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PUERTOS SOBERANÍA

(Más) Descontrol en los puertos

A través de una resolución, el Senasa reducirá los controles en puertos fluviales, marítimos, zonas de espera, muelles y otras áreas aptas.

La medida se suma a la virtual privatización de los controles que estableció el gobierno de Macri en 2017 y a la intención de re privatizar y extranjerizar el control del Paraná dejando en manos de intereses privados el control de lo que entra y sale por nuestro río.

Según la resolución 1278/2024, publicada esta semana en el Boletín Oficial, El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) actualizó el sistema de control de aptitud de carga de bodegas de buques y barcazas para exportación de granos, sus productos y subproductos “con el fin de simplificar y agilizar la operatoria”.  Se excluye a los buques que van a cargar mercadería que no requiera certificación del organismo sanitario nacional.

En un nuevo retroceso de la presencia argentina en el control de lo que sale de nuestros puertos, el gobierno de Javier Milei y Caputo impulsan una serie de cambios que desguarnece aún más al país en el control del comercio exterior.

Algunas de las principales modificaciones son:

Los procedimientos de supervisión del Senasa se optimizarán, ya que ahora se basarán en un análisis de riesgos para determinar la inspección de los buques.

Se modifican los porcentajes de supervisión, ahora el porcentaje de supervisiones por matriz de riesgo se baja a un mínimo de 5% y un máximo de 10%, cuando hasta el momento era de 20% y 30% respectivamente.

Esto implica que van a revisarse muchísimos menos barcos, y teniendo en cuenta el poder de las empresas exportadoras y las navieras seguramente será cercano al mínimo con suerte.

Se introduce la simplificación del trámite para obtener el “Certificado de Aptitud de Bodegas”, que será válido en varias terminales de la hidrovía o en el ámbito marítimo. Una operación peligrosa si se tiene en cuenta la “contaminación” por ejemplo de cargas con droga que suele no ser en un puerto de origen sino en el camino.

Se amplía el tiempo de notificación para las empresas de 24 a 48 horas antes de las inspecciones, y se extiende el periodo de evaluación de las entidades certificadoras a seis meses. También se eliminan ciertos requisitos para los verificadores de bodegas y la supervisión obligatoria fuera de la matriz de riesgo. Como esos allanamientos en los que la policía llega y no encuentra nada, porque ya se les aviso “DOS DÍAS ANTES” del control.

Este desguarnecimiento de nuestros puertos está justificado como siempre en una reducción de controles para evitar la reiteración y avanzar hacia la “simplificación burocrática”, cuando en realidad es prácticamente la eliminación de los pocos controles existentes, dejando a las multinacionales que dirigen nuestro comercio exterior, total libertad para todo tipo de operaciones que como nuestra historia muestra siempre que pueden están por fuera de la ley para mejorar sus ganancias.

También se eliminaron “los requisitos para los verificadores de bodegas, la obligación de supervisión obligatoria por fuera de la matriz de riesgo y la responsabilidad solidaria de agencias marítimas en cuanto al comportamiento de la entidad certificadora seleccionada”.

Esto es similar a la tercerización impulsada en la reforma laboral, y tiene que ver con que se crearon estos años muchas empresas fantasmas de certificación, muchas veces propiedad de las mismas exportadoras o agencias marítimas, y con el corte de la responsabilidad solidaria ante cualquier problema esas empresas que suelen no tener respaldo no dejan “pegadas” a las empresas contratantes y pueden inmolarse y desaparecer sin dejar rastros.

La obsesión liberal por destruir el control argentino

La historia no es nueva, ante cada gobierno liberal avanza una batería de medidas para quitar al Estado toda posibilidad de control y dejar las manos libres a los monopolios en su accionar. Así fue en 2017 con el gobierno de Mauricio Macri con la Resolución 693-E/2017, que también estableció “nuevas reglas” para el “control de aptitud de carga de bodegas y tanques de buques y barcazas para exportación de granos, sus productos y subproductos”.

Hasta esa resolución solo el Senasa era responsable de los controles, pero Macri habilitó el ingreso de controles privados. El resultado: la proliferación de empresas fantasmas propiedad de las empresas del sector y hasta de funcionarios del área que no solo capturaron un negocio millonario (legal e ilegalmente) sino que virtualmente se le dio la posibilidad a las exportadoras de autocontrolarse.

Este cambio se sumó a uno anterior hecho por el macrismo que reducía los controles solo a los barcos que se dirigían a países que exigían ese control.

Como afirmábamos más arriba la historia no es nueva y de hecho el presidente del Senasa durante el macrismo Jorge Dillon basó los cambios en una resolución del menemismo, que en diciembre de 1991 determinó que esos certificados podrían ser emitidos no solo por el Senasa sino por “entidades privadas u otras instituciones debidamente registradas a dicho efecto”.

Estas medidas originaron una denuncia penal del diputado santafesino Carlos Del Frade contra el presidente Mauricio Macri y el ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile. El legislador también presentó una denuncia penal por “usurpación de cargo” de Cristian Cunha, el coordinador general de Puertos, que comenzó a ejercer sus funciones a principios de 2016 pero recién en mayo de 2017 se realizó el nombramiento en el Boletín Oficial.

La mano de Caputo

El ministro Caputo fue según el portal La Politica Online el impulsor de la vuelta de Pablo Benfatto a la coordinación, fiscalización y control de las operaciones portuarias del Gran Rosario, lugar desde el que puede decidir sobre la habilitación de las bodegas de los buques.

Benfatto , un hombre del ex presidente del PRO, Cristian Cunha, había ocupado ese puesto en 2017 durante la gestión de Macri cuando Cunha fue director del Senasa y el control de los buques virtualmente se privatizó.

“Muchas de las empresas privadas de certificación fueron creadas por ese tiempo y a las apuradas para hacerse del jugoso negocio. Algunas ni siquiera tuvieron la prudencia de crearse una página web. De hecho, el mismo Benfatto es titular de la empresa Port Solutions S.R.L. dedicada a la desinfección, fumigación y mantenimiento de tanques, actividades compatibles con los que se prestan en los buques”, asegura LPO.

Otro de los datos que aporta LPO es que “de 54 empresas inscriptas en el Senasa para prestar servicios portuarios, 14 no se registraron en el RITE, más del 25% siendo un negocio multimillonario: “Porque no pasaban un control a riesgo de ir en cana”, según explicó un funcionario de carrera del organismo”

Según la misma fuente, Cunha y Benfatto les dieron el negocio a estas firmas sin ninguna auditoría estatal. “Les cobraban tarifas planas a los buques para habilitarles las bodegas. A veces ni iban a chequear y decidían de manera discrecional qué barco podía cargar y cual no”. Se sabe que la estadía diaria de una embarcación sale una fortuna, “¿te imaginás lo que está dispuesto a pagar para que lo despachen rápido?”, preguntó con suspicacia un funcionario.

Una entrega de la soberanía

La supuesta “simplificación burocrática” no logra ocultar las verdaderas intenciones de entrega total de toda posibilidad de control del Estado argentino sobre lo que sale de nuestros puertos.

Algo que por la historia reciente puede ser trágico para el gran Rosario. Por un lado el caso Vicentin demostró un complejo entramado de planificación tributaria para el saqueo que apoyado en la casi nulidad de controles (que ahora se relajarán aún más) lesionan la capacidad de recaudación del Estado y engordan las ganancias de las multinacionales cerealeras y sus casas matrices en el exterior.

Por otro lado el crecimiento del complejo agroexportador del gran Rosario como trampolín de salida de la exportación de droga de los principales carteles de América Latina se verá potenciada por la reducción de controles, al que hay que sumarle la política de blanqueo de capitales para transformarlo en un combo mortal.

La frutilla del postre la pone el plan de reprivatización del río Paraná, que volverá a dejar en manos de consorcios privados la administración del dragado y balizamiento, y por tanto de la administración de las cargas que circulan por allí.

Ante esto las cámaras empresarias del sector como Ciara-CEC o sus instituciones como La Bolsa de Comercio de Rosario aseguran que están implementando sus propios sistemas de información y control.  Ahora no solo controlan que impuestos pagan mediante sus propias declaraciones juradas de exportación, sino que también quieren que creamos que van a controlar la salida de la droga de los puertos que creció de manera fenomenal los últimos 30 años y generó en su camino los padecimientos que viven nuestras comunidades inundadas de adicciones y violencia.

Los intereses de Argentina…..bien gracias.

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ENTREVISTAS SOBERANÍA

El lobo cuidando el gallinero…

En una entrevista radial Luciano Orellano, referente del Foro por la Recuperación del Paraná y del Encuentro Federal por la Soberanía, fue consultado sobre la reunión por la paz en la Bolsa de Comercio de Rosario, los anuncios de la ministra Bullrich y el tratado con el Ejército de EEUU.

El día 8 de marzo se realizó una reunión de la denominada “Multisectorial por la Paz” en la Bolsa de Comercio de Rosario a la que asistieron entidades empresarias y profesionales de la cuidad y la presencia del gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente de la ciudad Pablo Javkin. La misma giró en torno a la situación que se atraviesa en cuestión de seguridad.

Luciano Orellano, consultado al respecto señaló: “hay mucha hipocresía de parte de la Bolsa de Comercio de Rosario en participar de una multisectorial por la paz, cuando forman parte en un órgano que han convertido a Rosario en la ciudad del lavado de dinero de todos los negocios espurios del narcotráfico por los puertos; ¿de eso no tienen nada que decir?”. Y agregó: “Como ejemplo te puedo nombrar que en el 2021 se decomisaron 16 toneladas de droga en un barco que llegó a Rotterdam, Holanda,  que había salido desde Dreyfus. Esa empresa es dirigida por Luis Zubizarreta que a su vez es quien preside la Cámara de Puertos Privados de Argentina”… “Te puedo mencionar otra relación, cuando Vicentin hizo la estafa más grande de la historia a los argentinos, el presidente de la Bolsa de Comercio en ese momento era Alberto Paduán, que integraba Vicentín, ¿de eso tampoco tienen nada para decir?”

En el 2021 Luciano Orellano editó su primer libro, “Argentina sangra por las barrancas del río Paraná”, un trabajo de investigación que le llevó más de 10 años. Allí, en un capítulo, plantea algo que trajo a colación en esta entrevista: “esta gente ha convertido a Rosario en un centro de lavado de dinero, 8.000 millones de dólares por año le roban a los argentinos a través de lo que se llama ‘planificación tributaria nociva del saqueo’ que son las auto declaraciones juradas, domicilios en los paraísos fiscales, falsificaciones de las cartas de porte, etc. De esto hay un capítulo completo en nuestro libro”; y sentencia: “son el zorro cuidando el gallinero”.

El Gobierno Nacional

El lunes 11 de marzo se presentó en Rosario el Comité de Crisis, de la mano de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el ministro de Defensa Luis Petri, junto al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el intendente Pablo Javkin. Allí se realizaron anuncios para enfrentar al narcotráfico. Consultado al respecto, Orellano comentó que “no hay que olvidarse que Javier Milei fue empleado durante 15 años de Eduardo Eurnekián, condecorado por el gobierno británico, quien tiene 32 aeropuertos. La droga no sale solo por barco, también sale por avión. No nos olvidemos de los famosos vuelos entre Córdoba y Tacna (Perú)”.

Además agregó: “hay muchos anuncios y conferencias de prensa; pero tienen que dejar de vender humo y agarrar a alguno de guante blanco”.  Y sentenció a modo de cierre: “cuando pongan en velo a la narco-política, interpelen a los puertos y a estos sectores, las cosas van a empezar a mejorar”.

Acuerdo con EEUU

El 8 de marzo también se conoció la firma de un acuerdo entre la Administración General de Puertos y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos. Del mismo participaron Mauricio González Botto (secretario de Empresas y Sociedades del Estado de la Jefatura de Gabinete de la Nación); Marc Stanley (el embajador de los Estados Unidos de América); Gastón Benvenuto (interventor de AGP) y Adriel McConnell (representante del Cuerpo de Ingenieros de EEUU).

Sobre este tema también fue consultado Luciano Orellano, quien dijo que “el Cuerpo de Ingenieros de la Marina de EEUU tiene como objetivo colonizar todas las vías fluviales del mundo y sobre todo esta cuenca. Por eso esto tiene dos aristas; primero es un tema de defensa y de integridad territorial y en segundo lugar, de soberanía económica”. A esto agregó que “con esto le abrimos las puertas a los Estados Unidos para el control, la administración y la gestión de 3.442 km que llegan al corazón de América del Sur y que forman parte de una unidad productiva que mantiene el 40% de la seguridad alimentaria del mundo. Además por allí circulan 110 millones de toneladas por año entre mineral de hierro, soja, subproductos, energía, madera, etcétera”. Y añadió; “esto tiene una enorme importancia estratégica de carácter global. No hay reunión de quienes manejan el mundo en que no se hable de este tema. La disputa por el control de esta cuenca tiene un carácter global, no solo por la seguridad alimentaria sino por un tema de defensa”. Y sobre el tratado sentenció “dicho acuerdo representa una declinación total de nuestra soberanía sobre la cuenca del Plata y amerita un juicio político al gobierno de Milei”.

No solo con EEUU…

Orellano editó recientemente un segundo libro “Crónicas soberanas de la Patria herida” y el desarrollo de sus investigaciones lo llevan de decir que  “la firma de este tratado no la podemos separar de otros dos hechos recientemente ocurridos: la ampliación de 166 mil km2 en el control de la zona marítima de las Islas Malvinas por parte del gobierno de Gran Bretaña y la construcción de una terminal portuaria para cruceros, pesqueros, petroleros y de investigación frente a Tierra del Fuego; también por parte del gobierno inglés”.

Sobre el gobierno de la corona continuó diciendo que “a todo esto hay que sumarle que los ingleses también operan en los puertos de Montevideo, que es la plataforma del saqueo en América del Sur, donde también opera la empresa Jan De Nul, de origen Belga. Cabe agregar que la principal base de la OTAN en Europa está en Bélgica. Por eso decimos que la OTAN quiere tomar el control de nuestra soberanía en el río Paraná”

A futuro

A modo de cierre de la entrevista radial,  Luciano Orellano dejó en claro que “detrás de todos estos saqueos el gran objetivo es aplastar todo crecimiento industrial de la Argentina. Por eso necesitamos plasmar un gran proyecto para desarrollar la industria en el país y así combatir la desocupación estructural tremenda que tenemos”. A lo que agrega “Argentina no es un país pobre, lo hacen pobre”.

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