejo a un establecimiento que impresionaba, que abarcaba varios sectores. Con el “cagazo” que tenía no logré retener ningún nombre: ¡era la N° 1!

Mi Padre había descubierto esa Escuela porque había dejado su trabajo de Estibador Portuario, siendo empleado como chofer del Estado en la Universidad de Ingeniería. Mi Madre, “mujer trabajadora”, viajaba cuatro  horas, entre tres y cuatro veces a la semana, a limpiar casas de familias por unas magras monedas, feliz de que sus cuatro hijos varones y su hija pudieran estudiar para que no tuvieran que “burrear” como su Padre.

Acceder a la Escuela ¡era toda una odisea!

A las 8 de la mañana, desde la ribera del barrio de la Boca (frente a lo que era la Ítalo-Argentina), salía una “balsa”. Subir a esta era ingresar a un mundo fantástico. Su planchada tipo portalón, se levantaba cruzando el canal del Riachuelo mediante malacates (guinches), que traccionaban las cadenas lentamente atravesando el agua del canal hasta llegar a la orilla de enfrente. Para nosotros, los “noveles alumnos”, era propio de iniciar una aventura.

El perder la balsa, traía aparejados un par de problemas…

Una llegada tarde significaba una “sanción”. No era excusa que viviese en el Pueblo de Guernica, hoy ciudad de Presidente Perón, ni que me levantara a las 5,30 hs. de la mañana, ni que tomara desde mi casa un colectivo, el tren, y luego otro colectivo hasta la Boca para tomar la balsa. Ahí no quedaba otra que correr 35 cuadras para llegar a la Escuela, lo que no representaba un gran inconveniente ya que siendo joven servía para ejercitar las piernas, pero no salvaba la “llegada tarde”.

La Escuela era parte de un “mundo” en el cual reinaba el trabajo para el desarrollo de la industria naval.

Al primer año 1963 lo dividieron en cuatro grupos de 35 alumnos, por riguroso orden de inicial del apellido. Verón, me tocó 1ero 4ta. No nos conocíamos, así que, siguiendo el orden de las iniciales, me senté con un chico Zaccaro, con quien tengo buenos recuerdos de Compamigos. Los bancos y pupitres, rigurosamente de maderas, guardaban celosamente diversos grabados de alumnos que habían pasado por ellos. Duros, entrado el invierno el frío se hacía sentir. 

Desfilaron profesores varones, matemáticas, historia (la oficial), castellano, dibujo lineal, reglamentación y organización del taller, practica taller. En los años siguientes se agregaron materias como tecnología, nomenclatura naval. Cuando en 3er año elegí seguir “curso cubierta”, aparecieron legislación marítima, maniobras, navegación, natación y remo, prácticas abordo, topografía. En 4to año nos incorporaron hidrografía, cartografía, arquitectura naval, meteorología.

El comedor escolar era el mismo que utilizaban los trabajadores del Ministerio. El primer turno era el nuestro, unos 300 alumnos, contabilizando todos los años. Los de 4to año hacían el triste papel de “controladores”; era un jolgorio, como los recreos. Lo ideal nunca existió: las cargadas, la discriminación, el bullying, fueron un lugar común. Por venir de lejos, era el indio y “¿cómo están las tolderías?”, era una constante.

Las prácticas en el taller de la Escuela determinaron mi carrera. Limar, tornear, desarmar un motor, carpintería, no era lo mío. Cuando me interioricé de que era el “capitán” quien mandaba en un barco, no dudé: era mi profesión. 

Las prácticas se realizaban a bordo de las Embarcaciones del Ministerio y los talleres, acorde con la especialidad que opcionaran los alumnos, donde se contabilizaban más de 10.000 trabajadores. Aprendíamos de los que operaban en el sector de fundición que, a puro fuego y fragua, creaban hélices, anclas, cadenas, tracas, varengas, trancaniles, entre tantos elementos que se generan en la industria naval. Soldadores a quienes su protección les daba aspecto de astronautas, unían y devastaban materiales generando vida. Así la electrónica naval, matriceros, carpinteros (lindo oficio).

Los Embarcados subíamos a distintos buques, remolcadores, lanchas batimétricas, balizadores, dragas. Los de máquinas a su sector, en mi caso a practicar con las cartas náuticas, el compás (la rosa de los vientos, dicho en romance), sacar rumbos y azimuts, timonear, manejar la sonda ecógrafo y la de mano, a leer sus marcas, a maniobrar para zarpar una boya averiada, a mantener los canales de navegación, a tener presente la comunicación radial y de señales internacionales.

Lo que llamó mi atención fue que de 125 alumnos que habíamos empezado, en mi último año (1967) contando los de máquinas, cubiertas y taller, no llegábamos a 40, con algunos que repetían.

A los 18 años ingresamos al Estado nacional en planta permanente, muchos se iban a trabajar en la actividad privada, su capacitación era muy reconocida en los Astilleros que poblaban las riberas, como Astillero Alianza (construyó la Draga 256-C Capitán Núñez), Astilleros Mestrina, construyeron la Draga 32-C, 33-C y 34-C), como así también varios Talleres navales. La escuela les dotaba de herramientas en el conocimiento, para emprender una vida “digna”.

Para los egresados de Embarcados de Cubierta, era difícil conseguir conchabo, se volvía indispensable la experiencia para darte el comando de un buque. Mi egreso fue como Patrón menor sin cargo. Previo exámenes, psicofísicos, teóricos técnicos, tiempo de singladuras, pasé al de Patrón de 3era, así al de 2da, al de 1era, y con 29 años llegué a Capitán.

En los años 90, el menemismo ayudó a lavarle la cara a la dictadura. Primero hizo desaparecer las Escuelas de Aprendices, las transformó en Escuela exclusiva de Embarcados, luego las puso en manos de la Armada con el nombre Escuela Nacional de Cabotaje. Después siguió degradándola, la cambió a Escuela Nacional Fluvial, lo que significaba que los egresados navegaban exclusivamente en los ríos, siendo que antes era entre cabos por todo el mar argentino. El peor y “asesino” golpe fue trasladarla a la Escuela Mecánica de la Armada: los milicos estimaron que, llevando las escuelas a ese lugar, lavarían la cara de ese sitio de “exterminio”. Con Néstor Kirchner se logró revertir esa decisión y la Escuela volvió a funcionar en la Isla Demarchi.

Es para destacar que los egresados de Cubierta de esta Escuela, que llegaron a Capitanes, han sido y son los mejores Baqueanos y Prácticos de Ríos, altamente reconocidos por su pericia para navegar y maniobrar en los más diversos puertos, con los buques tipo Panamax y similares.

Hoy la Escuela Nacional Fluvial, depende exclusivamente de la Armada Argentina, decisión errónea porque la Armada “EDUCA” civiles. Ha dejado de ser para los chicos y chicas de las familias pobres, ahora les exigen tener el secundario. O sea, ser Capitán o Jefe de Máquinas Navales, pasó a integrar el grupo de títulos privilegiados para la elite.

Han distorsionado totalmente el origen de su creación.

¡Tenemos la obligación moral de rescatar su esencia!

(*) Oscar Verón. Capitán Fluvial Dragador. Miembro de la Mesa Coordinadora por la defensa de la Soberanía Nacional sobre el río Paraná y el Canal Magdalena. Delegado Gral. ATE Vías Navegables. CTA-A

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ECONOMIA SOBERANÍA

Dólar soja II ¿Y la soberanía monetaria?

Por Germán Mangione (*)

Este lunes se oficializó un nuevo tramo del “Dólar Soja” que otorga a los exportadores un precio preferencial de dólar para la exportación de la oleaginosa, que los grandes productores todavía guardan en los silos. Con esta medida del gobierno se vuelve a instalar la lógica de la extorsión y se pulveriza cualquier posibilidad de decisión soberana sobre nuestro comercio y nuestra moneda. 

El formalmente llamado “Programa de Incremento Exportador” regirá desde este lunes 28 de noviembre hasta el viernes 30 de diciembre un tipo de cambio diferencial para que los productores vendan los granos que aún conservan en sus silos, mediante el cual los agroexportadores recibirán $230 por cada dólar230 vs los 165 de la cotización oficial. 

Los sectores concentrados de la producción y la exportación (porque los productores medios y pequeño no tienen espalda para guardar el cereal y especular) retienen la producción (se calcula que todavía retienen granos por más de U$s 5000 millones) presionando por una devaluación o una mejora del precio del dólar pagado por el estado que les genere mayores ganancias.

Lo demostraron durante septiembre durante la primera aplicación del dólar soja, cuando se comercializaron unas 14 millones de toneladas de producto y se liquidaron divisas por u$s8.123 millones de dólares, a instancias de un tipo de cambio diferencial de 200 pesos por dólar, cuando el oficial estaba a 153 pesos.

Es que en lo que va de noviembre el sector había ingresado menos de u$s1.000 millones con una liquidación diaria promedio de apenas u$s50 millones. Probaron su poder de fuego y ahora lo volvieron a utilizar.

¿Soberanía monetaria?

La soberanía monetaria según las definiciones académicas es el derecho exclusivo del Estado de emitir billetes de curso legal, modificar su valor en relación a otros activos (la tasa de interés) y otras monedas (el tipo de cambio), y regular su uso. La mayoría de las economías tienen moneda propia, y este esquema se ha sostenido y fortalecido con el tiempo. 

Y en la práctica es la posibilidad de decidir sobre el sistema financiero y monetario en pos del beneficio y la felicidad de la mayoría de nuestro pueblo, organizando la economía para mejorar sus condiciones de vida.

En los hechos un grupo de monopolios exportadores, en su mayoría extranjeros, y un reducido grupo de terratenientes definen en su propio beneficioel valor del dólar y por tanto del peso argentino, trasladando además los altos precios de las materias primas al mercado interno impulsando a la alza la insostenible inflación que sufrimos.

Esto es posible porque el comercio exterior argentino, principal fuente de ingreso de divisas, está en manos extranjeras. En el año 2021, Cargill(EEUU) terminó siendo el principal exportador de granos de Argentina, (12,9 % del total), en el segundo puesto del ranking de exportadores se ubicó el holding estatal chinoChina NationalCereals, Oil&Foodstuffs (Cofco)  con 14,4 millones de toneladas (12,3 % del total), apenas por debajo, en el tercer puesto del ranking se encuentra Viterra, (ex Glencore, socio de la estafa de Vicentin a los productores y el estado) exportando 14,35 Mt (12,3 % del total). Le siguen las yanquis ADM, Bunge y la europea Louis Dreyfus.

Estas empresas se nuclean en la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) con quien el gobierno acordó este nuevo plan soja con la promesa de la liquidación de U$s 3000 antes de fin de año para recomponer las escasas reservas del Banco Central de la Argentina.

Son las mismas empresas que se concentran en la dirección de la Bolsa de Comercio de Rosario, uno de los principales órganos de poder de la Argentina, que influye y define sobre las políticas públicas, la inversión y hasta la construcción de las leyes.Este mes se renovaron autoridades de la institución y se incorporaron Martín Spino (Cofco) y Pablo Cechi (AFA), sumándose a otros miembros representantes de los exportadores como Mario Sampaolesi(Dreyfus) y Gerardo Calace (Glencore).

No solo consiguieron que Sergio Massa les de un dólar diferencial financiado por el estado, sino que además consiguieron la vuelta del diferencial en las retenciones para el aceite y la harina. Actualmente pagan 33% al igual que el poroto, pero volverán a tributar el 31%.

Y por supuesto los exportadores no se conforman con estas ganancias sino que siempre van por todo, como queda claro en el comunicado público de CIARA en el que piden la eliminación de retenciones y un dólar más alto de forma permanente.

Parche sobre parche

Esta medida lejos de atacar los problemas de fondo que generan la inflación y el aumento del dólar vuelve a intentar poner un parche al puente para llegar al año electoral con cierta estabilidad.Incluso en el mismo decreto advierte que la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca tiene el poder de “ampliar de manera extraordinaria y excepcional los plazos de cumplido de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE)”. Les avisa a los exportadores y terratenientes que si necesitan puede ser que se extienda. Solo tienen que presionar no liquidando.

Esta medida se da en el marco de que se cumplen 3 años desde que la empresa Vicentín estafó a cientos de productores y al estado argentino con el famoso “strees financiero” que no fue otra cosa que el vaciamiento de la empresa en pos de la timba financiera propiciada por el macrismocomplice de la estafa.

Es importante recorrer la historia del caso Vicentin para pensar el problema de nuestra soberanía comercial y monetaria. No solo porque con este caso quedo sobre la mesa el entretejido de delitos que hoy organiza la mayoría de nuestro comercio exterior fugando millones de dólares al exterior (subfacturación, triangulación, paraísos fiscales, falta de controles), sino porque también poner de manifiesto la falta de voluntad del gobierno de avanzar en resolver los problemas que están por detrás de los parches.

Con la participación estatal en Vicentin, en cualquiera de sus formas, la Argentina no solo recuperaría el control de una porción del ingreso de dólares (Vicentín era la 6º exportadora cuando declaró el stress financiero, y hoy su cuota de mercado se la quedaron las multinacionales), sino que hubiese permitido tener una referencia estatal que permita desbaratar parte de las maniobras que hoy le impiden el acceso de dólares a nuestras reservas

Argentina necesita tener el control de su riqueza, administrar su riqueza, organizar su riqueza y poder planificar la Argentina, y para eso necesita tener el control del comercio, recuperar su soberanía comercial para poder recuperar su soberanía monetaria y a partir de ahí podemos plantear otra Argentina.

(*) Germán Mangione. Periodista. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná.

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RIO PARANÁ SOBERANÍA

Magdalena, Maradona y geopolítica

Por Mempo Giardinelli. (*)

La alegría por la victoria futbolera ante la selección mexicana, no lleva a esta columna a desvincular ese episodio deportivo de la tragedia económica que vive este país, cuyo desvalijamiento final planificado empezó con el gobierno macrista. Y cuyo mazazo legalizador se inició con el decreto 949/20, para esta columna firmado no casualmente el mismo día y a las mismas horas en que toda la Argentina lloraba la muerte de Diego Armando Maradona.

La distracción y desinformación respecto del contenido cipayo de tal decreto era por entonces total. Y la realidad fluvial y marítima de esta República en ese momento era tan absoluta como ignorada.

Hoy, en cambio, nadie podría asegurar que se trata de un contemporáneo modus operandi ministerial pero aquella “coincidencia” embona perfectamente con la exageración textual de ese ministerio. El mismo pasado viernes 25, desde argentina.gob.ar se anunció pomposamente: “Histórico: luego de negociaciones, el Ministerio de Transporte logró que un importante balizamiento en Río Uruguay se realice con balizador y tripulación argentina. El ministro Alexis Guerrera firmó el convenio específico de cooperación con la Comisión Administradora del Río Uruguay que oficializa el balizamiento en un importante tramo del río a través del balizador-562 B, que pertenece a la Dirección Nacional de Vías Navegables, y que se llevará adelante con tripulación argentina, impulsando la industria y mano de obra nacional”.

Para quienes algo conocen de ríos, puertos y navíos, la exageración y el yerro son evidentes porque saben que el balizador 562-B es un viejo buque de poco calado que se entregó hace un cuarto de siglo a la entonces flamante Hidrovía SA, con destino a la parte que manejaba la empresa Emepa SA y fue destinado a la señalización en aguas de resguardo, dada su antigüedad”.

Ahora, muchos años después, este navío fue “recepcionado por el hasta hace poco Subsecretario Leonardo Cabrera –puntualizó a esta columna el veterano capitán Oscar Verón– sin que se cumplieran las condiciones fijadas por el pliego de concesión, que exigía que los buques a préstamo debían estar en óptimas condiciones de navegabilidad y operatividad, lo que significa con documentación otorgada mediante inspección de la Prefectura Naval Argentina”.

De donde “la verdad –sintetiza Verón– habrá sido que el 562-B ya no le importaba a Emepa porque toda embarcación necesita los certificados habilitantes expedidos por Prefectura, y el 562-B parece haber sido recepcionado en tiempo récord y sin mediar una comisión de especialistas en la materia, dado que todos los certificados –de máquinas, fondeo y gobierno, de posición y del casco– se vencían a los dos meses. Por eso cuando pedimos una reunión para plantear esto se nos respondió que la intención era que por lo menos un sector de balizamiento del río Uruguay lo hiciese el Estado. Lo que era una excusa propagandística que no justificaba que la Nación se hiciera cargo”.

Lo cierto es que hay muchas embarcaciones del Estado Nacional absolutamente recuperables y que cumplirían con todos los acuerdos de dragado, señalización y estudios batimétricos desde Puerto San Martín al Norte, y que fueron acordados por los gobernadores ribereños en su última reunión.

Como sea, en todo lo que atañe a ríos, puertos y flotas siempre hay, como en el Hamlet de William Shakespeare, algunos feos olores. Por eso fue sospechoso que justo el día de la Marina Mercante (ese mismo 25 de noviembre), se firmó un convenio entre el Ministerio de Transporte y la Comisión Administradora del Río Uruguay, con detalles del balizamiento que realizará el gobierno argentino en 135 boyas en el río Uruguay y que, se dice, “afianza la soberanía nacional, genera nuevos puestos de trabajo y potencia al sector” porque pone “tripulación y balizador nacional para el balizamiento de la zona compartida del Río Uruguay”. Lo que suena exagerado sobre todo porque en las costas de ese río es vox pópuli que la navegación será fundamental para que Brasil exporte su soja al mundo saliendo por el Río de la Plata, con cero beneficio para la Argentina.

La declaración ministerial concluye que “es importante remarcar que, tanto el ministerio de Transporte a cargo de Alexis Guerrera como la Comisión Administradora del Río Uruguay, pondrán a disposición sus equipos técnicos para ejecutar medidas y acciones conjuntas que incluyen programas y proyectos de cooperación y coordinación que favorezcan la navegación, el comercio, y las economías regionales”. Nada de lo cual delinea un proyecto importante para el pueblo argentino ni su economía y mucho menos para la Soberanía Nacional.

Claro que también así se generan entusiasmos honrados –algunos superficiales, inclusive– por parte de gobernadores estimables y respetados, cuyo optimismo quizás merecería más prudentes reticencias: “El Consejo apoya además la concreción de la estratégica obra del Canal Magdalena, a la que considera una cuestión de soberanía nacional” tuiteó el ministro Guerrera. Y también que se resolvió que el cobro del peaje así como la contratación de las obras de mantenimiento y ampliación queden en manos del Ente Federal. Y también que estas obras incluyen la mejora del acceso a los puertos situados de Santa Fe al norte, en el alto Paraná y el Paraguay. Y también que se decidió promover la creación de una flota mercante nacional y la revisión del tratado internacional.

Anuncios todos que –es habitual en la Argentina– en los hechos suelen ser diferentes y/o fáciles de esquivar. Baste recordar que el próximo 22 de diciembre vence la concesión del Puerto de Punta Loyola, Provincia de Santa Cruz, cuya recuperación sería vital para reactivar industrias en toda la Patagonia. No obstante no parece figurar en agenda alguna, y quizás porque según reiteradas denuncias Punta Loyola es un puente de abastecimiento a las Islas Malvinas, lo que además de estar prohibido por leyes provinciales como la llamada “Ley Gaucho Rivero”, implica una clara traición a la Patria y a la memoria de cientos de combatientes muertos en aquella maldita guerra.

Lo cierto es que hoy en materia de Soberanía se visualiza una Argentina signada por la sistemática entrega del patrimonio nacional. Y ahora mismo es feo constatar que desde la muerte de Maradona y hasta la alegría futbolera del sábado pasado se avanzó, inesperadamente y a paso redoblado, hacia la rifa total de la soberanía sobre el riquísimo patrimonio con que la naturaleza prodigó a esta república.

Quizás por eso este fin de semana resultó conmovedora la nota escrita por un veterano marino civil –el capitán Feliciano Ramos– en la que muestra con contundencia cómo se pensaba la Argentina fluvial y de ultramar en tiempos del tantas veces gorilamente execrado Juan Domingo Perón, insuperado gestor de aquella patria que entre 1945 y 1955 canceló el hambre en este país y aseguró vivienda, salud, educación y seguridad social para millones de compatriotas.

Una Argentina que hoy mismo podría garantizar lo que Martín Ayerbe –joven dirigente político y sindical de Astilleros Río Santiago, el más grande del país– sintetizó con gracia y severidad en un volante el mismo día del golazo de Messi, que podría cambiar el rumbo futbolero de los próximos días: “Nos hacen falta 118 buques graneleros, 39 petroleros, 14 portacontenedores, 2.400 barcazas y 840 pesqueros de altura. Esto lo puede hacer nuestro astillero y nos aseguraría 35 años de trabajo para más de 145.000 empleos”. Nada menos.

 

(*) Mempo Giardinelli. Escritor, periodista. Miembro de la Mesa Coordinadora de Defensa de la Soberanía Nacional sobre el Río Paraná y el Canal Magdalena

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SOBERANÍA VIAS NAVEGABLES

Repudiamos totalmente el “regalo” y desalojo del predio de la DNVN Paraná

Por Feliciano Ramos (*)

El predio del Estado Nacional de la Dirección Nacional de Vías Navegables de la   ciudad de Paraná (Entre Ríos) ha sido “regalado” al municipio de esa ciudad.

En un principio, las autoridades de dicha ciudad mostraron su verdadero interés de  convertirlo en otro “Puerto Madero”… Ahora dicen que van a convertirlo en un “paseo”,  etc.

Poco importan los fines, lo que importa es el hecho.

El hecho es que esto fue votado y aprobado en el Congreso Nacional, con media sanción  en Diputados, sin tomar en cuenta que es un predio dedicado a la producción, al trabajo,  un predio donde hay trabajadores que concurren a sus oficinas, talleres y embarcaciones.  Y donde hay familias enteras que dependen de esos trabajadores.

Por eso yo pregunto: ¿cada diputado o senador tuvo en cuenta todo esto a la hora de  votar?

El hecho, bastante común lamentablemente en el poder político, de andar cediendo  “gratuitamente” predios de la nación (o sea del todo el pueblo argentino) a las ciudades  y ellas a privados, ha dado y seguirá dando olor nauseabundo, porque todos terminan en  construcciones inmobiliarias tipo “Puerto Madero”. Ningún trabajador, ni persona de  clase media, puede adquirir ni mantener esos pisos que valen millones en dólares.   Despojan a los trabajadores y sus familias de un predio “por y para los ricos”, y si no se  va a hacer ningún emprendimiento ¿por qué no dejarlo?, ¿por qué no reactivarlo?  ¡Claro!,  de eso no se ocupa el honorable Congreso.

¡Este es un hecho aberrante que repudiamos absolutamente! Lástima que sea el  Congreso el que despoje a sus trabajadores de su lugar, de su herramienta de trabajo.  Todos los argentinos y argentinas debemos seguir atentamente lo que se vota y decreta,    cuando estamos distraídos por el Mundial, como fue por ejemplo en el año 2020: ante  “la muerte de un ídolo + población distraída = Decreto 949”.

Debemos estar alertas de estas maniobras que enajenan una propiedad que es “de todos  los argentinos y argentinas”. Ellos no son dueños de esas propiedades ¡sino el pueblo!, y  el pueblo argentino no los votó para que “regalen” predios, sino para que protejan los  intereses de la nación, ¡que son los del pueblo!

Ya bastante perjudicial y sospechoso es dejar los predios, oficinas, galpones, muelles y  buques de la Dirección Nacional de Vías Navegables sin el más mínimo mantenimiento,  totalmente abandonados, como a sus propios trabajadores, por un lado, y por otro brindarles buques, muelles, galpones, y oficinas, “gratuitamente” a Jan de Nul y Emepa.  Además de “mantenerlos” a estos “privados, ocupas del Estado”, es el mismo Estado el  que les paga y les renueva, o hace nuevas concesiones. A esto no lo hace ningún país  serio.

Ninguna reactivación de la DNVN… ¡Todas son malas para sus trabajadores, lugares de  trabajo, y herramientas!

Ahora, el Congreso pierde su valioso tiempo en “desalojarlos”, luego de cumplir 124  años de existencia laboral en el mismo. Ya lo intentaron con el distrito Corrientes,   donde ¡oh casualidad!, la ciudad quería hacer un emprendimiento inmobiliario como  “Puerto Madero”. Solo la lucha de sus trabajadores, la firme oposición y pelea de ellos y  sus familias, lo impidieron.

Otra vez vuelven a la carga los que quieren destruir, aniquilar, desarmar el potencial  operativo que tiene el país. Lo hicieron con ELMA, Flota Fluvial del Estado, con  Ferrocarriles Argentinos, con Altos Hornos Zapla, toda la siderurgia nacional de acero y  aluminio, con la minería en YCF, etc. etc. Y lo quieren hacer con la Dirección Nacional  de Vías Navegables y con los astilleros como Río Santiago, etc. etc.

¡Todo el poder político en contra de unos trabajadores de la DNVN que trabajan y  sobreviven con el magro sueldo, el abandono y el olvido estatal! Ahora el Congreso les   saca su predio, su lugar de trabajo, su oficina, su galpón, su embarcación, que a duras  penas pueden sostener, muchas veces poniendo plata de sus propios bolsillos para  reparar algo o comprar una correa que se rompió. Porque el Estado, desde hace décadas,   ¡ni un litro de pintura les da para pintar su barco! Después los critican porque están  oxidados,  pero no fueron a la sala de máquinas ni al interior de los buques a ver si  adentro están oxidados…

Si hay buques abandonados es por falta de personal, porque para los escritorios de los  ministerios de Economía, Transporte, etc., ¡sobra gente! Pero para la parte operativa del  Estado, como la DNVN, escasea personal, y mucho. ¿Casualidad? ¡Nooooo! 

Por todas estas acciones a las que nos tiene acostumbrados la política, que más parecen  negociados espurios que decisiones políticas basadas en la conveniencia del pueblo  argentino, no oponemos rotundamente y ¡repudiamos públicamente y totalmente  este despojo!

Como no nos mueve solo la crítica, proponemos que en lugar de enajenar tierras y  herramientas productivas del Estado, aunque estén deliberadamente abandonadas, se  dediquen a legislar para el trabajo y el desarrollo productivo e industrial del país que  generaría mucho empleo, para bajar los niveles de droga y delincuencia en el país, para  iniciar una marina mercante fluvial y de ultramar, para reactivar la Dirección Nacional  de Vías Navegables, y el astillero Río Santiago.

Como ven, hay mucho que hacer por el bien del país. Porque para su mal ya se hizo  bastante. ¡Paren con el daño!

(*) Capitán Fluvial – Integrante del Foro por la Recuperación del Paraná   

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SOBERANÍA VIAS NAVEGABLES

Avanza la entrega del patrimonio público nacional

Por Foro por la Recuperación del Paraná.

Media sanción a una ley que regala un predio estratégico perteneciente al pueblo argentino y  beneficia directa e indirectamente a las multinacionales que nos saquean por el río Paraná.

Hace algunos meses desde el Foro por la recuperación del Paraná venimos alertando sobre el proyecto de ley impulsado por el intendente de la ciudad de Paraná que cede los terrenos de la Dirección de Vías Navegables delegación Paraná Medio (pertenecientes al Estado nacional) al municipio entrerriano.

Como afirmamos en notas anteriores el objetivo de impulsar emprendimientos inmobiliarios y gastronómicos en los terrenos que ocupa esta delegación se integran a la lógica de desguace y vaciamiento de una repartición con 100 años de historia que supo hacer flamear la bandera Argentina sobre nuestro majestuoso río. Principal vía de comercio de América del Sur por donde ingresan el 70% de los dólares a nuestro país, que fuera privatizado y extranjerizado en los años 90 pero que aun sigue en pie.

Advertencia: a continuación verán escenas de menemismo explicito

Artículo 1o.- Transfiérase a título gratuito a favor de la Municipalidad de Paraná, Provincia de Entre Ríos el dominio del terreno ubicado en la calle Santiago de Liniers N°395, de la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, denominado “Delegación Paraná Medio”

Artículo 2: La transferencia dispuesta en el Art. 1 se efectúa con cargo a que la beneficiaria realice tareas de regeneración e integración urbana del predio en el marco del Plan Maestro Integral del Área Costera de Paraná

Artículo 3: El Municipio destinará para el uso de la Dirección Nacional de Vías Navegables (Delegación Paraná Medio) un área para el desarrollo de sus actividades específicas

El intendente de Paraná señala como ejemplo lo que sucedió en la ciudad de Santa fe donde el puerto, luego de ser transferido a la provincia y ser desguazado en beneficio de los puertos de bandera extranjera, fue destinado a un paseo de compras, un hotel y un casino. ¿Eso es lo que quieren hacer? ¿Qué futuro hay para los jóvenes que se reciben en la escuela Nº 100 Puerto Nuevo cuyo objetivo histórico fue el de formar a los futuros trabajadores de la delegación? ¿Esa es la voluntad del gobierno nacional sobre el destino de su flota?

Como no se puede tapar el sol con la mano y ante los sucesivos cuestionamientos y evidencias concretas de que la DVN Paraná Medio aun puede cumplir funciones, quienes llevan adelante el proyecto tuvieron que “ceder” algunos espacios a vías navegables empujando la idea de que de esta manera se mantienen vivos los objetivos de la delegación. Una Mentira que cae por su propio peso al no existir ningún programa que financie la puesta en funciones, hecho que ocurre hace 30 años y viene garantizando una muerte lenta pero segura.

Pese a la lucha de los trabajadores y el sindicato de Dragado y Balizamiento de Paraná, que desde hace años enfrentan la desinversión y el abandono del Ministerio de Transporte, queda claro que el lobby que operó durante el menemismo para que “nada de lo que deba ser estatal permanezca en manos del estado” sigue vivito y coleando.

Festejan Jan De Null y la Bolsa de Comercio de Rosario

Qué mejor noticia para el monopolio belga y las cerealeras multinacionales que se han apropiado de nuestro comercio exterior que la media sanción de una ley para terminar de liquidar una delegación que podría hacer el trabajo de dragado y balizamiento con la estructura del Estado poniendo un ojo en lo que sucede en nuestro Paraná. ¿NO?

Festejan los ladrones de guante blanco del narcotráfico. Festejan las  que evaden impuestos y subfacturan exportaciones. Festejan las navieras internacionales que se quedaron con el flete de los 5000 buques que destruyen nuestro río con profundos calados  para llevarse nuestras riquezas.   

Quieren hacerle creer a la sociedad que  los trabajadores solo piden un pedazo de terreno y unos galpones para ocultar que el objetivo de fondo es terminar de hundir la draga 402 C Entre Ríos, los remolcadores 283, 286, 278, 290  junto a mas de 80.000 m2 y cientos de planos y material científico que bajo la tutela del Estado nacional supieron ser un enclave de la soberanía sobre nuestro río Paraná. Hundir cualquier posibilidad concreta de que la ciudad entrerriana vuelva a cumplir su rol de centinela de la patria custodiando bajo las tareas de dragado y balizamiento nuestras aguas. Enterrar para siempre el proyecto de una dirección que vuelva a ser epicentro de miles de jóvenes con trabajo genuino y de calidad como cuando funcionaba a pleno su astillero reparando y construyendo embarcaciones. 

Como un deja vú los años 90 vuelven a nosotros en cada párrafo del proyecto de ley rememorando lo que sucediera con la entrega y posterior vaciamiento de los puertos públicos nacionales. ¿Quien en su más sano juicio cedería a la órbita de un municipio semejante delegación con capacidades únicas, con embarcaciones a flote y con la posibilidad cierta y demostrada de realizar los trabajaos que hoy realiza un empresa extranjera pero hasta 5 veces más baratos?

“Toda nación que deja hacer por otras una navegación que podría emprender por ella misma, disminuye sus fuerzas reales y relativas a favor de sus rivales

Manuel Belgrano

No caben muchos más argumentos, solo apelar a los sentimientos patrióticos y a los sueños de una Argentina  justa libre y soberana que esperamos aniden en los corazones de los senadores y senadoras que ahora tienen en sus manos la posibilidad de revertir esta realidad.

Con la esperanza puesta en los trabajadores y en nuestra flota nacional repetimos NO A LA ENTREGA DE LA DIRECCION DE VIAS NAVEGABLES PARANA MEDIO. Maltratada y ultrajada nuestra bandera aun flamea sobre nuestro Paraná.

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EDUCACIÓN SOBERANÍA

Escuela de Aprendices o Escuela Nacional Fluvial, una forma distinta de estudiar

Por Feliciano Ramos (Capitán Fluvial dragador) (*)

Terminados mis estudios primarios, y porque entré a la primaria con cinco años, me tocó ingresar a la Escuela de Aprendices Nº 2 Rosario a los doce años de edad.

En pocos días me fui dando cuenta de que esta era una escuela distinta a todas las escuelas secundarias. La construcción misma era distinta, y su estructura edilicia y su estructura educativa. Su construcción baja en bloques, hoy se llama construcción en seco.

Ubicada en 27 de Febrero y Avenida Belgrano, dentro del Puerto de Rosario, y en propiedades anexas a  la Dirección Nacional de Vías Navegables (DNVN), era una escuela que fue seguramente construida por los mismos trabajadores del Ministerio de Obras Publicas (MOP), hoy DNVN. Se notaba en su edificio y en los mismos muebles escolares: largos bancos de maderas y largos escritorios escolares donde podían cómodamente ubicarse tres alumnos.

Patio Escuela de Aprendices Nº 2 –  4to año Maquinas, año 1969, “mi curso”

¡Nada de camisas, ni chombas con el emblema del colegio, ni sacos! En esta escuela se concurría con camisa (celeste o blanca), corbata azul y pantalón vaquero (u otro cualquiera) pero encima siempre un mameluco gris, color que te acompañaría durante toda la vida laboral en la DNVN.

El principal motivo por el cual los alumnos ingresaban a esta escuela era el económico, porque en la Escuela de Aprendices Nº 2 te pagaban. Sí, cobrabas un sueldito, un sueldito que en mi caso me servía para el colectivo, material de estudio y alguna cosita más. No era mucho en valor monetario, pero era trascendente y apreciable para un estudiante de bajos recursos y vital para los de nulos recursos. Por eso la gran mayoría de los alumnos eran hijos de trabajadores de la DNVN o hijos de pobres, quienes sin esa posibilidad que les brindaba la escuela, probablemente no ingresarían a ningún establecimiento de estudios secundarios.

El horario se extendía desde las 7 hs de la mañana hasta las 17,30 hs de la tarde. Por este motivo, anexo a la escuela funcionaba un comedor gratuito donde se almorzaba muy bien, otro valor importantísimo para un estudiante de pocos recursos económicos. Los alumnos almorzábamos después de que se retiraban del inmenso comedor los trabajadores terrestres del MOP, hoy DNVN. Era hermoso ver la marea humana de trabajadores yendo apurados al comedor, que ocupaban toda la calle del puerto (como una manifestación de hoy).

La misión de la escuela era preparar alumnos en las especialidades de a bordo de tripulantes de Máquinas, de Cubierta, y en las especialidades técnicas terrestres como carpintería, herrería-calderería, calderas y motores, electricidad, confección de planos,  etc. En las especialidades de a bordo egresabas con el título de Conductor de máquinas navales de 500 caballos Indicados y de patrón menor en cubierta (hoy Conductores de máquinas navales y oficiales fluviales respectivamente).

Por lo general en horas de mañana cursabas las materias de estudio y a la tarde concurrías a los talleres de la propia escuela: carpintería en 1er año, herrería en 2do año, y los años superiores hacías la práctica en talleres y barcos de la DNVN.

Podría escribir mucho de la materias y la vida escolar, pero mucho más importante es relatar todo lo que representaba poder estudiar, prepararte tu futuro, un futuro laboral ya sea en los buques, talleres y oficinas técnicas de la hoy DNVN, o de la inmensa oferta laboral  que había en ese entonces, ya sea en ELMA, La Flota Fluvial del Estado, o en los buques tanques de YPF, etc.

No se le negaba el futuro al pobre. Recuerdo que un alumno, luego compañero en la DNVN, mencionó varias veces que gracias a la Escuela de Aprendices conoció el pan, nunca antes había comido pan y lo comió por primera vez en el comedor de la escuela. Con el testimonio de este compañero se resume y abarca todo, desde el ejemplo de estar todo el día en la escuela, estudiar, almorzar, trabajar, aprender y hacer gimnasia, sin tener tiempo para nada más que tu futura formación profesional, que era cierta y la percibías. Era un futuro laboral que hoy no lo tiene ningún estudiante de secundario ni  universitario. Las cosas buenas en el país se fueron destruyendo sistemáticamente y la Escuela de Aprendices Nº 2 no fue la excepción.

No solo había en Rosario escuela de aprendices, sino también en Paraná, Corrientes, Concepción del Uruguay, y en la ciudad de Buenos Aires, la que está hoy en manos de la Armada con el mismo nombre, la Escuela Nacional Fluvial. Ignoro si también en Bahía Blanca y Quequén había escuela de aprendices, presumo que sí, en cada distrito de la DNVN había una escuela de formación profesional.

No sé qué matrícula tenía el colegio, pero los cursos estaban llenos en los primeros años y luego se iban dividiendo en especialidades, haciéndose grupos mas chicos, como se aprecia en la foto de arriba, de mi curso 4to año Máquinas, y en la foto de más abajo de un curso en los primeros años.

Tengo los mejores recuerdos de ese humilde y gran establecimiento escolar, pero si hay algo que siempre tengo presente entre esos recuerdos, es la “máxima” escrita en el cartelito sobre la puerta por la que entrabas del patio de los recreos a las aulas, que en la primera foto de mi curso puede observarse. Y en ese cartel, que no podías dejar de ver al entrar al aula después de la formación para izar la bandera argentina y de los recreos, decía: “Serás lo que debes ser y si no, no serás nada”. Un gran mensaje para un joven aprendiz, pero también para toda una nación.

 

(*) Feliciano Ramos.  Capitán Fluvial. Ex Alumno Escuela de Aprendices Nº2 – Rosario. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná

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RIO PARANÁ SOBERANÍA

Llamando “Privatización” a “La Entrega”

Por Feliciano Ramos (Capitán Fluvial Dragador)

En un Portal Económico se lee “el Gobierno nacional dio un paso sustancial  en  su camino hacia la privatización del dragado de la hidrovía…”

¡Es tragicómico que desde la década del 90 estén llamando “privatización” a la  “extranjerización”!

Pregunto: ¿Por qué no empezamos a llamar las cosas por su nombre?

Si el gobierno a través de AGP (Administración General de Puertos) quiere  seguir entregando el dragado a las potencias ¿por qué no sincerarse con el  pueblo que lo votó? ¿Y por qué no gobernar para el pueblo que lo votó, y no  para las multinacionales y los intereses de las grandes potencias?

Se está preparando otra vez (y van…) una nueva embestida para lograr  abrocharnos a todos los argentinos y argentinas con un contrato de dragado   extranjero por diez o veinte años (multimillonario en dólares), donde el pueblo  argentino a través de sus impuestos (cada vez más caros) “pagaremos”. Es  curioso ver que si a este tipo de contratos los hicieran los políticos en su  economía privada, ya estarían fundidos hace rato, pero no, solo a la Argentina   la amarran con semejante gasto.

Ya hemos dicho una vez, que si el dragado extranjero se hace para las  multinacionales y para la corporación terrateniente agroexportadora ¿por qué  no lo pagan ellos?; ¿por qué debemos pagarlo todos los argentinos y  argentinas con nuestros impuestos?; ¿por qué no lo pagan las terminales  portuarias multinacionales que ganan miles de millones de dólares al año y que  pagan menos impuestos que un pequeño comercio de barrio?

El pueblo argentino, además de pagar esos contratos millonarios en dólares  por el dragado, sufre las consecuencias cada vez más nefastas de una política  extranjerizante y agroexportadora sin valor agregado, que imprime más  pobreza a todos los argentinos, especialmente a la clase trabajadora.

Se prepara la nueva trampa del dragado “extranjero” bajo el engaño de  “privatización”. Como si estuviéramos en los 90, como si la población no  estuviera  advertida de esa maniobra, como si en el país no estuviera creciendo  la semilla de la “soberanía”, como si el mundial fuera suficiente distracción para  no advertir una nueva entrega del río Paraná.

Ya los argentinos y argentinas sabemos que tenemos una flota estatal de  dragado y balizamiento, nuestra flota de la Dirección Nacional de Vías  Navegables, y que en lugar de gastar algunos pesos en mantenerla y repararla  prefieren gastar miles de cientos de millones de dólares en un dragado  extranjero. Mientras tanto promulgan leyes para regalar los predios de la nación,  de la D.N.V.N. (Distrito Paraná),  para un emprendimiento inmobiliario para  ricos, ninguneando a los trabajadores que cumplen servicio en ellos, como así  también a sus familias.

¿Cuándo dejará el Estado de negar su propia flota? ¿Cuándo comenzaremos  nosotros los argentinos a hacer las cosas? A dragar, a balizar,  a llevar  nuestras cargas por ríos y nuestras exportaciones por mar. ¿Cuándo  recuperaremos nuestros puertos? Es más, ¿cuándo recuperaremos la nación  que fuimos?  

¿No es extraño ver tanto apuro para gastar millones de dólares en el dragado  extranjero, pero no mover nada para hacer el canal de Magdalena ni tampoco  para reactivar la Dirección Nacional de Vías Navegables? Es que parece que  nos manejan los intereses ajenos al país.

En cuanto al peaje que el gobierno quiere imponer de Santa Fe a Confluencia,  debería imponer un peaje, permisos y controles para la navegación del río  Paraná ¡puramente argentina! Sea para los buques paraguayos como para los  de todas las nacionalidades.

Hay un tratado de navegación con Paraguay, por el cual Argentina le autoriza a  Paraguay a navegar el río Paraná y el Río de la Plata, donde Argentina  concede todo a Paraguay, que lo recibe todo sin dar nada a cambio. Dicho   tratado data de la dictadura y está firmado por ONGANIA y Costa Méndez el 23   de enero de 1967 – Ley 17.185, por lo tanto debería desconocerse. Si todos los  argentinos y argentinas supiéramos realmente cuántas leyes de las dictaduras  están vigentes  hoy…  ¡nos sorprenderíamos!

En 1967 la Argentina era otra, tenia una enorme “flota fluvial del Estado” y  “ELMA” era la 5ta flota mercante del mundo. Paraguay tenía una marina  mercante de aproximadamente diez buques. Las cosas han cambiado desde  ese entonces. Hoy Paraguay tiene la 3ra flota fluvial del mundo y nosotros no  tenemos flota mercante ni fluvial ni de ultramar.

Las decisiones del poder sumieron al país en lo que hoy somos: un país pobre,  saqueado, entregado. Pero nos queda la invaluable convicción y el patriotismo  de los argentinos y argentinas, que se manifiestan y peticionan ante un “poder  sordo”. Un pueblo al que se le hincha en su pecho el orgullo por la esperanza  de volver a ser argentinos soberanos, un pueblo que ama a su bandera y a sus  patriotas, y que está “peticionando ante las autoridades” tantas veces, que no   puede comprenderse cómo las éstas no escuchan su sagrado grito:  ¡SOBERANÍA! ¡SOBERANÍA! ¡SOBERANÍA! 

 

(*) Feliciano Ramos. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná.

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SOBERANÍA

Banderazo en defensa de la Soberanía en Rosario

Miles colmaron el Monumento Nacional a la Bandera

En una anticipada conmemoración del 20 de noviembre, “Día de la Soberanía Nacional” y unificados en la consigna “Unidad Nacional por la Soberanía con Justicia Social”, se realizó este viernes una multitudinaria y multisectorial movilización en una “amplia convocatoria” que desde el Foro por la Recuperación del Paraná, la Mesa Coordinadora por la Defensa de la Soberanía Nacional del río Paraná y el Canal Magdalena, sumó a una extensa lista de organizaciones y personalidades.

Mas de 15000 personas, portando pancartas, carteles con sus consignas, cánticos y reclamos, y cientos de banderas argentinas, marcharon entusiastas y encolumnados desde la Bolsa de Comercio de Rosario, atravesando la ciudad por calle San Luis, para arribar luego a un emotivo acto en el Monumento Nacional a la Bandera. Un recorrido que, definido por los organizadores, simboliza un rumbo “desde la dependencia hacia la liberación”.

La “más amplia unidad nacional” fue objetivo de la convocatoria, y se reflejó en la jornada en la pluralidad de las columnas de manifestantes, que definen esa “unidad” como “garante de la recuperación de nuestra plena soberanía, que es lo que nos permitirá construir la justicia social que nuestro pueblo anhela y necesita, unidad que solo será duradera en el tiempo si se construye con el pueblo como protagonista”.

El Monumento Nacional a la Bandera fue colmado por la multitud y se vivió un momento de gran emoción al desplegarse una gigantesca bandera celeste y blanca que cubrió todas las escalinatas del Monumento.

Expresaron hacerlo “portando las causas de nuestros patriotas que con Mansilla al frente, en Obligado primero y posteriormente en Punta Quebracho, dieron su vida en la defensa de nuestra soberanía, venciendo a las flotas imperiales más grandes y agresivas de aquel momento como lo eran los ingleses y los franceses” y “a 177 años de aquellas gestas, desde el objetivo de continuar librando la batalla fundamental para nuestro pueblo: la pelea por recuperar y administrar lo nuestro. Nuestros recursos, nuestros ríos, nuestros puertos, nuestro comercio, nuestra moneda, nuestra banca, nuestra industria nacional”.

Para dar inicio al acto, se proyectaron videos que reflejaban la “declinación de nuestra soberanía nacional, como sus causas, sus responsables, y la urgente necesidad de recuperar lo nuestro para la felicidad del pueblo,como también hitos de nuestras gestas gloriosasen la pelea por la defensa de la soberanía argentina”. 

En un escenario poblado de referentes de las organizaciones y de significativas personalidades presentes, y tras el despliegue de un destacado cartel con la palabra “Soberanía” iluminado por luces, se dio lectura “a varias voces” al documento elaborado para la cita. (Ver documento completo en https://infosoberana.com.ar/banderazo-en-rosario-por-el-dia-de-la-soberania/).

Argumentando sus organizadores que esta convocatoria expresa “el convencimiento de que sin independencia política y económica no habrá felicidad para el pueblo argentino, reafirmando la esperanza y confianza infinita en las reservas del pueblo desde siempre, desde su profunda y permanente historia de lucha”,  “a orillas del río Paraná, hoy extranjerizado”, y “siguiendo a Manuel Belgrano: Ni amo viejo, ni amo nuevo, ¡ningún amo!”, con las “banderas argentinas en alza” el cierre del acto fue un verdadero estallido de la multitud presente entonando a viva voz las estrofas del Himno Nacional Argentino.

Mirá todas las fotos del histórico Banderazo por la soberanía. 

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HISTORIA RIO PARANÁ SOBERANÍA

Sobre mares, ríos, puertas a la tierra y “soberanía”…

Por Sergio Coppoli*

“Del mar los vieron llegar mis hermanos emplumados,

eran los hombres barbados de la profecía esperada…”

Así comienza  “La maldición de Malinche”, canción de Gabino Palomares.

Los Invasores siempre llegaron por mar a nuestras tierras.

Vinieron por mar… Pero se encontraron con los grandes ríos navegables y por  esos ríos se internaron en tierra americana. Cuando llegaron a la  desembocadura del Paraná en el Atlántico, lo nombraron Mar Dulce. Después fue Río de la Plata, ya que por sus aguas pensaban llegar a la ciudad  de los césares, construida en plata, oro y piedras preciosas.

No había ciudad de los césares ¡pero había un Potosí!

Juan de Garay decidió abrir “puertas a la tierra”, puertos que permitieran llegar a ese Potosí y su mineral de plata, y fundó Santa Fe para que ese puerto permitiera unir  Asunción con el Potosí. Después fundó Buenos Aires para que esa puerta a la tierra también fuera una “puerta al mar” por donde llevarse las riquezas  rapiñadas.

Vinieron por mar… Tanto aquellos que supuestamente “descubrieron” nuevas tierras y las invadieron, en nombre del rey, como la task force inglesa que vino para usurpar nuevamente Malvinas.

Vinieron por mar… Tanto aquellos que venían buscando especias y metales preciosos para nutrir la avidez europea y el capitalismo naciente, como los  que ayer venían a traer sus manufacturas y llevarse nuestras materias primas en un negocio fabuloso para los poderosos de la tierra. Para ello pretendieron y pretenden hacerse dueños de puertos, ríos y barcos. Para que el negocio, de las potencias que mandan, sea más “completito”.

La guerra del Paraná, con hitos en la Vuelta de Obligado el 20 de noviembre  de 1845, en una derrota gloriosa de las fuerzas criollas, y en la Angostura del  Quebracho el 4 de junio de 1846, con una victoria decisiva de las fuerzas  comandadas por Lucio Mansilla, aseguró durante un tiempo el dominio  nacional sobre ríos y puertos. San Martín, con toda razón, equiparó estas acciones con la “guerra de independencia”.

Hoy, nos encontramos nuevamente en lucha por el dominio nacional de ríos, puertos, mares, barcos y astilleros. Una nueva etapa en esta larga lucha,  también equiparable con la guerra de independencia y la guerra del Paraná.

Soberanía es el dominio nacional sobre nuestras tierras, nuestros puertos, nuestros ríos, y nuestros mares. Y por una flota nacional, fluvial y marítima, que los navegue.

 

(*) Sergio Cópolli. Integrante del Foro por la recuperación del Paraná. Psicólogo.

 

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HISTORIA MUJER SOBERANÍA

Mujeres en la lucha por la soberanía

Por Laura Silva (*)

Petrona Simonino, María Ruiz Moreno, Josefa Ruiz Moreno, Prudencia Porcel, Carolina Núñez, Francisca Nabarro, Faustina Pereira nombres propios, con historias personales tejidas enlazadas con la historia nacional.

No fueron las nombradas las únicas mujeres con protagonismo en esta batalla, tal como dejó consignado Francisco Crespo, el ayudante de Lucio Mansilla, en el parte que envió a Rosas: 

«También han muerto con heroicidad varias virtuosas mujeres, que se mantuvieron en este sangriento combate al lado de sus esposos, hijos o deudos, socorriendo a sus heridos y ayudando a los combatientes en la defensa del honor argentino».

Patriotas ellas, que lucharon codo a codo junto a los varones, como parte del pueblo contra la invasión anglofrancesa en la Batalla de la Vuelta de Obligado.

Patriotas también aquellas de las que nunca conoceremos sus nombres, como los de tantos varones que, anónimos también,  lucharon por la defensa del territorio de la Nación en formación.

El apellido de Petrona era originalmente Simounin, su padre Antonio Simounin era francés, los lugareños al no poder pronunciar bien ese apellido acabaron por imponer el de Simonino. Petrona se casa con Juan Silva hacendado de la zona con quien tienen 8 hijos

El parte de guerra, confeccionado por el general Mansilla, la cita de forma especial con la siguiente mención: 

“…tuvieron que dejar aquel lugar, bajo un fuego abrasador, para alejar las carretas del Parque, con crecido número de heridos y familias, en las cuales se distinguió por su valor varonil la esposa del capitán Silva, doña Petrona Simonino”.

Sabemos también que  Petrona fue la encargada de organizar a las mujeres en tareas de logísticas, enfermería, transporte de municiones, y agua.

De origen francés, es nombrada con mucha frecuencia con su apellido de soltera, aunque era casada, aparece mencionada por su gran valentía en combate. Estos datos revelan una mujer  que combatió no solo por ser esposa de, o por un instinto maternal atender heridos y encargarse del agua y los alimentos para los soldados. Estos trazos dibujan a una patriota,  una mujer comprometida con el momento histórico en el que vivió, una combatiente en la batalla de Obligado.

Nada dicen las fuentes históricas sobre sus ideas políticas ni los acuerdos o diferencias en las discusiones con otros y otras patriotas. Ni cómo habrá sido la relación con compañeras, amigas, aliadas con quienes compartía sus anhelos de libertad. Pérdida lamentable que nos impide conocer como  entendía, desde la situación particular de las mujeres de su clase social, aquella gesta en defensa de la soberanía.

Poco a poco vamos conociendo más sobre las protagonistas de la historia nacional y latinoamericana. Las originarias contra la conquista y su “huelga de amores”, Juana Azurduy,  Macacha Güemes, María Remedios del Valle, Petrona Simonino  como tantas otras desconocidas u olvidadas vieron en la lucha por la soberanía la posibilidad de una vida con más derechos y oportunidades para el conjunto, pero también para sí mismas como mujeres.

El momento histórico actual ubica a las mujeres como protagonistas, desde hace décadas venimos avanzando en derechos que hacen a la igualdad de género, pudimos conquistar el aborto, derecho negado para la inmensa mayoría de los países oprimidos.

La situación actual  del movimiento feminista y de las disidencias y diversidad, tiene una capacidad de organización y lucha probada en las últimas décadas que nos dan una oportunidad para seguir avanzando en el logro de conquistas pendientes, muchas de ellas están indisolublemente unidas a la suerte de la Patria, porque ¿cómo ser libres en un país oprimido?

La conquista de la soberanía se vislumbra como una posibilidad para nosotres. Recuperar el control y administración de nuestras vías navegables, la defensa de nuestros humedales, y en definitiva, la posesión de nuestros recursos y el protagonismo para decidir qué cómo cuándo y para quienes se produce en nuestro país es una oportunidad histórica. La conquista de la soberanía es un paso ineludible para nuestra liberación.

La Batalla de Obligado no impidió el avance de la flota anglosajona, sí fue el inicio de una serie de batallas que, en Punta Quebracho el 4 de junio de 1846 nos dio la victoria al vencer al invasor, recuperando la soberanía sobre el Paraná. Así como la historia ha ocultado a las mujeres, también ocultó la batalla donde vencimos y los 21 cañonazos que los ingleses debieron disparar para desagraviar nuestra bandera.

En 1846 una Argentina naciente logró vencer a las tropas imperiales más poderosas del mundo. Esa es la historia. Ahí estuvimos las mujeres protagonizando.

El momento histórico nos vuelve a convocar para recuperar la soberanía sobre: nuestros recursos naturales, nuestros territorios históricos y ancestrales, nuestros cuerpos, mercancía para la trata, la explotación y el turismo sexual. 

Que resuenen en nuestra memoria los 21 cañonazos del invasor derrotado, que cada explosión ilumine el rumbo hacia una Patria Soberana.

 

(*) Laura Silva. Miembro del Foro por la Recuperación del Paraná. Docente.

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