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PUERTOS

No al desguace y la entrega de la Dirección de Vías Navegables delegación Paraná Medio

Nuestra soberanía, nuestro patrimonio y nuestros trabajadores no se negocian.

Artículo 1.- Transfiérase a título gratuito a favor de la Municipalidad de Paraná, Provincia de Entre Ríos el dominio del terreno ubicado en la calle Santiago de Liniers N°395, de la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, denominado “Delegación Paraná Medio

Así comienza el texto del proyecto de ley presentado por la diputada nacional Blanca Osuna que pretende entregar para negocios inmobiliarios un total aproximado de 115.000 metros cuadrados de patrimonio de todos los argentinos. Un texto que encierra grandes mentiras y se ensaña en negar el rol estratégico que esta repartición cumplió y podría volver a cumplir si en vez de presentar proyectos para destruirla se tomaran decisiones para ponerla en funciones.

“El paulatino abandono de ciertas actividades, la acumulación de “chatarra” de embarcaciones en desuso sobre la dársena y la nula actividad intrapredial, han provocado que el área sea considerada sin destinoafirma el texto que no hace más que ratificar el objetivo iniciado por el ex presidente Macri en 2018 de hundir esta delegación para dejar vía libre a lo que sería uno de sus últimos actos de gobierno: la firma de la reprivatización de la Hidrovía a manos de multinacionales extranjeras acusadas de corrupción.

Sosteniendo como propios los argumentos esgrimidos por el gobierno de cambiemos: “Por todo ello, además de las razones operativas y de ordenamiento administrativo, en agosto del año 2018, el Subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante del Gobierno Nacional, dispone el cierre administrativo de la Delegación Paraná Medio de la nueva Dirección de Logística y Operaciones, sita en Liniers y La Rioja de Paraná, lo cual implica la prohibición de ingreso al predio del personal de la repartición

Una verdadera vergüenza orquestada por el anterior gobierno pero ratificada y puesta en ejecución por el actual Sub Secretario de Puertos y Vías Navegables Leonardo Cabrera, un uruguayo nacionalizado argentino con un prontuario digno de un traidor a la patria. ¿Qué hace un extranjero ex mimbro de la multinacional francesa Dreyfus dirigiendo y definiendo los destinos de un área estratégica para nuestra soberanía? A los hechos nos remitimos…

Desde el Foro por la Recuperación del Paraná visitamos la dirección de vías navegables distrito Paraná Medio de la capital entrerriana. Fuimos recibidos por sus trabajadores que vienen resistiendo el desguace y mantiene en optimas condiciones, a pesar de los pocos recursos con los que cuentan, toda la delegación. La Draga 402 C Entre Ríos (embarcación con capacidad y comprobada eficacia para realizar los trabajos que aún de manera indignante se le siguen entregando a la Belga Jan De Nul), los talleres de reparación equipados con maquinaria que funcionan y sirve para las tareas que requiere la delegación, entre otras. A lo que hay que sumar un sin número de embarcaciones menores que están operativas y con pequeñas reparaciones podrían volver a trabajar.

 Afirma el capitán Mario Agrofolio:

“Contamos con embarcaciones que están para volver a operar. Los remolcadores 283 y 286 y las mulas (remolcadores más pequeños) 278 y 290 que son muy buenos, también, para hacer balizamiento. Todas son embarcaciones que sirven y con pequeñas reparaciones podrían estar haciendo el trabajo que por ejemplo acá en Bajada Grande le entregaron a la Jan De Nul”     


La ofensiva por destruir y enterrar cualquier posibilidad de ejercer  nuestra soberanía  no tiene límites ya que no alcanza con intentar hundir nuestras propias dragas, que en el caso de la 402 C lleva 5 años sin operaciones, sino que se avanza en la venta de los terrenos, talleres y el estratégico espacio que aún ocupa la DVN de la ciudad para dar paso a un  mega emprendimiento inmobiliario. Objetivo que intenta finalizar con la entrega del patrimonio nacional iniciada en los 90 en una nueva vuelta de tuercas de la década menemista.

 

 

Una dirección que supo contar con astillero propio donde se llegaron a fabricar barcazas y trabajaban cerca de 2000 operarios, sumado a la escuela de aprendices (hoy escuela Nº 100 Puerto Nuevo) donde se formaban los futuros ministerianos[1]. Pero que a pesar de los embates resiste con  decenas de trabajadores que mantiene en alto las banderas del glorioso Ministerio de Obras Públicas de la Nación al igual que los compatriotas de la Dirección Nacional de vías Navegables distrito Paraná Superior de la ciudad de Corrientes.

Indigna ver como a escasos kilómetros del puerto de la ciudad trabajan las dragas extranjeras mientras nuestra 402-C Entre Ríos flota en el muelle paranaense esperando la decisión política que la ponga nuevamente en funciones. Más aun cuando nos cuentan que las operaciones que realiza la multinacional Belga son cobrados en dólares al Estado Nacional 2, 3 y hasta 4 veces más caros de lo que saldría si lo hiciesen nuestros trabajadores. Una verdadera burla al pueblo Argentino en medio de semejante situación económica.

Pero ante tamaña indignación surge la esperanza. Flamea maltrecha pero firme nuestra bandera nacional en la Draga entrerriana y pone la piel de gallina escuchar los saberes y el conocimiento acumulado de nuestros trabajadores. Ellos son la verdadera reserva moral de nuestra nación y el patrimonio que debemos recuperar. El orgullo con el que defienden hasta con sus propios sueldos cada tornillo de la DVN debería ser inspiración para ciertos sectores de la clase política argentina que prefiere imponernos otras banderas de conveniencia antes que la celeste y blanca.

Una enorme muestra de patriotismo que los ha llevado a elaborar un plan director para la reactivación del sector que será entregado al Ministerio de Transporte de la nación por el secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento Juan Carlos Schmid. Los trabajadores haciendo lo que deberían resolver los funcionarios. Una paradoja que ilustra la triste realidad.

La disputa por quien draga nuestro río y bajo que bandera se lo hace es un debate abierto por el modelo de país y la concepción de nuestra soberanía. Está claro para estos trabajadores que nuestro querido Paraná  es mucho más que una vía navegable por la que 12 multinacionales comercian  nuestros recursos naturales. Una Historia gloriosa conservada en cientos de planos y material bibliográfico, sumada a la experiencia práctica que surge a cada paso en sus relatos deja en evidencia como bajo la órbita del Estado nacional la visión de nuestra cuenca significa mucho más que el mantenimiento de las rutas para las agro exportadoras.  Consiste en una mirada amplia sobre la integridad territorial en la que viven millones de compatriotas.

Una región a la que han asistido históricamente levantando defensas frente a las inundaciones (Reconquista y Santa Fe por ejemplo) y en la que se planificaban con criterio ambiental todas las maniobras de dragado integrando a los objetivos estratégicos la conservación de los ecosistemas acuáticos y terrestres. ¿Se puede decir lo mismo de la gestión privada de Jan De Nul? A la luz de los hechos déjennos dudar.

Por lo tanto no estamos discutiendo solamente el intento de privatización y entrega de un terreno “en desuso y obsolescencia” como se preocupan por afirmar de manera intencional en el proyecto de ley. Lo que se ha puesto blanco sobre negro es la concepción que vamos a sostener sobre nuestro río, nuestra cuenca, nuestros humedales, nuestras comunidades. El remate al que quieren llevar a nuestro patrimonio intelectual y material es la condición necesaria para que impere sin ningún tipo de obstáculos el modelo colonialista diseñado desde afuera y para los de afuera en el que sobra el 50% de los argentinos. 

Nuestros ministerianos han sido ocultados deliberadamente pues es la condición para la entrega. No se puede querer lo que no se conoce. La defensa irrestricta de la delegación Paraná medio, de sus trabajadores, sus dragas, sus talleres, su historia es una obligación moral de todos aquellos que buscamos recuperar nuestra soberanía para transformar esta Argentina que tanto nos duele.

Toda nuestra solidaridad con los trabajadores de la DVN. No a la entrega de los terrenos, inmediata puesta en operaciones de la draga 402-C Entre Ríos, los remolcadores 283, 286, 278, 290 y todos sus talleres. Paraná, Entre Ríos y toda nuestra querida Argentina necesitan con urgencia que nuestros funcionarios dejen de darle la espalda a nuestra gloriosa Flota y nuestra soberanía. 

 La historia de la dirección de Vías Navegables departamento Paraná Medio nos ilumina. Sus trabajadores nos muestran el camino. Que Viva la Patria!  

         

Facundo Retamoza. Comunicador Social, miembro del Foro por la recuperación del Paraná.        

     



[1] Denominación utilizada para identificar a los trabajadores  en referencia al Ministerio de Obras Publicas de la Nación al cual pertenecían. Hoy degradados a una sub secretaria dentro del Ministerio de Transporte.    

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DEBATES

Las luchas antiimperialistas y la soberanía.

Soberanía, antiimperialismo y necesidades de las masas, son un eje central de la política argentina.

Se concentran en la deuda externa ilegítima, fraudulenta, usuraria y odiosa. Una estafa al pueblo argentino, legitimada como nunca antes con la aprobación del acuerdo con el FMI en el Congreso de la Nación.

La legitimación de esta deuda y la firma del acuerdo son una permanente  pérdida de autonomía política y económica, que lesiona gravemente nuestra soberanía.

A cuarenta años de Malvinas, Argentina corre el gravísimo peligro de desintegración territorial. Se escuchan voces  en las altas esferas, a presidentes de partidos políticos, gobernadores, etc., que levantan  propuestas separatistas para partir a la Argentina, o para reducirnos a una suerte de protectorado. Es un viejo proyecto de las clases dominantes que está más vigente que nunca.

Malvinas, 40 años.

Las minorías oligárquicas, cuya existencia y desarrollo depende de los imperialismos, y en función de sus mezquinos intereses, someten al país a la humillación, al saqueo de sus riquezas y a un verdadero genocidio social.

La base de la declinación de la soberanía es la extranjerización de nuestra economía.

Marcha contra el acuerdo con el FMI.

Comercio Exterior y Puertos.

Argentina creció exponencialmente en su producción y en su comercio agropecuario, pero este crecimiento está trágicamente concentrado, centralizado, y reina soberano el capital extranjero.

Monopolios imperialistas como Cargill, Bunge, ADM y Toepfer (yanquis), Dreyfus (francesa), Cofco y Nidera (propiedad del Estado chino), Glencore (hoy Viterra, anglosuiza, pero asociada a capitales de origen nacional como Vicentín), AGD (nacional del grupo Urquía, asociada a Bunge), Molinos Río de la Plata, entre otras, dominan un sector estratégico de nuestra economía y por lo tanto marcan gran parte de las políticas económicas, en alianza con los terratenientes nativos y extranjeros.

Los EE.UU tienen un papel hegemónico, con un peso muy grande de los sectores europeos (caso Dreyfus). Los chinos avanzan al galope, tienen el 20% de este comercio. Tiene un peso importante la burguesía intermediaria, como AGD, del grupo Urquía, como también la burguesía nacional a través de ACA.

No solo es el comercio, sino además una industria aceitera de 23 plantas, que involucra a 22.000 trabajadores.

Argentina representa el 53% del aceite de oleaginosas que se comercializa en el mundo, y el 35% de harina. La cosecha 2021/22 es de un valor de 53.000 millones de dólares y las exportaciones alcanzan 35.000 millones (un 80%  sale por los puertos del Gran Rosario).

Se produce un entrelazamiento que combina el capital financiero con capital comercial, agrario, industrial, y bancario. Además controlan eslabones principales de la cadena productiva: semilla, insumos, fertilizantes, herbicidas, maquinaria agrícola, pools de siembra, etc.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)

La BCR, (segunda en el mundo después de la de Chicago), es un centro económico-financiero, parasitario, que cristaliza la renta terrateniente y está directamente asociado a la “timba financiera”. Es un órgano de la oligarquía, el imperialismo y la burguesía intermediaria y el epicentro de gran parte de las operaciones de compra y venta de granos de la zona núcleo de Argentina. En el Gran Rosario se han concentrado,  una cantidad de terminales portuarias y de plantas agroindustriales que posibilitan un nivel de comercialización y procesamiento entre los más importantes del mundo.

La Bolsa de Rosario tiene relevancia nacional y ha desarrollado múltiples mecanismos de especulación: mercados a futuro (no solo de los granos sino del dólar), contratos de cobertura, descuento de cheques de pago diferido, fideicomisos financieros, emisión de obligaciones negociables, etc., y busca conformar un “banco propio”, que sería el corolario lógico de todo este proceso.

Como lo demuestra el hecho obsceno e impune cometido por el ex presidente de esta entidad, Alberto Padoán a la vez CEO de Vicentín-Glencore que  usó todo su poder para cometer la estafa millonaria a los chacareros, al Estado, y al pueblo argentino por 1.000 millones de dólares.

Citando a Federico Engels: “…la riqueza ejerce el poder indirectamente, pero de un modo seguro. Por una parte, bajo la forma de corrupción directa de los funcionarios, de lo cual es América un modelo clásico, y, por otra parte, bajo la forma de alianza entre el gobierno y la Bolsa. Esta alianza se realiza con tanta mayor facilidad, cuanto más crecen las deudas del Estado, y más van concentrando en sus manos las sociedades por acciones, no sólo los transportes, sino también la producción misma, haciendo de la Bolsa su centro” (Federico Engels: El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, en Marx y Engels: Obras Escogidas, Cartago, Buenos Aires, 1957, pág. 658).

Política y Soberanía. ¿Quién gobierna?

El entonces presidente Mauricio Macri, con motivo de la conmemoración de los 200 años de la declaración de nuestra Independencia en la propia casa de Tucumán, pidió disculpas a su invitado especial, el rey de España, y en nombre de nuestros patriotas opinó: “Ellos en ese momento claramente debieron sentir angustia, querido Rey, de separarse de España”.

Si bien el presidente Alberto Fernández ha expresado su adhesión a la socialdemocracia europea, particularmente española, en su encuentro con Putin durante su gira presidencial (apenas días antes de la invasión  a Ucrania),  le planteó abiertamente : “El contexto es muy favorable para vincularnos más entre Rusia y la Argentina. Tenemos que ver la manera de que Argentina se convierta en una puerta de entrada de Rusia en América Latina, para que Rusia ingrese de una manera más decidida”.  

Jerarcas y sectores de la CGT corrieron a reunirse en la embajada de los EE.UU posteriormente a la derrota electoral del Frente de Todos en las PASO de agosto de 2021.

El magnate y terrateniente inglés Joseph “Joe” Lewis, apropiándose de una parte de nuestra Patagonia, ha conformado un Estado dentro del Estado y  una verdadera prolongación de la base  inglesa en Malvinas..

Los poderes públicos, desde el presidente para abajo, aceptan discutir y acordar las decisiones políticas e institucionales con los “organismos internacionales de crédito” y con gobiernos extranjeros.

Esto ha expresado un amplio rechazo de grandes sectores de la política, sociales, sindicales, etc. La disputa por la Argentina, expresada en el Frente de Todos, de marchas y contramarchas como en el caso de la posible estatización de Vicentín, de crear una empresa del Estado para el dragado de la mal llamada hidrovía, como la realización del canal Magdalena, entre otras, nos ha permitido un marco de alianzas y luchas muy importantes con amplios sectores, particularmente del peronismo.

Argentina ha tocado fondo en materia de soberanía nacional, y se necesita una revisión integral.

Con el crecimiento explosivo de la deuda, el FMI, el “organismo multilateral” representativo de los intereses imperialistas dicta la política económica y audita su cumplimiento, monitoreando además toda la economía argentina a través de sus veedores. Al punto tal que para emitir moneda hay que pedirles autorización. Opera como instrumento de las grandes potencias, sus bancos y sus monopolios y puede concretarlo en los países cuyos gobernantes se someten y aceptan su intromisión.

Esto quedó demostrado cuando el gobierno pidió ayuda a los rusos y a los chinos y le respondieron que primero arreglara con el FMI.

La política del gobierno de Alberto Fernández ha sido, en lo fundamental, mantener la diversificación de la dependencia, la renegociación y continuidad, con lo cual se ha agravado la declinación de la soberanía.

Existe una aguda y permanente disputa de todos los imperialismos por el control del Estado y de la política, para conservar, permanecer, ampliar, y perpetuar su penetración en Argentina, que está a la orden del día, con negociaciones de todo tipo y continuamente. .

El rumbo general del gobierno es traer inversiones extranjeras, para producir más, para tener más dólares para pagar los compromisos externos, y con el latiguillo del supuesto “derrame” se resolverían los problemas de las masas. Siempre el discurso es crecimiento, desarrollo, innovación, de determinadas áreas, y enterrando otras, sobre todo la Argentina industrial, autónoma, de pleno empleo, independiente e integral, con centro en  el mercado interno, la producción nacional, las economías regionales, etc.

El proyecto de las clases dominantes: si hay un tema donde se expresa claramente la cuestión de la soberanía es en la profundización del modelo agroexportador.

Buscan profundizar una economía agroexportadora subordinada, dependiente y de extrema especialización y una integración al mercado mundial de carácter unilateral. Todo se reduce en lo fundamental a la extracción de productos primarios y a un escaso desarrollo industrial, solo con la excepción de aquello que necesita tomar lo mejor de la ciencia (genética animal y vegetal, semilla, fertilizantes, químicos, agroquímicos, siembra directa, etc.)

Ese núcleo de intereses coincidentes ha ganado a lo principal de la intelectualidad bajo las tesis del desarrollo y el crecimiento asentado en la imposibilidad de escapar al rol asignado a nuestro país en la división internacional del trabajo, subordinando a las universidades y el rol de la ciencia que son claves para sus proyectos, subordinación que bajo los distintos gobiernos no solo no se modificaron sino que se profundizaron. Allí se expresa muy claramente cómo el «radicalismo del litoral» puede coexistir pacíficamente con sectores del kirchnerismo y del PJ, y cómo lo principal del conocimiento científico público ha sido orientado a perfeccionar el modelo de saqueo, entrega y contaminación de nuestro país. No hay ningún aspecto del modelo de desarrollo productivo de nuestro país que no se asiente sobre investigaciones públicas financiadas por el Estado.

El desarrollo capitalista en el campo, no ha hecho más que reforzar la dependencia al imperialismo y al latifundio terrateniente.

Esta profundización se desarrolla en medio de intensas y a veces publicas luchas para decidir en beneficio de qué imperialismo se realizan.

La soja es el centro de la matriz productiva de América del Sur. Sobre un total de 360 millones de toneladas de soja anuales que produce el mundo, la Cuenca del Plata está en una producción de 175 millones, y ha  pasado a ser el primer exportador de poroto, de harina, y de aceite de soja del mundo.

Es la proteína del siglo XXI, que en tiempos de paz, es un alimento, pero que en tiempos de guerra el alimento se convierte en un arma.

Cerca de 70 millones de hectáreas están vinculadas a este cultivo en América del Sur, donde se duplicó la frontera agrícola en los últimos cuarenta años. El corazón de este cambio se ubica en Brasil, con 40 millones de hectáreas, y en Argentina con 20 millones de hectáreas.

Esto implica un cambio en la estructura de clases y en las relaciones de poder, con la conformación de nuevas roscas y grupos dominantes, con cambios demográficos en las regiones. Tal el caso de la región centro, conformada por Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, en donde se concentra más del 60% de dicha producción.

El principal medio de producción en América del Sur es la tierra, cuyo valor se ha multiplicado por 10, por 100, por 1.000, dependiendo de la región. Ha crecido su nivel de extranjerización, la renta extraordinaria absoluta y relativa, y la concentración en pocas manos con nuevos latifundios.

Renegociación de la dependencia y luchas.

Hay privatizaciones y concesiones con fecha de vencimiento: ferrocarriles, la mal llamada “hidrovía” del río Paraná, las centrales hidroeléctricas patagónicas (como El Chocón, Pichi Pichi Luefú o Piedra de Águila), puertos, en un proceso de renegociación de la dependencia.

Como contrapartida, se ha puesto en debate la palabra soberanía. El antiimperialismo está al orden del día, porque ninguna de las necesidades y urgencias de las masas pueden resolverse si no se enfrenta al mismo tiempo, a la dependencia.

Se ha abierto una oportunidad única de recuperar lo nuestro y se ha desarrollado un movimiento de carácter nacional alrededor de la defensa y por la recuperación del río, los puertos, el comercio, la moneda, la banca, la tierra,  el litio, el petróleo, las cuestiones socio-ambientales, nuestros recursos pesqueros y nuestra minería, por la soberanía de las vacunas, por una industria nacional, por una industria naval y marina mercante propias, etc.

Es un movimiento que vino para quedarse, donde muchos compañeros y compañeras tienen un trabajo importante y un lugar destacado, y propuestas que lideramos con frentes únicos muy amplios y heterogéneos, con múltiples iniciativas, y entendiendo además que el tema de la de la deuda externa y el FMI no es un tema cerrado, sino un tema abierto porque viene a condicionar toda la política y la economía argentinas, y el presente y el futuro de este pueblo.

Movimientos de masas en Mar del Plata, la pueblada de Chubut , movilizaciones en el puente Rosario-Victoria y el río Paraná en el Gran Rosario y su cordón industrial, en la ciudad de Santa Fe; en el puente Chaco- Corrientes; Villa Constitución, Ramallo, La Plata, Neuquén, Chocón,  Corrientes. Contra la entrega del litio, contra la megaminería, movidas contra el acuerdo con el FMI, por los 40 años de Malvinas, por el ARA San Juan, y contra Joe Lewis en nuestra Patagonia, ante los incendios  ambientales en Corrientes, etc.

Este movimiento se ha ido corporizando en cientos de foros; iniciativas y actividades; caravanas; actos; conformación del “Foro por la Recuperación del Paraná”, de la “Mesa Coordinadora por la Recuperación del Paraná”; creación de institutos; marchas; declaraciones; movilizaciones al Ministerio de Transporte y al Ministerio de Defensa; a la Bolsa de Comercio de Rosario; a la Dirección de Vías Navegables de Corrientes; en las iniciativas presentadas en el parlamento con el proyecto de Ley “Vías Navegables Sociedad del Estado”; en movimientos locales, regionales y nacionales; etc., que toman en sus manos la defensa de la soberanía y el antiimperialismo, vinculadas a las urgencias que vive nuestro pueblo por la imposición de los precios monopólicos, por la devaluación estrepitosa de nuestra moneda, por la inflación, etc., unidas a las situaciones concretas del mundo del trabajo, a las reivindicaciones y demandas de los trabajadores ocupados, desocupados, y jubilados.

Un instrumento importante en este período fue el libro “Argentina sangra por las barrancas del río Paraná”. Un aporte que permitió desplegar una línea de denuncia, de propuesta y de rumbo antiimperialista y soberano, estimulando y  ampliando este movimiento de frente único, las iniciativas, y ubicando al Partido en un lugar de referencia nacional.

Los debates: ¿es posible un rumbo soberano?

En el campo popular se debate sobre qué salida es posible para Argentina. Fundamentalmente, si es posible un cambio de rumbo que modifique la estructura dependiente latifundista, y hasta dónde pueden tomarse las medidas profundas que necesitamos para la plena recuperación de nuestra soberanía en todos los sentidos. Es un debate genuino en el seno del pueblo, donde millones se cuestionan y discuten las posibles alternativas al saqueo y a los enormes padecimientos que sufrimos (que, aunque preexistentes, se han agravado y puesto aún más en evidencia con la pandemia de Covid 19).

Pero es notable cómo son alentadas intencionalmente las salidas defensivas y derrotistas con diversos desarrollos teóricos, que fundamentan el camino de lo “posible” versus lo “necesario”.

Estas teorizaciones, y sus ideólogos, que usan grandes medios de difusión, abarcan desde corrientes revisionistas, reformistas, de apariencia “progresista”, o revolucionarias “escépticas”, que parten desde el “pragmatismo”, del “posibilismo”, desde un supuesto “realismo”, y niegan las mejores experiencias revolucionarias en el mundo y los profundos cambios que conquistaron.

Desde la idea del “fracaso” de estas, predican: “¿valió la pena?”; “hay que buscar el mal menor”; “no hay margen”; “¿no ves la ofensiva violenta, reaccionaria, y las relaciones de fuerza en América y en el mundo?”;  “ganar las calles y formular otro programa es funcional a la derecha”; “no hagamos ruido para no despertar a la bestia”; “no podemos pelear al león con un escarbadientes porque nos suicidamos”.

Se niega todo camino independiente, emancipador, y revolucionario, por derecha y  por “izquierda”.

La conclusión que divulgan, es que el único camino en la actual división internacional del trabajo es subirse al tren de los agronegocios, litio, etc., en donde nuestra integración al mercado mundial es unilateral y primarizada y entierra cualquier posibilidad de desarrollo independiente.

Nadie puede negar que hay una ofensiva reaccionaria a escala mundial. Porque frente a la crisis (con pandemia o sin ella) los imperialismos van a ser más reaccionarios y belicistas que nunca. Y todos, porque no hay imperialismo “bueno”.

Ante este cuadro de situación, y desde hace varias décadas, los revisionistas rompen con el contenido revolucionario de la teoría marxista y, principalmente, niegan la necesidad de destruir por esa vía este Estado opresor de las clases dominantes. Sostienen la vía pacífica y parlamentaria como la única y están en contra de la teoría leninista del imperialismo: reniegan de la revolución y se limitan a postular reformas dentro del sistema capitalista e imperialista.

En ningún proceso verdaderamente transformador hubo en sus inicios una relación de fuerzas favorable, lo que explica que no es un problema de “relación de fuerzas” sino de “objetivos”.

La soberanía y el antiimperialismo abarcan todos los temas, es una integridad. El arte es cómo vincularlos a los problemas concretos del pueblo para vincular a todo el movimiento de masas a la soberanía y el antiimperialismo, para que los tomen en sus manos y para avanzar en formular un programa de salida, a favor del pueblo y de la Patria.

Las tesis de Lenin sobre “el imperialismo, fase superior del capitalismo” nos permiten ubicar el momento actual, inscripto dentro de la época del imperialismo y las revoluciones proletarias. En un mundo al que los capitalistas y revisionistas llaman “globalizado” para negar una feroz disputa por su reparto entre las asociaciones monopolistas y las oligarquías de las potencias imperialistas que los expresan, con desigual desarrollo, que lleva a agudizar las contradicciones entre ellos (al punto de colocar al mundo frente a la posibilidad de una nueva guerra mundial) y con los explotados y oprimidos en todos los países. De ahí la renovada necesidad de comprender en profundidad la base económica de las crisis y las guerras, y las crecientes luchas sociales y políticas de los trabajadores y los pueblos oprimidos de todos los países del mundo que las enfrentan, delimitando los campos entre los oportunistas y los revolucionarios.

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