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ECONOMIA SOBERANÍA

Ante la entrega como estandarte, la soberanía como trinchera

Por Germán Mangione (*)

 (Nota publicada en el portal web revistazoom.com.ar) 

A pesar del caótico armado del nuevo gabinete, el gobierno de La Libertad Avanza promete un sólido futuro de entrega del Estado argentino que podría culminar en tragedia social.

Después del impacto que generó en las primeras horas el triunfo electoral de Javier Milei, llegó una frenética semana de anuncios, rumores, designaciones, desmentidas y marcha atrás, que van dejando una estela de aún más confusión de cara al nuevo gobierno que asume el próximo 10 de diciembre.

Pero más allá de la incertidumbre asoman algunas pocas –pero no por eso menos preocupantes— certezas. El gobierno de Javier Milei (y de Mauricio Macri) avanzará sin sorpresas en dos caminos que el libertario había anunciado en campaña: el ajuste y la entrega del patrimonio nacional.

Los primeros movimientos y trascendidos que deja ver el hombre de los perros clonados y sus allegados muestran por un lado que su plan de gobierno aprendió de la experiencia fallida del macrismo y avanzará apresuradamente con propuestas de recorte, achicamiento del Estado y las recetas de ajuste de siempre del neoliberalimo, pero esta vez con motosierra y no con bisturí.

Sin embargo, muchos de los anuncios de campaña empiezan a desteñirse de la mano de la real politik y el pragmatismo que la delicada realidad argentina impone. El plan de reducción del gasto choca de frente con una ya complicada situación social que amenaza con estallar ante los primeros aprietes del liberal.

Así, el anuncio de la posible eliminación de los aguinaldos a empleados públicos fue puesto en duda por el mismo equipo de Milei al día siguiente, la eliminación de ayudas sociales no apareció todavía entre las medidas anunciadas, y el recorte de la obra pública fue cuestionado hasta por algunos gobernadores de Juntos por el Cambio.

Habrá que ver hasta dónde avanza teniendo en cuenta que, como se advirtió en campaña, el famoso “ajuste a la política” no alcanza ni a hacerle cosquillas al déficit fiscal que representa apenas una ínfima porción del gasto. ¿Aplicará la motosierra socavando su propia base social? No está claro.

Lo que sí aparece con más claridad, al revisar sus primeros movimientos, alianzas, reuniones y viajes públicos es que no habrá tregua en el plan de entrega planteado y alentado por los principales referentes económicos y políticos de las potencias extranjeras que se relamen ante el reparto de las riquezas de los y las argentinas.

Las felicitaciones de las embajadas de Estados Unidos e Inglaterra en las primeras horas de la victoria libertaria fueron señales claras de lo que vendrá. Exultantes por la sintonía ofrecida en campaña por Milei, tanto EEUU como el Reino Unido no disimulan su entusiasmo por la influencia creciente que tendrán en el nuevo escenario argentino, en medio de la agudización de las tensiones geopolíticas en el mundo, y el avance de China en la región.

Tampoco los libertarios intentan ocultar su afinidad con los principales imperios que históricamente dominaron la región. Milei realiza en estos días su primer viaje como presidente electo a Washington junto a Caputo en busca de financiamiento en dólares para resolverle el problema de las Leliqs a los bancos y endeudar aún más a la Argentina.

Mientras tanto, varios miembros de la troup libertaria como el futuro ministro de Justicia Cúneo Libarona, Diana Mondino, futura canciller, y el nuevo titular del CONICET, Daniel Salamone, festejan en Buenos Aires el cumpleaños número 75 del rey Carlos III de Inglaterra en una ceremonia que agrupó a los principales vínculos de los usurpadores de las Islas Malvinas en el país.

Rumores y versiones sobre la entrega de los ferrocarriles, los canales públicos, Aerolíneas Argentinas, ARSAT y hasta la eliminación de nuestra moneda, vislumbran un futuro negro para la soberanía económica.

Sin embargo, en ese mar de anuncios de privatizaciones y entregas se destacan tres que podríamos decir son los pilares de cualquier posibilidad de proyecto autónomo de país y hoy están en serio peligro: el Paraná, Vaca Muerta, y el litio.

La vuelta del río privado

Guillermo Ferraro, próximo ministro de Infraestructura de Javier Milei, no oculta su plan de trabajo para volver a privatizar la vía navegable troncal del Paraná por donde circula el 80% de las exportaciones argentinas.

En declaraciones radiales Ferraro anunció no sólo avanzar en la reprivatización, como reclaman los agroexportadores, sino en la desarticulación de la Administración General de Puertos, el organismo del Estado que hoy tiene a su cargo la administración de la vía troncal y del cobro de su peaje.

El reclamo de las multinacionales que manejan nuestro comercio exterior, y de la embajada estadounidense, empieza a materializarse de la mano de la llegada de Milei.

«Necesitamos darles competitividad a nuestras cadenas exportadoras y, para ello, licitar el dragado y balizamiento para profundizar el río y hacerlo a riesgo empresario con un peaje lo más bajo posible, que pague la carga y no requiera aportes del Estado es el mejor camino. Hay que trabajar rápidamente en los pliegos y en los estudios que demuestren que la obra no perjudicara el medioambiente», asegura Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara de Puertos Privados de la Argentina y CEO de la francesa Dreyfus.

En el mismo sentido se expresó Miguel Simeoni, el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, órgano que expresa los intereses de los grandes propietarios de la tierra y de las exportadoras extranjeras. Además pidió que el nuevo gobierno avance sobre la baja de las retenciones, los biocombustibles, la mejora de los accesos a puertos y el fortalecimiento del ferrocarril.

En consonancia con el camino de entrega que toma el tema Paraná esta semana la Legislatura de Santa Fe se va acomodando al nuevo escenario y convoca a una audiencia pública que se expresará en el mismo sentido de la mano de la entidad agraria.

Y no es extraño que incluso el presidente de Paraguay, el economista Santiago Peña, ex funcionario del Banco Mundial y del FMI, y el delfín de Estados Unidos en la región, que venía presionando por el peaje de la hidrovia de la mano de las agroexportadoras extranjeras hiciera en ese marco declaraciones de regocijo por la victoria de Milei, e incluso por la posible designación de Luis Caputo al frente del Ministerio de Economía.

El vuelo de los buitres sobre Vaca Muerta

Quien mire hoy hacia arriba podrá ver más que a las fuerzas del cielo que invoca como aliados el libertario a los buitres imperiales, y sus socios locales sobrevolando las enormes riquezas del país a la espera de quedarse con su parte.

Algo que se ve claramente en el sector energético. Por un lado, las empresas del sector ven en Javier Milei la posibilidad de la desregulación de las tarifas de energía, lo que permitirá el crecimiento meteórico de sus ganancias a costa de un empobrecimiento generalizado de las grandes mayorías y una traba para cualquier plan productivo.

Pero la pelea energética central está sin dudas en torno a Vaca Muerta, la segunda reserva de gas del mundo y la cuarta en petróleo no convencional, que atraviesa cuatro provincias argentinas y que en el mes de septiembre alcanzó un récord de producción superando en 14% la actividad de agosto.

Milei volvió a ratificar su intención de privatizar YPF y su principal activo, una obra en la que el Estado hizo los principales aporte de inversión para la exploración (que es lo que más dinero insume), y que ahora en el momento de empezar a recaudar lo invertido será entregado al mejor postor. Y postores hay muchos, e invirtieron mucho para intentar quedarse con el premio gordo. Así como Mauricio Macri impulsó la llegada de Milei al poder e intentó colar a Javier Iguacel al frente de la petrolera estatal, el empresario Paolo Roca (dueño de Techint) fue quien financió gran parte de la campaña del libertario con el mismo objetivo.

La empresa Inversiones Urbanas Nuevo Milenio, del grupo Techint, figura como única empresa aportante a la campaña de Javier Milei presidente. Y el empresario parece haber ganado la pulseada con el anuncio de que el actual director de Exploración y Producción de Tecpetrol, la empresa petrolera del Grupo Techint, Horacio Marín, ocupará el cargo unificado de presidente y CEO (director ejecutivo) de YPF.

Pero no sólo el empresario siderúrgico y Macri pretenden un trozo de la mayor joya de la abuela que hoy tiene la Argentina, sino que los fondos especulativos extranjeros también movieron sus piezas en el nuevo escenario.

En jugada preparada, y a sólo dos días de la victoria del libertario, la jueza estadounidense Loretta Preska, que entiende en la causa por la expropiación de YPF, accedió a que el país no deba depositar los 16.100 millones de dólares que le reclama de indemnización el fondo yanqui Budford, pero ordenó que el país debe aportar otros activos como garantía para evitar embargos, abriendo la puerta a la entrega de acciones de la estatal YPF.

El triángulo del futuro

La otra gran joya (que la Argentina comparte con Bolivia y Chile) deseada por las grandes potencias de cara al desarrollo tecnológico del futuro, es sin duda el litio. Quizás, por eso, uno de los primeros en felicitar a Milei en la red social de la que es dueño fue Elon Munsk, el magnate estadounidense y dueño de la empresa de autos eléctrico Tesla, que en su momento llegó a decir públicamente en el marco del golpe de Estado a Evo Morales, que si necesitaba el litio haría eso y mucho más por conseguirlo.

Los salares del triángulo del litio albergan más del 50% de las reservas globales de ese metal blando, según un informe sobre la industria de minerales no combustibles del Centro Nacional de Información sobre Minerales del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), publicado en enero de 2023.

“La seguridad del suministro de litio se ha convertido en una máxima prioridad para las empresas de tecnología en Asia, Europa y Norteamérica”, afirma el informe, respaldando las palabras de Laura Richardson (jefa del comando sur de EEUU) que afirmó hace unos meses que estos recursos son una cuestión de “seguridad nacional” para EEUU.

Argentina ya tiene en la actualidad una legislación que limita la soberanía nacional sobre el recurso, y que tanto empresas estadounidenses como chinas vienen aprovechando para tomar posiciones, y esto seguramente facilitará el camino a los planes de profundizar su extranjerización y entrega.

La soberanía como trinchera

Ante este siniestro panorama se impone la necesidad de concentrar los esfuerzos por defender el patrimonio de todos los argentinos y argentinas.

Sin dudas, el tema de la defensa de la soberanía cobra fuerza por varias razones. Y no es que el ajuste a los ya flacos y golpeados bolsillos de las mayorías argentinas no tenga peso o importancia, pero existe la posibilidad como sucedió en el primer gobierno de Carlos Menem, que la entrega del patrimonio permita en una primera etapa ocultar los efectos devastadores de las políticas liberales con el ingreso de dólares frescos al país.

El crecimiento record de la cosecha que se espera para 2024 con la llegada de las lluvias, así como el achicamiento del déficit comercial por la producción petrolera que permitirá reducir los gastos de importación, sumado a la ola de privatización de empresas estatales, pueden generar una sensación de salida económica que por experiencia será transitoria y culminará en tragedia social, pero que mientras tanto brinde sustento político y sobre todo social al gobierno de Milei.

La defensa de la soberanía, entendida como una totalidad, brinda también un paraguas de unidad a la lucha social, que como sucedió en el gobierno de Macri puede tender a verse atomizada por la metralla de medidas antipopulares que –como anuncia el gobierno libertario— disparará hacia todos los sectores apenas asuma. El vórtice común de las luchas ambientales, obreras, feministas, etc., tienen en la pelea por los bienes comunes un punto de unión ineludible para entender los que está en juego en el país y enfrentar a los enormes poderes que se han coaligado para la etapa que viene.

Pero sobre todo la entrega desmiembra y priva al país de cualquier posibilidad de proyecto futuro, y de una base para cualquier proyecto de desarrollo a mediano o largo plazo. ¿Cómo pretende Milei llegar a ser Alemania en 35 años sin el control de la energía, el petróleo, el litio y el comercio exterior? ¿Lo pretende?

La falacia del sufrimiento y la entrega total ahora para disfrutar del crecimiento después es el principal espejismo a combatir, y para hacerlo la defensa de la soberanía nacional es la trinchera.

 

(*) Germán Mangione. Periodista. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná y Soberanía Popular San Lorenzo.

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RIO PARANÁ SOBERANÍA

Entregar el Paraná es como entregar nuestra bandera…

Por Luciano Orellano (*)

Desde el Encuentro Federal por la Soberanía junto al Foro por la Recuperación del Paraná, consecuentes con la posición que hemos sostenido en todo este tiempo, expresamos nuestra absoluta preocupación tras los trascendidos y declaraciones tanto del presidente electo Javier Milei y de quien se presume será su ministro de Infraestructura, el empresario Guillermo Ferraro, que han planteado en diferentes medios de comunicación la necesidad de re-privatizar nuestro Río Paraná y dejarlo nuevamente en manos extranjeras.

Lo hacen, como parte de un plan mayor, que es el de avanzar con la privatización de empresas estatales que hacen a nuestra historia, soberanía e identidad nacional: YPF / Vaca Muerta (la empresa más importante de Argentina, que bate todos los récords de facturación y exportación con un potencial enorme), Aerolíneas Argentinas, Astillero Río Santiago, Tandanor, Fabricaciones Militares, TV Pública, Télam, Radio Nacional, ARSAT, Trenes Argentinos, AySA, Correo Argentino, ENARSA, etc, etc.

Son anuncios que van en contramano del mundo. Los procesos de “desglobalización” y “repatriación de empresas” que se viene dando a nivel mundial (particularmente en los EE.UU), las medidas proteccionistas, o casos como los de China en donde el Estado tiene el 51% de todas las empresas estratégicas, muestran que es otro el camino que hay que tomar para defender la industria y el trabajo argentino.

Y si del río hablamos, basta ver como el Cuerpo de Ingenieros de la Armada de los EE.UU. es el encargado de realizar las tareas de administración y dragado del río Missisippi. A nadie se le ocurriría entregarla a empresas extranjeras, pero parece que acá si…

Los argentinos sabemos de la importancia y el carácter estratégico de nuestra Cuenca del Plata cuyo saldo exportable cubre un 40% de la seguridad alimentaria del planeta. Sus enormes riquezas que circulan por el río Paraná, en un mundo en donde los factores de guerra se acrecientan, son objeto de una aguda disputa por parte de las grandes potencias imperialistas.

Siempre hemos dicho que es paradójico que con tantas riquezas nuestro pueblo padezca tantos sufrimientos. Lo cierto es que todo el crecimiento de la producción en las últimas décadas lejos de igualar, nos desiguala, porque el río, el comercio, los puertos, el paquete tecnológico, los buques, las barcazas, etc, etc, está todo en manos extranjeras.

Fue lo que pudimos analizar sector por sector, en el histórico Encuentro Federal por la Soberanía que realizáramos en junio de este año, y que nos permitió dar cuenta de la necesidad de recuperar soberanía en todos los planos, porque como siempre decimos, Argentina ha tocado fondo.

La pelea que hemos venido desarrollando en los últimos años para que el control, la administración y el dragado de nuestro querido río Paraná esté en manos argentinas no ha sido en vano. Fruto de la lucha de un movimiento infinitamente amplio logramos que sea hoy la Administración General de Puertos la que realice las tareas de gestión de la vía troncal fluvial, y lo ha hecho con eficiencia e información al alcance de todos. Lo hizo, luego que durante más de 25 años, nuestro Paraná estuvo bajo el control de una empresa belga que gravita en la esfera de la OTAN (Jan de Nul).

También logramos que se anuncie la realización del canal Magdalena que tanto hace a la posibilidad de conectar nuestro litoral fluvial y litoral marítimo por aguas argentinas, ejerciendo un derecho soberano irrenunciable.

En este nuevo escenario que se avecina, entendemos será necesario redoblar la pelea frente a quienes preanuncian nuevas y dolorosas entregas. Lo volveremos hacer, en un marco de unidad mucho mayor, porque presumiblemente serán muchos más los sectores que se verán afectados y porque tenemos enorme confianza en la capacidad de lucha de nuestro pueblo.

La “casta” que nos roba un tercio de la cosecha y defrauda a los argentinos.

No es casual que los voceros de las cámaras de las agroexportadoras como Luis Zubizarreta (de la francesa Dreyfus), vuelvan a insistir con la necesidad de privatizar nuestro río y profundizar su dragado (eso si con la “justificación” de los “estudios” ambientales), porque sabe que con el Estado afuera del Paraná, es más sencillo las operaciones de triangulación, subfacturación y los múltiples mecanismos de evasión que han desarrollado en todos estos años. De nuevo quieren que esto vuelva a ser un negocio para cuatro o cinco vivos.

Y de eso debe saber bastante el que ya se asegura será el ministro del área, que hasta hace unos meses y durante 13 años trabajó para la empresa holandesa KPMG, famosa mundialmente por las maniobras de elusión fiscal de las grandes multinacinales que fugan divisas y que casualmente estuvo encargada de realizar las “auditorias contables” de la empresa Vicentín en el marco del escandaloso fraude al Estado argentino que denunciáramos oportunamente.

Y ni hablar de los negocios ilegales que corren por nuestras aguas, como el narcotráfico y el contrabando, que han tenido vía libre para crecer ante los nulos controles del sector privado, dejando a su paso la violencia y la sangre que se riega en nuestros territorios.

Por eso, volvemos a reafirmar como ya lo hicimos: entregar el Paraná es como entregar nuestra bandera.

Ni belgas 🇧🇪, ni yanquis 🇺🇸 , ni chinos 🇨🇳 , el Paraná argentino! 🇦🇷

Volvemos a hacer nuestras, las palabras del creador de nuestra bandera, Manuel Belgrano:

“Juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores y la América del Sur será el templo de la independencia y de la libertad “

“Ni amo viejo, ni amo nuevo, ningún amo!”


(*) Luciano Orellano (miembro del Encuentro Federal por la Soberanía y el Foro por la Recuperación del Paraná)

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ALQUILERES VIVIENDA

Desde la Dictadura, la vivienda como mercancía

Por Gervasio Muñoz

(Nota publicada en “Haroldo. La revista de Conti” el 29/09/2023)

Desde que la Dictadura Cívico – Militar destruyó la regulación que había diseñado el por entonces Coronel Juan Domingo Perón en 1943, nunca más fue posible recuperar el poder del Estado para garantizar que el acceso a la vivienda a través de un alquiler sea un derecho y no simplemente un negocio. El lobby inmobiliario, cada vez con más poder.

La última dictadura cívico militar fue un tajo profundo que dividió para siempre la historia del acceso a la vivienda como un derecho.

Garante de los que viven de rentas, Videla y Martínez de Hoz terminaron con un régimen de protección de los alquileres que, con idas y vueltas, se mantuvo desde 1943 en adelante.

La Argentina fue baluarte de la defensa inquilina a partir de las políticas que implementó el general Perón desde la secretaría de Trabajo y desde la Presidencia: los contratos se mantienen, nadie queda en la calle y la renta será la más baja de la historia.

Ningún gobierno civil fraudulento o militar de los 60 se atrevió a quebrar el acceso justo por alquiler de vivienda que fue maldecido por las editoriales de La Prensa y La Nación durante décadas.

Recién en 1978 se puso en marcha el negocio de rentas sin intervención del Estado; o mejor dicho la desregulación del alquiler. Entre las medidas económicas de la dictadura cívico-militar se determina: el Estado no regulará el precio del alquiler y la política de vivienda será que la construcción no pague impuestos.

Por eso: la libertad para obtener renta infinita de las viviendas, cobrar meses por adelantado, o exigir dólares para alquilar el inmueble ha sido una gracia que le dio la última dictadura cívico militar al negocio inmobiliario. Para el año 1982 todas las viviendas en Argentina se comercializan en dólares.

Y por supuesto todo esto la dictadura lo hizo con represión y desapariciones. Muchos integrantes del Movimiento de Inquilinos Peronistas fueron asesinados y muchos otros aún se encuentran desaparecidos. Por su memoria, por reivindicar su lucha es que también nos organizamos los inquilinos y las inquilinas de todo el país. 

Collage: Juan del Marmol

La democracia actual

El 83 fue el retorno de los que habían sido expulsados de la ciudad: los 250.000 habitantes de las villas miserias erradicadas por el dictador brigadier Cacciatore, que buscaban trabajo y vivienda, lugar donde asentarse y poder descansar dignamente. Fueron los años de reconstrucción de los barrios populares y la ocupación de casas vacías.

Pero el golpe de mercado que una vez más se había producido por la proximidad de las elecciones (el retiro de viviendas para alquilar fue masivo en el 82), aceleró la discusión de una nueva ley de alquileres en el flamante Congreso Nacional de 1984

La ley alfonsinista -que se mantuvo hasta el 2015- fue debatida entre discursos culposos y negacionistas de los derechos que el Estado había garantizado a los inquilinos desde 1943 hasta 1976. El mercado había conquistado a la representación política, dominada por la nueva configuración del país: endeudado, desindustrializado y empobrecido.

La ley votada en 1984 apenas si pudo frenar el abuso de pedir meses por adelantado para poder alquilar, y la usura dolarizada (cobrar el alquiler en moneda extranjera). Pero los condicionamientos de la deuda externa y la hiperinflación tiraron por la borda a la ley de alquileres.

El mercado, una vez más, se puso en línea con el resto de la renta especulativa y a fines de 1987 el Congreso votó una emergencia, en un contexto de caída pronunciada de los ingresos: reducir un 10% el ajuste de la renta por alquiler de vivienda.

Las elecciones del 89 pusieron blanco sobre negro –nuevamente- la actitud del mercado inmobiliario. Por segunda vez –como en el 83- retiraba viviendas, las dejaba vacías, supeditando el negocio a la posibilidad que el peronismo vuelva al gobierno. La oferta de viviendas, en vísperas de las elecciones que le dieron el triunfo a Carlos Menem, cayó un 80%.

El alfonsinismo entregó anticipadamente el gobierno, en un contexto hiperinflacionario, con propuestas de congelamiento de los alquileres de parte de los senadores peronistas, y un Banco Hipotecario que prácticamente se declaraba en quiebra.

El mundo tambaleaba ante la caída de la Unión Soviética y empezó a predominar la convicción que solo el capitalismo global garantizaba la subsistencia de los Estados Nacionales. El Banco Mundial hacía sus recomendaciones: ¡que los gobiernos se retiren de la construcción de viviendas, que deje hacer al mercado!

Argentina comenzó a transitar el período más liberal de su historia, con un desmantelamiento del Estado que significó más de cien empresas públicas privatizadas, extranjerización de los servicios esenciales (luz, gas, agua), y desregulación de las actividades económicas privadas (desarticulación de las áreas del Estado que controlaban y sancionaban las áreas estratégicas de la economía).

En abril de 1991 comenzó a regir la dolarización de la economía, el experimento de la convertibilidad que estallará diez años después. La paridad entre el peso y el dólar redujo bruscamente la inflación, toda la inflación… menos la de la renta de viviendas, que en un año había duplicado el índice de precios al consumidor demostrando así que sin inflación pero con el mercado del alquiler desregulado, los precios de los alquileres aumentarían velozmente.

La década menemista introdujo nuevas formas de vida y segregación social: los hipermercados de capitales foráneos habilitados en los grandes centros urbanos, el shopping exclusivo, los barrios privados en la provincia de Buenos Aires, la proliferación de constructoras de vivienda privada y vacía en la Capital Federal, el despliegue de autopistas sin límites y con peaje privado. 

En 1980 había un millón de viviendas vacías, para 2001 ya se duplicaba la cifra.

Pero el final de la década trajo resultados nefastos, no solo en la tasa de desempleo y la habitación en asentamientos y villas miserias, también en un fenómeno inédito: el alquiler de habitaciones en los barrios populares.

Si la dictadura cívico militar aplastó los derechos respetados desde el primer peronismo, el menemismo le liberó al mercado inmobiliario las herramientas para extraer la mayor renta una vez más.

Se crearon los convenios de desocupación (para realizar de forma express los desalojos) y los seguros de caución (para someter a los inquilinos a la presión del sistema financiero). Pero especialmente, el alquiler fue el gasto principal, el aumento mayor que sufrieron los trabajadores durante la década de convertibilidad.

El final de la década fue con cambio de collar (De la Rúa) pero el dueño se mantuvo vigilante y ajustador como siempre. Cuando el Fondo Monetario Internacional decidió no transferir los más de 1.260 millones de dólares que esperaba el gobierno, mientras los fondos buitre esperaban su parte, el gobierno cayó después de congelar el retiro de los depósitos bancarios. 

 

La crisis del 2001 – Se vende

Y explotó la crisis de diciembre de 2001, entre pobres de empleo, de consumo e ingresos, y ahorristas de dólares que golpearon las puertas de los bancos para recuperar lo suyo. El alquiler se pagaba por día, juntando la diaria, hasta que el Congreso se decidió a legislar: seis meses de tregua para los inquilinos –manteniendo el precio pesificado- y después “arreglátela como puedas”.

La recuperación económica -una vez producida la gran devaluación del 2002- generó un efecto espiral en el mercado de la vivienda. En 2003 comenzó el boom inmobiliario de construir sin restricciones, viviendas lujosas en lugares donde el valor del metro cuadrado se va a reproducir fácilmente gracias a la infraestructura pública. Los desarrolladores inmobiliarios –que padecen el pago de impuestos-, compran terrenos y construyen allí donde el Estado garantiza mejor transporte, seguridad, iluminación, espacios verdes, infraestructura urbana. El Estado les apalanca el negocio, les abre las puertas a la mayor rentabilidad, sin compensación alguna ni condicionamientos. Pueden construir, pero el Estado no fija reglas para su comercialización: precio de alquiler, metro cuadrado, zona, etc.

Los dólares del colchón, pero sobre todo los del excedente sojero y del agronegocio en general se vuelcan a la compra de tierra urbana, a la construcción y a la especulación. Lo que no rinde lo necesario, se deja vacío. La Argentina de la vivienda dolarizada, empezó a destacarse en otro rubro: la vivienda deshabitada. Entre la dictadura -que terminó con el régimen de regulación peronista- y 2001, la cantidad de viviendas desocupadas pasaron de 1.100.000 a más de 2.300.000. De la función social de la vivienda a la propiedad privada inalienable.

El kirchnerismo inicia su gestión con una fuerte inyección de recursos a los bolsillos trabajadores, que en el caso inquilino rápidamente se ven transferidos a las cajas de caudales rentistas. Algo que advierte el gobierno y modifica por unos meses (ya que la indexación del alquiler se venía haciendo por el salario).

 

El boom inmobiliario

A fines del 2005 el alquiler volvió a liderar el ranking inflacionario. Si bien en 2002 el Congreso había ratificado que no se podía indexar los contratos –durante su vigencia, es decir en ese momento los 24 meses tenían que conservar el mismo valor de alquiler-, ya se firmaban con cláusulas indexatorias del 15% semestral.

Finalmente, el mercado instaló fuertemente el discurso del derecho a la ganancia neta de una inversión que se comparaba con otros activos financieros y no con el valor de uso que históricamente había tenido la vivienda.

Faltaban años para que desde las organizaciones inquilinas empezáramos a disputar el sentido, el lenguaje y los intereses que se esconden detrás del negocio inmobiliario.

La vivienda deshabitada, la compra de tierra urbana, la construcción indiscriminada en las ciudades capitales del país –sin regulación ni planificación alguna- generaron la atención de la AFIP en 2007. Había que blanquear el negocio, ¿quiénes eran los tenedores de ese negocio que se multiplicaba?

Los medios de comunicación que también se habían diversificado hacia el agronegocio y la renta urbana, reaccionaron con toda la cadena de corporaciones que se mueven detrás de la estafa organizada del alquiler: inmobiliarias, administradores, colegios de abogados, financieras y bancos, compañías de seguros, la cámara de la construcción; todos reaccionaron en defensa de la propiedad privada y acabaron con la pretensión del Estado.

Insistirá Felisa Miceli y también Kiciloff, con medidas y resoluciones que una y otra vez serán archivadas o prorrogadas por la reacción no solo de los mayoristas de la renta inmobiliaria sino también de los propios funcionarios que rodeaban la gestión de los ministros de Economía.

El Registro de Propietarios de Viviendas en Alquiler -2007- fue desmentido por el secretario de Comercio, que además se juntó con todas las cámaras inmobiliarias y los bancos privados para anunciar maravillosas posibilidades de compra de vivienda a través del crédito hipotecario, pero que en pocos meses quedó totalmente borrado del acceso posible y también de los medios de comunicación.

El mercado no se dormía, y las legislaturas provinciales les concedieron la creación por ley de colegios públicos para que el lobby se organizara mejor. En la ciudad de Buenos Aires, con el seguro ascenso del macrismo al gobierno, se creó el Colegio de Corredores Inmobiliarios, con la encantadora facultad de controlar y sancionar a sus propios matriculados, así como fijar sus honorarios, salvo la retribución que tendrá por alquiler de vivienda, que será fijada por ley: un mes por cada contrato de alquiler que se firme será para el intermediario.

Una vez que se sentaron en el Colegio, se dedicaron a organizar la estafa sobre los inquilinos, empezando por la retribución, la comisión inmobiliaria se duplicó y durante años los trabajadores que alquilamos le transferimos a las inmobiliarias miles de millones de pesos, ilegalmente, por imposición del mercado, y que ningún organismo público se propuso recuperar.

Si la tensión se ubicaba en los mismos organismos fiscalizadores que se decidían a saber quiénes estaban detrás de tantos negocios inmobiliarios, en el Senado también ocurrió un incidente histórico, cuando la senadora Teresita Quintela, de la provincia de La Rioja, presentó un proyecto que traía a la memoria inquilina los mejores recuerdos de la regulación peronista.

Quintela propuso crear un organismo público estatal de Viviendas para Alquilar, dentro de la órbita del Ministerio de Economía, y un Registro Nacional de Viviendas Alquiladas. La senadora riojana fue a fondo con la tradición iniciada por el Coronel Perón, agregando la necesidad de una comisión asesora representada por inquilinos, constructores y la facultad de Arquitectura. Ningún intermediario ni usurero.

El plazo de los contratos los ampliaba a 5 años con renovación automática (es decir hasta 10 años). El precio también fue regulado estrictamente por el proyecto de ley de la senadora del Frente para la Victoria: el ajuste se hará anualmente de acuerdo con el valor fiscal de la propiedad, nada de mercado.

Para los gastos inquilinos en servicios públicos y expensas, les fijó un límite, un porcentaje sobre la renta; el resto lo debía pagar el rentista. Prohibido cobrar comisión inmobiliaria a los inquilinos, en todo el país.

La reacción fue organizada por el diario La Nación y el presidente del mismo bloque del Frente para la Victoria: el ahora ultra conservador y dirigente macrista, Miguel Angel Pichetto, que se comprometió públicamente a archivar el proyecto de la senadora riojana.

 

Inquilinos Agrupados

Desde ese lugar, de entender que el mercado estaba organizado y sus negocios eran transversales en las propias instituciones donde íbamos a tocar la puerta, empezamos a reconocer que había que pelear desde los filos o las fronteras de un negocio que se hizo cada vez más voraz y ambicioso. Desde ahí, desde empezar por los intereses de los que ponían la cara por el negocio rentista, empezamos a organizar la reacción inquilina.

A principios de 2016 presentamos el proyecto de ley de alquileres que propone que el Estado vuelva a regular el precio. No tardó en revivirse una discusión, que como habrán interpretado en párrafos anteriores, recorre la historia de nuestro país. 

Es que la Ley de alquileres condensa dos disputas centrales y profundamente actuales. Por un lado las organizaciones inquilinas planteamos que el Estado repare lo que la dictadura estableció: El Estado tiene que volver a decidir los precios de los alquileres para que la vivienda deje de ser un negocio, por otro lado el poder económico necesita que se termine la Ley de alquileres para que sea el mercado inmobiliario el que decida, otra vez, quién puede acceder a la vivienda y quién no. 

Es una condición fundamental para garantizar el bienestar del conjunto de los trabajadores que el acceso a la vivienda sea un derecho real. Porque no habrá un país justo y digno, mientras diez millones de trabajadores y trabajadoras destinemos casi todo nuestro salario al pago de un alquiler. Y no seremos un país igualitario mientras la vivienda siga dolarizada desde la ultima dictadura. 

Aunque suene incómodo seguiremos repitiendo: la vivienda no puede ser un negocio. 

 

(*) Gervasio Muñoz. Presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, referente de la organzación Inquilinos Agrupados y Secretario de Formación de la CTA Ciudad.

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INDUSTRIA

¿Cuál es el plan de Milei para la industria y la creación de empleo?

Por Germán Mangione (*)

(Nota publicada en el portal web revistazoom.com.ar)

Esa misma pregunta se hicieron al otro día de las elecciones de octubre los popes de la de la manufactura argentina nucleados en la poderosa Unión Industrial Argentina.

La pregunta no es de fácil respuesta, ya que en la plataforma libertaria no hay una sola mención. Literalmente no está escrita la palabra INDUSTRIA en ningún lado de su propuesta de gobierno.

La única referencia a la política para las empresas industriales es la que repitió el domingo Javier Milei en el debate con Sergio Massa: “Apertura comercial unilateral a la Chilena. El comercio libre produce bienes de mejor calidad a mejor precio”

“Lamento que opines de temas de los que no sabés, vos querés regular el comercio y yo lo quiero libre. Cuando decís proteger (a la industria), decís hacer negocio con los amigos en detrimento de los argentinos de bien”, respondió Milei a Massa en el debate después de que el Ministro de Economía afirmó que había que proteger a la industria y lo arrinconó exigiendo definiciones claras.

Pero la incógnita y la preocupación de la UIA no parece que vaya a resolverse antes de las elecciones del 19 de noviembre, por lo menos de boca del líder libertario.

Y es que luego de las generales desde la institución se invitó a ambos candidatos en carrera a presentar su propuesta para el sector.

Massa asistió hace dos semanas a la sede de la casa fabril y fue recibido por la Junta Directiva que encabeza Daniel Funes de Rioja. Allí el candidato de Union por la Patria le hizo un guiño al sector con una promesa de baja de impuestos a las pymes que consigan aumentar exportaciones, en sintonía con lo que planteo luego en el debate del domingo.

Pero desde la Libertad Avanza les colgaron el teléfono a los industriales y nunca contestaron (oficialmente) la invitación. Aunque la institución no tomo posición al respecto muchos de sus miembro hicieron público su malestar con el libertario.

El vicepresidente regional de la Unión Industrial Argentina (UIA), Guillermo Moretti, cuestionó Javier Milei por rechazar la invitación, lo explicó la industria no está tenida en cuenta en su plataforma y cuando algunos de sus referentes, como Dario Epstien, hablaron del tema la cuestión fue aún más preocupante que la ausencia de política al respecto.

Epstein aseguró en el foro entrerriano que: “Para los que están intranquilos porque creemos en una economía abierta les digo: en la situación actual si los mandamos a competir, de 400.000 pymes quedarían la mitad en el camino. No vamos a abrir en una situación de desventaja. Vamos a sacar todas las inconsistencias y en un par de años cuando haya inflación y tasas razonables, seguridad jurídica y una nueva ley laboral, habrá una apertura importante y ahí van a tener que competir.“

En otro tramo de su intervención el referente de Milei planteó que “las empresas van a tener que cambiar su cultura porque muchos son planeros industriales. Si saliera todo bien en el país, las empresas no deberían estar golpeando la puerta del gobierno. Que trabajen y produzcan”.

Finalmente sentenció que “algunas empresas y sectores no tendrán la fortaleza y otros como la agroindustria no tendrán ningún inconveniente”.

Intervención de Darío Esptein en UIA Entre Ríos 👇🏻

A la UIA no viene Milei y si uno mira la plataforma no se nombra nunca al sector industrial. La única referencia que tenemos como candidato es la declaración que dio Darío Epstein el Día de la Industria en Entre Ríos. Él dijo directamente que iba a ser una política de apertura total y que nos daban dos años para ponernos a la misma altura que está Alemania, por decir algo. No tiene conocimiento evidentemente de lo que es una máquina, una tuerca, un bulón”, cuestionó Moretti.

Por su parte Walter Andreozzi, miembro del comité ejecutivo de la UIA expresó en una entrevista que “una apertura basada sólo en dogmatismos ideológicos, será un nuevo golpe mortal a cientos de pymes, un aumento de la desocupación, y un nuevo ciclo de reversión del desarrollo. Sólo con un par de grandes empresas o sectores líderes, es insuficiente para lograr una sociedad más inclusiva, más allá del rol estratégico de los mismos, lo que debe ser altamente valorado”.

De cara a un posible gobierno del economista anarcocapitalista el único dato más o menos conocido sobre quien encabezará algún área relacionada a la industria, o por lo menos quien está construyendo su plan, tiene que ver con la cercanía al espacio de Federico Ovejero, ex vicepresidente regional de General Motors con extensa trayectoria en multinacionales, que renunció en junio pasado a la automotriz tras ocho años en la empresa.

Según fuentes de prensa el CEO multinacional viene realizando reuniones con referentes del sector para elaborar el “plan de adecuación”. Sin embargo este plan no parece tener en cuenta la composición industrial MIPYME (de micro, pequeñas y medianas empresas) que puebla el mapa productivo argentino.

Un sector que crece, se desarrolla y es el principal generador de empleo de Argentina en base a un trabajo en conjunto con el estado, con medidas como las recientemente tomadas de reducción de las retenciones a las PYMES exportadoras que permitió que en septiembre más del 83% de las MiPyMEs exportadoras fueron beneficiadas por la eliminación y/o reducción de los derechos de exportaciones.

8 de cada 10 MiPyMEs exportadoras pagaron menos retenciones | Argentina.gob.ar

La Argentina PYME

La Argentina es un país constituido casi exclusivamente por micro, pequeñas y medianas empresas, apenas el 0,2 por ciento de las empresas en el país son grandes empresas, según las estadísticas oficiales. Datos que coinciden con los de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Por otro lado los mismos estudios demuestran que 51 % del empleo formal privado del país está impulsado por las pymes. Actualmente, las micro, pequeñas y medianas empresas son creadoras de más de 6,2 millones de empleos que promueven el trabajo formal y el desarrollo económico del país y sus habitantes.

Según datos de la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, en el primer trimestre de 2023 las MiPyMEs crearon 140.000 puestos de trabajo con respecto al mismo período de 2022.

Además el sector industrial se destaca como el sector que más aportó al crecimiento del PBI, con una suba interanual del 2,8% y de 12,4% por sobre los niveles de la pre-pandemia (primer trimestre de 2019). Fue el valor más alto de producción industrial para un primer trimestre desde 2015.

A esto habría que sumarle el crecimiento del empleo privado formal industrial, que acumula 34 meses de expansión, que llegó a los niveles más altos desde 2011.

Está claro que el fenómeno de la inflación y la caída de salarios ha provocado que ese crecimiento no se transparente en crecimiento económico sostenido para las mayorías trabajadoras, y que hoy se puede palpar el fenómeno de trabajadores registrados que caen en la pobreza, lo que constituye el principal desafío en caso de que Sergio Massa acceda a la presidencia, pero lo que es incontrastable es el rol de la industria (y sobre todo las MiPymes) en la generación de empleo de calidad y el crecimiento económico general.

¿Qué pasa con la industria y los estados en el mundo?

“Nuestro futuro manufacturero, nuestro futuro económico, nuestras soluciones de la crisis climática, todo se hará en Estados Unidos”, dijo en la Casa Blanca Joe Biden al anunciar sus compromisos “Made in America” en 2022.

Si hay algo que le gusta a Milei es repetir que sus referencias en el mundo están en occidente y sobre todo en EEUU e Israel. Pero se ve que esas preferencias son selectivas, o por lo menos no tienen que ver con la política industrial de imperio del norte.

Allí hay 30,7 millones de empresas, y como en Argentina, el 99% son pequeñas empresas (menos de 500 empleados en EEUU), según la Oficina de Promoción de la Administración de Estados Unidos para la Pequeña Empresa.

Los planteos de apertura comercial total que hace el libertario chocan de frente con la corriente hegemónica mundial que va en sentido contrario. La actual situación geopolítica del mundo, con las guerras en curso y el enfrentamiento de los bloques que tiene a EEUU y la OTAN de un lado y a China, Rusia y sus socios del otro ha transformado completamente el mapa de globalización y libre comercio a ultranza que se había dibujado tras la caída del Muro de Berlín y la unificación mundial de mercados. Pero se ve que a Javier nadie le avisó.

Por su parte China, desde la llegada del presidente Xi Jinping al poder, impulsa el libre comercio pero protegiendo la industria propia. Con las la iniciativa Made in China 2025, la potencia imperial de oriente impulsa subvenciones a industrias específicas, bajo el concepto de “doble circulación”, cuyo objetivo es reducir la dependencia externa mediante un refuerzo del abastecimiento interno con empresas locales, y un impulso a la autosuficiencia en tecnologías esenciales.

Mientras tanto en EEUU Biden despliega una nueva política industrial a través de la Ley de Reducción de la Inflación (US$369.000 millones en los próximos 10 años) y la de Chips y Ciencia (agosto de 2022), y la de Inversión en Infraestructuras y Empleos (noviembre de 2021), que constan de un despliegue de incentivos millonarios para que las empresas produzcan en suelo americano.

El estado al mando de Biden ofrece también ayudas fiscales por US$7500 para los consumidores por la compra de coches eléctricos nuevos, siempre que al menos un 40% de las materias primas usadas para la batería del coche se extraigan en Estados Unidos o en un país con el que tenga firmado un acuerdo de libre comercio.

Seguramente algún libertario podría decir a esta altura del capítulo dedicado al mundo que ni la China de Xi, ni el gobierno de Biden son modelos a imitar por su lejanía ideológica con Milei, pero es interesante ver como uno de los referentes del economista despeinado anticipaba esta orientación de la política proteccionista industrial en el mundo.

Estados Unidos comenzó a proteger las industrias del acero y el aluminio durante el gobierno de Trump. Escudado en cuestiones de “seguridad nacional”, en medio de la guerra (que de comercial tiene solo una parte) con China el líder de la ultraderecha norteamericana tuvo un gobierno marcado por la intención de recuperar el entramado industrial nacional, con intentos incentivos millonarios desde el estado para traer de vuelta a las empresas yanquis localizadas en el otro extremo del mundo y así recuperar el empleo que perdieron los sectores medios con la globalización.

El objetivo de las medidas proteccionistas era elevar la producción nacional de acero del 73 % al 80 % y del aluminio del 48 % al 80 %, procurando una “viabilidad” de la industria nacional estadounidense a largo plazo.

Si bien Biden dio de baja la protección del acero y el aluminio impulso, en el marco de la reconversión ecológica de la industria, la subvención al sector industrial. . El programa, puesto el año pasado, ofrece a su industria una ventaja competitiva en su transición hacia tecnologías más limpias como subvenciones para la fabricación nacional de semiconductores, baterías, vehículos eléctricos y otros elementos de su visión de la economía ecológica de alta tecnología.

Y algunos resultados ya pueden palparse. La producción industrial estadounidense se acerca a su máximo histórico y el gasto en construcción de fábricas se dispara.

Uno de los principales objetivos de esta intervención estatal es lograr lo que no pudieron hacer las empresas privadas: la reindustrialización de la zona central del país, y la recuperación del empleo muy afectada por la deslocalización fabril derivada de la globalización.

Del otro lado del océano pacifico el otro gigante industrial, Alemania, camina en el mismo sentido y tiene previsto proponer una versión europea de la ley estadounidense, que compraría energía renovable con garantías estatales y reproduciría las desgravaciones fiscales que Estados Unidos ofrece a los sectores solar y eólico.

Hace unas semanas 108 economistas de todo el mundo publicaron una carta abierta con fuertes cuestionamientos al candidato de La Libertad Avanza (LLA), sobre quién consideraron que podría provocar “más devastación en el corto plazo” y “caos social” en caso de ser electo presidente el próximo 19 de noviembre.

Quizás tenga que ver con que más allá de las teorías y las elucubraciones económicas abstractas hoy en el mundo el crecimiento y la generación de empleo están planteados con el estado y con la industria. Todo lo contrario de lo que plantea Javier Milei, que como dijo Moretti de la UIA parece que “no tiene conocimiento evidentemente de lo que es una máquina, una tuerca o un bulón”

 

(*) Germán Mangione. Periodista. Miembro del Foro por la recuperación del Paraná y Soberanía Popular San Lorenzo.

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HISTORIA PUERTO SANTA FE

450 años de la ciudad puerto

Por Pablo Landó (*)

El almanaque siempre interpela a la ciudadanía a reflexionar. Casi medio milenio puede analizarse desde múltiples aspectos. Elijo uno, la ciudad-puerto. Recorrer pasado y presente como reafirmación del sendero del atraso o el progreso para la región y la felicidad de su gente. Repasar la historia encuentra firme sentido si estudiamos las claves para una urgente reparación histórica y social ante la dolorosa actualidad: recuperar la Santa Fe portuaria, ferroviaria e industrial. Rescatar ese modelo de ciudad productiva, innovadora y generadora de empleo industrial, representa en esta etapa, el único horizonte de bienestar de las mayorías que habitan esta maravillosa geografía.

¿De dónde venimos?  Brevísima historia

Santa Fe se funda en el marco de la disputa por estos territorios entre dos de las principales potencias coloniales del siglo XVI: España y Portugal.

Portugal avanzaba conquistando el sur de Brasil y España apresura el envío de nuevas expediciones al río de la Plata. Primero funda Buenos Aires, en 1536 con Pedro de Mendoza (rápidamente debieron retirarse por resistencia de originarios) y, en 1573, Juan de Garay funda Santa Fe de la Vera Cruz buscando una salida directa hacia la corona de las riquezas del Alto Perú y Asunción.

A 87 años de su fundación, el sitio elegido por Garay debió ser abandonado por subidas del río y el constante hostigamiento de originarios que defendían su territorio. Las autoridades del Cabildo decidieron trasladar la ciudad al lugar que hoy ocupa.

La vida de los habitantes de esta geografía transcurría en medio del atraso y la pobreza. La esperanza de los vecinos de la ciudad se centraba en el puerto (de escasísima actividad). Fueron años muy difíciles hasta la conversión de la ciudad, por Real Cédula, en “puerto preciso” en 1662. Es decir, que todo buque que hiciera el tráfico por el Paraná tenía que registrarse y hacer escala obligada en nuestra ciudad. Las embarcaciones de la provincia del Paraguay debían incluirnos en su itinerario, lo que incrementó el comercio local, aumentó la población y contribuyó por muchos años a su beneficio y progreso.

Tiempo después los barcos de Asunción seguirían aguas abajo, olvidándonos. Buenos Aires que los esperaba en la desembocadura desde los tiempos de Garay, absorbió el tráfico a pesar de los continuos reclamos. Las Reales Órdenes dictadas a nuestro favor no se cumplen, los barcos paraguayos preferían Buenos Aires que, por su parte, fomenta las aspiraciones de la Asunción con la tolerancia de la complicidad de funcionarios y de su comercio próspero”. (Marta Rodil. “Puerto Perdido”)

¿Qué pasaba por acá en el siglo XIX?

Esta etapa va a estar agitada por la Revolución de Mayo y la gesta independentista y Santa Fe, que durante todo el período colonial pertenecía a la gobernación de Bs.As; a partir de 1813 pasaba a adherir a las ideas federales respaldando a Artigas en la “Asamblea del año XIII”. Desde su fundación la unían a Corrientes, Entre Ríos y la Banda Oriental, fuertes lazos económicos y sociales.

La tensión fue tal que Buenos Aires invade en más de una oportunidad Santa Fe y sus tropas derrotadas con un gran protagonismo de los pueblos de Rosario, Coronda y Santa Fe. En este período, la figura de Estanislao López ocupa un lugar central. Como jefe militar condujo los combates que derrotaron las intentonas porteñas en estas tierras.

Es preciso decir que así como López siempre impulsó una posición “federal” mantenía “independencia” del programa revolucionario de la época de la “Confederación de Estados” que promovía José Artigas. Esta postura lo va a llevar (ya siendo gobernador de Santa Fe) a aceptar negociar con Buenos Aires ante una nueva invasión en 1819. Un año después, López junto a Ramírez (Entre Ríos) derrotan en Cepeda a las fuerzas “directoriales” comandadas por Rondeau obligando a renunciar a las autoridades nacionales y diluir el Congreso. Poco tiempo después, López y Ramírez firman con Buenos Aires un Tratado que rompía abiertamente con Artigas.

López tuvo un nuevo intento de rebelión en su contra y fue socorrido por Rosas, siendo ya este la figura central de poder. Celebraron un nuevo acuerdo que lo alejó para siempre de Ramírez. Estas divisiones en el bando federal y la acumulación de poder de Buenos Aires debilitaron por completo el programa más avanzado de la época que encabezaba Artigas. En simultáneo la lucha independentista se desarrollaba con Güemes en el norte, para culminar con la campaña de San Martín en Perú y el triunfo de los ejércitos bolivarianos en 1824. Sin embargo, el programa revolucionario de la “izquierda de Mayo”, que señalaba la opresión de la dependencia y el latifundio, era lentamente derrotado, cerrándose así una etapa.

A mediados de siglo, la realidad se marcaba por la centralidad del puerto de Buenos Aires y una resistencia santafesina desde una Rosario que buscaba desarrollarse. En la zona abundaban cueros, cebos, carnes saladas que solo podían comercializarse por contrabando dado el unitarismo porteño. La derrota de Rosas a manos de Urquiza contó con la adhesión de un núcleo de terratenientes poderosos (habían adquirido tierras vírgenes post independencia de 1816 y lograron mantenerlas hasta el derrocamiento de Rosas) y una incipiente burguesía rosarina.

Con el nuevo escenario, se constituyeron dos grandes bloques antagónicos de terratenientes y comerciantes que marcaron la disputa por el modelo de provincia. Se agruparon sectores progresistas (integración a los modelos avanzados de Europa y Estado Unidos) detrás de Nicasio Oroño, Patricio Cullen y José Aldao. Del lado conservador, Simón de Iriondo y Mariano Cabal los máximos referentes de la resistencia a esos cambios, aferrados a mitos coloniales, el caudillismo, y un catolicismo sin concesiones.

La ciudad capital sentía, mayoritariamente, afinidad por el bando conservador. Tanto que en los años 1867/8 acompañó una asonada encabezada por la iglesia y la aristocracia ganadera del norte contra el gobernador Oroño que había llegado con mucha fuerza en Rosario con esa naciente burguesía que crecía aceleradamente de la mano del ferrocarril, las inmigraciones e incipientes desarrollos industriales. A ese proyecto de ley de fomento de la colonización agrícola, creación de escuelas agrarias, matrimonio civil, etc. se le oponía la Santa Fe tradicional, católica y vacuna con epicentro en la ciudad capital. Dos modelos confrontaron y marcaron política, social y culturalmente (hasta nuestros días) el sur y centro norte provincial. Derrocaron a Oroño y terminaron imponiendo a De Iriondo.

A pesar de las feroces disputas, la fuerza del ferrocarril seguía empujando surcos de desarrollo (y construyendo dependencia del capital extranjero). Por esos años, el peso de los grandes terratenientes se incrementó en el período de la infame guerra de la “triple alianza” contra el Paraguay. Santa Fe proveía alimentos y soldados y ellos acumulaban fortunas y más tierras.

Los inicios del siglo XX

La ciudad de Santa Fe estuvo marcada por el impulso económico y productivo que significó la construcción del Puerto Santa Fe en 1910 (donde se encuentra actualmente). Décadas atrás, el puerto de Colastiné (1886-1929) ya mostraba su potencial generador de empleo y desarrollo en la zona. Luego, su futuro estuvo afectado por inundaciones y el impacto del traslado del centro operativo-productivo al emplazamiento actual en el centro de la ciudad.

Retomando a Rodil: “La ciudad de Santa Fe, que hasta 1911 había llevado una vida lenta, de estancamiento colonial, logra un cambio fundamental por obra de su puerto. En 1926-30 recibe 1643 ultramarinos, con un movimiento de importación-exportación de casi 7 millones de toneladas (sin contar el movimiento de cabotaje) que empleaba a 5600 trabajadores en jornadas de 8hs. diarias. A mediados y fines de la década del 40, la absorción anuladora creciente del puerto de Buenos Aires afecta sensiblemente la actividad y el empleo. En 1949 se movieron 7.900 toneladas y se emplearon 200 trabajadores”

Décadas de intensísima actividad y nuevamente el factor lesivo determinante del unitarismo porteño (hoy puede trazarse similitud con los puertos privados/extranjeros del sur santafesino). Este movimiento incesante de actividad portuaria, industrial y ferroviaria se anclaba en un proyecto de desarrollo nacional que ejecutó el primero gobierno de Perón: el último proyecto político/económico de soberanía nacional.

El rol del Estado durante este período fue central para ejercer un papel integral como regulador, productor, demandante y proveedor de financiamiento en el sector de la construcción naval y la actividad portuaria. Y comprobado años después, -dictadura y menemismo mediante-, si el Estado se retira de estas funciones, o solo las ejerce parcialmente, se pone en cuestión la posibilidad de recuperación y desarrollo de la industria misma.

Pero todos los beneficios heredados de la ISI se fueron minando con la implementación de las políticas de la dictadura primero y, luego, con el ajuste estructural ortodoxo de los 90 basado en el endeudamiento externo, las privatizaciones, la desregulación y la concentración y extranjerización de ramas claves de la industria y el comercio. El ciclo de reformas de los 90 concluyó con una profunda recesión económica y una grave crisis económica, social e institucional.

La dirigencia política nacional y provincial menemista ejecutó con entusiasmo las recetas neoliberales de privatización de empresas públicas proveedoras de bienes y servicios, desregulación de los mercados (reconfiguración del marco regulatorio), y apertura externa. La desregulación y desestatización aplicadas afectaron particularmente al sector de transporte con la privatización de las empresas navieras estatales, la derogación del régimen de reservas de carga y la cesión a manos privadas, principalmente a capitales internacionales, de la gestión de la infraestructura y terminales portuarias.

El Ente Portuario Santa Fe y su ADN menemista

La aprobación de leyes como la N°11.011 del año 1993 y la creación de los Entes Portuarios son el resultado de la política de entrega, privatización y desregulación del menemismo; con un entramado jurídico que les posibilita acaparar recursos de la población así como realizar negocios de parte de grupos privados de poder local que lo administran y, en los hechos,dirigen.

El secreto de la maniobra legal se resume en dos aspectos: 1) su composición: ellos siempre superan a representantes del Estado provincial y Municipal; 2) la figura de “ente autónomo no estatal” por la que no rinden cuentas al Estado y los ingresos por actividad quedan en el propio Ente.

Existe legislación pero también legitimación de la política y resignación. Nunca se debaten estos temas; por el contrario, gobernadores e intendentes marchan año a año a rendir cuentas a los jefes de turno de las Bolsas de Comercio de Rosario y Santa Fe.

En tiempos donde los recursos son necesarios y urgentes, en una zona como el Gran Santa Fe con 234.643 personas pobres y 54.655 indigentes; con más de 70 mil personas con problemas de empleo (INDEC. 1er.semestre 2023). Donde PYMES y pequeños y medianos productores requieren crédito, poder desarrollar la producción; con barrios enteros que necesitan más y mejores servicios públicos, con un transporte en estado crítico, etc… el poder local, ese “círculo rojo” de la ciudad, obtiene extraordinarias ganancias.

Esta situación configura, además de la señalada apropiación de recursos públicos por privados, una traba y condicionamiento de cualquier política portuaria y su respectivo impacto en la producción y el empleo local.

Los “festejos” por los 30 años del Ente Portuario

El directorio del EAPSF celebró 30 años de institucionalidad”, dice la nota de un importante diario de la ciudad el pasado 10/11/23. En las imágenes, se abrazaban quienes instalaron durante años la idea que era una “pieza de museo” inservible y lo desmantelaron, junto a actuales hacedores de mega negocios inmobiliarios y comerciales en ese suelo público. Su carácter “público” hay que destacarlo siempre como patrimonio del conjunto de santafesinas/os y para impedir intentos actuales de “transferencia de propiedad del suelo” de nuestro puerto al Directorio del Ente. La voracidad del saqueo nunca encuentra límites.

La celebración de “los 30 años del EAPSF” intenta imponer un balance social de estas políticas heredadas de los 90 y buscan ocultar el altísimo costo social que provocó a la ciudad: su desindustrialización y creciente desocupación que perdura hasta nuestros días.

El puerto es nuestra identidad y futuro

El Puerto de la ciudad de representa la llave para transformar la matriz dela ciudad, reactivar la industria local y regional y, fundamentalmente crear empleo.

Somos una generación comprometida para confrontar las ideas de sectores dominantes de la ciudad que instalaron (durante años) que “este puerto no sirve para nada”. Para esos objetivos, trabajaron sobre la opinión pública el concepto de “puerto = pieza de museo” (asentándose en el evidente abandono de obras de mantenimiento e inversiones productivas por años) y transformaron un lugar de desarrollo industrial regional, producción y empleo; en un puñado de negociados inmobiliarios y comerciales. En paralelo, se desarrollaba en el sur provincial, el modelo agro-minero-exportador y crecía exponencialmente el polo portuario-industrial (la mayoría de banderas extranjeras).

El “círculo rojo” santafesino impuso, -ante la resignación y complicidad política local-, que la ciudad debía ser “subsidiaria” de esa extraordinaria renta para su inversión en el negocio de la especulación inmobiliaria y la revalorización financiera.

Con el paso de los años fueron incorporando negociados e innovando propuestas. Así es que pasaron a denominar nuestra zona como “nodo logístico” del modelo agro-exportador dominante. Ellos disponen “moldear” la ciudad e imponérsela a autoridad políticas (de todos los niveles) como una gran “rotonda y estación de servicios” de las grandes corporaciones económicas que representan y/o se subordinan, para continuar obteniendo ganancias exorbitantes como subsidiarias del modelo.

Las nuevas autoridades provinciales ya fueron en busca de financiamiento internacional (léase endeudamiento) para obras y servicios que demandan los puertos exportadores y definieron que los 4 puertos públicos (Santa Fe, Rosario, Villa Constitución y Reconquista) deben “autofinanciarse”. De ahí surge la idea de la “transferencia” de los suelos a los Entes.

Aprender de la historia para transformar el presente. En eso trabajamos. Y soñamos con la Santa Fe de la FIAT en Sauce Viejo y centenares de empresas autopartistas; del Puerto repleto de barcazas dinamizando el comercio y la producción; de los trenes circulando la zona con carga y pasajeros y sus talleres repletos de máquinas, vagones y laburantes; el frigorífico municipal. No son postales de la nostalgia sino registros de lo que fuimos y nos arrebataron. Ese modelo de ciudad, queremos recuperar. Vamos a recuperar.

Feliz cumpleaños… querida Santa Fe.

(*) Pablo Landó. Comunicador Social. Dirigente político de Fuerza Común

 

Bibliografía consultada (y recomendada)

  • Ainsuain Oscar. “Del genocidio y robo de tierras al boom sojero”. UNR Editora. 2006
  • Rodil Marta. “Puerto Perdido”. Centro de Publicaciones UNL. 1994
  • Arturo Marcos Lozza. “Tiempo de Huelgas”. Editorial Anteo. 1985
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BELGRANO DEBATES HISTORIA

Con Belgrano no, Milei.

Por Luciano Orellano y Germán Mangione (*)

Cualquier argentino o argentina que ame a su patria y su bandera deber haber sentido como propio, como nos sucedió a nosotros, el agravio que ayer se le hizo a nuestro gran patriota (y primer soldado de la patria durante las invasiones inglesas) Manuel Belgrano en el Monumento Nacional a la Bandera en Rosario.

En un nuevo acto miserable de tergiversación de la historia nacional el candidato a presidente Javier Milei intentó una semblanza de Belgrano con la intención de apropiarse la figura de uno de los mejores hombres que dio la Argentina.

“Es muy importante la referencia histórica a quien ha sido el creador de la bandera. El general Manuel Belgrano. Sepan que Belgrano estudio en la Universidad de Salamanca. ¿Y por qué es importante para nosotros los liberales que uno de los grandes héroes de la patria haya estudiado en Salamanca? Porque la escuela de Salamanca es donde tú inicio la escuela escolástica que es la cuna del liberalismo.Por eso también cuando ustedes leen las obras de Belgrano, no solo se respira libertad, sino que también se nota la influencia liberal del padre del liberalismo Adam Smith. Por lo tanto nuestra revolución de mayo tiene en Belgrano a un liberal” dijo ayer ante una multitud el representante de los intereses extranjeros y de la economía concentrada de argentina, Javier Milei.

¿Qué tiene que ver el general Manuel Belgrano que dejo su sangre por liberar a la patria del yugo extranjero y de las minorías monopolistas y terratenientes, con lo que plantea Javier Milei? Absolutamente nada.

Así como utilizan para sus intereses minoritarios el concepto de libertad, que en sus manos es solo libertad de mercado a cualquier costo, ahora intentan utilizar la lucha y la historia de la gesta de mayo que nada tiene que ver con los programas y las ideas libertarias y fascistas que impulsan Milei y sus secuaces.

Qué tiene que ver un tipo como Milei que plantea que la propiedad privada está por encima de todo, a costo incluso de la exclusión de miles de compatriotas, con Belgrano que aseguraba que:

“Se han elevado entre los hombres dos clases muy distintas; la una dispone de los frutos de la tierra, la otra es llamada solamente a ayudar por su trabajo la reproducción anual de estos frutos y riquezas o a desplegar su industria para ofrecer a los propietarios comodidades y objetos de lujo en cambio de lo que les sobra. El imperio de la propiedades el que reduce a la mayor parte de los hombres a lo más estrechamente necesario…”

¿Cómo puede tener la desvergüenza de arrogarse la continuación de la obra del general Belgrano una fuerza política que plantea que solo el mercado debe regular la economía, excluyendo al estado de su rol de orientador y protector de la economía nacional? ¿Un espacio político que asegura que que hay que abrir la economía a las potencias extranjeras, incluso al costo de que desaparezcan miles de industrias, con las ideas económicas de avanzada de Belgrano?

Decía Belgrano que la única manera de que la patria florezca era “… fomentar agricultura, animar la industria, proteger el comercio”, y aseguraba que la industria debía ser alentada y guiada por el gobierno “… tomar otras medidas para llevarlas por la senda recta y no dejarlas caminar al antojo y capricho, sin principio ni regla fija”.

También nos dejó conceptos económicos claros, que están en las antípodas de lo que hoy plantea este representante de la oligarquía y los intereses foráneos que es Javier Milei:

“la importación de mercancías que impiden el consumo de las del país o que perjudican al progreso de sus manufacturas, lleva tras sí necesariamente la ruina de una nación”.

 “… con el infernal monopolio, se reducirán las riquezas a unas cuantas manos que arrancan el jugo de la Patria y la reducen a la miseria…”

“… Toda nación que deja hacer por otra una navegación que podría hacer por ella misma, compromete su soberanía y lesiona gravemente la economía de sus habitantes…” 

“… los países que se dedican a producir materia prima, generan desempleo en su país, y empleo en el país que la compra…”

¿Cómo pueden intentar la apropiación histórica del gran defensor e impulsor de la educación pública y gratuita para todos como Belgrano quienes anuncian a los cuatro vientos que de llegar al poder van a privatizar la educación y la salud y arancelar la Universidad?

Belgrano era el primer impulsor de “fomentar la educación y los oficios…” y consideraba a la educación como un elemento central para el desarrollo tanto económico como social. Creó escuelas de dibujo técnico, matemática y de náutica, y propuso la creación de otras, entre ellas la de agricultura.

Tenía muy claro la importancia de fomentar la educación y capacitar al pueblo para que aprenda ciencias, técnicas, arte y oficios y puedan aplicarlos al desarrollo nacional.

No hay nadie más lejano de las ideas de Milei que un patriota como Manuel que proponía repartir la tierra “… las tierras de los pueblos, se repartirán en prorrata, entre todos para que unos y otros puedan darse la mano…” para desarrollar la economía, poniendo el cuidado de la naturaleza como eje … “cerciorado de los excesos horrorosos que se cometen con la flora, talando árboles y que se aprovechan de los naturales sin pagarles el trabajo y los hacen padecer castigos escandalosos, constituyéndose en jueces y causas propias, prohíbo que se pueda cortar árbol alguno…”; mientras los libertarios ponderan que es un derecho de las empresas contaminar los ríos porque no son de nadie.

Las ideas económicas de Belgrano eran ante todo ideas de soberanía y en desafío abierto intereses imperiales de Inglaterra (a sus socios locales) y a las ideas de la época como las que pregonaban los filósofos liberales que tanto reivindica Milei.

Belgrano rechazaba la idea de que el Estado tomara deuda externa y lo hizo con estas palabras textuales: “El grueso interés del dinero convida a los extranjeros a hacer pasar el suyo para venir a ser acreedores del Estado. No nos detengamos sobre la preocupación pueril, que mira la arribada de este dinero como una ventaja: ya se ha referido algo tratando de la circulación del dinero. Los rivales de un pueblo no tienen medio más cierto de arruinar su comercio, que el tomar interés en sus deudas públicas”.

¿Cómo pueden querer robarse la figura de Belgrano los ciervos del FMI que prometen más ajuste, incluso al costo de sudor y lágrimas del pueblo para cumplir con la deuda ilegitima, ilegal y fraudulenta?

La defensa de la industria nacional, la protección de la producción local, y un estado que provea tierras y educación a sus habitantes, iba (y sigue yendo) en contra de los intereses de las metrópolis imperiales y sus teóricos que ven en nuestros países solo proveedores de materias primas y compradores de sus manufacturas, para lo cual se sirven de la idea del libre mercado a ultranza, que solo beneficia sus intereses.

Las ideas de Belgrano deben ser desagraviadas, y rescatadas del robo y la apropiación espuria de los oportunistas libertarios.

Un espacio político cuyo líder reivindica a la genocida pirata Margaret Thatcher, ofendiendo el sentimiento nacional más profundo que tiene nuestro pueblo,  que nos llegan de orgullo y gratitud hacia esa reserva moral de la nación que son nuestros héroes de Malvinas.

Belgrano y sus ideas de defensa de la industria nacional, la educación pública y gratuita, la generación de empleo, la crítica al librecambio y al endeudamiento, y sobre todo de defensa de la patria son las ideas de los verdaderos patriotas que nada tienen que ver con Milei, Macri y el resto de los cipayos que se dicen argentinos pero sirven a los intereses extranjeros.

Seguimos reivindicando el sueño de Belgrano de un país próspero, justo y soberano, que es nuestro sueño y no vamos a permitir que sea apropiado por aquellos que como decía el padre de la bandera actúan “en contra de la causa de la Patria, que tal vez son habidos del sudor y sangre de los mismos naturales…”

Porque se ha derramado mucha sangre para la verdadera libertad de la patria es que seguimos levantando tus banderas Manuel y gritando: “Ni amo viejo, ni amo nuevo, ¡ningún amo!”

(*) Miembros del Foro por la Recuperación del Paraná (Rosario)

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FERROCARRILES SOBERANÍA

🔵 SERGIO SASIA en Entrevistas de INFO▶SOBERANA #49

“REACTIVACIÓN FERROVIARIA”

🎙 Ciclo de entrevistas. Con la conducción de Marina Cerquetti.

🗣 Conversamos con Sergio Sasia, Secretario General de la Unión Ferroviaria (UF) y Secretario General de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT)

➡ Sobre los ferrocarriles, su historia, su presente, sus desafíos y el potencial que tienen para aportar en la construcción de una Argentina más soberana e industrial.

📲 link para ver la entrevista aquí:

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SOBERANÍA TAXI

🔵 JOSE IANTOSCA en Entrevistas de INFO▶SOBERANA #48

“TAXIS EN LA MIRA”

🎙 Ciclo de entrevistas. Con la conducción de Marina Cerquetti.

🗣 Conversamos con José Iantosca, taxista y miembro de CATILTAR, la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario.

➡ Sobre las denominadas “aplicaciones de movilidad”, el transporte publico, los derechos laborales y la soberanía.

📲 para acceder en el siguiente link

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